Limpiando sus lágrimas se encontraba Tom cuando el doctor encargado de Bill apareció.
- Buenas noches.
De un brinco el trenzadito se levanto de su asiento y con la voz quebrada pregunto:
- ¿Cómo esta él?
El doctor carraspeando un poco respondió:
- Son ustedes familiares del paciente.
- Si somos su única familia – Agrego impaciente el trenzadito.
- Bien, el estado del paciente es estable. Sufrió varios desgarres en su zona anal pero ya lo hemos operado por lo que no quedaran cicatrices del daño, por lo menos no físicamente.
- ¿Daño? ¿Qué le ocurrió a Bill doctor? ¿Por qué estaba sangrando?
- Joven lamento decirle esto pero Bill fue violado.
- Noooo… porque a él, porque tuvo que pasarle esto, maldito Monster espero que te estés retorciendo en el infierno – Grito ahogado en llanto Tom quien fue sujetado por las chicas que lo acompañaban. Tania con voz firme pregunto:
- ¿Podemos verlo?
- Si, pero por favor él necesita mucho apoyo ahora y sobre todo amor. No será fácil borrarle el trauma por lo sufrido. Si gustan puedo recomendarles un excelente psicólogo para que lo ayude.
- Bill no necesita de ningún psicólogo, me tiene a mí para ayudarlo.
- Con todo respeto joven, usted no es ningún profesional de la salud mental y Bill necesita de un experto que trate su problema.
- Bill lo único que necesita es apoyo y amor como usted mismo lo ha dicho y eso será lo que yo le daré.
- Pues haga lo que le plazca entonces, con permiso – Expreso indignado el doctor dejando a solas a Tom y las chicas quienes con serenidad se dirigieron a él:
- Jefe no debes echarte encima toda la carga, Bill necesita apoyo profesional tu no puedes hacer nada por ayudarle por mas que así lo quieras.
- Cállate Astrid tu no sabes lo que dices, yo soy quien debe cuidar por completo de Bill, por mi culpa le paso eso.
- No digas eso Tom, nadie tiene la culpa de lo que a Bill le ha ocurrido.
- Si la tengo Tania, yo provoque la ira del Monster, por mi culpa Bill sufrió esa desgracia.
- No es así Tom, no te culpes por favor, mira cuando a mi me violo el Monster creí que la culpable había sido mi madre por haberse enamorado de él, pero con el tiempo me di cuenta que no existen culpables por mas que los intentemos buscar, son dolores inesperados de los cuales somos victimas.
- No quiero que nadie vuelva a lastimarlo. Quiero cuidar de él y evitarle daños futuros.
- Pues hazlo jefe, pero no te culpes por algo en lo que no tuviste nada que ver. Bill necesita que le emitas fortaleza y no sentimientos de culpabilidad y en vez de ayudarle empeores su situación.
- Yo no quiero que eso suceda.
- Pues entonces ya no te culpes por lo que le sucedió, no fue tu culpa Tom.
- Gracias por tus palabras Tania, me ayudan mucho con el dolor que siento, haré lo que me dices. Ahora por favor si no les molesta quisiera ver a Bill a solas.
- Esta bien jefe por nosotras no hay problema, estamos seguras que Bill se pondrá muy feliz de verte.
- Tú crees Astrid.
- Estamos seguras que es así.
- Entonces las dejo chicas.
- Por favor dale nuestros saludos a Bill, dile que lo queremos mucho.
- Se lo diré Astrid.
Tom acompañado de una sonrisa en sus labios y con la voz llena de dulzura entro a la habitación y dijo viendo fijamente a la triste mirada del crestadito:
- Bill me haz hecho muy feliz.
El crestadito extrañado ante semejante saludo pregunto:
- ¿Por qué me dices eso Tommy?
- Porque resultaste un excelente alumno, me enorgulleces, tu espectáculo estuvo impresionante.
- ¿De veras te gusto?
- Si Bill, gracias por dedicarme tan grandiosa presentación.
Tom no quería tocar el doloroso tema de la violación por lo que trato de evadir a toda costa dicha platica.
- Oh Tommy gracias por decirme esto, no sabes lo mucho que significa para mi en estos momentos.
- Gracias por enorgullecerme de esta manera pequeño.
- Tommy el único que tiene mucho que agradecerte aquí soy yo a ti, gracias por llegar hasta donde me encontraba y salvarme de las garras del hombre malvado que me secuestro. Por un momento creí que iba a morir y que jamás volvería a verte pero ahora agradezco a la vida que me haya dado la oportunidad de tenerme nuevamente ante ti.
- Tú pensabas en mí mientras estabas en cautiverio.
- Pensaba en ti en todo momento Tommy, tu eras la fuerza que me hacia soportar todo mi calvario.
- No tenia idea de lo importante que soy para ti.
- Lo eres Tommy eres muy importante para mi vida, eres lo único que me mantiene con ánimos para seguir viviendo.
- No digas eso Bill.
- Es la verdad Tommy, eres quien le da sentido a mi inmunda vida.
- Y tú eres indispensable para la mía.
- Tommy me lo dices en serio, no lo dices solo para hacerme sentir bien.
- Lo digo en serio Bill, tu significas mucho para mi, no puedo decirte cuanto pero si que eres importante en mi vida. Sabes las chicas están afuera muy preocupadas por ti y también les gustaría verte.
- Hay las chicas son un encanto conmigo, me quieren mucho. Por favor hazlas pasar.
- Ahorita Bill. Chicas vengan Bill quiere verlas.
Inmediatamente las tres chicas corrieron hasta la habitación y al entrar se lanzaron hacia el crestadito quien las abrazo muy contento por verlas nuevamente.
- Chicas que gusto verlas.
- Como estas pequeño, nos tenias muy preocupadas.
- Estoy bien Astrid, haber como me miran.
- Huy pues más guapo que nunca. Tu que piensas de eso jefe – Pregunto intrigosa Tania.
- Estoy de acuerdo con ustedes chicas, Bill esta más lindo que nunca.
- Gracias Tommy – Expreso el crestadito con una gran sonrisa.
Las chicas se quedaron viendo entre si al escuchar la manera cariñosa en que Bill se dirige hacia el jefe y les causo un poco de risa.
- ¿De que se ríen chicas?
- De nada jefe, nos acordamos de que Tania por poco se cae cuando veníamos corriendo hacia la habitación y nos resulta muy gracioso.
- Si jefe eso es – Añade Tania ante la mentira de Astrid.
- Me alegra que sonrían, de esa manera me alegran a mí también.
- Eso queremos pequeño, alegrarte la vida – Expreso Rocío otra de las chicas.
Con la cabeza cabizbaja y un poco avergonzado el crestadito pregunto:
- ¿Ya se enteraron de lo que me sucedió?
Todos guardaron silencio, nadie quería hablar sobre ese amargo episodio, pero sabiendo que era inevitable seguirlo evadiendo el trenzadito tomo la palabra:
- Si Bill, lo sabemos.
- Que vergüenza – Expreso el crestadito cubriéndose el rostro con ambas manos, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.
Tom haciéndose el fuerte se sentó a su lado y con delicadeza le levanto el rostro tomándole de la barbilla y le dijo:
- No llores Bill, no tienes porque sentir vergüenza, tu no buscaste que te sucediera eso.
Con mucha dificultad el crestadito expreso:
- Ahora que vas a pensar de mi Tommy.
Tom se acerca al crestadito y lo abraza fuertemente a la vez que exclama:
- Acaso crees que cambiare mi forma de pensar acerca de ti por esto, no Bill no temas, tu eres maravilloso y nada de tu pasado te resta valor ante mi. Porque esto es algo que debemos olvidar y dejar atrás, o es que acaso tu quieres recordarlo día con día.
- No Tommy, no quiero. Es algo muy triste.
- Pues por eso Bill desde hoy no volveremos a tocar este desagradable tema. ¿Te parece?
- Si Tommy – Dijo abrazándose mas al trenzadito quien sintió un extraño sentimiento ante tal cercanía, pero no molestia sino mas bien gusto.
El doctor mantuvo por dos días mas a Bill en observación y al ver que su cuerpo había respondido muy bien a la operación fue dado de alta del hospital y Tom lo llevo a casa.
- Que bueno es estar de nuevo en casa Tommy.
- Estoy feliz por tenerte de vuelta pequeño. Haber ven, siéntate con mucho cuidado. ¿Aun te duele?
- Si un poco, pero no es mucho no te preocupes.
- Pues como sea te me vas a tener que cuidar mucho y yo me encargare de que asi sea. Nada de barrer, ni hacer oficios domésticos. Por un tiempo eso esta prohibido para ti.
- Pero Tommy, soy tu amo de casa debo hacerlo por el bien de esta casa.
- Aaah y porque me dices eso.
- Porque sino limpio viviremos en medio de un chiquero.
- Me estas diciendo que yo antes que viniera mantenía sucio y desarreglado – Expreso Tom en tono juguetón.
- (Risas) no Tommy solo te estaba molestando, tu eres muy delicado con todas tus cosas.
- Y más delicado seré desde ahora pero contigo.
- ¿Conmigo?
- Si pequeño cuidare de ti como nunca nadie lo ha hecho.
- (Suspira) Tommy eres encantador. No quiero ser un bulto para ti.
- No lo eres Bill y ni siquiera pienses algo así. Cuidar de ti es algo que me nace del fondo de mi corazón.
- Yo sabia que tras esa mascara de chico avariento había una persona con lindos sentimientos y veo que no me equivoque.
- Si soy ambicioso pero jamás pondría a negocio tu persona.
- Porque me dices eso.
- No por nada Bill, olvídalo.
- Hay Tommy tengo mucha hambre. Iré a preparar algo para la cena.
- Nada de eso te me quedas ahí en el sofá acostadito que yo cocinare para los dos.
- (Risas) pero si a ti hasta el agua se te quema.
- Haber si sigues con ese modo de pensar luego de probar lo que voy a preparar.
- Mmmm… eso me intriga mucho. ¿Qué harás Tommy?
El trenzadito entra a la cocina y nota que el refrigerador está completamente vacío, el pasar los días en el hospital al cuido de Bill le hizo olvidarse de las cosas que hacían falta en el hogar.
- Oh no Bill, no había notado que no tenemos nada en el refrigerador. Tendré que ir al supermercado.
- Yo te acompaño Tommy, me encanta ir de compras.
- Nada de eso, tu te quedas descansando. Volveré pronto.
- Pero Tommy yo quiero ir contigo.
- No Bill, no tardare, descansa.
Haciendo un pequeño puchero el crestadito bajo la cabeza y con tristeza exclamo:
- Si Tommy, haré lo que dices.
El trenzadito salio de su departamento camino al supermercado pero cuando se disponía a tomar el ascensor por ir distraído viendo la hora no se fijo y choco contra una linda chica que venia en su misma dirección.
- Oh disculpa soy una tonta no me fije por donde iba – Expreso la chica al chocar contra Tom.
- No te culpes, yo iba distraído y no me fije por donde iba.
- Vas de prisa.
- Un poco, debo ir al supermercado para preparar la cena.
- ¿Tu cocinas?
- Si porque te extraña.
- Es muy raro que un chico tan hermoso como tu aparte de estar bien papi, también cocine.
El trenzadito se sonrojo ante tal comentario y tratando de disimular un poco su nerviosismo dijo:
- Pues ya ves la vida te da sorpresas.
- Ya veo que si. Me gustaría acompañarte al supermercado me lo permites, es que sabes no tengo nada que hacer y me aburro sola en mi departamento.
- Claro no hay problema puedes acompañarme.
- Gracias papi.
- Eh mi nombre es Tom no papi.
- Pues el llamarte Tom no te quita lo papi que estas.
- Gracias por ese halago.
- De nada Tom. Yo soy Cala.
- ¿Cala? Que nombre mas extraño jamás lo había escuchado.
- No tendrías porque Tom, yo soy algo especial.
- Mmmm… eres muy enigmática.
- Así es, soy una hermosa flor que podría resultarte sumamente venenosa (risas) no te aflijas Tom, solamente estoy bromeando.
- Uff, ya me estabas preocupando.
- Eres muy sensible chico, relájate. Dime tienes tiempo viviendo en el edificio.
- Si tengo cerca de unos cinco años viviendo allí.
- Yo tengo apenas tres días. Vivo en el apartamento 21.
- Cielos que coincidencia yo vivo en el 20 somos vecinos es maravilloso.
- Si que lo es Tom, no te había visto en donde has estado.
- (Piensa un poco antes de contestar) estuve donde unos familiares.
- Que bien, siempre es bueno visitar a la familia. Y dime ¿vives solo?
- No – Respondió cortante sintiéndose muy interrogado.
- Creí que vivías solo, se nota que eres muy independiente.
- Si lo soy, desde pequeño aprendí a serlo.
- Igual yo vivo sola desde los catorce años. No soportaba estar bajo las órdenes de mis padres.
- De veras debió ser muy difícil para ti la vida lejos de ellos. Y dime viven lejos de aquí.
- (Evadiendo la pregunta) oh Tom es tarde debo irme, tengo que dejarte. ¿Me disculpas?
- Claro por mi no hay problema, nos vemos otro día Cala.
- Eso tenlo por seguro Tom, claro que nos volveremos a ver.
Cala se retiro del supermercado dejando a Tom impresionado, su enigmática forma de ser y de actuar le ha resultado impactantemente atractiva.
