Trabajar arduamente durante toda la noche y luego en el día ser amo de casa tiene sumamente extenuado al crestadito quien como a eso de las dos de la madrugada cansado de servir mesas sabiendo que su cuerpo no puede seguir un segundo mas se acerca al trenzadito y con una voz muy dulce y suave le dice:
- Tommy estoy muy cansado, los pies me duelen demasiado. Puedes darme permiso de irme a casa, por el pago no te preocupes si quieres no me pagues; con las propinas que he recibido esta noche me doy por bien pagado.
- Te ves bastante pálido Bill, te sientes mal.
- No Tommy solo estoy muy cansado.
- Creo que me he excedido contigo, te exijo demasiado. Discúlpame – Expreso el trenzadito bajando la cabeza en señal de vergüenza.
- No Tommy no te sientas mal eres mi jefe tienes que exigirme, para eso me pagas pero ahora si ya no puedo mas.
- Esta bien Bill puedes descansar en el camerino de las chicas mientras se llegan las seis de la mañana para que nos vayamos a casa, no puedo dejarte ir a esta hora solo puede ser muy peligroso.
- ¿Tommy te preocupas por mi?
- Claro que me preocupas crestadito, acaso crees que por ser exigente no tengo sentimientos.
El rostro de Bill se ilumino con una hermosa sonrisa luego de escuchar lo que el trenzadito le dijera y su mentecita inocente comenzó a maquinar ideas.
- Será que Tommy esta enamorado de mi pero no me lo quiere decir. No, él es demasiado serio no creo que se haya enamorado, pero dice que tiene sentimientos entonces si puede enamorarse de mi. Pero si ya lo esta y trata de disimularlo – Pensaba afanosamente el crestadito enamorado.
- ¿En que piensas tanto Bill?
- En nada Tommy, me voy al camerino de las chicas. Gracias por ser tan comprensivo conmigo.
- De nada Bill, descansa.
El crestadito se dirigió al camerino de las bailarinas y se acostó en el sofá que ahí se encuentra, en pocos segundos el cansancio lo venció quedando profundamente dormido.
- Buenas noches chico.
- Buenas noches – Respondió extrañado Tom al hombre que tenia frente a él.
- Yo soy cliente de su club, vengo aquí todas las noches me fascina el espectáculo que presenta, las chicas son preciosas.
- Gracias caballero, me gusta ofrecer lo mejor a mis clientes.
- Y lo haces muy bien chico. Me gustaría tomar algo fuerte.
- Le llamare a un mesero para que le sirva lo que guste.
- Si no es mucha molestia me encantaría ser atendido por el mesero que tiene el cabello como parado en forma de cresta, es bastante acomedido ese chico. ¿En donde esta? Hoy no lo he visto.
- Usted esta hablando de Bill, si él es un magnifico mesero, él ya se retiro.
- Que lástima me gusta ser atendido por él, siéndote sincero vengo a este club por verlo a él.
- ¿Por ver a Bill? Creí que le gustaba disfrutar del espectáculo.
- El espectáculo es de lo mejor pero ese Bill no tiene comparación, esta precioso.
- Si es cierto, Bill es muy lindo y no solo físicamente, es un maravilloso ser humano.
- Pero quien se fija en eso si es buen ser humano o no, a mi me gusta su físico, es perfecto. Chico no te gustaría ganarte un muy buen dinero extra.
- Por supuesto señor, dígame que puedo hacer por usted.
- Quiero que me permitas pasar una noche con Bill.
- Disculpe señor pero usted se ha equivocado de lugar, este no es ningún prostíbulo, aquí solamente se viene para disfrutar del espectáculo, beber un poco y nada mas. Lo siento pero mis empleados no están en venta.
- No quiero a todos tus empleados chico, solamente quiero a Bill.
- Mucho menos a Bill, él es como un hermano para mi. Lo siento, ahora discúlpeme pero debo atender algunos asuntos.
El trenzadito se levanto de la mesa dejando ignorado al hombre mayor, quien esta acostumbrado a que todos hagan lo que él dice.
- Te arrepentirás de esto chico, aunque no lo quieras voy a tener a Bill conmigo, te lo aseguro – Expreso para si mismo el malévolo señor.
La mañana llego y el night club se cerró. Todos lo empleados se retiraron quedando en el lugar únicamente Bill y Tom.
- Bill despierta ya debemos irnos a casa.
- (Bosteza) ya es hora Tommy.
- Si vamos.
- No quiero levantarme, tengo mucho sueño. Me duelen mucho los pies.
- Pero no podemos quedarnos aquí Bill, debemos irnos, vamos has un esfuerzo, levántate.
- Tommy podrías cargarme.
- ¿Cargarte?
- Si llevarme en brazos hasta el auto. ¿Puedes?
- Eh… no sé, alguien puede vernos.
- Todos se han ido ya Tommy, nadie nos verá – Dijo Bill haciendo unos ojitos dormilones y una carita tan angelical que el trenzadito no pudo seguirse negando.
- Esta bien Bill, no sé porque siempre te hago caso – Refunfuño tomando en brazos al crestadito quien sintió morir de la emoción al ser cargado por su adorado jefe.
- Puedes dejarme aquí atrás Tommy, quiero ir acostado.
- Pero no te vayas a dormir, no quiero tener que volver a cargarte cuando lleguemos a casa.
- No lo haré Tommy – Agrego con una sonrisa traviesa.
El trenzadito comenzó a manejar de regreso a casa, unos segundos habían transcurrido cuando se dirigió a Bill.
- Bill quiero contarte algo que me ocurrió mientras dormías, un cliente se me acerco y… (Vuelve a ver por el espejo hacia atrás y nota que el crestadito se ha quedado dormido). Lo hiciste, te saliste con la tuya tendré que cargarte al llegar a casa también.
Asi fue al llegar lo tomo en brazos y lo llevo hasta su habitación, lo acostó y como por arte de magia el crestadito se despertó y dijo:
- Que bueno Tommy llegamos a casa.
- Bueno y tu que no estabas dormido.
- (Bosteza) si pero el contacto con la cama me despertó.
- Si que eres travieso Bill, querías que te cargara y te fingiste dormido.
- No Tommy porque dices eso, nada que ver, de veras me dormí. Tienes que creerme.
- Esta bien te voy a creer.
- Tengo mucha hambre y tu Tommy.
- Yo también.
- Preparare algo rico para desayunar.
- No sé que haría sin ti Bill.
- ¿Por qué lo dices Tommy?
- Porque cocinas delicioso.
- Oh por eso. No te preocupes que ya va a estar listo el desayuno.
- Bill eres el mejor amo de casa del mundo.
- Si claro – Agrego el crestadito desilusionado al darse cuenta que él es para Tom solamente un empleado mas.
Desayunaron delicioso y luego después de mucho tiempo Tom tuvo una atención con su mesero estrella.
- Ahora seré yo quien haga los quehaceres, quiero que descanses.
- Hablas en serio Tommy.
- Muy en serio, no quiero que esta noche que será tu debut como bailarín vayas a caer con desmayo en el escenario debido al cansancio.
- Oh por eso lo haces.
- Si. ¿Qué creíste?
- No nada Tom, iré al baño a darme una ducha, con permiso.
El crestadito preparo un baño de burbujas con agua tibia necesitaba relajarse, se sumergió en la tina y comenzó a recordar lo insignificante que era para Tom.
- (Suspira) hay Tommy como quisiera ser para ti algo mas que solo tu empleado estrella, como quisiera que me vieras como alguien especial para ti, que sintieras esto tan lindo que por ti yo siento. Tommy porque se te hace tan difícil enamorarte de mi. Tonto trenzado que no ves que me estoy muriendo por ti.
- ¿Dijiste algo Bill? – Pregunto el trenzadito mientras aspiraba la alfombra.
- No nada Tommy solo pensaba en voz alta.
- Ah bueno, creí que me hablabas a mí.
- No Tommy, continúa tus quehaceres. (Se echa agua en el rostro y exclama), por poco y me descubres tonto trenzadito.
Bill salio una hora después, mientras se vestía el trenzadito se baño. Cuando ya estaban los dos bien arregladitos Tom expreso:
- Muy bien Bill, llego la hora de bailar.
- ¿Bailar?
- Eso dije bailar, esta noche es tu debut como bailarín así que debes lucirte.
- Haré un gran ridículo, yo no puedo bailar.
- Eso lo vamos a arreglar ahora mismo, pues yo el guapo Tom Kaulitz te daré clases profesionales de baile.
- Ah si guapo Tom Kaulitz y que tan bueno eres para el baile.
- Soy tan bueno que las chicas babean al verme realizar mis movimientos.
- No me hagas reír Tom, de seguro no puedes ni mover los pies.
- ¿Lo dudas? Quieres que te haga una demostración.
- Me encantaría.
- Ok te haré una demostración privada sobre lo que es bailar. Eres afortunado Bill muchas ya quisieran ver esto y solo tu lo disfrutaras de gratis.
- Si claro guapo Tom, comienza de una vez y deja de hablar tanto.
- ¿Estas emocionado por verme cierto?
- Ya deja de bromear y empieza de una vez.
- (Risas) esta bien pero no te enojes (se dirige al equipo de sonido y coloca un disco de música variada).
- ¿Qué vas a bailarme Tom?
- Algo de hip hop, música disco y un poco de música latina como merengue y salsa.
- Wow puedes bailar de todo eso.
- Claro Bill estas tratando con un experto. Ahora si nene sabrás que es movimiento. Estas preparado para disfrutar de una verdadera demostración de baile.
- Si ya Tom empieza de una vez.
- No te impacientes nene, ahora este sexy boy bailara para ti.
El corazón de Bill late a mil por hora, esta emocionadísimo de que su amado Tommy bailara para él, para Tom es simplemente una clase de baile pero para Bill es el mayor disfrute de su vida.
La música da inicio y Tom comienza a dejarse guiar por un rítmico hip hop, exagerados movimientos de manos y de cuerpo tienen boquiabierto al crestadito. Canción tras canción es un completo derroche de sensualidad.
- Wow Tommy que bien te mueves – Piensa el crestadito mientras observa sin pestañear cada uno de los movimientos del trenzadito.
El sudor cae sobre su rostro, de manera inconsciente Tom se quita la camiseta dejando desnudo su bien formado pecho en el que se ven las gotas de sudor deslizándose sin parar.
- Oh my God! Creo que voy a morir, que pecho el que tiene Tom, este trenzadito me va a provocar un paro cardiaco – Piensa el crestadito ruborizado.
La música acaba y el trenzadito expresa de manera jadeante:
- Así es como debes moverte Bill, te quedo claro con mi demostración como debes hacerlo.
- (Traga grueso) si Tommy, tu baile fue muy especifico. De veras que eres todo un experto. Ahora entiendo perfectamente porque dijiste que las chicas babean cuando te ven bailar.
- Me dicen el sexy boy del baile. ¿Tú crees que lo soy?
- Puff sin duda que si lo eres Tommy. Wow me has dejado sin palabras.
- ¿Te sientes mas preparado para esta noche Bill?
- Aun no Tommy. Todavía me siento inseguro.
- Entonces ven levántate, vas a bailar conmigo.
- ¿Contigo?
- Si, intenta copiar cada uno de mis movimientos, no quiero que me decepciones, puedo confiar en ti.
- Si Tommy, confía en mí, no te defraudare.
- Eso quería escuchar. Muy bien que comience la música.
Bill más que copiar los movimientos del trenzadito los disfruta, lo tiene hipnotizado
- Me cuesta mucho Tommy.
- Si estas un poco tiesecito pero poco a poco mejoraras, vamos no pares sigue moviéndote.
- Estoy cansado puedo seguir solo viéndote.
- No crestadito quiero movimiento, vamos no pares nene.
- Me cuesta.
- Si lo sé pero lo lograras encanto, sigue.
- ¿Me dijiste encanto?
- Se me salio, es que te ves encantador mientras bailas.
- ¿De veras Tommy?
- Si Bill, de veras.
Esas palabras llenaron de energía al crestadito quien puso todo su esfuerzo para aprender y en la noche hacer un buen papel sobre el escenario y así no defraudar a su adorado trenzadito.