Vio la gorra de su hermano tirada en mitad del baño y ahogando un sollozo cayó de rodillas y la cogió entre sus manos.
-Tom….-susurró con voz temblorosa.
-Bill, ¿qué pasa?-preguntó David entrando tras él en el baño.
Vio al cantante en el suelo y el charco de sangre que le rodeaba. Vio como estrechaba contra su pecho la gorra de su hermano y rompía a llorar descontrolado.
Enseguida se puso en movimiento. Sacó el móvil del bolsillo trasero de su pantalón y marcó el número de la policía. Salió del baño y mientras esperaba a que le atendieran le hizo una señal a uno de sus ayudantes que pasaba en esos momentos.
-Dunja, llama a seguridad y pide que cierren el edificio-le pidió con voz temblorosa.
Tragándose la curiosidad, Dunja asintió y cogió su móvil para hacer esa llamada mientras escuchaba hablar al productor.
-Soy David Jost-se presentó David con voz temblorosa-Necesito que vengan de inmediato, hemos encontrado señales de pelea en uno de los baños, y creemos que le ha pasado algo a Tom Kaulitz. Por favor, dense prisa.
Escuchó sus explicaciones en silencio, levantando una mano cuando vio al resto del grupo correr en su dirección. No les dejó pasar, le estaban diciendo que no tocaran nada para preservar huellas, aunque tras ver al cantante llorando en el suelo agarrado a la gorra de su hermano, el consejo llegaba un poco tarde.
-Gracias, les esperamos-se despidió colgando.
-¿Qué ha pasado?-preguntó Gustav asustado.
Les miró en silencio, ¿qué les podía decir si ni él mismo lo sabía? Un sollozo proveniente del baño le hizo reaccionar. Les hizo otra señal a los dos chicos para que no se movieran del sitio y entró en el baño de nuevo.
-Bill, hay que salir de aquí-le dijo cogiéndole del brazo.
-¿Le han encontrado?-preguntó dejándose levantar-¿Está bien? ¿Qué le ha pasado?
Se mordió los labios preocupado, solo quería hacerle salir del baño, pero el cantante se negaba a andar si nadie le traía noticias de su hermano.
-Ven a mi despacho-le pidió con firmeza.
Tiró de él con un poco más de fuerza al verle negar con la cabeza, logrando que saliera y cerrando la puerta tras ellos.
-Chicos, llevadle ami despacho y no os mováis de allí-les pidió entregándoles al lloroso cantante.
Los chicos asintieron sin hacer preguntas. Se hicieron cargo de su compañero y se encerraron en el despacho tal y como les pidieron.
-Bill, ¿qué ha pasado? ¿Y Tom?-preguntó Gustav haciéndole sentar en el sofá.
-No lo sé-contestó en un susurro-Encontré su gorra tirada en el baño, y había sangre en el suelo.
Sangre. La palabra resonó en sus oídos haciéndoles estremecer. Se sentaron al lado de su compañero y le ofrecieron un vano consuelo mientras esperaban a que alguien les dijera lo que había pasado.
Todo ocurrió muy deprisa. Se estaba lavando la cara cuando oyó un ruido a su izquierda. No alzó la cabeza, en esos momentos no estaba para hablar con nadie. Sintió que la persona que había entrado se le quedaba a su espalda, echándole el aliento en su cuello.
-¿Quieres algo?-preguntó de malas maneras.
-A ti-contestó una voz femenina.
Maldijo por lo bajo y se giró con cansancio, contando hasta 10 con los ojos cerrados antes de volver a meter la pata con una de sus fans.
-oye, guapa…-comenzó a decir en voz baja.
Pero no pudo terminar la frase. Sintió una dolorosa punzada en su sien derecha que le hizo ver las estrellas. Se llevó las manos a ella y antes de saber que estaba pasando se desmayó mientras se dejaba caer al suelo con pesadez.
No escuchó la respiración agitada de su atacante, no que entraba otra perdona en el baño y hablaba con miedo en la voz.
-¡Lo has hecho!-susurró.
-Claro, te dije que pensaba hacerlo, ¡no me creías?-rió la otra.
-¿Y ahora que hacemos?
-Lo que hemos planeado. las escaleras están aquí al lado, le bajamos por ellas al parking y le metemos en el coche. Así de fácil.
-¿Y si nos ve alguien? Además, pesa mucho y solo hemos venido tú y yo.
-Nadie nos verá, están todos recogiendo sus cosas para marcharse a sus casas, que ya es hora. Y tenemos la fuerza necesaria para moverle. Vamos, ayúdame y no te quedes quieta.
Entre las dos “valientes” chicas, cogieron al inconsciente guitarrista y cada una pasó un brazo suyo por sus hombros, saliendo del baño con él a cuesta. No se dieron cuenta de que perdía la gorra por el camino, ni que a escasos metros el otro gemelo presentía que su hermano estaba sufriendo y corría hacia el baño jadeando por el camino.
A escasos minutos de hacer la llamada, la discográfica se llenó de coches de policía. Los agentes se bajaron y retuvieron a las personas que trataban de salir del edificio en esos momentos, haciéndoles entrar de nuevo sin contestar a ninguna de sus preguntas.
-Por favor, mantengan la calma y esperen en recepción-les pidieron.
Todos obedecieron de inmediato. Dunja estaba abajo en esos momentos y se acercó al agente que estaba al mando.
-Ya he hablado con los de seguridad, han cerrado todas las salidas, incluido el parking-les informó.
-Gracias, ¿puede llevarme con el señor Jost?
Dunja asintió y les señaló las escaleras. Estaba en la siguiente planta y no hacía falta usar el ascensor. Le encontraron en la puerta del baño, de donde no se movió desde que le pidieron que nadie tocara nada.
-David-le llamó Dunja.
-Ve a mi despacho, por favor-le pidió el productor-Diles que la policía ya está aquí, y lleva un vaso de agua a Bill, lo va a necesitar.
Dunja asintió y echó a andar a su despacho, cogiendo por el camino una botella de agua que había siempre preparada en una de las mesitas del hall. Entró en el despacho de David y le llevó el agua al cantante, que ya solo sollozaba.
-Bill, la policía está aquí-le dijo arrodillándose a su lado.
-Le ha pasado algo-logró decir el cantante entre hipos-La sangre es suya, sé que le han hecho algo.
-¿Había sangre?-preguntó Georg.
Antes de que pudiera contestar, la puerta se abrió y David entró seguido de un malhumorado agente de policía.
-Les dijimos que no tocaran nada-dijo señalando la gorra que el cantante llevaba en las manos.
-Es de mi hermano-dijo Bill agarrándola con más fuerza.
-Bill, la necesitan para ver si encuentran alguna huella-se la pidió David.
Se negó de nuevo, no quería soltar lo único que tenía de su hermano en esos momentos.
-Bill, por favor-suplicó Dunja poniendo una mano en su rodilla-Así no le ayudas.
Asintió con la cabeza y sin alzar la mirada extendió una mano y dejó que se la quitaran. El agente la cogió y la metió en una bolsa de plástico que ya llevaba preparada. La precintó y se la tendió a uno de sus compañeros que se encargó de ella al instante.
-Ahora hablemos, quiero que me contéis que le puede haber pasado a vuestro compañero-les pidió con voz seria-¿Quién fue el último en verle?
-Yo-contestó Bill con un hilo de voz-Iba al baño a refrescarse, estaba muy alterado por lo ocurrido esta tarde, cuando esa chica….
¡Esa chica! Alzó la cabeza con brusquedad y miró al policía sin poder articular palabra. Un sollozo se le escapó y miró al productor en busca de ayuda, que contara lo que los demás ya presentían.
-¿Crees que han sido esas chicas?-preguntó sin mucha convicción el policía.
Bill asintió con fuerza. Era como si lo estuviera viendo, su hermano pegó a una de ellas y habían ido e busca de venganza a la misma discográfica.
-Por favor, créale-le pidió David-Esas chicas están locas, han puesto sus vidas en peligro persiguiéndoles a todos lados.
-Deberían encerrarlas y tirar la llave-apuntó Gustav muy enfadado.
Antes de que pudieran seguir con la conversación, llamaron a la puerta y el jefe de seguridad entró en el despacho del productor.
-Señor Jost, me han informado de que ha habido problemas en el parking-explicó con voz firme-Un coche se dio a la fuga cuando estábamos bajando la barrera, ha derrapado y se nos ha escapado, pero tenemos la matrícula.
Enseguida se la pasó al agente de policía mientras que el cantante se dejaba caer contra el sofá. Sentía que le faltaba el aire, y una opresión en las muñecas…como si alguien le tuviera bien fuerte cogidas por ella….trató de gritar, pero algo se lo impedía…como si una mordaza le cubriera la boca ahogando su llamada de auxilio…
Sintió que la vista se le nublaba y antes de perder la consciencia arrugó la frente….¿su hermano le llamaba?
“Bill…..te necesito….”
-Tom….-susurró con voz temblorosa.
-Bill, ¿qué pasa?-preguntó David entrando tras él en el baño.
Vio al cantante en el suelo y el charco de sangre que le rodeaba. Vio como estrechaba contra su pecho la gorra de su hermano y rompía a llorar descontrolado.
Enseguida se puso en movimiento. Sacó el móvil del bolsillo trasero de su pantalón y marcó el número de la policía. Salió del baño y mientras esperaba a que le atendieran le hizo una señal a uno de sus ayudantes que pasaba en esos momentos.
-Dunja, llama a seguridad y pide que cierren el edificio-le pidió con voz temblorosa.
Tragándose la curiosidad, Dunja asintió y cogió su móvil para hacer esa llamada mientras escuchaba hablar al productor.
-Soy David Jost-se presentó David con voz temblorosa-Necesito que vengan de inmediato, hemos encontrado señales de pelea en uno de los baños, y creemos que le ha pasado algo a Tom Kaulitz. Por favor, dense prisa.
Escuchó sus explicaciones en silencio, levantando una mano cuando vio al resto del grupo correr en su dirección. No les dejó pasar, le estaban diciendo que no tocaran nada para preservar huellas, aunque tras ver al cantante llorando en el suelo agarrado a la gorra de su hermano, el consejo llegaba un poco tarde.
-Gracias, les esperamos-se despidió colgando.
-¿Qué ha pasado?-preguntó Gustav asustado.
Les miró en silencio, ¿qué les podía decir si ni él mismo lo sabía? Un sollozo proveniente del baño le hizo reaccionar. Les hizo otra señal a los dos chicos para que no se movieran del sitio y entró en el baño de nuevo.
-Bill, hay que salir de aquí-le dijo cogiéndole del brazo.
-¿Le han encontrado?-preguntó dejándose levantar-¿Está bien? ¿Qué le ha pasado?
Se mordió los labios preocupado, solo quería hacerle salir del baño, pero el cantante se negaba a andar si nadie le traía noticias de su hermano.
-Ven a mi despacho-le pidió con firmeza.
Tiró de él con un poco más de fuerza al verle negar con la cabeza, logrando que saliera y cerrando la puerta tras ellos.
-Chicos, llevadle ami despacho y no os mováis de allí-les pidió entregándoles al lloroso cantante.
Los chicos asintieron sin hacer preguntas. Se hicieron cargo de su compañero y se encerraron en el despacho tal y como les pidieron.
-Bill, ¿qué ha pasado? ¿Y Tom?-preguntó Gustav haciéndole sentar en el sofá.
-No lo sé-contestó en un susurro-Encontré su gorra tirada en el baño, y había sangre en el suelo.
Sangre. La palabra resonó en sus oídos haciéndoles estremecer. Se sentaron al lado de su compañero y le ofrecieron un vano consuelo mientras esperaban a que alguien les dijera lo que había pasado.
Todo ocurrió muy deprisa. Se estaba lavando la cara cuando oyó un ruido a su izquierda. No alzó la cabeza, en esos momentos no estaba para hablar con nadie. Sintió que la persona que había entrado se le quedaba a su espalda, echándole el aliento en su cuello.
-¿Quieres algo?-preguntó de malas maneras.
-A ti-contestó una voz femenina.
Maldijo por lo bajo y se giró con cansancio, contando hasta 10 con los ojos cerrados antes de volver a meter la pata con una de sus fans.
-oye, guapa…-comenzó a decir en voz baja.
Pero no pudo terminar la frase. Sintió una dolorosa punzada en su sien derecha que le hizo ver las estrellas. Se llevó las manos a ella y antes de saber que estaba pasando se desmayó mientras se dejaba caer al suelo con pesadez.
No escuchó la respiración agitada de su atacante, no que entraba otra perdona en el baño y hablaba con miedo en la voz.
-¡Lo has hecho!-susurró.
-Claro, te dije que pensaba hacerlo, ¡no me creías?-rió la otra.
-¿Y ahora que hacemos?
-Lo que hemos planeado. las escaleras están aquí al lado, le bajamos por ellas al parking y le metemos en el coche. Así de fácil.
-¿Y si nos ve alguien? Además, pesa mucho y solo hemos venido tú y yo.
-Nadie nos verá, están todos recogiendo sus cosas para marcharse a sus casas, que ya es hora. Y tenemos la fuerza necesaria para moverle. Vamos, ayúdame y no te quedes quieta.
Entre las dos “valientes” chicas, cogieron al inconsciente guitarrista y cada una pasó un brazo suyo por sus hombros, saliendo del baño con él a cuesta. No se dieron cuenta de que perdía la gorra por el camino, ni que a escasos metros el otro gemelo presentía que su hermano estaba sufriendo y corría hacia el baño jadeando por el camino.
A escasos minutos de hacer la llamada, la discográfica se llenó de coches de policía. Los agentes se bajaron y retuvieron a las personas que trataban de salir del edificio en esos momentos, haciéndoles entrar de nuevo sin contestar a ninguna de sus preguntas.
-Por favor, mantengan la calma y esperen en recepción-les pidieron.
Todos obedecieron de inmediato. Dunja estaba abajo en esos momentos y se acercó al agente que estaba al mando.
-Ya he hablado con los de seguridad, han cerrado todas las salidas, incluido el parking-les informó.
-Gracias, ¿puede llevarme con el señor Jost?
Dunja asintió y les señaló las escaleras. Estaba en la siguiente planta y no hacía falta usar el ascensor. Le encontraron en la puerta del baño, de donde no se movió desde que le pidieron que nadie tocara nada.
-David-le llamó Dunja.
-Ve a mi despacho, por favor-le pidió el productor-Diles que la policía ya está aquí, y lleva un vaso de agua a Bill, lo va a necesitar.
Dunja asintió y echó a andar a su despacho, cogiendo por el camino una botella de agua que había siempre preparada en una de las mesitas del hall. Entró en el despacho de David y le llevó el agua al cantante, que ya solo sollozaba.
-Bill, la policía está aquí-le dijo arrodillándose a su lado.
-Le ha pasado algo-logró decir el cantante entre hipos-La sangre es suya, sé que le han hecho algo.
-¿Había sangre?-preguntó Georg.
Antes de que pudiera contestar, la puerta se abrió y David entró seguido de un malhumorado agente de policía.
-Les dijimos que no tocaran nada-dijo señalando la gorra que el cantante llevaba en las manos.
-Es de mi hermano-dijo Bill agarrándola con más fuerza.
-Bill, la necesitan para ver si encuentran alguna huella-se la pidió David.
Se negó de nuevo, no quería soltar lo único que tenía de su hermano en esos momentos.
-Bill, por favor-suplicó Dunja poniendo una mano en su rodilla-Así no le ayudas.
Asintió con la cabeza y sin alzar la mirada extendió una mano y dejó que se la quitaran. El agente la cogió y la metió en una bolsa de plástico que ya llevaba preparada. La precintó y se la tendió a uno de sus compañeros que se encargó de ella al instante.
-Ahora hablemos, quiero que me contéis que le puede haber pasado a vuestro compañero-les pidió con voz seria-¿Quién fue el último en verle?
-Yo-contestó Bill con un hilo de voz-Iba al baño a refrescarse, estaba muy alterado por lo ocurrido esta tarde, cuando esa chica….
¡Esa chica! Alzó la cabeza con brusquedad y miró al policía sin poder articular palabra. Un sollozo se le escapó y miró al productor en busca de ayuda, que contara lo que los demás ya presentían.
-¿Crees que han sido esas chicas?-preguntó sin mucha convicción el policía.
Bill asintió con fuerza. Era como si lo estuviera viendo, su hermano pegó a una de ellas y habían ido e busca de venganza a la misma discográfica.
-Por favor, créale-le pidió David-Esas chicas están locas, han puesto sus vidas en peligro persiguiéndoles a todos lados.
-Deberían encerrarlas y tirar la llave-apuntó Gustav muy enfadado.
Antes de que pudieran seguir con la conversación, llamaron a la puerta y el jefe de seguridad entró en el despacho del productor.
-Señor Jost, me han informado de que ha habido problemas en el parking-explicó con voz firme-Un coche se dio a la fuga cuando estábamos bajando la barrera, ha derrapado y se nos ha escapado, pero tenemos la matrícula.
Enseguida se la pasó al agente de policía mientras que el cantante se dejaba caer contra el sofá. Sentía que le faltaba el aire, y una opresión en las muñecas…como si alguien le tuviera bien fuerte cogidas por ella….trató de gritar, pero algo se lo impedía…como si una mordaza le cubriera la boca ahogando su llamada de auxilio…
Sintió que la vista se le nublaba y antes de perder la consciencia arrugó la frente….¿su hermano le llamaba?
“Bill…..te necesito….”