Bill se dirigió autoritariamente hacia el de rastas quien estaba acostado sobre sobre el piso de su habitación.
- Tom levántate tu no dormirás en el piso –
- Y en donde entonces –
- Ven ayúdame a bajar el colchón de mi cama para que duermas en el –
- No Bill, dormirás muy incomodo. De veras yo me quedare aquí, estaré bien –
- ¿Estas seguro Tom? –
- Completamente. Buenas noches Bill –
- Buenas noches Tom –
El pelinegro no lograba conciliar el sueño, no estaba a gusto teniendo a Tom durmiendo en el piso, pensando en que podría estar teniendo frío y por pena con él no le pedía alguna sábana, se levanto y tomo del closet una de sus sábanas mas calientitas y una de sus finas almohadas, se acerco al de rastas, se arrodillo y cuidadosamente para no despertarlo levanto su cabeza y coloca la almohada debajo de ella, luego lo cubrió con la sábana pero en ese instante Tom se despertó.
- Discúlpame Tom no fue mi intención despertarte –
- No importa, y esto me has traído una de tus almohadas y esta calida sábana. ¿Por qué? –
- Creí que podrías tener frío –
- Muchas gracias, de veras que eres un ángel –
- Eso no es cierto –
- Lo eres Bill, te has convertido en mi ángel, en mi dulce y bello ángel –
El pelinegro ante tan halagadora opinión se sonrojo y tímidamente dijo:
- Gracias por tan agradable comentario –
- No es un comentario, es la verdad. Te ves muy lindo con ese colorcito rojo en tus mejillas –
Bill sintió un enorme cosquilleo en el estomago y un gran nerviosismo se apodero de su cuerpo.
- Te dejo Tom debo dormirme ya, mañana debo ir a la universidad y tu me vas a llevar, como mi nuevo chofer tendrás que llevarme a donde yo te diga –
- Así lo haré mi ángel –
- Buenas noches Tom –
- Buenas noches Bill –
Temprano llego Dunja como todos los días a despertar a su rebelde jefe. Se llevo una gran sorpresa cuando vio al de rastas en el piso pues pensó que era uno más de las conquistas de Bill pero se dio cuenta que no es así y que en verdad quiere ayudarlo, por lo que lo despertó a él primero.
- Chico despierta. Debes irte al que desde hoy será tu cuarto, te das un baño y te pondrás el uniforme de chofer. Creo que tengo uno guardado que puede quedarte, un poco flojo pero veo que tu así vistes por lo que no hay ningún problema en que lo uses como esta –
- Esta bien señora. En donde pongo esta almohada y esta sábana –
- Ven tráelas te mostrare donde colocaras la ropa sucia para que sea lavada y de una vez tu cuarto –
- Muy bien señora, vamos –
Dunja instalo al de rastas en su habitación y este se baño y coloco el uniforme de chofer. Después lo llevo ante el demás personal y lo presento como el nuevo chofer, todos le dieron la bienvenida. Luego se dirigió a la cocina donde iba a compartir con los empleados desde ese día, todos los tiempos de comida.
- Bill ya te deje dormir demasiado, despierta y te preparas para ir a la universidad –
- Hay Dunja no quiero ir –
- Nada de que no quiero ir. ¡Arriba! –
- Soy millonario no necesito estudiar –
- Pues necesitas estudiar mucho más para saber administrar bien tus millones. Ya deja de holgazanear y levántate –
- No se porque te aguanto tanto Dunja debería despedirte (miro hacia donde estaba acostado el de rastas y al no verlo pregunto). Nana en donde esta Tom –
- Se encuentra desayunando. Ya lo presente ante todos como el nuevo chofer –
- Eso esta bien, así saben que pertenece a esta casa y no se extrañaran al verlo. Eh Dunja, él será mi chofer personal, que te quede claro que nadie más utilizara sus servicios. Eso te incluye –
- Me queda claro. Dime algo Bill, este chico será otro más de tu lista –
- A que te refieres –
- El chico es bastante guapo, imagino que lo estas ayudando porque te gusta –
- Te equivocas, lo ayudo porque me nace hacerlo. Acaso tu crees que no existe en mi un poco de humanismo siquiera. Tom me inspira mucha confianza, me cae muy bien y quiero ayudarlo en todo lo que pueda. Yo he sido afortunado en muchas cosas de las cuales él ha carecido –
- Parece que el rastudito te ha ablandado el corazón –
- Se llama Tom y no me ha ablandado nada, así que mejor vete si no quieres que te de unas vacaciones sin retorno por metiche –
- Pues yo espero que Tom te quite ese mal genio que te manejas, eres insoportable –
- Y tu una metiche –
Esa era la historia de todos los días para Bill, pelear con Dunja en las mañanas, detestaba que lo despertase para ir a la universidad pero ambos se tienen un cariño de madre e hijo por lo cual se soportan tanto. El pelinegro se esmero en su arreglo, cuando ya estuvo listo bajo hasta donde lo esperaba su nuevo chofer para llevarlo a clases.
- Buenos días joven Trümper –
- Que te sucede Tom, tú no tienes porque llamarme así –
- Soy tu empleado, debo tratarte con respeto –
- Quien te ha dicho semejante tontería –
- Me lo dijo tu nana –
- Pues no hagas caso a nada de lo que te halla dicho Dunja. Yo soy el que manda aquí y te exijo que me trates simplemente como Bill –
- Esta bien Bill como tu digas –
- Así me gusta, ahora deja de mirarme tanto y ábreme la puerta de la limosina –
Tom amablemente abrió la puerta al pelinegro y dulcemente le dijo:
- Pase usted mi bello ángel –
- Gracias que amable –
- A donde vamos mi bello ángel de la mañana –
- A la universidad por favor –
- Pues tendrás que guiarme porque yo no conozco esta ciudad –
- (Risas) será un placer, conduce recto. Tienes suerte de ser mi chofer personal, si Dunja se enterara que no conocer Leipzig me pediría de inmediato tu despido –
- ¿Y tú me despedirías? –
- Por supuesto que no. Yo soy el jefe y decido a quien despido y a quien no –
- Bill sigo recto o tengo que cruzar –
- Sigue recto Tom, mi universidad queda cerca de aquí y no se cruza a ninguna calle así que no hay modo de que te pierdas cuando me vengas a traer –
- A que horas sales –
- A las 3:00 p.m. –
- Estudias mucho, no te aburre estar tanto tiempo en la universidad –
- No, nos dan recesos en los que me entretengo platicando con mis amigos –
- Tienes muchos amigos –
- Si unos cuantos –
- Que bueno –
- Llegamos Tom, aquí estudio –
- Que enorme es tu universidad Bill –
- Si es algo grande (el pelinegro vio a Andreas que se acercaba y exclamo), oh no ahí viene Andreas –
- Andreas el chico en el que no estas interesado –
- Ese mismo –
- Hola Bill veo que tienes nuevo chofer –
- Así es Andreas –
- Bill necesito hablar contigo, me lo permites –
- Hazlo te escucho –
- En privado, no quiero que un insignificante chofer escuche lo que te tengo que decir –
- No se preocupe joven, yo ya me voy. Con permiso –
- ¡Espera Tom! No te vayas aun tengo que darte unas instrucciones –
- Esta bien esperare –
- Habla Andreas estoy esperando, que quieres decirme –
- Bill lo que tengo que decirte es que te amo y te pido, te suplico que por favor me des una oportunidad de ganarme tu amor, yo sé que puedo lograr que te enamores de mi –
- No pierdas tu tiempo Andreas, yo no quiero nada contigo –
- Por favor Bill (lo sujeta de los brazos y lo acerca hacia él), permíteme luchar por tu cariño, mira estoy seguro que llegaras a amarme si lo intentas –
- No quiero ni siquiera intentarlo Andreas, no insistas –
- Mi amor por favor, no te niegues (dijo mientras se acercaba mas al pelinegro hasta darle un beso, ante la mirada del de rastas el cual volvió su mirada hacia otro lado y cerro sus puños con fuerza para disimular su malestar). Me darás una oportunidad Bill –
- Esta bien Andreas, pero no te aseguro que llegare a quererte –
- Ya veras amor que lo lograras. Me vas a amar tanto como te amo yo a ti. Vamos a clases, ya nos demoramos para entrar –
- Bill me dirás las instrucciones ahora o hasta la tarde que venga por ti –
- Y tú quien te crees chofer igualado para tratar de esa manera a mi novio, para ti es el joven Trümper, no Bill –
- Cállate Andreas, yo le he dado autorización a Tom para que me trate así, hay algún problema con eso, te molesta mi decisión, porque si te molesta lo que decido dejamos este intento hasta aquí –
- No mi amor, no quise molestarte pero no me gusta que este chofer de quinta te trate con tanta confianza –
- Discúlpeme joven yo no lo he insultado para que usted me trate de esa manera tan grosera – Expreso Tom indignado por las ofensas de Andreas.
- Para mi no eres nadie, así que yo te trato como se me da la gana chofercito –
- ¡Basta Andreas! Vete al aula ya llegare yo. Necesito hablar con Tom –
Andreas ante el comportamiento de Bill se dio la vuelta y se dirigió al aula sin decir palabra. Esta furioso por la confianza con que Tom trata a su novio, pero más al darse cuenta que a Bill no le incomoda y parece que no le es nada indiferente.