Capitulo 17: La Fiesta De Andreas

Tom llego a la hora indicada a recoger al pelinegro quien ya lo estaba esperando.

- Mi ángel saliste antes de tu clase. Tienes mucho de estarme esperando –

- No Tom, voy saliendo. Nos podemos ir ya –

- Si mi ángel, sube (dijo a la vez que le abrió la puerta para que entrara). Se puso muy contento tu novio cuando lo felicitaste en la mañana –

- Oh si, esta feliz por su cumpleaños –

- El que no parece nada feliz eres tu. Bill de veras quieres seguir con esa farsa relación –

- No es ninguna farsa relación Tom –

- Si lo es porque tú no lo amas. Tu al único hombre que amas es a mi (detuvo la limosina un momento y se volvió hacia el pelinegro). Bill por favor termina con Andreas y permíteme amarte. Yo no tengo riquezas que ofrecerte pero tengo un corazón rebosante de amor para ti mi angel, solo para ti –

- No Tommy, lo nuestro no es posible recuerda que somos hermanos –

- No me importa ser tu hermano si es que lo soy. Te amo y mi corazón se niega a dejar de hacerlo. Bill estoy enamorado de ti y siempre lo estaré aunque tú te niegues a aceptarlo –

- No quiero seguir escuchándote Tommy (comenzaron a rodar lágrimas por sus mejillas), me duele saber que me amas tanto como yo a ti pero es un amor no permitido –

- Es no permitido porque tu te niegas a hacerlo permitido. No llores mi angel, mi amor por ti es para brindarte felicidad y no tristeza –

- Llévame a casa Tommy por favor, debo arreglarme para la fiesta, no quiero llegar tarde –

El de rastas sin decir nada continúo el camino de regreso a casa. Al llegar Bill salio inmediatamente sin esperar que Tom le abriese la puerta y se dirigió a su habitación, se dio un baño y se preparo para asistir a la fiesta.

- ¡Tom! ¡Tom! En donde estas – Gritaba el pelinegro.

- Aquí mi ángel, que ocurre –

- Tommy me agarro la tarde, debí estar en casa de Andreas hace 40 minutos, por favor llévame lo más rápido posible a su casa –

- Si mi ángel vamos, no te preocupes llegaremos rápido (decía mientras le abría la puerta a su amado y cuando ya estaban dentro lo contemplo unos segundos y le dijo). Te ves muy lindo –

- Gracias Tommy – Respondió el pelinegro sonrojándose.

- No sabes como quisiera ser yo por quien te hubieras arreglado así de hermoso –

- Tommy no digas eso –

- En estos momentos desearía ser Andreas para disfrutar de tu inigualable belleza y agradable compañía, muero de celos por saber que te quedaras con él esta noche, que estarás en sus brazos y no en los míos, que serán sus labios lo que endulzaras con tus besos… -

- Cállate Tommy ya no sigas, no me hagas más difícil esto –

Andreas esperaba impaciente la llegada de Bill y al ver arribar la limosina salio corriendo hasta ella, le abrió la puerta al pelinegro y le dio la bienvenida con un beso ante la mirada llorosa de Tom.

- Vamos mi amor te presentare a unos amigos – Dijo Andreas tomándolo de la mano, mientras Bill se le quedo viendo a Tom y vio como grandes lágrimas recorrían el rostro de su amado rastudito, trago grueso y fingiendo felicidad le sonrió al rubio mientras caminaba al interior de la casa.

Tom con el corazón destrozado se subió a la limosina y regreso a casa para hacer creer a todos que él estaba ahí, cancelo sus clases de ese día para realizar lo que tenia planeado. Salio a pie rumbo a la casa de Andreas y estando ahí llego como un invitado mas, no tuvo problemas para que se lo creyeran pues el rastudito ha cambiado mucho en su forma de caminar y de dirigirse a las personas, se ha vuelto elegante y educado por lo que fue confundido como un millonario mas. Estando dentro de la enorme mansión comenzó a buscar a Bill y vio que estaba sentado, completamente aburrido en un fino sofá mientras su novio atendía a sus amigos. Pensó en acercarse pero decidió seguir oculto para evitar que Bill se enojara con él por estarlo vigilando.

Andreas para según él disfrutar mejor su festejo comenzó a tomar copa tras copa de licor y al poco tiempo estaba completamente borracho.

- Mi amor como te la estas pasando –

- Bien Andreas – Respondió el pelinegro de manera incomoda.

- Ven amor vamos a bailar, no te vas a negar hoy que es mi cumpleaños –

- Claro que no Andreas, vamos –

Bill esta haciendo un gran esfuerzo por hacer que las cosas funcionen entre él y Andreas pero el rubio no esta dándole muchos ánimos para continuar.

- Me gusta tenerte así pegadito a mi Bill –

Andreas tenía bien abrazado a él al pelinegro quien se sentía como asfixiado.

- Aléjate un poco Andreas, me estas ahogando –

- No quiero, así estaré pegadito contigo –

- Me estas abrazando muy fuerte Andreas, me estas lastimando –

- Mentiras lo que pasa es que no quieres que te tenga abrazado, te molesta que lo haga porque no me soportas, pero estoy seguro que si fuera el rastudo mugroso de tu chofer no dirías nada –

- Que te pasa Andreas, deja de decir eso –

- Es la verdad, tú crees que no me doy cuenta de la forma en que lo miras, derramas amor por él al solo verlo –

- Ya basta Andreas, no sigas –

- Seguiré hasta sacarme del pecho estos celos que me matan –

- Déjame Andreas me estas apretando muy fuerte –

- No lo haré, ahora por ser mi cumpleaños quiero que me beses igual o mejor a como besarías a tu mugroso chofer –

Andreas beso a la fuerza al pelinegro quien lo separo como pudo de él y salio corriendo hacia la puerta para escapar pero el rubio ordeno a su personal de seguridad que no lo dejaran salir.

- Permite que me dejen salir Andreas, quiero irme, ya no quiero seguir aquí –

- No porque te vas a ir con tu chofer de quinta. Vamos a mi habitación necesito hablar seriamente contigo, quiero que me digas de una vez por todas si en verdad estas intentando amarme o solo soy un juguete mas para ti –

- Si es necesario que hablemos Andreas, estas actuando de una manera equivocada –

- Pero aquí no podemos hablar hay mucho escándalo, vamos a mi habitación ahí hablaremos en paz –

- Esta bien Andreas, vamos a hablar como personas civilizadas –

- Si Bill ya veras lo civilizado que seré contigo –

Andreas llevo al pelinegro hasta su habitación, Tom los siguió pues sabia que el rubio no estaba planeando nada bueno después de ver la forma tan brusca en que había tratado a su amor. El rastudito no va a permitir que le haga daño a su ángel adorado.