La mañana llego con un radiante sol iluminando las bellas rosas del jardín con sus resplandecientes rayos. El rastudito se levanto temprano y se fue a su habitación para evitar habladurías de los demás empleados, se baño y se arreglo, ahora ya se encuentra limpiando la limosina para llevar a su amado a la universidad y mientras lo hace recuerda la fabulosa noche que pasaron juntos. Esta que no cabe de felicidad.
El pelinegro bajo de su habitación y con una sonrisa llena de complicidad se dirigió a su amorcito.
- Buenos días Tommy –
- Buenos mi bello ángel, como amaneciste hoy –
- Uff de maravilla cariño, que noche tan maravillosa pasamos, me siento genial –
- Calla mi vida pueden escucharte, no tenemos porque dar a conocer nuestras intimidades –
- Tienes razón Tommy, además quedamos en que seria únicamente nuestro eterno secreto y así será. Nos amaremos por siempre pero nadie se enterara –
- No mi ángel, si pueden enterarse que nos amamos, de lo que no se pueden nunca dar cuenta es de que somos hermanos –
- Pero y a papá le diremos –
- No mi ángel, papá nunca entendería esto, lo mataríamos de un infarto si se diera cuenta. Creo que lo mejor será que nadie se de cuenta para evitar que él se entere. Mi ángel este será nuestro secreto. Nos amaremos en silencio como jamás podrán amarse las parejas aceptadas por la sociedad –
- Si Tommy yo te amare toda la vida pues mi corazón arde de amor por ti. Esta llama jamás se apagara. Pero quiero pedirte algo –
- Que mi ángel, pídeme lo que quieras –
- Quiero que esta noche me hagas tuyo nuevamente Tommy, pero por ti solo, sin mi ayuda –
- Deseo concedido mi ángel. Será un placer realizar lo que quieres –
- Oh Tommy, eres tan excitante –
- Y tu tan encantador mi bello ángel –
Entregándose una hermosa mirada llena de amor estaban cuando llego Andreas a bordo de su lujoso auto deportivo. El rastudito exploto en furia al verlo llegar.
- Calma Tommy no vayas a hacer nada de lo que puedas arrepentirte –
- Pero es que mi ángel, no entiendo que hace ese rubio engreído aquí –
Andreas termino de parquear su auto y con unos lentes oscuros cubriendo sus hinchados ojos por todas las lágrimas que ha derramado, bajo de su auto y se dirigió a donde se encontraban los gemelos.
- Que haces aquí Andreas – Grito exaltado el pelinegro, con mucho temor.
- Calma Bill no voy a hacerte daño. Solamente quiero hablar contigo ¿puedo? –
- Que quieres decirme, habla de una vez –
- Podemos hablar a solas –
- Eso no se va a poder Andreas, no estoy dispuesto a dejar solo a Bill contigo –
- Ni yo quiero que me dejes solo Tom, quédate –
- No te preocupes Bill que yo no me muevo de aquí –
- Esta bien como veo que no nos dejaras hablar a solas diré lo que vengo a decir (suspira). Bill vengo a despedirme de ti, me voy a los Estados Unidos para olvidarme de ti y no volver a cometer otro tonto error como el de anoche. Pero antes te pido de corazón que me perdones, fui un estúpido, actué como el peor de los cobardes al negarme a aceptar que no me amas y obligarte por la fuerza a que lo hicieses sin detenerme a pensar que así te alejaba por completo de mí. Perdóname Bill, por favor perdóname –
- No te preocupes Andreas para mi esta olvidado, he entendido que el alcohol fue el que te empujo a actuar de esa manera. Espero que logres encontrar a alguien que te ame y te haga feliz. Te deseo lo mejor, buena suerte –
- Gracias Bill eres maravilloso. Jamás me hubiera perdonado si te hubiera hecho daño. Agradezco que no me hayas acusado a la policía por intento de violación –
- Solo espero que hayas aprendido la lección y no vuelvas a alcoholizarte, eso te hace mucho mal –
- Descuida Bill yo no volveré a tomar nunca mas. Te lo juro por todo el amor que te tengo (mira al rastudito y le dice). Felicidades Tom ganaste, te dejo el camino libre con Bill. Espero que lo cuides con esmero y lo ames infinitamente como él lo merece. Deseo que seas feliz, estoy seguro que así será pues tendrás a tu lado a este hermoso ser. Discúlpame por todas las ofensas que dije en tu contra. Eres un gran hombre –
El rastudito extiende su mano al rubio como señal de que no guarda ningún rencor y este le corresponde.
Andreas con un leve movimiento de mano se despide de ambos y sube sin más preámbulo a su auto deportivo y se aleja ante la mirada expectante del rastudito y su amado pelinegro.
- Andreas se ha ido para siempre de nuestras vidas Tommy –
- Si mi ángel, ahora si ya no existen barreras para evitar amarnos, eres libre –
Bill asiente y se abraza a su amor. Dunja que observa toda la escena desde la ventana de la cocina no puede evitar derramar algunas lágrimas al darse cuenta que su niño por fin es feliz pues se ha obsequiado la oportunidad de amar y ser amado.
El tiempo siguió su curso. Tom se ha convertido en un hombre educado y refinado, ha concluido sus estudios vía Internet y ahora esta listo para ingresar a la universidad en compañía de su gran amor y secreto hermano.
Los gemelitos son inmensamente felices disfrutando de su mutuo amor y compañía, nada les hace falta pues tienen lo más importante. Tienen amor.