Capitulo 3: La Fiesta (Parte 2)

Cuando salimos de la discoteca, nos montamos en el coche, en los mismos asientos de antes. Pero es diferente ya no hay tensión… bueno puede que haya pero… sexual.


No sé si será por el vodka o la música que había en la discoteca, lo que si sé es que me lanzaría al cuello de Tom y le pediría que me hiciera el amor ahí mismo. Yo no suelo ser así con nadie, he tenido novias y nunca las he deseado de esa manera. Si ahora me gusta Tom, ¿quiere decir que soy gay? Ahhh en este instante no quiero pensar en eso, lo que quiero es llegar al hotel lo antes posible e irme a la playa con mi Tommy…


Por fin llegamos, bajamos del coche y Georg convence a Gustav de que vayan a la playa y nosotros nos dirigimos al garaje. En el ascensor Tom me mira como un cazador mira a su presa, entonces se lanza hacia mí besándome con rudeza, apretando su cuerpo con el mío. Nada más que se oyen jadeos y gemidos, yo enredo mis manos en su pelo y él en mi cintura.


Tom: ahh Bill -dice mientras besa mi cuello y da pequeños mordiscos- dios si seguimos así no podré parar.
Ah…da igual, sigue -digo colando mis manos por debajo de su enorme camiseta y acariciando su espalda.


De repente me coge del culo y me levanta, quedando entre mis piernas y comenzando a frotarse contra mí.

Tom…ah…Tom ¿vamos hacerlo aquí? -le pregunto entre jadeos.
Tom: pues…ah…este no es el lugar que tenía pensado para hacerlo -contesta lamiendo mis labios y mi lengua.


Yo en ese momento estaba en el paraíso pero este no es el sitio adecuado para una primera vez.

De acuerdo, paremos entonces y vámonos ya a la playa -le digo mientras él me baja y nos colocamos la ropa.


Salimos del ascensor rumbo al coche, cuando llegamos nos subimos en él. Conduce Tom y en el trayecto pone la canción “Do you wanna fuck” de BYZ. Yo me río, con esta canción me dan más ganas todavía de seguir lo que llevábamos a cabo en el ascensor. Miro a Tom y me mira pasándose la lengua por los labios y guiñándome un ojo, le sonrío y hago lo mismo. Si él me provoca, ¿por qué yo no puedo hacerlo? Me inclino hacia él y le doy un beso rápido.


Llegamos a la playa y Tom aparca el coche. Bajamos y nos quitamos los zapatos, está toda desierta. Normal a esas horas ¿quién va a haber allí? Yo echo a correr por la arena y Tom me persigue, aunque no lo parezca yo soy más rápido que él. Empiezo a reírme hasta que Tom me alcanza y me eleva dándome vueltas, yo le abrazo y comienzo a besarlo. Esta escena me recuerda a ciertas películas románticas que tanto me gustan.


Caemos en la arena, Tom encima de mí. Me quita la camiseta y yo se la quito a él. Comienza a lamer mi pezón derecho y luego el izquierdo, mientras mi respiración se acelera y gimo su nombre.

Tom: ummm… Bill sabes tan bien.


Sigue bajando, besando mi torso pero se detiene en mi estrella, donde traza su forma con la lengua.

Ah…Tom…oh dios mío -le digo agarrándole del pelo.


Me mira sonriendo desde ahí, y desabrocha mi pantalón. Después los baja y los tira, cayendo en algún lugar.


Se levanta un poco, donde me repasa con la mirada, yo le agarro del cuello y tiro de él hacia abajo, besando sus labios. Su saliva está en mi boca y la mía en la de Tom. Baja de nuevo quitándome los bóxers lentamente, saca su lengua lamiendo la punta de mi pene, yo jadeo pidiéndole más. De repente se lo mete en la boca, succionándolo, dando lamidas alrededor.


Lleva dos dedos a su boca donde los chupa, después los acerca a la mía para que haga lo mismo, y yo lo hago. Los dirige a mi ano; primero lo acaricia superficialmente, más tarde comienza a introducir un dedo suavemente, no me duele. Pero después mete otro, y ahí sí gimo de dolor.

Ah Tom duele -le digo. Deberíamos haber traído algún lubricante.
Tom: lo siento cariño. Espera sé como hacer para que duela menos.


Entonces veo que su cabeza va hacia mi trasero y noto algo húmedo ahí.

Ay Tom, ¿qué haces? ¡Para que me da vergüenza! -le digo todo colorado- ¿no te da asco?
Tom: nada de tu cuerpo me podría dar asco. Eres perfecto -me contesta con esa sonrisa tan…suya. A mí casi se me saltan las lágrimas por lo que acaba de decir.


Le dejo que siga con lo que estaba haciendo; siento su lengua meterse en mi ano, yo gimo de puro placer.

Umm me encanta Tom -digo con la vista nublada.


Después de un rato, para, se quita sus pantalones y los bóxers. Veo su enorme erección y no puedo evitar sonrojarme. Llevo mi mano a su pene y comienzo a acariciarlo rápidamente.

Tom: ah…sí…así Bill.


Noto el líquido preseminal y sé que ya está listo. Me abre las piernas y dirige su pene a mi trasero. Empieza a introducirlo lentamente, me hace un poco de daño pero no demasiado. Cuando lo mete del todo, se queda unos segundos quieto para que me acostumbre, y me besa profundamente mientras lo saca y vuelve a meterlo, comenzando con embestidas suaves.

Tom: mmm... Bill…eres tan hermoso -dice mientras me lame el cuello.

Yo enrollo mis piernas alrededor de su espalda y le chupo la oreja, diciéndole que siga, que no pare.

Ah…Tom -gimo fuerte.
Tom: ¿te gusta? Mmm…Bill dime que te gusta -me dice agarrando mi pene y acariciándolo, apretando la punta con su pulgar.
Mmm…Tom sí…me gusta…me e…me encanta -le contesto con la voz entrecortada.


Las embestidas se vuelven más fuertes, más salvajes. Nunca en mi vida había experimentado ese grado de placer y saber que lo estaba logrando con mi Tommy, con mi hermano, con mi gemelo, me producía un bienestar increíble.

Ah…joder Tom…lo haces tan bien -le digo notando como mi orgasmo se acerca.


Tom sonríe mientras jadea, pasando su lengua por mis labios, yo saco la mía y la froto con la suya. Muerde mis labios y gime mi nombre…Bill…Bill.

Tom córrete dentro de mí ¿de acuerdo?
Tom: sí...sí por supuesto -responde acelerando las embestidas- ah…dios Bill voy a correrme ya.
Ah…yo también -le contesto.


Eyaculo en mi estómago y poco después lo hace Tom, diciendo ambos el nombre del otro.

¡Bill!
¡Tom!

Tom cae extasiado encima mío, aún sin salir de mi interior.

Tom: wow Bill ha sido…
Increíble -completo la frase, todavía respirando con dificultad por los restos del orgasmo.
Tom, sé que este no es el momento más adecuado pero, necesito que me digas que esto no es solo un polvo más para ti -le digo con la sombra de ojos corrida y la cara sudada.
Tom: dios Bill claro que no. Tú no eres otra persona más que pasa por mi cama…bueno mejor dicho por la arena -contesta riendo un poco contagiándome su risa también- tú eres lo más importante de mi vida y aunque esto esté mal me da igual. Te amo.
Ahhh Tom yo también te amo mi amor -le contesto dándole besos por toda la cara, llorando de felicidad.


Por último nos besamos en los labios, un beso suave y tierno.


Nos levantamos del suelo, nos vestimos y nos dirigimos al coche con las manos entrelazadas. Estoy cansado, quiero llegar al hotel lo antes posible y descansar, aunque no cambiaría por nada del mundo lo de esta noche y creo que Tom tampoco.