Thomas Kaulitz Dom Ago 07, 2011 6:38 pmTumbado de espaldas con los ojos cerrados, Tom sonreía sin poder evitarlo. Se encontraba solo en la cala, hacía ya como una media hora que Bill le había dejado y él se quedó a solas para reflexionar sobre todo lo que había pasado.
En su mente aún estaba fresco el magnífico beso que se habían dado, sobre sus labios aún podía sentir los de Bill...y en su mano aún podía sentir esa calidez que traspasó la fina tela que los separaba.
Todo había ocurrido con rapidez, aunque en su mente era como si hubiera sido a cámara lenta. Sin separar los labios de los de Bill, acarició y frotó con insistencia sintiendo como se ponía duro bajo su mano y jadeaba contra sus labios. Solo tuvo que coger ese palpitante miembro entre los dedos y apretar con suavidad, sintiendo como Bill se tensaba bajo su cuerpo y arqueaba la espalda, alzando las caderas al tiempo que sentía como se derramaba dentro del bañador que llevaba llegando incluso a sentir esa calidez recorrer su mano.
…l tampoco se quedó atrás, no había dejado de frotarse contra la cadera de su hermano hasta que obtuvo su segundo orgasmo de esa mañana. No estaba premeditado, ni el de Bill, pero no pudieron dejarse arrastrar por la pasión.
Y cuando sus respiraciones se normalizaron y sus labios se separaron, Tom no podía dejar de sonreír mientras que Bill tenía las sonrosadas mejillas cubiertas de lágrimas. Se le quitó de encima con cuidado sin saber que decirle, si un "lo siento" o "que tal lo has pasado". Se sentó en la arena viendo como Bill giraba sobre su estómago y alzaba la cabeza jadeando.
Sabía a quien buscaba, y sintió una dolorosa punzada en el estómago...
-No...no está...-dijo Bill con esfuerzo mirando a su alrededor.
-No, no está-repitió Tom en un susurro.
-Nos habrá visto y se ha ido-dijo Bill levantándose.
Echó a andar sin decir nada, dejando solo a Tom en la cala. Regresó al bungalow sintiendo muy mal consigo mismo, había arrastrado de nuevo a su hermano a su plan enfermizo, y esa vez...él también había caído...
Tom se echó de nuevo y se puso a tomar el sol como si nada. Sentía mucho lo que había pasado, y por otro lado se alegraba. Iba a ser su pequeño secreto, y podría rememorarlo siempre que sintiera ganas.
No regresó al bungalow hasta una hora después, perdiéndose el desayuno. No sabiendo que hacer bajó a la playa y se reunió con sus amigos en el mismo sitio que habían ocupado esos dos días que llevaban de vacaciones. Y no estaban solos, dos toallas más a su derecha descansaban Peter, Steven y Eric, a los que saludó con una inclinación de la cabeza cuando pasó por su lado.
Se dejó caer al lado de Gustav, quien miraba con la frente arrugada a Georg, dormitando ajeno en su toalla.
-¿Qué pasa?-preguntó Tom muy interesado.
-He tenido que dormir en la playa-contestó Gustav a gritos sin importarle despertar a Georg.
-¿Cómo?-dijo Tom sin entender.
-Georg, ligó con una chica y prácticamente me echó del bungalow-explicó resoplando Gustav-Me dijo que no pensaba acostarse con la dulce Brigitte conmigo al lado roncando y me sugirió una tumbona y una manta.
-Pues haber venido a nuestro bungalow-dijo Tom entre risas.
-No gracias, ya os vi anoche a ti y a Bill-negó Gustav.
Dejó de reír de inmediato, ¿de qué hablaba su amigo? ¿Qué vio realmente? ¿No estaba escandalizado? ¿Le daba igual que se enrollaran dos hermanos?
-Vi como uno de los amigos de Logan ayudaba a Bill a llevarte a rastras-explicó Gustav al ver la cara de sorpresa de Tom-Sabía que te pasarías bebiendo y no quise pasarme la noche escuchándote potar. Así que me busque una tumbona y he visto amanecer en la playa.
-¡Qué romántico!-intervino Georg abriendo los ojos.
-Idiota-murmuró Gustav resoplando.
Georg le ignoró y miró a Tom guiñándole un ojo.
-¿Tú también has triunfado?-preguntó alzando una ceja.
Tom negó con la cabeza sin saber que decir, aún con el miedo en el cuerpo de haber sido casi descubiertos, y preguntándose donde demonios estaba Bill.
-A mí no me puedes engañar-picó Georg pasando una mano por la pierna de su amigo-Tus ojos tienen un brillo especial y diría que tus labios están ligeramente hinchados, señal de que esta mañana has pasado un buen rato besándote con alguien especial.
Había dado en el clavo, y Tom no lo pudo negar. Asintió al tiempo que sentía que se sonrojaba hasta las orejas, lo que llamó más la atención de sus amigos.
-Cuenta, cuenta-pidió Georg sentándose en su toalla.
-¿Hasta cuándo nos ibas a dejar con la duda?-intervino Gustav olvidando su enfado anterior.
Tom sonrió y tras acomodarse mejor decidió dar su versión de la historia a sus amigos, no sin antes echar una mirada sobre su hombro. Peter se había dado a dar un baño, Steven tomaba el sol con los ojos cerrados y Eric miraba en su dirección mientras fumaba distraído.
Carraspeó y volviendo la mirada a sus ansiosos amigos se dispuso a hablar.
-Esta mañana he pasado el mejor momento de toda mi vida-empezó a decir tratando de calmar las mariposas que sentía en su estómago.
-¿Solo por la mañana?-interrumpió Georg sin podérselo creer.
-Por la noche no estaba en condiciones de nada-contestó Gustav por Tom-Pero veo que nada más salir de la cama no perdiste el tiempo.
Tom negó con la cabeza soltando una risa por lo bajo y siguió con su "mentira".
-Salí a dar un paseo y llegué a una cala preciosa y solitaria-relató sin poder dejar de sonreír-Y allí estaba la... la persona más bella que jamás había visto.
-¿Cómo era? ¿Alta? ¿Baja? ¿De grandes tetas?-interrumpió de nuevo Georg.
-Si dejaras de interrumpir Tom podía contar su historia-le riñó Gustav resoplando-Y para que lo sepas, no hace falta un par de buenas tetas. Con tal de que sea una buena persona yo me conformo.
-Yo también-asintió Tom-Fue verla y saber que quería pasar con ella el resto de mi vida. Nos tumbamos a la orilla del mar y allí nos dimos el primer beso. Pero no nos conformábamos con eso y...
-¿Has follado con una tía a plena luz del día?-gritó Georg sin querer.
-¡Calla idiota!-murmuró Tom dándole un codazo a su amigo.
-Perdona pero...contéstame, por favor-pidió Georg al borde de un ataque al corazón.
-No, no fol...no hicimos nada-susurró Tom carraspeando viendo como la expresión de Georg cambiaba-O casi.
-Este es mi chico-dijo Georg frotándose las manos-Estoy seguro que te la chupó como nadie lo había hecho nunca.
-¿Puedes parar de decir gilipolleces?-pidió Tom resoplando.
No se le hubiera pasado jamás eso por la cabeza, humillar a Bill de esa manera solo para que un chico al que le gustaba mirar como se lo montaba una pareja quedara satisfecho mientras se tocaba...
"¿Se tocó Logan cuando no vio?"-no pudo evitar pensar.
-Entonces, ¿qué pasó?-estalló impaciente Georg-Si no follasteis ni te hizo una mamada, ¿qué?
-Georg, deja de ponernos en ridículo-pidió Gustav mirando a su alrededor.
Varias personas se habían al escuchar tales palabras a esas horas de la mañana, pero a Georg no le importaba. Solo quería saber la historia de una maldita vez, odiaba cuando una persona empezaba a contar algo y se iba por las ramas.
-Cuéntaselo, antes de que estalle-dijo Gustav resoplando.
Tom asintió conteniéndose las ganas de reír, se lo estaba pasando bien tomándole el pelo a sus amigos, haciéndoles creer una infantil mentira.
-No dejamos de besarnos ni meternos mano-explicó por encima-Nos tocamos sobre la ropa pero aún así juro que sentí en mi mano como se...
-¿Se te corrió en la mano?-preguntó Georg, acordándose de no elevar la voz.
-Si Georg, se me corrió encima-aclaró Tom resoplando.
-¡Vaya! ¿Y tú también...?-susurró Georg alzando una ceja, viendo a su amigo asentir-¡Que granuja! Y como te lo tenías calladito.
-¿Y donde está la chica?-preguntó Gustav.
-¿Qué chica?-repitió Tom sin entender.
-Coño, ¿ya te has olvidado de ella? ¿Qué ha pasado, una hora y ya ni te acuerdas?-rió Georg.
Tom sonrió con nerviosismo, le habían pillado con la guardia baja y había estado a punto de decir que estaban equivocados, que en realidad se lo había montado con su propio hermano...
-¿Dónde está Bill?-preguntó de repente.
-Ni idea-contestó Georg encogiéndose de hombros-¿Y cómo era la chica?
-Era...pues era...morena-empezó a explicar Tom-Con el pelo largo hasta los hombros y unos dulces ojos castaños. Y cada vez que sonríe...me quedo sin respiración...
-Vaya, pues si que te ha dado fuerte-comentó Georg tumbándose en la toalla de nuevo-Por si te interesa, la mía era una despampanante rubia de grandes tetas que la chupa como ninguna.
-Hay que ver como rompes el romanticismo-resopló Tom poniéndose en pie-Si veis a Bill decidle que le busco y...y que lo siento mucho. Que fue sin querer.
-¿Ya os habéis vuelto a pelear?-preguntó Gustav resoplando él también.
-Son...cosas de hermanos, ya sabes-murmuró Tom suspirando.
Se despidió de sus amigos y pensando que Bill había regresado al bungalow se dirigió hacia el, ajeno a la fulminante mirada que Eric le dedicaba....
Pero los pasos de Bill no le habían llevado al bungalow. Tras dejar solo a Tom en la cala se había dirigido a la playa donde se bañó y lavo su cuerpo entre lágrimas. Se sentía...se sentía violado, pero él se lo había buscado. Había llevado la broma ya muy lejos y lo mejor sería contar la verdad y pedir perdón por todo el daño hecho.
Y con esa decisión salió del mar con intención de darse una ducha, vestirse y buscar a Logan, pero sintió que se mareaba y acordándose que aún no había desayunado y la noche anterior apenas había probado bocado, se dirigió a la piscina. Habría menos gente que en el restaurante, pediría un té en el bar que allí había y se lo tomaría mientras pensaba en las consecuencias que sus mentiras traerían.
Tras pedir el té y coger una toalla, buscó una tumbona lo más alejada y en ella se instaló. Tomó el té poco a poco, sintiendo como se calmaba su revuelto estómago. Cuando terminó sintió que se le cerraban los ojos, y acomodándose mejor se cubrió el cuerpo con la toalla y cayó profundamente dormido.
Cuando abrió los ojos, se sobresaltó al verle sentado a su lado....
-Logan-murmuró incorporándose.
-Perdona-dijo Logan sonriendo-Te desperté.
Bill le imitó y tras sentarse en la tumbona mejor, se cubrió mejor con la toalla. Se sentía desnudo en su presencia, más al tenerle tan cerca. Se le había sentado a los pies y fijo que había pasado un buen rato observándole dormir... ¡y él con esos pelos!
Se pasó las manos tratando de peinarse, pensando que la noche anterior estaba impecable con su pelo bien liso y su maquillaje, y en esos momentos estaba desnudo de cintura para arriba, con el pelo enredado y seguramente con ojeras. Lo único que se salvaba era su manicura.
-Bill...tenemos que hablar de anoche-dijo de repente Logan poniéndose serio.
-Yo...lo sé, tengo varias cosas que aclararte-susurró Bill suspirando.
-Déjame hablar a mí primero, por favor-pidió Logan sentándose más cerca de él.
Bill sentía que se iba a caer de la tumbona. Sus muslos se rozaban y a pesar de la toalla y los bañadores que los separaba, juraría que sentía la calidez que Logan emanaba. Y no solo eso, esa mañana Logan se había duchado y afeitado, olía a menta fresca y Bill solo pensaba en lo suave que serían sus mejillas si se atrevía a acariciárselas...
-Bill, me voy mañana a Francia-empezó a decir Logan-Ahora mismo debería estar con mis amigos disfrutando de mi último día de playa, pero mírame...no podía irme sin despedirme de ti.
-¿Despedirte?-repitió Bill sin entender.
¿No estaba allí porque se había dado cuenta que le amaba y no podía vivir sin él?
-Si, mi vuelo sale a las 10 de la mañana-explicó Logan-Y no quisiera irme sin saber si…si estás bien.
Esperó a que le contestara, pero los labios de Bill se mantenían fuertemente unidos, como si estuviera reprimiendo unas ganas de llorar tremendas.
-No quiero irme estando tú mal-dijo Logan cogiéndole de repente una mano-Pero tras lo pasado y visto, yo...
-Lo siento mucho-interrumpió Bill con un hilo de voz.
-No tienes nada que sentir, son cosas que pasan-dijo Logan encogiéndose de hombros-Uno se enamora de la persona menos adecuada y no puede hacer nada por evitarlo.
Bill asintió con firmeza, eso era justo lo que le había pasado. Y al parecer, Logan al fin lo comprendía. Se armó de valor y se le acercó un poco más, suspirando profundamente.
-Por eso, al veros a ti y a Tom anoche de esa manera...me hizo darme cuenta-siguió diciendo Logan-Esa complicidad durante la cena, las miradas que os dirigíais, como os tocabais y os cogíais de la mano sobre la mesa...como dos enamorados...
-Fue Tom quien...-susurró Bill.
-Lo sé-asintió Logan-Porque en el fondo te ama.
-¿Cómo?-casi gritó Bill.
-He tratado de negármelo tras saber de lo mal que decías que Tom te trataba, pero anoche...
-Anoche Tom estaba borracho-interrumpió Bill de nuevo.
-Lo sé, venía a disculparme por eso-dijo Logan suspirando.
-¿Eh?-dijo Bill pestañeando.
Bill ahí ya se sintió perdido del todo, creía saber de lo que le hablaba Logan pero cada palabra que le decía le desconcertaba más si se podía.
-Pagué a una camarera para que echara en la copa de Tom todo el alcohol que pudiera-explicó Logan realmente avergonzado-Quería emborracharlo para que cayera inconsciente y no te pudiera hacer nada.
-Pues...pues llegaste tarde-murmuró Bill carraspeando.
-Lo sé, sé que...bueno, no es que os quisiera espiar-se defendió Logan-Pero cuando vi que se iba de la hoguera y tú tras él no lo pude remediar y os seguí. Os escuché hablar primero, escuché como te reías recordando viejos tiempos y viendo que os lo pasabais tan bien yo me...
No pudo seguir hablando, Bill se había lanzado. Se había cansado de escuchar y escuchar y pensando que era su única oportunidad antes de que Logan regresara a Francia y entonces todas sus mentiras habrían sido para nada, decidió tomarla antes de que se le escapara.
Tan cerca como le tenía, con sus manos aún enlazadas y ese dulce aroma que Logan emanaba no pudo resistirse y mientras que él hablaba, se inclinó y se apoderó de sus labios suspirando con los ojos cerrados.
En su mente aún estaba fresco el magnífico beso que se habían dado, sobre sus labios aún podía sentir los de Bill...y en su mano aún podía sentir esa calidez que traspasó la fina tela que los separaba.
Todo había ocurrido con rapidez, aunque en su mente era como si hubiera sido a cámara lenta. Sin separar los labios de los de Bill, acarició y frotó con insistencia sintiendo como se ponía duro bajo su mano y jadeaba contra sus labios. Solo tuvo que coger ese palpitante miembro entre los dedos y apretar con suavidad, sintiendo como Bill se tensaba bajo su cuerpo y arqueaba la espalda, alzando las caderas al tiempo que sentía como se derramaba dentro del bañador que llevaba llegando incluso a sentir esa calidez recorrer su mano.
…l tampoco se quedó atrás, no había dejado de frotarse contra la cadera de su hermano hasta que obtuvo su segundo orgasmo de esa mañana. No estaba premeditado, ni el de Bill, pero no pudieron dejarse arrastrar por la pasión.
Y cuando sus respiraciones se normalizaron y sus labios se separaron, Tom no podía dejar de sonreír mientras que Bill tenía las sonrosadas mejillas cubiertas de lágrimas. Se le quitó de encima con cuidado sin saber que decirle, si un "lo siento" o "que tal lo has pasado". Se sentó en la arena viendo como Bill giraba sobre su estómago y alzaba la cabeza jadeando.
Sabía a quien buscaba, y sintió una dolorosa punzada en el estómago...
-No...no está...-dijo Bill con esfuerzo mirando a su alrededor.
-No, no está-repitió Tom en un susurro.
-Nos habrá visto y se ha ido-dijo Bill levantándose.
Echó a andar sin decir nada, dejando solo a Tom en la cala. Regresó al bungalow sintiendo muy mal consigo mismo, había arrastrado de nuevo a su hermano a su plan enfermizo, y esa vez...él también había caído...
Tom se echó de nuevo y se puso a tomar el sol como si nada. Sentía mucho lo que había pasado, y por otro lado se alegraba. Iba a ser su pequeño secreto, y podría rememorarlo siempre que sintiera ganas.
No regresó al bungalow hasta una hora después, perdiéndose el desayuno. No sabiendo que hacer bajó a la playa y se reunió con sus amigos en el mismo sitio que habían ocupado esos dos días que llevaban de vacaciones. Y no estaban solos, dos toallas más a su derecha descansaban Peter, Steven y Eric, a los que saludó con una inclinación de la cabeza cuando pasó por su lado.
Se dejó caer al lado de Gustav, quien miraba con la frente arrugada a Georg, dormitando ajeno en su toalla.
-¿Qué pasa?-preguntó Tom muy interesado.
-He tenido que dormir en la playa-contestó Gustav a gritos sin importarle despertar a Georg.
-¿Cómo?-dijo Tom sin entender.
-Georg, ligó con una chica y prácticamente me echó del bungalow-explicó resoplando Gustav-Me dijo que no pensaba acostarse con la dulce Brigitte conmigo al lado roncando y me sugirió una tumbona y una manta.
-Pues haber venido a nuestro bungalow-dijo Tom entre risas.
-No gracias, ya os vi anoche a ti y a Bill-negó Gustav.
Dejó de reír de inmediato, ¿de qué hablaba su amigo? ¿Qué vio realmente? ¿No estaba escandalizado? ¿Le daba igual que se enrollaran dos hermanos?
-Vi como uno de los amigos de Logan ayudaba a Bill a llevarte a rastras-explicó Gustav al ver la cara de sorpresa de Tom-Sabía que te pasarías bebiendo y no quise pasarme la noche escuchándote potar. Así que me busque una tumbona y he visto amanecer en la playa.
-¡Qué romántico!-intervino Georg abriendo los ojos.
-Idiota-murmuró Gustav resoplando.
Georg le ignoró y miró a Tom guiñándole un ojo.
-¿Tú también has triunfado?-preguntó alzando una ceja.
Tom negó con la cabeza sin saber que decir, aún con el miedo en el cuerpo de haber sido casi descubiertos, y preguntándose donde demonios estaba Bill.
-A mí no me puedes engañar-picó Georg pasando una mano por la pierna de su amigo-Tus ojos tienen un brillo especial y diría que tus labios están ligeramente hinchados, señal de que esta mañana has pasado un buen rato besándote con alguien especial.
Había dado en el clavo, y Tom no lo pudo negar. Asintió al tiempo que sentía que se sonrojaba hasta las orejas, lo que llamó más la atención de sus amigos.
-Cuenta, cuenta-pidió Georg sentándose en su toalla.
-¿Hasta cuándo nos ibas a dejar con la duda?-intervino Gustav olvidando su enfado anterior.
Tom sonrió y tras acomodarse mejor decidió dar su versión de la historia a sus amigos, no sin antes echar una mirada sobre su hombro. Peter se había dado a dar un baño, Steven tomaba el sol con los ojos cerrados y Eric miraba en su dirección mientras fumaba distraído.
Carraspeó y volviendo la mirada a sus ansiosos amigos se dispuso a hablar.
-Esta mañana he pasado el mejor momento de toda mi vida-empezó a decir tratando de calmar las mariposas que sentía en su estómago.
-¿Solo por la mañana?-interrumpió Georg sin podérselo creer.
-Por la noche no estaba en condiciones de nada-contestó Gustav por Tom-Pero veo que nada más salir de la cama no perdiste el tiempo.
Tom negó con la cabeza soltando una risa por lo bajo y siguió con su "mentira".
-Salí a dar un paseo y llegué a una cala preciosa y solitaria-relató sin poder dejar de sonreír-Y allí estaba la... la persona más bella que jamás había visto.
-¿Cómo era? ¿Alta? ¿Baja? ¿De grandes tetas?-interrumpió de nuevo Georg.
-Si dejaras de interrumpir Tom podía contar su historia-le riñó Gustav resoplando-Y para que lo sepas, no hace falta un par de buenas tetas. Con tal de que sea una buena persona yo me conformo.
-Yo también-asintió Tom-Fue verla y saber que quería pasar con ella el resto de mi vida. Nos tumbamos a la orilla del mar y allí nos dimos el primer beso. Pero no nos conformábamos con eso y...
-¿Has follado con una tía a plena luz del día?-gritó Georg sin querer.
-¡Calla idiota!-murmuró Tom dándole un codazo a su amigo.
-Perdona pero...contéstame, por favor-pidió Georg al borde de un ataque al corazón.
-No, no fol...no hicimos nada-susurró Tom carraspeando viendo como la expresión de Georg cambiaba-O casi.
-Este es mi chico-dijo Georg frotándose las manos-Estoy seguro que te la chupó como nadie lo había hecho nunca.
-¿Puedes parar de decir gilipolleces?-pidió Tom resoplando.
No se le hubiera pasado jamás eso por la cabeza, humillar a Bill de esa manera solo para que un chico al que le gustaba mirar como se lo montaba una pareja quedara satisfecho mientras se tocaba...
"¿Se tocó Logan cuando no vio?"-no pudo evitar pensar.
-Entonces, ¿qué pasó?-estalló impaciente Georg-Si no follasteis ni te hizo una mamada, ¿qué?
-Georg, deja de ponernos en ridículo-pidió Gustav mirando a su alrededor.
Varias personas se habían al escuchar tales palabras a esas horas de la mañana, pero a Georg no le importaba. Solo quería saber la historia de una maldita vez, odiaba cuando una persona empezaba a contar algo y se iba por las ramas.
-Cuéntaselo, antes de que estalle-dijo Gustav resoplando.
Tom asintió conteniéndose las ganas de reír, se lo estaba pasando bien tomándole el pelo a sus amigos, haciéndoles creer una infantil mentira.
-No dejamos de besarnos ni meternos mano-explicó por encima-Nos tocamos sobre la ropa pero aún así juro que sentí en mi mano como se...
-¿Se te corrió en la mano?-preguntó Georg, acordándose de no elevar la voz.
-Si Georg, se me corrió encima-aclaró Tom resoplando.
-¡Vaya! ¿Y tú también...?-susurró Georg alzando una ceja, viendo a su amigo asentir-¡Que granuja! Y como te lo tenías calladito.
-¿Y donde está la chica?-preguntó Gustav.
-¿Qué chica?-repitió Tom sin entender.
-Coño, ¿ya te has olvidado de ella? ¿Qué ha pasado, una hora y ya ni te acuerdas?-rió Georg.
Tom sonrió con nerviosismo, le habían pillado con la guardia baja y había estado a punto de decir que estaban equivocados, que en realidad se lo había montado con su propio hermano...
-¿Dónde está Bill?-preguntó de repente.
-Ni idea-contestó Georg encogiéndose de hombros-¿Y cómo era la chica?
-Era...pues era...morena-empezó a explicar Tom-Con el pelo largo hasta los hombros y unos dulces ojos castaños. Y cada vez que sonríe...me quedo sin respiración...
-Vaya, pues si que te ha dado fuerte-comentó Georg tumbándose en la toalla de nuevo-Por si te interesa, la mía era una despampanante rubia de grandes tetas que la chupa como ninguna.
-Hay que ver como rompes el romanticismo-resopló Tom poniéndose en pie-Si veis a Bill decidle que le busco y...y que lo siento mucho. Que fue sin querer.
-¿Ya os habéis vuelto a pelear?-preguntó Gustav resoplando él también.
-Son...cosas de hermanos, ya sabes-murmuró Tom suspirando.
Se despidió de sus amigos y pensando que Bill había regresado al bungalow se dirigió hacia el, ajeno a la fulminante mirada que Eric le dedicaba....
Pero los pasos de Bill no le habían llevado al bungalow. Tras dejar solo a Tom en la cala se había dirigido a la playa donde se bañó y lavo su cuerpo entre lágrimas. Se sentía...se sentía violado, pero él se lo había buscado. Había llevado la broma ya muy lejos y lo mejor sería contar la verdad y pedir perdón por todo el daño hecho.
Y con esa decisión salió del mar con intención de darse una ducha, vestirse y buscar a Logan, pero sintió que se mareaba y acordándose que aún no había desayunado y la noche anterior apenas había probado bocado, se dirigió a la piscina. Habría menos gente que en el restaurante, pediría un té en el bar que allí había y se lo tomaría mientras pensaba en las consecuencias que sus mentiras traerían.
Tras pedir el té y coger una toalla, buscó una tumbona lo más alejada y en ella se instaló. Tomó el té poco a poco, sintiendo como se calmaba su revuelto estómago. Cuando terminó sintió que se le cerraban los ojos, y acomodándose mejor se cubrió el cuerpo con la toalla y cayó profundamente dormido.
Cuando abrió los ojos, se sobresaltó al verle sentado a su lado....
-Logan-murmuró incorporándose.
-Perdona-dijo Logan sonriendo-Te desperté.
Bill le imitó y tras sentarse en la tumbona mejor, se cubrió mejor con la toalla. Se sentía desnudo en su presencia, más al tenerle tan cerca. Se le había sentado a los pies y fijo que había pasado un buen rato observándole dormir... ¡y él con esos pelos!
Se pasó las manos tratando de peinarse, pensando que la noche anterior estaba impecable con su pelo bien liso y su maquillaje, y en esos momentos estaba desnudo de cintura para arriba, con el pelo enredado y seguramente con ojeras. Lo único que se salvaba era su manicura.
-Bill...tenemos que hablar de anoche-dijo de repente Logan poniéndose serio.
-Yo...lo sé, tengo varias cosas que aclararte-susurró Bill suspirando.
-Déjame hablar a mí primero, por favor-pidió Logan sentándose más cerca de él.
Bill sentía que se iba a caer de la tumbona. Sus muslos se rozaban y a pesar de la toalla y los bañadores que los separaba, juraría que sentía la calidez que Logan emanaba. Y no solo eso, esa mañana Logan se había duchado y afeitado, olía a menta fresca y Bill solo pensaba en lo suave que serían sus mejillas si se atrevía a acariciárselas...
-Bill, me voy mañana a Francia-empezó a decir Logan-Ahora mismo debería estar con mis amigos disfrutando de mi último día de playa, pero mírame...no podía irme sin despedirme de ti.
-¿Despedirte?-repitió Bill sin entender.
¿No estaba allí porque se había dado cuenta que le amaba y no podía vivir sin él?
-Si, mi vuelo sale a las 10 de la mañana-explicó Logan-Y no quisiera irme sin saber si…si estás bien.
Esperó a que le contestara, pero los labios de Bill se mantenían fuertemente unidos, como si estuviera reprimiendo unas ganas de llorar tremendas.
-No quiero irme estando tú mal-dijo Logan cogiéndole de repente una mano-Pero tras lo pasado y visto, yo...
-Lo siento mucho-interrumpió Bill con un hilo de voz.
-No tienes nada que sentir, son cosas que pasan-dijo Logan encogiéndose de hombros-Uno se enamora de la persona menos adecuada y no puede hacer nada por evitarlo.
Bill asintió con firmeza, eso era justo lo que le había pasado. Y al parecer, Logan al fin lo comprendía. Se armó de valor y se le acercó un poco más, suspirando profundamente.
-Por eso, al veros a ti y a Tom anoche de esa manera...me hizo darme cuenta-siguió diciendo Logan-Esa complicidad durante la cena, las miradas que os dirigíais, como os tocabais y os cogíais de la mano sobre la mesa...como dos enamorados...
-Fue Tom quien...-susurró Bill.
-Lo sé-asintió Logan-Porque en el fondo te ama.
-¿Cómo?-casi gritó Bill.
-He tratado de negármelo tras saber de lo mal que decías que Tom te trataba, pero anoche...
-Anoche Tom estaba borracho-interrumpió Bill de nuevo.
-Lo sé, venía a disculparme por eso-dijo Logan suspirando.
-¿Eh?-dijo Bill pestañeando.
Bill ahí ya se sintió perdido del todo, creía saber de lo que le hablaba Logan pero cada palabra que le decía le desconcertaba más si se podía.
-Pagué a una camarera para que echara en la copa de Tom todo el alcohol que pudiera-explicó Logan realmente avergonzado-Quería emborracharlo para que cayera inconsciente y no te pudiera hacer nada.
-Pues...pues llegaste tarde-murmuró Bill carraspeando.
-Lo sé, sé que...bueno, no es que os quisiera espiar-se defendió Logan-Pero cuando vi que se iba de la hoguera y tú tras él no lo pude remediar y os seguí. Os escuché hablar primero, escuché como te reías recordando viejos tiempos y viendo que os lo pasabais tan bien yo me...
No pudo seguir hablando, Bill se había lanzado. Se había cansado de escuchar y escuchar y pensando que era su única oportunidad antes de que Logan regresara a Francia y entonces todas sus mentiras habrían sido para nada, decidió tomarla antes de que se le escapara.
Tan cerca como le tenía, con sus manos aún enlazadas y ese dulce aroma que Logan emanaba no pudo resistirse y mientras que él hablaba, se inclinó y se apoderó de sus labios suspirando con los ojos cerrados.
