*w* Chapter 11

El restaurante era un bungalow más grande situado a orillas del mar. Estaba lleno y esperaron charlando animadamente mientras esperaban que les dieran mesa.

-Nos hemos informado, aquí suelen hacer una fiesta cada noche y muchos terminan viendo amanecer desde la playa-comentó Georg guiñándoles un ojo.

-Pero mejor cenar antes, que no nos caiga la bebida en estómago vacío-advirtió Gustav, tomando como siempre el papel de hermano mayor.

-Si, papá-rió Tom en voz alta..

Pero su amigo llevaba razón, David y sus padres habían confiado en ellos y solo querían que se lo pasasen bien pero que actuaran usando la cabeza.

“Si mamá supiera lo que siento por Bill…o en el descabellado plan que me ha metido…”-pensó Tom suspirando.

-Ya tenemos mesa-dijo Gustav señalando el restaurante-Es al aire libre, suerte que hemos sido precavidos.

Bill asintió al tiempo que se colocaba mejor el fino jersey que llevaba. Logan y sus amigos acababan de pasar a su lado y saludado con una inclinación de cabeza. Había podido ver como Logan le miraba de re ojo minutos antes, alzando una ceja al escuchar la risa que había soltado su hermano.

“No puede apartar los ojos de mí”-pensó Bill sonriendo.

-¿Vamos?-preguntó Tom cogiéndole del brazo.

No había pasado por alto la amplia sonrisa de su hermano, sabiendo que Logan andaba cerca. Así que se dispuso a adoptar el papel de novio…de novio celoso y posesivo. Porque le daba mucha rabia ver como su hermano caía rendido a los pies de un completo desconocido, teniéndole a él a su lado. ¿Quién le iba a conocer o querer mejor que él?

Siguieron a sus amigos y ocuparon una mesa situada cerca de la terraza, desde donde tenían una bonita visión de la playa. Era ya de noche, pero los trabajadores del hotel habían clavado antorchas por toda la orilla creando un mágico ambiente.

-¿Qué desean beber?-preguntó el camarero que les atendió.

-¿Agua?-dijo Gustav mirando a sus amigos, viéndoles asentir.

El camarero les imitó y dejándoles una carta a cada uno se fue a servirles el agua pedida.

Y mientras que Bill solo podía pensar en como lograr atraer la atención de Logan…más de lo que ya lo había hecho, Tom no podía dejar de pensar en lo guapo que estaba.

Suspiró al pensar en lo hermoso que iba su hermano, como al salir de la ducha tras haberse…”aliviado” tuvo que hacer acopio de todas sus fuerzas para no despojarse de la simple toalla que llevaba y tirar a su hermano sobre la cama, donde le haría el amor como si no existiera un maldito mañana…

Perdido en sus pensamientos como estaba, no fue consciente de lo que estaba haciendo. Una de sus manos había dejado la carta que atentamente estudiaba y puesto con delicadeza sobre la que descansaba sobre la mesa.

Bill desvió la mirada sin saber qué le pasaba a su hermano, hasta que el sonido de una risa muy conocida le llamó la atención. Miró a su derecha, dos mesas más allá Logan y sus amigos disfrutaban de la cena. Podía verlo sentado de tal manera que le tenía en su campo de visión, y fijo que podía ver donde tenía su mano Tom.

Cogió aire con fuerza y se cogió de la mano de Tom sin decir nada, quien también le miró extrañado hasta que tras acordarse de cual era el plan simplemente sonrió.

-¿Pedimos una hamburguesa?

La voz de Georg les hizo dar un bote a los dos, pero sus manos no se soltaron. Siguieron leyendo la carta en silencio mientras que sus amigos discutían.

-¿Hamburguesa, Georg?-repitió Gustav alzando una ceja.

-¿Qué pasa? Me encantan las hamburguesas-dijo Georg frotándose el estómago.

-No estamos en un McDonald´s-aclaró Gustav como si no fuera obvio.

-Pídete lo que te dé la gana, yo quiero una hamburguesa doble con patatas-dijo Georg con firmeza.

Ajeno a la conversación, Bill hacía como si leyera la carta cuando sus ojos en realidad miraban por encima de ella. Logan también le miraba con la frente arrugada, sin entender porqué estaba con Tom si tan mal le trataba.

-¿Qué quieres pedir, Bill?-preguntó de repente Tom.

No era tonto, había divisado a Logan demasiado cerca de ellos y sabía que su hermano no paraba de mirarle.

-Una ensalada-murmuró Bill carraspeando sin apartar la mirada de Logan.

-¿Solo eso?-preguntó Tom inclinándose.

Odiaba que Logan les espiara, en vez de hablar con sus amigos y disfrutar de la cena se dedicaba a ignorarles y centrar su atención solo en Bill. Entonces se le ocurrió darle un poco de celos, disfrutaría viendo como la sangre le hervía en las venas mientras él “sobaba” eso que tanto deseaba.

Se inclinó más sobre Bill y comentándole los exquisitos platos con los que contaba la carta soltó su mano que aún aferraba y pasó el brazo por sus hombros, atrayéndole más hacia su cuerpo.

Y acertó de lleno, desvió la mirada unos segundos y vio como Logan apretaba los puños encima de la mesa.

“Jódete, cabrón”-pensó Tom sonriendo.

Desvió la mirada y se fijó más en su hermano, quien apenas podía desviar ya los ojos de la carta. Sabía que había presenciado el cambio de humor de Logan y se había sonrojado, lo que hacía que sus mejillas brillaban más de lo que ya lo hacían.

-Has tomado mucho sol hoy Bill-comentó de repente en voz demasiado alta-Te hará daño hasta el más ligero roce de la sábana.

Bill asintió en silencio sin saber que decir, se atrevió a alzar la mirada y miró a Logan de soslayo, quien no apartaba de él los ojos. En una de sus manos apretaba el vaso de agua que se estaba tomando y Bill tuvo miedo de que lo hiciera explotar tras las palabras escuchadas.

Esbozó una tímida sonrisa y siguió escuchando las explicaciones de su hermano, que no podía evitar esbozar una sonrisa amplia.



-¿Habéis visto cuánta comida?-preguntó Gustav ojeando por enésima vez la carta.

-Estoy hambriento-comentó Tom en voz demasiada alta-¿Tú también tienes hambre, Bill?

-¿A qué vienen esos gritos?-preguntó Georg arrugando la frente.

-Es que…se me ha metido agua en un oído y…-dijo Tom lo primero que le fue a la cabeza.

-Ah, perdona-murmuró Georg.

-Pobrecito Tom-dijo Bill en tono lastimero.

Ajeno a las miradas de sus amigos, levantó una mano y acarició con ella la oreja de Tom, yendo un poco más abajo y dejándola sobre la suave piel de su cuello.

-Si hay algo que yo pueda hacer…-susurró sin dejar de tocarle.

Tom no sabía como no había saltado ya, sentir como le tocaba y hablaba de esa sensual manera…si estuvieran solos, habría tirado al suelo los platos y tirando a su hermano sobre la mesa le haría el amor de una forma cruel y violenta….

-Si molestamos, nos vamos-saltó Georg entre risas de repente.

Gustav alzó la mirada de la carta sin saber a que se refería su amigo, pero ver a los hermanos sonrojados hasta las orejas le dio una clara idea.

-Georg, deja a los tortolitos-se burló en voz alta.

"Di que si"-pensó Tom sonriendo.

Logan debía estar que se subía por las paredes, incapaz de hacer nada mientra que él y Bill se metían mano en medio del restaurante.

-Pidamos ya, que me muero de hambre-pidió Georg, cansado ya de tanta charla.

Tom asintió y sin soltar a Bill le sugirió que acompañara con un filete la ensalada.

-Pollo a la plancha, sin nada de grasa-dijo Tom, siempre en voz alta-Para que no engordes.

Bill asintió en silencio sin atreverse a mirar a Logan. No quería que tras escuchar y ver lo que pasaba esa noche en la cena decidiera volver a vengarse y su hermano pagase las consecuencias...un hermano que estaba haciendo demasiado bien lo que le había pedido. Tan metido estaba en su papel de novio que sentía como se inclinaba más hacia él para ver su carta entre los dos, sentía como le rozaba la mejilla con su cálido aliento y no pudo evitar estremecerse cuando un escalofrío le recorrió la espalda.

-¿Tienes frío?-preguntó Tom al sentirlo.

-No-susurró Bill con un hilo de voz.

Tom asintió sonriendo. Verle contestar con tanta timidez le estaba poniendo, eso y ver sus mejillas tan brillantes y sonrosadas. No pudo evitarlo y se inclinó para besárselas.

-Avísame si tienes frío-susurró contra su piel.

Volvió a incorporarse y tras decidir que él pediría lo mismo que su hermano, le soltó al fin y se recostó en su silla. Al poco regresó el camarero y les sirvió cuatro copas de agua mientras Gustav pedía por todos.

-Dos ensaladas, dos filetes de pollo a la plancha...para mí salmón también a la plancha con puré de verduras...ah, y una hamburguesa-dijo Gustav mirando de reojo a Georg.

-Doble con patatas-apuntó Georg-Y cebolla...

-Piensa en la fiesta que hay luego-murmuró Tom carraspeando-Espantarás a las chicas con tu fétido aliento.

Georg le fulminó con la mirada, pero sabiendo que su amigo llevaba mucha razón y entonces rectificó.

-Sin nada de cebolla-pidió al camarero sonriendo.

El chico asintió y se fue a por su pedido, dejando hablando a los cuatro chicos.

-Mañana podíamos hacer alguna excursión-sugirió Gustav-Ver algo aparte del hotel donde estamos.

-Depende de lo cansado que me levante mañana-rió Tom en voz alta.

-Pues yo me apunto-intervino Georg-Ya iremos a la playa por la tarde.

-¿Tú que dices, Bill?-pregunto Gustav mirando al callado cantante.

Pero antes de que pudiera contestar el aludido, Tom se adelantó.

-Bill y yo tenemos planes-apuntó al momento.

-¿Así? ¿Cuáles?-preguntó interesado Georg.

-Pues...planes. Ya sabes-contestó Tom guiñándole un ojo.

Pero Georg no se enteraba de nada, y como tampoco estaba para los juegos de los gemelos, solo asintió en silencio y decidió no volver a preguntarles.

Pero había una persona muy interesada en esos planes, y se juró a sí mismo no perder de vista a los "hermanos", aunque tuviera que pasar la noche en vela o dormir en la misma playa.




La cena transcurrió con normalidad...más o menos. No había momento que Tom no aprovechara para tontear con su hermano cuando notaba que Logan miraba. Y ya no era el único, sus amigos también les miraba sin nada de disimulo y luego cuchicheaban entre ellos.

-¿Pero qué les pasa a esos dos?-preguntó Steven en voz baja.

-Si, no se cortan nada-apuntó Eric resoplando-Solo les ha faltado ponerse a follar en medio de la mesa, y los otros dos seguirían comiendo como si nada.

-Es Tom, que está enfermo-dijo Logan con firmeza-Todo lo que le obliga hacer a Bill...y decir que son hermanos para no levantar sospechas. Le trata como si le perteneciera, diciéndole que hacer o que comer…odio los tíos así.

-Tranquilo, que en cuanto veamos la oportunidad le daremos su merecido-murmuró Peter.

-No puedo irme a casa pasado mañana dejando a Bill en manos de ese loco-dijo Logan mirando a sus amigos-Ni tampoco quiero denunciarle porque Bill pasaría un mal rato, pero mañana mismo hablaré con él para que se venga a Francia con nosotros.

-¡Claro que sí!-exclamó Eric asintiendo-Puede empezar una nueva vida lejos de Tom, le esconderemos y no dará nunca con él.

Logan asintió con la cabeza. Lo tenía ya decidido, no pensaba dejar que Tom le volviera a poner una mano encima a Bill nunca más. Y tenía un buen plan...

-Hay que emborracharlo-dijo en voz baja mirando a sus amigos.

-¿Cómo?-preguntó Steven sin entender.

-Esta noche, en la fiesta-empezó a explicar Logan-Hagamos que Tom beba, así no podrá estar consciente para abusar de Bill.

Vio como sus amigos reían asintiendo con la cabeza. Era una chiquillada, pero no se le ocurría nada mejor para alejarlos de las manos de Tom. De solo pensar que la noche anterior recorrieron el desnudo cuerpo de Bill, le hacía sentir ganas de vomitar.