Una vez en la barra pidieron unos cocktails para todos y con ellos en las manos se perdieron entre la gente. Georg y Gustav enseguida dieron con dos chicas dispuestas a bailar, mientras que Bill y Tom se quedaban a un lado observándoles y declinando las invitaciones que otras chicas les hacía.
-¿No te apetece bailar?-preguntó Bill extrañado al ver como Tom pasaba de un par de tetas.
Porque la última chica que se les había acercado tenía un escote impresionante, aparte de una minifalda que dejaba al descubierto unas largas piernas morenas. Estaba sorprendido, la de fiestas que había visto como nada más entrar por la puerta su hermano se colgaba del brazo de un par de chicas y no volvía a verlo hasta la mañana siguiente, sabiendo de sobra que habrían compartido cama....y no queriendo saber si había sido solo con una o las dos a la vez...
-Estoy cansado-respondió Tom a su pregunta.
-Ya te dije que si no querías venir nos quedábamos en el bungalow-dijo Bill a punto de dejar la bebida sobre una de las mesas.
-Y yo ya te he dicho que no-dijo Tom a su vez negando con la cabeza-Estamos de vacaciones, y como ya les he dicho a Georg y a Gustav hemos venido a disfrutar de una magnífica fiesta sin nadie que nos pida un autógrafo o hacerse una foto.
En esos momentos no lo echaban de menos, esa fama que poco a poco iban consiguiendo era algo que a veces agobiaba. Por suerte, en esa isla perdida de la mano de Dios eran cuatro chicos normales que pasaban juntos las vacaciones sin dar cuenta a nadie.
Y eso mismo pensaba hacer Bill. Dio un trago largo a su bebida y buscó a Logan con la mirada. Le vio donde la primera vez con los ojos fijos en él. Le sonrió con timidez y decidió que lo mejor era darle celos, provocarle un poco para que se le acercara.
-Bailemos-dijo con firmeza mirando a Tom.
-¿Cómo? ¿Tú y yo?-preguntó atragantándose Tom.
Bill asintió y sin darle oportunidad a negarse dejó su bebida sobre una mesa y le cogió de las manos tirando de él hacia la pista de baile acercándose todo lo que pudo hasta donde Logan estaba.
-Vamos, siempre hacemos lo que tú quieres-dijo en voz alta haciendo un puchero-Por una noche, déjame a mí tener el control.
Tom no entendía nada de nada, pero tampoco le iba a pedir una explicación. Sentía en esos momentos unas manos puestas en su cadera haciendo que se moviera al compás de la música. Se dejó llevar, perdidos entre la multitud era a la vez como si estuvieran ellos dos. Cada uno estaba a lo suyo, ajenos a dos chicos que bailaban demasiado juntos...a dos hermanos, de hecho.
Así bailaron una canción o dos, hasta que los pies de Bill no lo soportaron más y pidió tiempo muerto.
-Estos tacones me matan-gruñó Bill deshaciéndose de ellos.
-Vayamos a dar un paseo por la playa-apuntó Tom al momento.
-¿Por la playa?-repitió Bill sonriendo.
Tom asintió y antes de que pudiera decir nada le cogió del brazo con firmeza y echó a andar hacia la playa.
-Me haces daño-se quejó Bill en voz muy alta.
Tom le miró sorprendido, más cuando se soltó de su agarre y siguió andando con los brazos cruzados. Fue tras él sin entender nada, primero se lo estaban pasando mejor que nunca y de repente su hermano parecía enfadado.
Pero Bill no lo estaba para nada, todo lo contrario. Fue darse la vuelta y ver como Logan estaba de pie mirándole fijamente sin entender lo bien que se lo estaba pasando con Tom, entonces decidió que debía hacer algo para estropear el momento. Y cuando su hermano le dijo lo del paseo aceptó encantado porque en el fondo lo deseaba, pero también porque podía montar una escenita lejos de ojos indiscretos, como sus dos compañeros que bailaban ajenos a ellos. Lo último que quería era que vieran como él y Tom bailaban y se miraban con una tonta expresión en la cara.
Cuando estuvo cerca de Logan decidió soltarse del agarre de su hermano y hacerle ver que estaba enfadado por algo, como que su hermano tirara bruscamente de su brazo.
Y así lo hizo, se quejó en voz alta y siguió andando como si nada, sabiendo que su hermano seguiría sus pasos y Logan lo haría cuando se "deshiciera" de sus amigos.
Siguió andando hacia la playa con las botas cogidas de una mano y frotándose con la otra el lugar exacto donde su hermano no le había hecho daño. No pudo evitar sonreír cuando sintió la fría arena bajo sus doloridos pies. Dejó sobre ella las botas y caminó descalzo hasta la orilla, dejando que el mar le calmase.
Sintió a su hermano ponerse a su lado y se cruzó nuevamente de brazos. No hacía falta que se girara, algo le decía que Logan les espiaba a cierta distancia.
-¿Bill?-llamó Tom sin entender.
Pero no obtuvo respuesta, su hermano miraba fijamente al mar en donde se reflejaba la luna llena. ¿Qué le pasaba para que su hubiera puesto de esa mera? De repente se lo estaba pasando muy bien y luego se soltaba de él como si le hubiera hecho daño.
¡Jamás se lo haría! Era su hermano.
-¿Por qué actúas así, Tom?-preguntó Bill de repente.
-¿Cómo?-dijo Tom sin entender.
-Déjalo, estoy cansado-murmuró Bill suspirando.
Se volvió y miró fijamente a su hermano…o eso creía Tom. A su espalda se encontraba Logan, fumaba mirándolos a cierta distancia pero lo suficientemente cerca para poder escuchar sus palabras.
-¿Estás bien?-preguntó preocupado Tom.
-¿Puedes dejarme solo unos minutos, por favor?-pidió Bill en un susurro.
No quería que Logan escuchara como “echaba” a su hermano.
-Te espero en la cama-contestó Tom asintiendo-No tardes.
Dio media vuelta y regresó al bungalow dando un amplio rodeo. No quería regresar a la fiesta, se sentía mal por su hermano. Actuaba raro y él no entendía nada. A lo mejor estaba cansado del viaje, o tal vez…tal vez sospechaba algo. Cuando se dieron el baño en el mar se fritaron sin querer y mucho se temía que se había empalmado al sentirle tan cerca de su sexo hambriento.
Tal vez ese gesto le hubiera molestado, y mientras bailaba tuvo que hacer acopio de fuerzas para que no se repitiera. Y Bill lo habría notado, como sus manos sudaban y su respiración se agitaba mientras trataba de pensar en otra cosa que no fuera el dulce aroma que despedía su hermano, lo bien que estaba con él entre sus brazos…y como se lo imaginaba de esa manera desnudo en la cama…
Suspiró resignado, mucho se temía que las vacaciones habían empezado con mal pie y la relación que mantenía con su hermano se había estropeado.
Una vez a solas, Bill se volvió de nuevo. En sus oídos retumbaba el sonido del mar en calma, al tiempo que sentía las olas llegar hasta la orilla y mojarle. Cerró los ojos y esperó unos minutos hasta que escuchó pasos a su espalda y percibió el aroma a tabaco que de Logan emanaba.
-Lo siento-susurró sin volverse.
-¿Qué sientes?-preguntó Logan poniéndose a su lado.
-La escenita que hemos montado-contestó Bill volviéndose.
-No tienes por qué disculparte de nada-aseguró Logan.
-¿Me das una calada?-preguntó Bill tras echar un vistazo a su alrededor.
Logan asintió y le tendió el cigarro que había encendido hacía unos minutos. Había dejado de fumar hacía unas semanas, pero tras ver como Bill bailaba con su novio… no lo sabía explicar, pero sintió unos celos tremendos y unas ganas de matar a Tom con sus propias manos. Más cuando pasaron por su lado y Bill se quejó.
Entonces cogió un cigarro del paquete de uno de sus amigos e ignorando sus súplicas de que no recayera lo encendió y siguió a Bill hasta la playa. Se quedó todo lo cerca que pudo para no perderse palabra, dispuesto a defenderle de Tom si hacía falta. A él no le daba miedo, no podía asustarle tanto como lo hacía con Bill.
-Hacía días que no fumaba-murmuró Bill llevándose el cigarro a los labios.
Dio una profunda calada suspirando, iba necesitando la nicotina con urgencia.
-¿Tú también lo has dejado?-preguntó Logan.
-No…es que no me dejan fumar-contestó Bill suspirando.
Logan asintió imitándole, pensando que era Tom quien no le dejaba…cuando la verdad era que por su profesión Bill se cortaba de fumar y estando de gira se moría de ganas para no dañar su preciada garganta. Pero sabía lo que Logan pensaba y decidió seguir por ese camino.
-Fumo desde los 15 pero con Tom tuve que dejarlo-mintió Bill con descaro, una vez más-Me dijo que el tabaco me dejaba un mal sabor en los labios y que a él no le gustaba. Me dijo que lo tenía que dejar y me obligó a ello.
Logan le miraba horrorizado, tratando de no pensar en cómo había obligado Tom que Bill dejara de fumar. Todo por unos simples cigarros.
-Gracias-dijo Bill devolviéndole el cigarro.
Logan lo cogió, sintiendo como los dedos de Bill rozaban los suyos. Se fijó en sus manos, en esas uñas largas y bien pintadas, y en esos anillos que las adornaban. Nunca había visto a un chico como Bill, que usaba maquillaje, pintaba sus uñas y vestía de esa llamativa y atractiva manera.
-Siento mucho haberte aguado la fiesta-se disculpó Bill de nuevo-Tus amigos te estarán esperando.
-No pasa nada-dijo Logan con firmeza-Si estás mal y necesitas hablar, aquí me tienes.
Bill le miró sonriendo, Logan se le había acercado más y solo tenía que dar un paso y probar sus labios. Pero…estaba yendo demasiado rápido, y no estaba del todo seguro que Logan sintiera algo por él.
Además, aún tenía unos días por delante y no podía negar que le gustaba la idea de jugar con él un poco más.
-¿Quieres regresar a la fiesta conmigo?-preguntó Logan tendiéndole una mano-O nos quedamos aquí un poco más, lo que tú prefieras.
-Me gustaría quedarme aquí contigo pero Tom me espera-dijo Bill suspirando-Ya le habrás escuchado, no quiere que llegue tarde.
Si, Logan le había oído alto y claro. Tom había dicho que le esperaba en la cama y Bill le seguiría como un dócil cordero.
-¿Por qué?-estalló Logan sin querer-¿Por qué lo haces Bill?
-Sé que no lo entiendes, pero no lo puedo remediar-dijo Bill sintiendo que los ojos se le llenaban de lágrimas-Por mucho daño que me haga…hay algo entre los dos imposible de romper. Hubo un tiempo en que le amé con toda mi alma.
-Pero… me dijiste que solo pagó las deudas de tus padres si te ibas con él a la cama-le recordó Logan-¿Cómo pudiste llegar a amarle?
Bill se sintió pillado, no sabía qué mentira decir ya que no le acarreara más problemas. Con cada palabra que salía de su boca sentía como crecía el odio de Logan hacia su hermano, podía verlo en sus ojos y no sabía que pasaría si le fuera a hacer algo solo para tratar de defenderle de algo que no era cierto.
Su hermano era una buena persona, ¿cómo era capaz de hacerle eso?
-Perdóname-dijo Logan para su asombro-Es que me cuesta aceptarlo, pero…bueno, supongo que cuando uno está enamorado hace todo lo posible para retener a la otra persona a su lado.
Bill le miró sin saber que decir, pensando que llevaba mucha razón. Sino, que le mirara a él, haciendo pasar a su hermano por un depravado.
No sabían que más decirse, pero no hacían falta las palabras. Estaban solo en la playa escuchando el sonido de las olas romper a sus pies en la orilla. Un sonido hipnótico que unido al cansancio de un día tan ajetreado hizo que a Bill se le escapara un bostezo de los labios.
-Lo siento-murmuró sonriendo.
-Estarás cansado-comentó Logan imitándole.
-Salimos de Alemania por la mañana y han sido un viaje agotador-explicó Bill por encima.
"Más teniendo que aguantar a Tom"-pensó Logan arrugando la frente.
Ya se hacía una idea de como habría sido el vuelo, no podía evitar imaginarse que en mitad de el Tom le pidiera a Bill que se reuniera en el baño con él para hacer el amor entre las nubes. Y el pobre Bill habría dicho que sí, que remedio.
Odiaba a Tom con todas sus fuerzas, se le veía la clase de chico posesivo, celoso de que alguien mirara lo que era suyo. La clase de chico que no le importaba hacer daño a la persona amada con tal de satisfacer sus necesidades, capaz de llegar incluso a violar solo porque a él le apetecía en esos momentos y a Bill no le quedaba más remedio.
-Será mejor que regrese-murmuró Bill ante el silencio de Logan-Tom me está esperando despierto y...
-No vayas, por favor-suplicó Logan de nuevo, cogiendo la mano de Bill con la suya-Quédate conmigo...con mis amigos. Vuelve a la fiesta y entre todos hallaremos una solución a tu problema.
-No puedo-susurró Bill a punto de llorar.
Se sentía muy mal por hacer creer que su propio hermano era un ser así de cruel, cuando era todo lo contrario. Y al mismo tiempo...se sentía muy bien, Logan no soltaba su mano y sentía el calor que emanaba, y lo bien que olía. Cerró los ojos y aspiró hondo esa mezcla a perfume y brisa marina...casi creyó que un orgasmo recorría su cuerpo...
-Si ahora no puedes, mañana nos vemos-insistió Logan sin soltarle-Mis amigos y yo estaremos en la playa, búscanos.
Bill asintió con la cabeza, ya no se le ocurrían más mentiras que decir. Sabía que por la cabeza de Logan flotaba la imagen de él y su hermano compartiendo cama esa misma noche como otras antes, cuando no era más que una cruel invención suya para atraer su atención, cosa que ya había hecho.
¿Hasta donde llegaría con su juego? ¿Cuántas vidas destrozaría por el camino?
-Hasta mañana entonces, Bill-se despidió Logan soltándole.
-Adiós-susurró Bill suspirando.
Logan asintió y dio media vuelta dispuesto a regresar con sus amigos, pero...se lo pensó mejor y girando de nuevo se acercó a Bill todo lo que pudo y le abrazó con fuerza.
-Recuerda que no estás solo en esto-susurró dándole un casto beso en la sien.
Le soltó de nuevo y regresó a la fiesta, dejando a Bill en la orilla de la playa con una sonrisa en sus labios cada vez más amplia.
-Me ha besado-susurró llevándose una mano a la cara.
Vale, había sido un casto beso como el que le podía dar su propio hermano, pero beso al fin y al cabo. Soltó una carcajada y recogiendo sus botas echó a correr hacia el bungalow.
Una vez en el entró con mucho sigilo. Todo estaba a oscuras, su hermano ya se había acostado y se tuvo que guiar por la luz de la luna. Entró en la habitación que compartiría y se desnudó con rapidez sin dejar de sonreír en ningún momento. Todo salía como si lo hubiera planeado, se volverían a ver al día siguiente y si se podía escapar él de su hermano y Logan de sus amigos, tal vez le llevara a una cala abandonada y allí darían rienda a su pasión desenfrenada...
-¿Estás bien?
La voz de Tom le hizo dar un bote y borrar la sonrisa de inmediato. Se volvió al tiempo que apretaba contra su desnudo pecho la camiseta que en sus manos llevaba.
-¿Sigues enfadado?-preguntó Tom al ver su gesto gracias a la luz que se colaba por la ventana.
-Me has asustado-gruñó Bill.
Y sí, estaba enfadado. En su cabeza flotaba la imagen de él y Logan haciendo el amor a orillas del mar mientras las olas mecían sus cuerpos, y la voz de su hermano rompió ese mágico momento.
-Lo siento-se disculpó Tom sentándose en la cama-¿Podemos hablar?
-Estoy cansado-negó Bill-Durmamos.
Y dicho y hecho se giró de nuevo dándole la espalda a su hermano y terminó de ponerse la camiseta que usaba para dormir. Entró en el baño y se desmaquilló, para cuando regresó a la habitación su hermano estaba de nuevo acostado dándole la espalda y le imitó.
Tumbado en la cama se quedó mirando la ventana, a través de ella le llegaba el sonido del mar y volvió a retomar su sueño donde lo dejó, Logan haciéndole el amor a un ritmo lento mientras las olas bañaban sus desnudos cuerpos...
¿Cómo sería? Nunca antes lo había hecho, ni siquiera había dado o recibido un beso. Tenía mucho miedo, de estar con un chico y ver al día siguiente su amor publicado en la prensa. Pero allí donde era un completo desconocido no pensaba pasar la oportunidad de recibir su primer y anhelado primer beso. Y más si se lo daba un chico tan guapo....
-¿No te apetece bailar?-preguntó Bill extrañado al ver como Tom pasaba de un par de tetas.
Porque la última chica que se les había acercado tenía un escote impresionante, aparte de una minifalda que dejaba al descubierto unas largas piernas morenas. Estaba sorprendido, la de fiestas que había visto como nada más entrar por la puerta su hermano se colgaba del brazo de un par de chicas y no volvía a verlo hasta la mañana siguiente, sabiendo de sobra que habrían compartido cama....y no queriendo saber si había sido solo con una o las dos a la vez...
-Estoy cansado-respondió Tom a su pregunta.
-Ya te dije que si no querías venir nos quedábamos en el bungalow-dijo Bill a punto de dejar la bebida sobre una de las mesas.
-Y yo ya te he dicho que no-dijo Tom a su vez negando con la cabeza-Estamos de vacaciones, y como ya les he dicho a Georg y a Gustav hemos venido a disfrutar de una magnífica fiesta sin nadie que nos pida un autógrafo o hacerse una foto.
En esos momentos no lo echaban de menos, esa fama que poco a poco iban consiguiendo era algo que a veces agobiaba. Por suerte, en esa isla perdida de la mano de Dios eran cuatro chicos normales que pasaban juntos las vacaciones sin dar cuenta a nadie.
Y eso mismo pensaba hacer Bill. Dio un trago largo a su bebida y buscó a Logan con la mirada. Le vio donde la primera vez con los ojos fijos en él. Le sonrió con timidez y decidió que lo mejor era darle celos, provocarle un poco para que se le acercara.
-Bailemos-dijo con firmeza mirando a Tom.
-¿Cómo? ¿Tú y yo?-preguntó atragantándose Tom.
Bill asintió y sin darle oportunidad a negarse dejó su bebida sobre una mesa y le cogió de las manos tirando de él hacia la pista de baile acercándose todo lo que pudo hasta donde Logan estaba.
-Vamos, siempre hacemos lo que tú quieres-dijo en voz alta haciendo un puchero-Por una noche, déjame a mí tener el control.
Tom no entendía nada de nada, pero tampoco le iba a pedir una explicación. Sentía en esos momentos unas manos puestas en su cadera haciendo que se moviera al compás de la música. Se dejó llevar, perdidos entre la multitud era a la vez como si estuvieran ellos dos. Cada uno estaba a lo suyo, ajenos a dos chicos que bailaban demasiado juntos...a dos hermanos, de hecho.
Así bailaron una canción o dos, hasta que los pies de Bill no lo soportaron más y pidió tiempo muerto.
-Estos tacones me matan-gruñó Bill deshaciéndose de ellos.
-Vayamos a dar un paseo por la playa-apuntó Tom al momento.
-¿Por la playa?-repitió Bill sonriendo.
Tom asintió y antes de que pudiera decir nada le cogió del brazo con firmeza y echó a andar hacia la playa.
-Me haces daño-se quejó Bill en voz muy alta.
Tom le miró sorprendido, más cuando se soltó de su agarre y siguió andando con los brazos cruzados. Fue tras él sin entender nada, primero se lo estaban pasando mejor que nunca y de repente su hermano parecía enfadado.
Pero Bill no lo estaba para nada, todo lo contrario. Fue darse la vuelta y ver como Logan estaba de pie mirándole fijamente sin entender lo bien que se lo estaba pasando con Tom, entonces decidió que debía hacer algo para estropear el momento. Y cuando su hermano le dijo lo del paseo aceptó encantado porque en el fondo lo deseaba, pero también porque podía montar una escenita lejos de ojos indiscretos, como sus dos compañeros que bailaban ajenos a ellos. Lo último que quería era que vieran como él y Tom bailaban y se miraban con una tonta expresión en la cara.
Cuando estuvo cerca de Logan decidió soltarse del agarre de su hermano y hacerle ver que estaba enfadado por algo, como que su hermano tirara bruscamente de su brazo.
Y así lo hizo, se quejó en voz alta y siguió andando como si nada, sabiendo que su hermano seguiría sus pasos y Logan lo haría cuando se "deshiciera" de sus amigos.
Siguió andando hacia la playa con las botas cogidas de una mano y frotándose con la otra el lugar exacto donde su hermano no le había hecho daño. No pudo evitar sonreír cuando sintió la fría arena bajo sus doloridos pies. Dejó sobre ella las botas y caminó descalzo hasta la orilla, dejando que el mar le calmase.
Sintió a su hermano ponerse a su lado y se cruzó nuevamente de brazos. No hacía falta que se girara, algo le decía que Logan les espiaba a cierta distancia.
-¿Bill?-llamó Tom sin entender.
Pero no obtuvo respuesta, su hermano miraba fijamente al mar en donde se reflejaba la luna llena. ¿Qué le pasaba para que su hubiera puesto de esa mera? De repente se lo estaba pasando muy bien y luego se soltaba de él como si le hubiera hecho daño.
¡Jamás se lo haría! Era su hermano.
-¿Por qué actúas así, Tom?-preguntó Bill de repente.
-¿Cómo?-dijo Tom sin entender.
-Déjalo, estoy cansado-murmuró Bill suspirando.
Se volvió y miró fijamente a su hermano…o eso creía Tom. A su espalda se encontraba Logan, fumaba mirándolos a cierta distancia pero lo suficientemente cerca para poder escuchar sus palabras.
-¿Estás bien?-preguntó preocupado Tom.
-¿Puedes dejarme solo unos minutos, por favor?-pidió Bill en un susurro.
No quería que Logan escuchara como “echaba” a su hermano.
-Te espero en la cama-contestó Tom asintiendo-No tardes.
Dio media vuelta y regresó al bungalow dando un amplio rodeo. No quería regresar a la fiesta, se sentía mal por su hermano. Actuaba raro y él no entendía nada. A lo mejor estaba cansado del viaje, o tal vez…tal vez sospechaba algo. Cuando se dieron el baño en el mar se fritaron sin querer y mucho se temía que se había empalmado al sentirle tan cerca de su sexo hambriento.
Tal vez ese gesto le hubiera molestado, y mientras bailaba tuvo que hacer acopio de fuerzas para que no se repitiera. Y Bill lo habría notado, como sus manos sudaban y su respiración se agitaba mientras trataba de pensar en otra cosa que no fuera el dulce aroma que despedía su hermano, lo bien que estaba con él entre sus brazos…y como se lo imaginaba de esa manera desnudo en la cama…
Suspiró resignado, mucho se temía que las vacaciones habían empezado con mal pie y la relación que mantenía con su hermano se había estropeado.
Una vez a solas, Bill se volvió de nuevo. En sus oídos retumbaba el sonido del mar en calma, al tiempo que sentía las olas llegar hasta la orilla y mojarle. Cerró los ojos y esperó unos minutos hasta que escuchó pasos a su espalda y percibió el aroma a tabaco que de Logan emanaba.
-Lo siento-susurró sin volverse.
-¿Qué sientes?-preguntó Logan poniéndose a su lado.
-La escenita que hemos montado-contestó Bill volviéndose.
-No tienes por qué disculparte de nada-aseguró Logan.
-¿Me das una calada?-preguntó Bill tras echar un vistazo a su alrededor.
Logan asintió y le tendió el cigarro que había encendido hacía unos minutos. Había dejado de fumar hacía unas semanas, pero tras ver como Bill bailaba con su novio… no lo sabía explicar, pero sintió unos celos tremendos y unas ganas de matar a Tom con sus propias manos. Más cuando pasaron por su lado y Bill se quejó.
Entonces cogió un cigarro del paquete de uno de sus amigos e ignorando sus súplicas de que no recayera lo encendió y siguió a Bill hasta la playa. Se quedó todo lo cerca que pudo para no perderse palabra, dispuesto a defenderle de Tom si hacía falta. A él no le daba miedo, no podía asustarle tanto como lo hacía con Bill.
-Hacía días que no fumaba-murmuró Bill llevándose el cigarro a los labios.
Dio una profunda calada suspirando, iba necesitando la nicotina con urgencia.
-¿Tú también lo has dejado?-preguntó Logan.
-No…es que no me dejan fumar-contestó Bill suspirando.
Logan asintió imitándole, pensando que era Tom quien no le dejaba…cuando la verdad era que por su profesión Bill se cortaba de fumar y estando de gira se moría de ganas para no dañar su preciada garganta. Pero sabía lo que Logan pensaba y decidió seguir por ese camino.
-Fumo desde los 15 pero con Tom tuve que dejarlo-mintió Bill con descaro, una vez más-Me dijo que el tabaco me dejaba un mal sabor en los labios y que a él no le gustaba. Me dijo que lo tenía que dejar y me obligó a ello.
Logan le miraba horrorizado, tratando de no pensar en cómo había obligado Tom que Bill dejara de fumar. Todo por unos simples cigarros.
-Gracias-dijo Bill devolviéndole el cigarro.
Logan lo cogió, sintiendo como los dedos de Bill rozaban los suyos. Se fijó en sus manos, en esas uñas largas y bien pintadas, y en esos anillos que las adornaban. Nunca había visto a un chico como Bill, que usaba maquillaje, pintaba sus uñas y vestía de esa llamativa y atractiva manera.
-Siento mucho haberte aguado la fiesta-se disculpó Bill de nuevo-Tus amigos te estarán esperando.
-No pasa nada-dijo Logan con firmeza-Si estás mal y necesitas hablar, aquí me tienes.
Bill le miró sonriendo, Logan se le había acercado más y solo tenía que dar un paso y probar sus labios. Pero…estaba yendo demasiado rápido, y no estaba del todo seguro que Logan sintiera algo por él.
Además, aún tenía unos días por delante y no podía negar que le gustaba la idea de jugar con él un poco más.
-¿Quieres regresar a la fiesta conmigo?-preguntó Logan tendiéndole una mano-O nos quedamos aquí un poco más, lo que tú prefieras.
-Me gustaría quedarme aquí contigo pero Tom me espera-dijo Bill suspirando-Ya le habrás escuchado, no quiere que llegue tarde.
Si, Logan le había oído alto y claro. Tom había dicho que le esperaba en la cama y Bill le seguiría como un dócil cordero.
-¿Por qué?-estalló Logan sin querer-¿Por qué lo haces Bill?
-Sé que no lo entiendes, pero no lo puedo remediar-dijo Bill sintiendo que los ojos se le llenaban de lágrimas-Por mucho daño que me haga…hay algo entre los dos imposible de romper. Hubo un tiempo en que le amé con toda mi alma.
-Pero… me dijiste que solo pagó las deudas de tus padres si te ibas con él a la cama-le recordó Logan-¿Cómo pudiste llegar a amarle?
Bill se sintió pillado, no sabía qué mentira decir ya que no le acarreara más problemas. Con cada palabra que salía de su boca sentía como crecía el odio de Logan hacia su hermano, podía verlo en sus ojos y no sabía que pasaría si le fuera a hacer algo solo para tratar de defenderle de algo que no era cierto.
Su hermano era una buena persona, ¿cómo era capaz de hacerle eso?
-Perdóname-dijo Logan para su asombro-Es que me cuesta aceptarlo, pero…bueno, supongo que cuando uno está enamorado hace todo lo posible para retener a la otra persona a su lado.
Bill le miró sin saber que decir, pensando que llevaba mucha razón. Sino, que le mirara a él, haciendo pasar a su hermano por un depravado.
No sabían que más decirse, pero no hacían falta las palabras. Estaban solo en la playa escuchando el sonido de las olas romper a sus pies en la orilla. Un sonido hipnótico que unido al cansancio de un día tan ajetreado hizo que a Bill se le escapara un bostezo de los labios.
-Lo siento-murmuró sonriendo.
-Estarás cansado-comentó Logan imitándole.
-Salimos de Alemania por la mañana y han sido un viaje agotador-explicó Bill por encima.
"Más teniendo que aguantar a Tom"-pensó Logan arrugando la frente.
Ya se hacía una idea de como habría sido el vuelo, no podía evitar imaginarse que en mitad de el Tom le pidiera a Bill que se reuniera en el baño con él para hacer el amor entre las nubes. Y el pobre Bill habría dicho que sí, que remedio.
Odiaba a Tom con todas sus fuerzas, se le veía la clase de chico posesivo, celoso de que alguien mirara lo que era suyo. La clase de chico que no le importaba hacer daño a la persona amada con tal de satisfacer sus necesidades, capaz de llegar incluso a violar solo porque a él le apetecía en esos momentos y a Bill no le quedaba más remedio.
-Será mejor que regrese-murmuró Bill ante el silencio de Logan-Tom me está esperando despierto y...
-No vayas, por favor-suplicó Logan de nuevo, cogiendo la mano de Bill con la suya-Quédate conmigo...con mis amigos. Vuelve a la fiesta y entre todos hallaremos una solución a tu problema.
-No puedo-susurró Bill a punto de llorar.
Se sentía muy mal por hacer creer que su propio hermano era un ser así de cruel, cuando era todo lo contrario. Y al mismo tiempo...se sentía muy bien, Logan no soltaba su mano y sentía el calor que emanaba, y lo bien que olía. Cerró los ojos y aspiró hondo esa mezcla a perfume y brisa marina...casi creyó que un orgasmo recorría su cuerpo...
-Si ahora no puedes, mañana nos vemos-insistió Logan sin soltarle-Mis amigos y yo estaremos en la playa, búscanos.
Bill asintió con la cabeza, ya no se le ocurrían más mentiras que decir. Sabía que por la cabeza de Logan flotaba la imagen de él y su hermano compartiendo cama esa misma noche como otras antes, cuando no era más que una cruel invención suya para atraer su atención, cosa que ya había hecho.
¿Hasta donde llegaría con su juego? ¿Cuántas vidas destrozaría por el camino?
-Hasta mañana entonces, Bill-se despidió Logan soltándole.
-Adiós-susurró Bill suspirando.
Logan asintió y dio media vuelta dispuesto a regresar con sus amigos, pero...se lo pensó mejor y girando de nuevo se acercó a Bill todo lo que pudo y le abrazó con fuerza.
-Recuerda que no estás solo en esto-susurró dándole un casto beso en la sien.
Le soltó de nuevo y regresó a la fiesta, dejando a Bill en la orilla de la playa con una sonrisa en sus labios cada vez más amplia.
-Me ha besado-susurró llevándose una mano a la cara.
Vale, había sido un casto beso como el que le podía dar su propio hermano, pero beso al fin y al cabo. Soltó una carcajada y recogiendo sus botas echó a correr hacia el bungalow.
Una vez en el entró con mucho sigilo. Todo estaba a oscuras, su hermano ya se había acostado y se tuvo que guiar por la luz de la luna. Entró en la habitación que compartiría y se desnudó con rapidez sin dejar de sonreír en ningún momento. Todo salía como si lo hubiera planeado, se volverían a ver al día siguiente y si se podía escapar él de su hermano y Logan de sus amigos, tal vez le llevara a una cala abandonada y allí darían rienda a su pasión desenfrenada...
-¿Estás bien?
La voz de Tom le hizo dar un bote y borrar la sonrisa de inmediato. Se volvió al tiempo que apretaba contra su desnudo pecho la camiseta que en sus manos llevaba.
-¿Sigues enfadado?-preguntó Tom al ver su gesto gracias a la luz que se colaba por la ventana.
-Me has asustado-gruñó Bill.
Y sí, estaba enfadado. En su cabeza flotaba la imagen de él y Logan haciendo el amor a orillas del mar mientras las olas mecían sus cuerpos, y la voz de su hermano rompió ese mágico momento.
-Lo siento-se disculpó Tom sentándose en la cama-¿Podemos hablar?
-Estoy cansado-negó Bill-Durmamos.
Y dicho y hecho se giró de nuevo dándole la espalda a su hermano y terminó de ponerse la camiseta que usaba para dormir. Entró en el baño y se desmaquilló, para cuando regresó a la habitación su hermano estaba de nuevo acostado dándole la espalda y le imitó.
Tumbado en la cama se quedó mirando la ventana, a través de ella le llegaba el sonido del mar y volvió a retomar su sueño donde lo dejó, Logan haciéndole el amor a un ritmo lento mientras las olas bañaban sus desnudos cuerpos...
¿Cómo sería? Nunca antes lo había hecho, ni siquiera había dado o recibido un beso. Tenía mucho miedo, de estar con un chico y ver al día siguiente su amor publicado en la prensa. Pero allí donde era un completo desconocido no pensaba pasar la oportunidad de recibir su primer y anhelado primer beso. Y más si se lo daba un chico tan guapo....