Los estaban preparando para salir al aire en algunos minutos, aunque Gustav y Georg ya se habían percatado de la tensa situación entre los gemelos, sin mencionar que también sabían que esos dos se traían algo más que simple cariño fraternal, como Gustav era más cercano a Bill decidió ir a hablar con él y Georg con Tom.
- Hola- saludó Georg
- Tú también roncas- se apresuró a contestar Tom.
- ¿Eh?
-¿No venías a reclamarme qué no dormiste bien?
- No, no es eso. Hemos notado que tú y Bill están peleados.
- No es mi culpa, se enojó de estupideces, como solamente él sabe.
- ¿A sí?
- Si, se enojó porque no dormí con él y pensó que me fui a divertirme, pensó que usé de pretexto dormir contigo.
- Bueno no sería la primera vez que lo haces, ya van cientos de veces que le rompes las promesas que le haces y siempre te perdona.
- No me fastidies…- y le dio la espalda- Si no confía en mí, me vale lo que le pase.
- Lo dices por que estás enojado…- pero simplemente fue ignorado por Tom.
Por otro lado Gustav se dirigía a hablar con Bill.
- Hola, Bill.
- Ah…- salió de sus pensamientos- Hola Gus.
- ¿Qué tal la noche?
- No dormí nada.
- Por Tom, pero en serio esta vez no te mintió, si durmió con Georg.
- No sería la primera vez que le cubren.
- Pues… en eso tienes razón. Esta vez no te maquillaste mucho, y tú cabello está lacio.
- Me gusta así, y no tenía muchas ganas de arreglarme mucho.
Ninguno de los dos pudo solucionar el problema, ahora entraron a lo que sería el programa con sus presentadores Maribel Guardia y Latin Lover, comenzó como una entrevista normal, preguntas normales, aunque los gemelos no se sentaron juntos sino que muy separados. Todo iba bien cuando de repente la luz se fue, quedando todo a oscuras, se comenzaron a oír ruidos raros, después de unos minutos la luz regresó y todos se encontraban en diferente posición en la que estaban, Gustav estaba en las piernas de Maribel y Georg se encontraba tirado en el piso, Tom estaba casi encima del luchador… pero Bill no estaba.
- ¿Bill? ¿En dónde estás?
- Bill- comenzaron a llamarle todos, Maribel Guardia dio órdenes de que buscarán en todo el estudio pero ni rastros de él.
- Espérense, vamos a llamar a Carlos Trejo, el vidente.- Les dijo la presentadora.
- Si, esto es obra de los fantasmas en estos estudios espantan- dijo Latin
- También hay que hablarle a Mausan, de seguro lo aliens tuvieron algo que ver.
- Me vale lo que haya sido quiero encontrar a mí hermano- decía Tom, procurando no perder la calma.
- No se preocupen en lo que vienen estas sabias y poderosas personas, daremos un reportaje sobre el chile ancho.
Pasaron unos minutos y llegaron esas personas, bueno solo el vidente pues el señor investigador de lo paranormal en especialidad alienígena, estaba en Londres investigando sobre algunos vestigios de estos seres. Descubrió que doña Margara se atoró en la entrada de los baños para caballero en un estacionamiento, pero no descubrió más, cuando de repente el luchador piso algo….
- ¡Hay, Mis patas!- se escuchó una voz, entonces el luchador lo levantó, era…
- ¡Pewee!- exclamaron todos, Pewee tenía un enorme moretón en toda la cara.
- ¿Qué haces aquí? No te invitamos esta vez, uno ya no puede invitar a extranjeros porque las estrellas locales quieren ser ajonjolí de todos los moles…- decía muy indignada Maribel.
- ¡No, no, no, no! No me echen….es… es… es…
- Mira Tom- señaló Gustav, hacia el piso cerca de la entrada, era una de las pulseras que traía Bill, corrió y la tomó entre sus manos.
- Tú sabes algo más- dedujo la presentadora.
- Es lo que intento decir, le dije a Tom de algo raro entonces decidí investigar y me escondí en este estudio desde ayer y lo vi todo, entonces pasó….
- Ajá…- todos lo incitaban a que continuara.
- Pues que se lo llevaron…
- ¿Quiénes?
- Ah, pues simplemente no lo sé, me eché una pestañita y me patearon cayendo en algo suave- es decir que cuando lo aventaron fue a dar en la parte trasera de Maribel Guardia- y después sentí otro guamazote, como de un mastodonte- la presentadora lo había golpeado después de sentir que alguien la torteaba.
- No sirve de nada…- y Latin lo arrojó que hasta se escuchó.
- No se preocupen corazones, nosotros los ayudaremos- decía la presentadora.
Tom no soportó tanto dolor y salió, no podía creer que su hermano no estuviera ahí, quien sabe en donde se encontraba y en un país desconocido, tenía miedo sentía una gran angustia al no saber en donde se encontraba su adorado hermano, y se sentía aún peor por las palabras tan feas que había dicho y haber estado enojado con él, todavía sostenía entre sus temblorosas manos la pulsera que Gustav había encontrado, se limpio las lágrimas de repente.
- No te preocupes Bill, te rescataré y nada malo te volverá a pasar, nada…
Por otro lado en otro lugar, en el “refugio” con alfombras de peluche, la decoración de esa casa parecía de esas en las que habitaban las mujeres de la vida alegre.
- ¡Eres un ímbecil! ¿Qué clase de refugio es este?- gritaba William Levy
- Hay patrón no se enoje, me la rentó Ludovico Peluche porque se van a ir a ver a la suegra, porque hay feria en su pueblo…
- Eres un tarado, está noche prepara la camioneta lo trasladaré a un lugar decente, no a esta porquería.
- Tal vez debimos ir al Elite Way School…
- Idiota eso no existe.
Mientras Poncho Herrera y William seguían discutiendo, Bill se encontraba recostado en una cama, más tarde poco a poco iba abriendo sus ojos, cuando sintió que le acariciaban la mejilla, abrió enormemente sus ojos y vio a William Levy.
- Ya has despertado…
- ¿En dónde estoy?
- Descuida esta noche te sacaré de este espeluznante lugar, espero que te acuerdes de mí.
- Si, eres un William y algo.
- Levy, soy William Levy, mi amor…- eso hizo que Bill se exaltara.
- Yo… debo irme, mi hermano ha de estar buscándome.
- Lo siento lindura pero no te puedes ir, ya que te he secuestrado- a Bill se le abrieron enormemente sus ojos y se levantó a toda prisa. - Está todo cerrado.
- ¿Qué quieres de mí?
- Querrás decir que no quiero de ti, eres muy hermoso, desde que te vi en un video me robaste el sueño y me puse a investigar cada detalle de ti, cuando me enteré que estarías aquí decidí aprovecharme y ahora aquí estás.
- Estás enfermo.
- Si, por ti. Me encantas, tú y yo la pasaremos muy bien, me harás disfrutar como nunca, eres mucho más hermoso que cualquier mujer u hombre.
- ¡No te me acerques!
- No te resistas Bill, tú y yo somos el uno para el otro…- intentó tocarlo pero el cantante simplemente se echó para atrás, Levy se enojó y lo tomó fuertemente de la cintura y con su otra mano tomó su barbilla- No te conviene que te resistas, me oíste, porque te podría ir muy mal y podría actuar de una manera que no me gustaría usar con alguien tan bello como tú…
- Suéltame…- se removía- Dime ¿qué harás cuando tengas lo que quieres?
- Mi querido Bill, no solamente quiero lo que crees, o al menos no una noche y ya, tú y yo estaremos juntos siempre y nadie más podrá amarte ni pensaren ti, sino ese será el último pensamiento que tengan.
- No… ¡Estás loco! ¡Suéltame!- se seguía removiendo.
- Te dejaré que descanses, después nos iremos a otro sitio, uno digno de ti, no esta mugre.- Salió de la habitación y Bill se echó a llorar.
- Tomy… - decía entre lágrimas- Me hubiera gustado poder al menos despedirme de ti, y no estar peleados… Yo sé que me rescatarás, no sé si antes de que sea demasiado tarde, pero sé que vendrás y yo te esperaré.
Lloró hasta que se quedó dormido, después de un rato entró Levy quien lo vio dormido y lo cargó en brazos sin despertarlo, pasaron unos minutos y despertó, ahora se encontraba en una cama demasiado amplia, la cual tenía cortinas, la habitación era enorme y tenía un gran ventanal, pero con rejas.
- Estamos en el piso 40- se exaltó al escuchar esa voz, se bajó de la cama e intentó en vano abrir la puerta-
- Por favor déjame ir…
- Verás que con el tiempo te acostumbrarás y me amarás.
- ¡Jamás amaría a un ser repugnante como tú!- Levy alzó una mano, Bill cerró sus ojos pero los abrió al paso de unos segundos al ver que no pasaba nada.
- No podría golpearte, eres simplemente perfecto… aunque si te estás poniendo difícil.
Lo tomó del brazo arrojándolo hacia la amplia cama y se colocó encima de él, sujetándole las muñecas, Bill respiraba agitadamente, Levy comenzó a inclinarse hacia él y le besó a la fuerza, Bill se retorcía abajo de él. Después sonó el celular de Levy.
- Demonios, me tengo que ir, amor. Pero antes…- sacó unos pañuelos de seda y le ató las manos a la cabecera de la cama- lamento que sea así, pero te mostraste muy rebelde, lo mejor será que te ate también los pies, tal vez venga el idiota de mi secuaz y con lo retardado que es le puedes dar una patada- le ató los pies- Ves con estos pañuelos de seda no lastimaré tu hermosa piel…- colaba unos dedos en sus tobillos- pero ahora no tengo tiempo, me tengo que marchar pero ya volveré.
William se inclinó a robarle otro beso, sin poder evitar meterle en su delicada boca su asquerosa lengua y saborear la de él, mordiendo su piercing. Después se separó y Bill le escupió en la cara.
- ¡Eres un ser asqueroso!
- Me contengo por que en serio me tengo que ir, pero escucha bien esto: lo que acabas de hacer me lo voy a cobrar y lo pagarás muy caro- salió dando un portazo.
Bill se puso a llorar, sentía un poco entumidas sus muñecas y sus pies, intentó soltarse pero no pudo, no le quedaba más que dormir, pues después de todo aquello la cabeza le estaba matando.