Tokio Hotel World

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^-^Dediado a todos los Aliens ^-^


    Parte 22: It`s My First Tme Too

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    Kate Twc Kaulitz
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    Parte 22: It`s My First Tme Too Empty Parte 22: It`s My First Tme Too

    Mensaje  Kate Twc Kaulitz Miér Ago 03, 2011 7:49 pm

    Un bello pelinegro despierta de manera lenta y tranquila, está muy calmado hasta que recuerda todo lo sucedido el día anterior, en ese instante tiene ganas de ponerse a llorar -por favor, dios, que sólo sea un mal sueño -susurra a la nada pero un brazo enredándose en su cintura es quien le responde, voltea a ver el rostro de la persona que lo abraza y se encuentra con la cara de Tom.



    -"Tu hermano" -escucha a una odiosa voz que le dice eso.



    -No lo es -le responde en un susurro.



    El brazo que estaba en su cintura se aprieta más fuerte dejando el rostro de Tom enterrado en el cabello de Bill -mi amor, ¿por qué te despiertas tan temprano? -le dice la adormilada voz del de rastas.



    Bill sonríe a su medio dormido novio -por nada Tomi, no te preocupes -voltea su cuerpo y apoya su cabeza en el pecho del otro chico -¿cómo has dormido? -le pregunta luego de besar la mejilla de su "colchón personal".



    -Perfecto al estar contigo -bosteza -aunque aún tengo un poquito de sueño -el rasta tiene una cara de cansancio que hasta miedo da... Pero si el dice que es un poquito pues hay que creerle.



    -Jajaja -el menor se ríe de la cara de dormido del otro -¿por qué mejor no duermes un ratito más? -Tom asiente ya más dormido que despierto.



    El pelinegro se levanta de la cama a los 15 minutos de haberse dormido Tom, se pone un bóxer de Tom y una camiseta no tan enorme... también de Tom, todo lo encontró en un armario. Salió de la casa a dar una vuelta y se encuentra con un bello manzano, un cerezo, un peral y muchas otras frutas en un pequeño huerto atrás de la casita.



    -Mmm... Este lugar necesita un mantenimiento -dice para sí luego de examinar las verjas viejas y el Grass lleno de hierva mala y se pone manos a la obra, saca unas palas y otras cosas de jardinería y empieza el trabajo de arreglar el huertito.



    Como a las 12 AM termina con el duro trabajo de sacar la hierba mala, pero al ver que aún le quedaba bastante por hacer decide despertar a Tom.



    -Tomi... -mueve delicadamente el cuerpo de su amor -Tomi... -sigue moviendo a el mayor -TOM!! -se cansa de tratar en vano de despertarlo delicadamente y se puso a zarandearlo cual saco de patatas.



    -¡¡¡Terremoto!!! ¡¡Llamen a los bomberos!! -grita saltando encima de la cama y abrasa la almohada que hasta hace tres segundos estaba llenando de baba.



    -Tomi... -lo mira con una mueca de burla.



    -¿Tú me has despertado? -con el tonito del lobo feroz.



    -No -gesto inocente.



    -¡¡¡TÚ fuiste!!! -Bill corre lejos -¡¡ya verás!! -corre tras el pelinegro -¡¡¡te atraparé!!! -buscaba por toda la casa pero no daba con el menor -Bill... Cielo... ¿Dónde estás? -ya se estaba preocupando -Bill no es gracioso, ¡¡sal ahora!! -nada -me estás asustando -le advierte pero igual no pasa nada, así que sale en su búsqueda -¡Bill! -llama en cuanto esta fuera de la casa.



    -¡¡Buuuuu!!! -el tan buscado pelinegro se lanzó a la espalda de Tom dándole un susto de muerte -¡te asusté! -exclama con alegría inocente.



    -Sí que me asustaste -concuerda mientras intentaba bajarlo de su espalda, cosa nada fácil considerando el hecho de que eran de la misma altura -¡Bill! ¿Puedes bajar de mí encima? -pide con toda la amabilidad posible.



    -Mmm... Sólo si me haces un favor -con vocecita cómplice.



    -El que quieras.



    -¡¡¡Entonces me ayudarás con la cerca!!! -baja rápido de la espalda de su amado y lo jala hacia el pequeño huerto -hay mucho trabajo por hacer.



    -Primero debo darme un baño -el rastitas se preocupa por el aseo.



    -Te bañas luego, aparte de que igual te vas a ensuciar mucho.



    -Aunque sea déjame lavarme los dientes -y a eso sí accede, por lo que el mayor lo hace.



    En cuanto termina con su limpieza dental y llegan a el huerto Tom se pone a arreglar la desgracia que había en la verja mientras Bill sigue con el trabajo de las plantas.



    -¡¡¡Tomi!!! -el pelinegro gritaba histéricamente a su amado.



    El mayor al pensar que su "esposo" podía estar.... no sé... muriendo o algo así corre a ver qué le pasa -¿¿cariño estás bien??



    En vez de contestar Bill le enseña algo en la tierra -Tomi... -murmura y luego salta a los brazos del rasta -¡¡¡¡¡mata a esa cosa!!!!! -grita a todo pulmón mientras miraba con desconfianza el suelo.



    -¿¿Qué?? -el de ropa floja aún no captaba el mensaje, según él todo estaba bien.



    -Hay un monstruo enorme y peludo allá abajo -dramatiza y se esconde más en el cuello del otro.



    -¿Monstruo? -se pregunta y aún con Bill en brazos se agacha a ver qué es lo que había espantado a tal grado a su pequeño.



    -¡¡No te acerques!! ¡Te puede comer! -"advierte" el mas delgado.



    -No te preocupes -se inclina aún más y se encuentra con una espeluznante... ¿oruga?



    ¿Todo ese escándalo había sido sólo por una pequeña oruga? -mi vida... ¿Te asustó una oruga?



    -¡¡¿Que acaso no has visto a ese animal?!! Es enorme y peludo y... -está enumerando los múltiples defectos del animalucho ése cuando Tom le interrumpe.



    -Es inofensivo -completa la oración del menor -no te haría daño, aunque tú lo hayas ofendido.



    -Pero es tan horrible y asqueroso -con gesto de asco.



    -No lo es, solo porque algo no sea de tu agrado no quiere decir que sea repulsivo -el rasta en cierto modo se sentía familiarizado con el mini insecto -creo que nosotros deberíamos entender más que nadie eso -refiriéndose a lo de ser repudiados sólo porque no le guste a algunas personas.



    -Tienes razón -concuerda.



    -¿Y sabes algo? -Bill lo mira con curiosidad -esta cosita fea algún día será una bella mariposa.



    Bill, quien aún se encontraba en los brazos de el chico hip hop, se abraza fuerte a el cuello que le daba refugio -nuestro amor es ya una mariposa, sólo que no todos pueden ver su belleza.



    -Con que tú sí puedas me doy por satisfecho -y se inclina a besar esos labios que tanto le gustaban.



    -Tomi... -suspira el pelinegro, pero antes de que el rubio lo vuelva a besar Bill se baja de los brazos de su amado y le dice con voz de capataz -regresemos al trabajo -y así ambos lo hacen.



    Entre desyerbar y pintar se toman ¡más de 3 horas! Y bueno, pues... tanto tiempo da hambre...


    -Bill, no se tú pero yo me muero de hambre -y como para darle validez a sus palabras su estómago empezó a gruñir.



    -¡Jajaja! ¡¡Ay, Tomi!! -riéndose de la desgracia del mayor.



    -No te burles -cara ofendida -tengo hambre -sigue quejándose y haciendo un adorable puchero.



    -Ay Tomi, no te ofendas -le calma -mientras te bañas yo voy a hacer la comida, ¿qué te parece? -a lo que el rasta ni corto ni perezoso salió corriendo… no, más bien volando hacia el baño.



    -¡¡¡Salgo en un segundooooo!!! -grita desde la ducha



    -¿Y qué se supone que voy a cocinar? -creo que recién nos damos cuenta que está en una cabaña en medio de la nada, por lo que es imposible ir a comprar algo, y encima no ha estado ocupada en años por lo que es obvio no hay nada en el refrigerador -Debe haber algo en algún lado -se dice a sí mismo y es entonces cuando mira el huertito, estaba lleno de frutas y verduras -si del cielo te caen limones, aprende a hacer limonada -bien, no sé qué tengan que ver los limones en esto… o la frase de los limones en esto, además de que no me gusta la limonada, pero igual, la cosa es que Bill sacó algunas frutas y verduras y se dispuso a entrar en la cocina a preparar los sagrados alimentos.



    Ya estando en la cocina lo primero que hiso fue buscar ollas y esas cosas, ya saben -veamos… ¿qué puedo cocinar con verduras? -gesto pensativo -puedo hacer una ensalada o una sopa de verduras… mmm… creo que mejor haré una ensalada, es lo más rápido y pues no engorda -ya una vez decidido, lava las verduras, las corta y prepara un enorme tazón de ensalada.



    Ya hecha la comida, Bill va a bañarse nuevamente y se encuentra con el espectáculo de su Tomi totalmente desnudo mientras se secaba el agua



    -¡¡TOM!! -grita en cuanto lo ve y se tapa los ojos y le avienta lo primero que se encuentra, que por cierto fue un cojín.



    El pobre rasta que ni enterado estaba recibe un golpe muy cerca de sus partes nobles -¡Bill! ¡¡Cuidado con lo que me arrojas!! ¡Pudiste dejarme estéril!! -le reclama alegando por la seguridad de su… aparato.



    -Lo siento pero eso te pasa por exhibicionista -sin dejar de cubrirse los ojos, mmm… ahora que lo pienso… creo que esta es la primera vez que Bill ve desnudo a Tom.



    -Oh… vamos Bill, ahora que estamos “casados” y es nuestra “luna de miel”, ¿no crees que deberíamos dejar el pudor bien lejos? -dice Tom y yo estoy de acuerdo con él.



    -Aún me da un poco de pena -admite causando mucha ternura en el rubio -¡¡y tápate ya!! -grita nuevamente.



    -¡Ok, ok! ¡¡No te me excites!! -se pone su bóxer rápidamente -ya puedes abrir los ojos.



    Bill lo hace y lo mira con una cara de extrañeza -¿¿cómo que “no te me excites”??



    -Es una forma de hablar, es como decir no te exaltes o algo así -le aclara antes de que piense mal, ya saben, antes de que piense que habla del otro tipo de excitación.



    -Tomi, me voy a bañar ¡¡así que tú me esperas afuera!! -lo saca a empujones de la habitación matrimonial y le cierra la puerta justo en sus narices.



    -Creo que Bill quiere causarme un severo daño físico.



    Como a los 15 minutos sale Bill del cuarto y… golpea sin querer a Tom, quien estaba apoyado en la puerta.



    -Ups, lo siento cariño -se disculpa el pelinegro muy apenado.



    -Definitivamente quieres quedarte viudo -dice en son dramático.



    Mirada de odio hacia Tom -mejor vamos a almorzar -le jala de la mano y entran a la cocina, donde la mesa ya estaba puesta



    -¿Qué has cocinado? -pregunta mientras lo abraza



    -Como no había mucho, o mejor dicho, no había nada -empieza -¡te he preparado una rica ensalada! -termina de decir muy orgulloso de su éxito culinario.



    -Mmm… se me olvidó ese detalle -refiriéndose a la escasez de alimentos -bueno, al menos tenemos algo de comer.



    Ambos se sientan a comer los sagrados alimentos sin dejar de mirarse con amor y tomarse de las manos cada cierto tiempo.



    -Mi amor, estuvo delicioso -le halaga Tom luego de haber terminado con su plato.



    -Me alegro mucho -le contesta de manera autosuficiente.



    El estómago de Tom vuelve a gruñir -¿Me parece o me he quedado de hambre? -pregunta retórica.



    -Jajaja, ya me extrañaba que comieras tan poco, si mi esposito es un tragón -dice con verdadero cariño en su voz.



    -Bueno, soy un chico que necesita alimentarse -se excusa mientras se levanta y recoge la mesa.



    -Veamos si encuentro algo más que pueda cocinar -se levanta de su asiento y se dispone a buscar en la alacena, dándose con la enorme sorpresa de que estaba llena de alimentos no percibidos -jeje… al parecer si hay comida -informa -mmm… ¿Qué te parece si te hago un pastel con relleno de fresas?



    La cara de Tom se le ilumina al pensar en tan delicioso manjar, hecho por las manos de un manjar aún mejor -mi amor, esa idea es excelente -se acerca a ayudar a su Bill y entre abrazos, besos y otras cosas aun mas cursis terminan con una deliciosa tartaleta que realmente lucia increíble -Bill, en serio que se te da bien la pastelería -mientras admira el bonito pastel.



    -Creo que ya no podremos comerlo hoy -Tom le mira con una cara de duda.



    -¿Por qué? -quiere saber el de rastas.



    -Porque te has comido la mayoría de las fresas y la mitad de la masa -dice el pelinegro con cara de reproche y es verdad, ya que mientras preparaban la tarta nuestro querido rasta se puso a comérsela sin importarle que estuviera cruda.



    -Bueno, bueno -Tom accede ya que en realidad se sentía empachado -pero definitivamente me la comeré mañana -y mira a la torta como si estuviera amenazándola.



    -Ay mi amor, ¿qué te ha hecho la pobre tarta?



    -Mmm… -piensa en algo -pues… ser una tarta, eso ha hecho.



    -Ay Tomi… -mira a ambos y en realidad parecían unos monstruos de harina, es que estaban todos sucios -creo que debemos bañarnos nuevamente -comenta con una sonrisa.



    El rubio hace lo mismo que Bill, o sea, mira su estado de suciedad y concuerda con su novio - pero ¿sabes?… -dice luego de un segundo -se me antoja bañarme en el lago -el menor lo mira con desconfianza - ¡¿Qué?! El lago es precioso y no pienso volver a bañarme en esa ducha -no es que tenga algo en contra de la ducha, solo que no caía mucha agua.



    -Mmm… tienes razón Tomi, yo también me muero por bañarme en ese lindo lago -jala a su novio de la mano para que corran a las orillas del lago, en realidad corren bastante lejos de su cabañita, llegando hacia un lugar descampado donde crecían flores de diferentes colores, todo era muy bonito.



    -¡Vamos Bill!, el ultimo en entrar tiene que limpiar la cocina -grita Tom mientras corre a el agua, en el camino va quitándose sus prendas quedándose sólo el bóxer y ofreciendo una muy buena vista de sus perfectos músculos.



    El pelinegro mira muy nervioso como su novio chapotea en el agua cual niño chiquito.



    -“¡Rayos Bill! ¡Ya basta de inseguridades!, es tu esposo, lo amas, te ama, entonces ¿por qué sigues indeciso?” le grita la misma vocecita molesta de su cabeza.



    -“En realidad no lo sé, creo que es porque él aún no me dice nada acerca de eso”- le responde a la molesta voz.



    -“No te quiere obligar porque te ama, de otro modo no se habría aguantado tanto, de otro modo no estaría dispuesto a luchar contra el mundo por ti”.



    -“Pero… ¿Y si no quiere? ¿Y si piensa mal de mí?” -sigue con las inseguridades.



    -“¡Oh, vamos! Es obvio que ambos quieren, así que, o te lanzas tú o simplemente mueres virgen” -concluye la voz y luego desaparece de su cabeza.



    -“Tienes razón” -concuerda Bill y empieza a acercarse a su esposo -Tomi… -le llama con una voz que simplemente incitaba al deseo



    El rasta voltea a ver a su amado y se encuentra con una imagen que sinceramente era para infartarse, su pequeño Bill estaba desnudándose para él, sin dejar de mirarlo con una extraña mueca en el rostro, Tom traga fuerte -mi vida ¿qué haces? -pregunta sin dejar de ver las acciones de Bill.



    -Lo que tú no te atrevías a hacer -contesta con la voz más sensual que tiene, lo cual ya es bastante considerando que su voz es sexy de por sí.



    Lentamente el pelinegro se acerca a su novio y éste lo estrecha muy fuerte entre sus brazos, con sus manos no puede dejar de acariciar la suave y blanca piel que posee su amado, era imposible dejar de hacerlo, tanto tiempo deseando poder verlo así, tenerlo entre sus brazos y ahora que al fin lo logra es muy poco probable que lo suelte.



    -Cielo, ¿estás seguro? -el mayor logra reunir un poco se fuerza de voluntad y le pregunta eso a su novio.



    -Nunca he estado más seguro de algo -acerca sus labios a el oído del rubio -quiero que me marques como tuyo, quiero que me hagas el amor, que seas el primero en mi vida… quiero regalarte lo más preciado para mí -finaliza y le da un beso en el lóbulo de la oreja.



    Esa última acción realizada por Bill es la que logra desaparecer cualquier rastro de autocontrol que posea el rasta, con desesperación pero al mismo tiempo con amor besa los labios de su amado sin dejar de pasar sus manos por su totalmente desnudo cuerpo, al mismo tiempo que Bill enredaba sus brazos en el cuello del mayor.



    Mecidos por el suave movimiento del agua no dejan de besarse con pasión, en una acción totalmente inesperada Bill enreda sus piernas en la cintura del rubio y este las sostiene allí con la ayuda de sus manos.



    -Tomi... -el pelinegro suelta un gemido de satisfacción en cuanto siente los labios de su amante posarse en su delicado y lago cuello y enseguida bajar dejando huellas a su paso.



    -Amor mío, no sabes cuánto he esperado este momento -murmura en cuanto libera el trozo de piel que tan delicioso le estaba sabiendo.



    -Entonces disfrútalo -Bill anima a su amado a continuar con sus acciones y es obvio que éste no desperdicia ésa increíble oportunidad.



    Con algo de brusquedad Tom sale del agua y suelta delicadamente a su ruborizado esposo entre las hermosas flores que estaban en la orilla y sinceramente siente deseos de quedarse admirándolo, como si fuera la obra de arte más perfecta que alguien pudo haber visto; para Tom la imagen de su amado totalmente desnudo, con un bello sonrojo, los labios algo hincados por tantos besos, su respiración agitada y su cabello revuelto lleno de pequeños pétalos… esa imagen definitivamente era la mejor y más bella de el universo.



    -Eres lo más hermoso que he visto en mi vida -expresa sus pensamientos en voz alta sin dejar de admirar la belleza de ese ser que estaba a punto de marcar como suyo.



    Bill no puede evitar sonrojarse más, si es posible, por las bellas palabras que le dirige su enamorado -qué cosas dices…



    -Simplemente digo la verdad -insiste el rasta y delicadamente posa su cuerpo sobre el de SU pequeño, haciéndose espacio entre sus piernas.



    El menor sólo sonríe y vuelve a besar los labios de su amado, acariciando con su lengua el piercing del labio inferior de su Tomi.



    -Bill quiere jugar -dice juguetonamente el rubio y acto seguido reparte pequeños besos por toda la piel que tiene expuesta dedicándose un tiempo a jugar con los rosados botoncitos que Bill tenia por pezones arrancando con esa acción múltiples gemidos, cada vez más fuertes, de parte de éste último.



    La lluvia de besos seguía siendo repartida por todo el torso de Bill, lo labios de Tom bajaron hasta su ombligo y se entretuvieron jugando con la pequeña abertura.



    -Ah… Tomi… -suspira Bill por las atenciones que el rasta le daba a su ombligo.



    -¿¿Te gusta Bill?? -pregunta y enseguida pasa su lengua no por el ombligo, sino por esa estrella tan sexy que Bill tenia tatuada en su cadera, realmente ese poco de tinta le ponía a mil.



    El moreno mira a su amado lamiendo su tatuaje y no puede evitar gemir a lo alto al ver esa acción tan… ¿cómo decirlo?… tan erótica -¡sí!... -gime aún más alto su respuesta.



    Tom sonríe con autosuficiencia -entonces lo siguiente te va a encantar -y acto seguido pasa su lengua por todo el muslo interno, muy cerca de su entrepierna.



    Bill sin poder contenerse grita tan fuerte que es imposible que las aves no se hayan espantado -¡¡Ah!!... Tom… eso es… -no sabe cómo describir la corriente eléctrica que sintió por toda su columna con el mero rose de la lengua de su amado por ese lugar tan íntimo.



    Esta vez Tom no detiene sus acciones para ver el rostro de Bill, al contrario, sigue por donde estaba y sin previo aviso pasa su lengua por la excitación que mostraba el menor, bien, si pensábamos que el anterior gemido fue fuerte entonces no quiero ni decirles cómo fue éste, simplemente la acción de Tom se sintió increíble. La lengua del mayor siguió paseándose por el miembro de su amado como si no fuera la primera vez que lo hace, dando seguidos y placenteros lengüetazos.



    -Tomi… por… favor…- dice entre gemidos.



    Tom detiene sus acciones y lo mira con duda, a lo que Bill responde no con palabras, sino con acciones; de una manera nada santa el pelinegro le quita el bóxer a su amado mirando de forma sorprendida a lo que se escondía bajo ellos, que por cierto estaba en su máximo esplendor… si saben a lo que me refiero.



    -¿Te gusta? -con mucho orgullo en su voz al hablar de su aparato reproductor no recibe ninguna contestación, en cambio Bill toma el rostro de su amado y le da un profundo beso, un beso totalmente apasionado, donde una batalla de lenguas se lleva a cabo sin tener un vencedor.



    -Sabes que sí -y vuelve a besarlo.



    El rasta pasa uno de sus dedos por el pequeño esfínter de su amado -ahora viene la mejor parte -le dice al oído en cuanto hubo terminado el beso.



    Sin que el mayor se lo pida Bill toma su mano y la dirige a sus labios, donde los empieza a lubricar usando su saliva, los lame cual si fueran dulces y mira a su amante con una mirada demasiado sugerente, Tom al ver esa acción de seducción por parte de su amado se empala más si es que eso era posible y gime en satisfacción.



    En cuanto sus dedos estuvieron totalmente lubricados dirige uno de ellos a la entrada del menor, ejerciendo un poco de fuerza para que este entre, es obvio que lo quería preparar bien para que su primera vez sea una experiencia maravillosa y no una experiencia que jamás desee volver a repetir.



    Bill siente un pequeño dolor, pero a medida que su amado movía su dedo y le daba pequeños besos para que se calme pues medio que se olvidaba de toda incomodidad, por lo que no se dio cuenta cuando Tom ya tenía 4 dedos en su interior y los movía delicadamente



    -Lo siguiente puede que te duela un poco, pero te juro que luego sólo sentirás placer -y enseguida saca sus dedos del interior de Bill, obteniendo un suspiro de frustración que no dura mucho ya que sus dedos son reemplazados con algo más grande y definitivamente mejor.



    Bill se aferra con brazos y piernas al cuerpo de su esposo, realmente le dolía, sentía como si lo estuvieran partiendo a la mitad -duele… -una pequeña lagrima cae de su mejilla.



    Tom nota esa lágrima y se apresura a quitarla con sus labios y luego da pequeños besos por toda la perfecta faz de su amado, deteniéndose un ratito a jugar con sus narices -vamos cariño, no me moveré hasta que te acostumbres- le calme mientras acaricia la nariz de su pelinegro con la suya.



    Varios segundos se quedan así, totalmente inmóviles hasta que Bill mueve sus caderas como indicándole que podía empezar a moverse y así lo hace el rubio. A los pocos segundos Bill ya se deshacía en gritos y gemidos de satisfacción, en realidad era muy escandaloso.



    -Vamos Tomi… ¡¡¡Más fuerte!!! -le exige entre gemidos y éste muy satisfecho cumple su petición acelerando el ritmo de las embestidas.



    -Bill… ya no puedo… -anuncia entre jadeos -yo creo que voy a… -demasiado tarde para advertencias, al parecer terminó dentro de su esposo y éste lo hizo entre los vientres de ambos.



    -Cariño… eso fue increíble… -Bill estaba agitado, sudado, jadeando, sonrojado, pero aun así lucía satisfecho y feliz, como si acabara de vivir la mejor experiencia de su vida, que de hecho lo fue.



    -Mi amor, lamento haberlo hecho en ti -dice muy avergonzado.



    -No te preocupes, después de todo somos esposos, lo que hacemos es normal -acaricia su mejilla con una de sus delicadas manos.



    -¿Te gustó?



    -Me fascinó, ha sido la mejor tarde de mi vida -y en realidad recién se estaba empezando a ocultar el sol.



    -Ciertamente fue lo mejor que me pasó, ¿sabes que también fue mi primera vez?



    Bill no lo entiende -¿De qué hablas?



    -Yo tuve sexo muchas veces pero esta es la primera vez que hago el amor -acaricia la delicada mejilla de su amado -me alegra que tú seas el único que haya aflorado estos sentimientos en mí -besa delicadamente sus labios -te amo -lo vuelve a besar- te amo, te amo, te amo -con cada “te amo” le daba un pequeño beso en el bello rostro de su amor.



    -Yo también te amo tanto mi Tomi -suelta un pequeño bostezo.



    -¿Estás agotado?



    El pelinegro sólo asiente, Tom sale del cuerpo de su amado, se echa a su lado y lo acomoda entre sus brazos -que descanses mi amor -besa su frente perlada en sudor y los tapa a ambos con su enorme sudadera



    Y así es como se quedan ambos desnudos entre un montón de flores desechas, abrazados bajo una enorme sudadera luego de hacer el amor y durmiendo en los brazos de Morfeo o más bien en los brazos de su ser amado.

      Fecha y hora actual: Sáb Sep 07, 2024 10:58 pm