**Pensamientos de Tom**
No Bill, no intento engañarte, sino olvidarte... ya no quiero seguir con este dolor, ni que tu tengas que sufrir tampoco. quiero perder este sentimiento... DESEO OLVIDARLO TODO
Justo después de estas tres palabras en su mente, el celular de Cindy sonó
Cindy: Lo siento Tom, me tengo
-Humm... ¿Qué hora es?
-Cuarto para las 11
-Mmmm cinco minutitos más
-Ya Bill, no actúes como niño pequeño otra vez- La mano del mayor se posó sobre el hombro del menor, haciendo a Bill recordar lo que la noche anterior había hecho. Su cara enrojeció y se levantó de golpe, haciéndolo chocar con el techo del Audi
-Ay cuidado, ¿estás bien?
-Sí, sí, estoy bien.
-Bueno Bill, ya podemos ir a casa
-Ajam...
-Ui ¿porque tan apagado?
-No, no es nada, es que soñé algo feo
-¿Ah sí? Pues yo soñé con un ángel, mi Amy. -El corazón de Bill se dobló al escuchar de nuevo ese nombre. -Amy es mi novia de Suiza y pues, soñé con que llegaba y me besaba... fue el beso más lindo que me ha dado, hasta se podría decir que no era ella.
-Aahh
-¿Qué tienes Bill? Estás triste por algo, te conozco.
-¿¡Tú que vas a conocerme?! Llevamos juntos 1 día, nadamas.
-Bill, Bill tranquilízate, yo solo decía-
-No Tom, mira quédate con el auto, yo camino a casa-El pelinegro se bajó del auto y azoto la puerta con fuerza. Estaba enojado, si. Pero no era enojo, eran celos.
-Bi-- -Se fue, simplemente caminó hasta desaparecer.
¿Pero que hizo Tom para que su hermano se enojara asi? Ni la menor idea de una respuesta para esa pregunta cruzó su mente. Hasta que recordó el beso de Amy. ¿Enserio habrá sido Amy? Porque se sentía muy real para que hubiera sido un sueño, y además, ella no besa así. La pequeña imagen de que su hermano haya sido el que lo besó le provoco un escalofrío que recorrió su columna vertebral lentamente. No puede ser, es su hermano y es un hombre pero... ¿Por qué la idea no lo asquea? ¿Por qué le parece hasta algo posible? Una cosa es segura: No va a llegar con su hermano y preguntarle si fue el o no, pero no se quedará de brazos cruzados. Desde el primer momento en que lo vió, se despertaron en el nuevas sensaciones, unas distintas a otras, pero entre ellas no se encontraba nada... de ese estilo. Jamás pensará en su hermano como en algo indebido, pero la idea de que así fuera no le molestaba. Eso lo tenía muy asustado. Y con estos pensamientos, arrancó el coche en busca de respuestas.
Idiota, idiota, idiota. Porque tuviste que hacer eso. ¿Por qué besaste a tu propio hermano? Las calles de Alemania se abrían mientras él las recorría camino a su casa. Después de caminar y de maldecirse por 20 minutos, llegó al apartamento y, al ver el Audi estacionado en la entrada, pensó en no entrar, pero no tenía a donde ir asi que entrar fue lo único que pudo hacer.
La sala del apartamento estaba vacía, la habitación de Tom, el comedor igual... ¿pero y Tom?
-Tom, ¿estás aquí? Un segundo de silencio total se creó en aquel piso, dándole a Bill a entender que estaba solo. Paso de nuevo por la habitación de Tom y algo encima de su cama lo hizo detenerse. Su celular. Tal vez ahí tenga mensajes de esa tal Amy... inconscientemente, el pelinegro entro a la habitación y tomó el celular y comenzó a leer los mensajes. La mayoría eran de Amy. Abrió el primer mensaje de Amy pero lo único que pudo leer fue la primer a palabra, antes de que la mano de su gemelo saliera por detrás de él, quitándole el celular.
-No es lindo ver las cosas de los demás sin su permiso...
-Tom yo no que--
-Déjalo, solo no lo hagas-Bill se volteó para poder ver a Tom y, al verlo, lo único que pudo hacer fue sorprenderse. Llevaba sólo una toalla amarrada a su cintura y la imagen de sus abdominales aun húmedos le provocó a Bill una sensación fuerte en el estomago... esas mariposas de nuevo...pero ya no eran las de antes de un examen.
-Lo siento...
-Por cierto... hace rato me di cuenta de algo Bill
-¡Ah sí? Mmm ¿de qué?
-De que no fue Amy quien vino a besarme anoche en mis sueños... -El de rastas iba caminando lentamente hacia su hermano, haciéndolo chocar contra la pared.
-¿De qué hablas Tom? -Bill sabía exactamente de que hablaba, pero los nervios no lo dejaban pensar bien que decir.
-Solo digo que anoche, un ángel me beso, y no fue exactamente mi novia... -Tom pegó las manos contra la pared, colocando cada brazo en las orejas de su hermano, acorralándolo.
-¿Y?
La cara del mayor estaba cada vez más cerca de la del menor, su reparación chocaba al salir de sus bocas. Bill cada vez sentía más el deseo de solo inclinarse 2 centímetros y besarlo, de poseerlo, o mas bien, de que Tom lo posea a él. Volvió a ver el torso desnudo de su hermano y toda la sangre que su corazón bombeaba llegaban a un solo lugar de todo su cuerpo y sintió la necesidad de tensar los músculos de sus piernas y entrepierna para que no se notara lo que ya se había vuelto inevitable, hasta que Tom dijo algo.
-Y me di cuenta de... que fui yo mismo con mi mano, ¿ves? Aquí está la mordida que me hice. -Tom extendió su mano hacia Bill enseñándole unas ligeras marcas de mordiditas.
-P-pero... si, las veo.
-Sip, todo en orden.
Mentirle a su hermano pequeño fue lo mejor que pudo hacer. Enseñarle esas recién hechas mordidas de dientes fue una gran estrategia, pero la parte de pegarlo contra la pared no fue planeada pero... volvería a hacerlo, las sensaciones de tenerlo de nuevo tan cerca valdrían la pena. ¿Pero que está pensando? ¿Qué le pasa? Esos pensamientos deben irse. Pensar así solo le traería problemas.
¿Qué fue eso? Tom estuvo tan cerca de su cara... a unos centímetros y lo hizo apropósito, eso se nota pero... ¿Por qué le habrá dicho que el mismo beso su mano? Tom de seguro sabe que eso no paso, sin embargo... mintió.
Tom se dio la vuelta y metió su celular de nuevo en su mochila. La cara de Bill seguía con la misma expresión de sorpresa y algo de angustia, y los musculos de todo su cuerpo seguían tensos.
-¿Te vas a quedar ahí parado por siempre?
-¿Qué? N-no, ya me voy
Bill salió del cuarto de su gemelo y lo único en lo que pensaba era en la cara de su hermano ahí, frente a él y la necesidad de tocar aquel bello torso. Nunca había sentido tantas gansa de tocar, y ser tocado. A Tom no le sucedía igual, él sabía bien que Bill era su hermano y tenia bien en claro sus preferencias. Pero tenía miedo. Miedo a que eso de lo que estaba seguro cambiara y eso no parecía estar tan lejos de suceder.
No Bill, no intento engañarte, sino olvidarte... ya no quiero seguir con este dolor, ni que tu tengas que sufrir tampoco. quiero perder este sentimiento... DESEO OLVIDARLO TODO
Justo después de estas tres palabras en su mente, el celular de Cindy sonó
Cindy: Lo siento Tom, me tengo
-Humm... ¿Qué hora es?
-Cuarto para las 11
-Mmmm cinco minutitos más
-Ya Bill, no actúes como niño pequeño otra vez- La mano del mayor se posó sobre el hombro del menor, haciendo a Bill recordar lo que la noche anterior había hecho. Su cara enrojeció y se levantó de golpe, haciéndolo chocar con el techo del Audi
-Ay cuidado, ¿estás bien?
-Sí, sí, estoy bien.
-Bueno Bill, ya podemos ir a casa
-Ajam...
-Ui ¿porque tan apagado?
-No, no es nada, es que soñé algo feo
-¿Ah sí? Pues yo soñé con un ángel, mi Amy. -El corazón de Bill se dobló al escuchar de nuevo ese nombre. -Amy es mi novia de Suiza y pues, soñé con que llegaba y me besaba... fue el beso más lindo que me ha dado, hasta se podría decir que no era ella.
-Aahh
-¿Qué tienes Bill? Estás triste por algo, te conozco.
-¿¡Tú que vas a conocerme?! Llevamos juntos 1 día, nadamas.
-Bill, Bill tranquilízate, yo solo decía-
-No Tom, mira quédate con el auto, yo camino a casa-El pelinegro se bajó del auto y azoto la puerta con fuerza. Estaba enojado, si. Pero no era enojo, eran celos.
-Bi-- -Se fue, simplemente caminó hasta desaparecer.
¿Pero que hizo Tom para que su hermano se enojara asi? Ni la menor idea de una respuesta para esa pregunta cruzó su mente. Hasta que recordó el beso de Amy. ¿Enserio habrá sido Amy? Porque se sentía muy real para que hubiera sido un sueño, y además, ella no besa así. La pequeña imagen de que su hermano haya sido el que lo besó le provoco un escalofrío que recorrió su columna vertebral lentamente. No puede ser, es su hermano y es un hombre pero... ¿Por qué la idea no lo asquea? ¿Por qué le parece hasta algo posible? Una cosa es segura: No va a llegar con su hermano y preguntarle si fue el o no, pero no se quedará de brazos cruzados. Desde el primer momento en que lo vió, se despertaron en el nuevas sensaciones, unas distintas a otras, pero entre ellas no se encontraba nada... de ese estilo. Jamás pensará en su hermano como en algo indebido, pero la idea de que así fuera no le molestaba. Eso lo tenía muy asustado. Y con estos pensamientos, arrancó el coche en busca de respuestas.
Idiota, idiota, idiota. Porque tuviste que hacer eso. ¿Por qué besaste a tu propio hermano? Las calles de Alemania se abrían mientras él las recorría camino a su casa. Después de caminar y de maldecirse por 20 minutos, llegó al apartamento y, al ver el Audi estacionado en la entrada, pensó en no entrar, pero no tenía a donde ir asi que entrar fue lo único que pudo hacer.
La sala del apartamento estaba vacía, la habitación de Tom, el comedor igual... ¿pero y Tom?
-Tom, ¿estás aquí? Un segundo de silencio total se creó en aquel piso, dándole a Bill a entender que estaba solo. Paso de nuevo por la habitación de Tom y algo encima de su cama lo hizo detenerse. Su celular. Tal vez ahí tenga mensajes de esa tal Amy... inconscientemente, el pelinegro entro a la habitación y tomó el celular y comenzó a leer los mensajes. La mayoría eran de Amy. Abrió el primer mensaje de Amy pero lo único que pudo leer fue la primer a palabra, antes de que la mano de su gemelo saliera por detrás de él, quitándole el celular.
-No es lindo ver las cosas de los demás sin su permiso...
-Tom yo no que--
-Déjalo, solo no lo hagas-Bill se volteó para poder ver a Tom y, al verlo, lo único que pudo hacer fue sorprenderse. Llevaba sólo una toalla amarrada a su cintura y la imagen de sus abdominales aun húmedos le provocó a Bill una sensación fuerte en el estomago... esas mariposas de nuevo...pero ya no eran las de antes de un examen.
-Lo siento...
-Por cierto... hace rato me di cuenta de algo Bill
-¡Ah sí? Mmm ¿de qué?
-De que no fue Amy quien vino a besarme anoche en mis sueños... -El de rastas iba caminando lentamente hacia su hermano, haciéndolo chocar contra la pared.
-¿De qué hablas Tom? -Bill sabía exactamente de que hablaba, pero los nervios no lo dejaban pensar bien que decir.
-Solo digo que anoche, un ángel me beso, y no fue exactamente mi novia... -Tom pegó las manos contra la pared, colocando cada brazo en las orejas de su hermano, acorralándolo.
-¿Y?
La cara del mayor estaba cada vez más cerca de la del menor, su reparación chocaba al salir de sus bocas. Bill cada vez sentía más el deseo de solo inclinarse 2 centímetros y besarlo, de poseerlo, o mas bien, de que Tom lo posea a él. Volvió a ver el torso desnudo de su hermano y toda la sangre que su corazón bombeaba llegaban a un solo lugar de todo su cuerpo y sintió la necesidad de tensar los músculos de sus piernas y entrepierna para que no se notara lo que ya se había vuelto inevitable, hasta que Tom dijo algo.
-Y me di cuenta de... que fui yo mismo con mi mano, ¿ves? Aquí está la mordida que me hice. -Tom extendió su mano hacia Bill enseñándole unas ligeras marcas de mordiditas.
-P-pero... si, las veo.
-Sip, todo en orden.
Mentirle a su hermano pequeño fue lo mejor que pudo hacer. Enseñarle esas recién hechas mordidas de dientes fue una gran estrategia, pero la parte de pegarlo contra la pared no fue planeada pero... volvería a hacerlo, las sensaciones de tenerlo de nuevo tan cerca valdrían la pena. ¿Pero que está pensando? ¿Qué le pasa? Esos pensamientos deben irse. Pensar así solo le traería problemas.
¿Qué fue eso? Tom estuvo tan cerca de su cara... a unos centímetros y lo hizo apropósito, eso se nota pero... ¿Por qué le habrá dicho que el mismo beso su mano? Tom de seguro sabe que eso no paso, sin embargo... mintió.
Tom se dio la vuelta y metió su celular de nuevo en su mochila. La cara de Bill seguía con la misma expresión de sorpresa y algo de angustia, y los musculos de todo su cuerpo seguían tensos.
-¿Te vas a quedar ahí parado por siempre?
-¿Qué? N-no, ya me voy
Bill salió del cuarto de su gemelo y lo único en lo que pensaba era en la cara de su hermano ahí, frente a él y la necesidad de tocar aquel bello torso. Nunca había sentido tantas gansa de tocar, y ser tocado. A Tom no le sucedía igual, él sabía bien que Bill era su hermano y tenia bien en claro sus preferencias. Pero tenía miedo. Miedo a que eso de lo que estaba seguro cambiara y eso no parecía estar tan lejos de suceder.