Thomas Kaulitz Lun Ago 01, 2011 10:17 pmLa maleta de Tom ya rebasaba el límite de su capacidad, pero tantas cosas no cabían en una maleta tan pequeña, listo, ya está todo; la ropa, los útiles de limpieza, el cargador del celular, y la foto de su mamá. Que bellos ojos, ese café. Claro son iguales a los de... No, Tom, no pienses en ese cantansucho, ¿qué te pasa con él? Ya, desapareció. Las llaves de la camioneta estaban donde siempre y, sin ningún problema, las tomó y se encaminó a la salida. Pobre Amy, justo ese día que habían hecho planes, se tuvo que ir, pero esto era algo importante, estaba buscando a su única familia... si, era lo correcto.
-Tomi, cielo ¿ya te vas? -la dulce, pero fuerte voz de Brenda llegó hasta sus oídos desde la puerta de entrada.
-Mamá... Brenda. Si, ya me voy, me llevo la camioneta y me voy al aeropuerto.
Los ojos de Brenda comenzaron a nublarse, las lágrimas no aguantarían más -Mi Tomi, mi bebé- las manos de Brenda pasaron dulcemente por las mejillas de Tom.
-Mami, yo jamás dejare de amarte como a mi madre, pero esto es algo que debo hacer... te quiero mucho. -Los brazos de Tom rodearon fuertemente a Brenda, que a su vez abrazó a Tom por la cintura.
-Cuídate mucho mi bebe... espero que encuentres también a tu hermano- Estas últimas palabras no se entendieron muy bien porque su boca estaba pegada al hombro de Tom.
-Hum?
-No, nada.-Brenda dejó de abrazar a Tom y sin más, se dio la vuelta y regresó a la casa. Los ojos de Tom se nublaron ligeramente, pero se pudo controlar y se dirigió de una vez por todas hacia su camioneta.
--En algún punto de Alemania...--
El concierto transcurrió como si nada, pero esa sensación en su estomago no dejaba de hacerse notar, esas maripositas, pero no de las que sientes cuando estas enamorado, si no de las que sientes antes de un examen final.
Bill cantaba algo raro, la presión en su abdomen cortaba su respiración y Gustav se dio cuenta de ello. Al finalizar el concierto, Gustav se decidió a hablar con Bill.
-Bill, ¿podemos hablar un segundo?
-Claro Gustav-Gustav llevó a Bill a un pasillo lejos del paso de la demás gente.
-Mira Bill, amm te noto algo nervioso, dime, ¿te pasa algo?
-No-no sé a qué te refieres.
-Bill, no te hagas, te he visto muy preocupado, no podías ni cantar allá arriba, dime que tienes.
-Es que no sé cómo explicarlo, siento algo en mi estómago, estoy preocupado Gustav, se que algo va a pasar... pero no se que.
-Leí en una revista que sientes eso antes de encontrar a alguien especial, ya sabes, a la indicada.
-¿Enserio? Espera, ¿Dónde leíste eso eh? Me suena a revista de mujer-estas últimas 3 palabras le salieron a Bill con un tono cantadito.
-¿Qué? ¡N-no! ¿Yo? ¿Leer revistas de mujer? Qu-que loco. N-nah.
-Jajaja tranquilo hermano, ya, vamos con Georg
Los dos amigos se dirigieron hacia donde su tercer amigo se encontraba, pero el vocalista no dejó de pensar en lo que su amigo le acababa de decir "antes de encontrar a alguien especial..."
--En algún punto de Suiza...--
El avión estaba apunto de despegar y Tom encendió su iPod "Do you know what's worth fighting for? When it's not worth dying for? Does it take your breath away And you feel yourself suffocating" Esa canción le causaba a Tom una sensación hermosa en el estómago, una sensación de felicidad. Algo comenzó a sonar en su bolsillo, un mensaje le acaba de llegar "Bebé, te deseo mucha suerte en tu viaje, se que te vas por la mejor razón del mundo y que regresarás con migo cuando lo logres y sé que lo harás. Te amo mucho. Amy" Una sonrisa ligeramente forzada se pintó en el rostro de Tom al leer el mensaje.
El avión despegó y unas revistas atrajeron la atención del de rastas, estaban pulcramente acomodadas en una bolsa situada en el respaldo del asiento de adelante. Al hojear la primera revista, notó que había mucho sobre esa banda que lo tenía harto. Devilish. ¿Pero por qué el cantante le llamaba tanto la atención? La revista dice que se encuentran en Hamburgo... justo a donde se dirigía. No. Ya basta, basta de pensar en la banda. Y así, luchando consigo mismo en su cabeza, transcurrió todo el vuelo.
El aeropuerto de Hamburgo no se veía muy diferente al de Suiza, blanco y frío. Pero la ciudad que lo rodeaba no era igual. Edificios altos, nuevos y viejos y varias casas iguales a los alrededores. Encontrar a una persona no se ve tan fácil. Pero conocía la forma perfecta. Hamburgo no era tan grande y con un par de llamadas y visitas, dar con la dirección de la casa de su madre no fue problema.
Una casa pequeña, blanca, pero muy acogedora. La puerta de entrada se parecía a esas casas de las películas gringas donde las familias son perfectas con sus vidas perfectas. El número de la casa resaltaba por estar escrito en color negro. 145.
--En esa misma ciudad, en la misma casa...--
-Bill, ven cielo
Era raro que el hijo de Simonne estuviera en casa, pero por ser el día del cumpleaños de Gordon, su presencia era indiscutible.
-Voy mamá- Bill hizo ademán de levantarse del sillón pero algo lo interrumpió. Una ráfaga de "mariposas" atacó su estómago, era esa sensación otra vez, pero mucho más fuerte, el dolor y sus latidos se hacían más y mas intensos, como unos pasos que se acercaban a él hasta que se tuvo que curvar por el dolor, y justo en el climax de su dolor, sonó el timbre.
Simonne apareció por la puerta del vestíbulo, con un vaso en sus manos y se dirigió a la puerta, sin notar la posición de su hijo. El vaso cayó al suelo al abrir la puerta. No puede ser. Esos ojos. Los ojos de su hijo.
-¿Si-Simonne Kaulitz?
-...- las palabras simplemente no le salían de la garganta.
-Bu-buenas tardes mi nombre es Tom y...
Tom fue interrumpido al ver a Simonne caerse al suelo, un desmayo.
-¡Simonne!
Bill seguía sintiendo ese dolor en su estómago y al escuchar a aquel muchacho gritar el nombre de su mamá, se levantó y fue corriendo hacia ella.
-¡Mamá!
-¿Mamá? -Tom aún no podía ver el rostro del Bill, estaba agachado viendo hacia Simonne, pero al escuchar esta voz, se dio la vuelta y pudo ver el rostro del muchacho que estaba parado frente a su casa. Un fuerte latido de su corazón acompañó a su falta de aliento.
Lo mismo le pasó a Tom pero multiplicado por 10 y por 20 eternos segundos se vieron a los ojos encontrando en ellos, varias respuestas, pero una infinidad de preguntas.
Gordon se asomó por la puerta del vestíbulo y al ver a Simonne tirada en el suelo, fue corriendo a su lado.
Algo pasaba, ese hombre se estaba llevando a su mamá a la sala pero Tom simplemente no reaccionaba, estaba perdido en los ojos de aquel cantante alemán. Estaba seguro de sentir algo, algo en su estomago le dolía, así como las mariposas antes de un examen*.
Bill sentía lo mismo en su estómago, pero ninguno de los dos pronunciaba palabra alguna.
Después de la canción, el conductor de la estación de radio comenzó a hablar.
-Acabas de escuchar Naive de Lilly Allen, bueno felicito a la gente que cumpla años hoy, feliz cumpleaños a Andrea de la Fuente, Mariano Ortega y muchas felicidades a este cantante Alemán Bill Kaulitz, que cumple hoy 17 años! Un poco de la vida de Bill, Bill nació en Suiza aunque es de padres alemanes. Al nacer, se fue inmediatamente a Alemania. A los 7 años descubrió un gran interés por la música y a los 15 formó la banda, que hoy en día sigue deleitándonos con su música, Devilish bueno en otras noticias...- Amy le bajó volumen a la radio y se dirigió a Tom.
-Wow, yo amo Devilish, ¿puestyle="font-size: medium;">-Billy, hay algo que no te conté... a-al nacer, tenias un hermano, un hermano gemelo y-las lágrimas comenzaron a caer por las mejillas de Simonne. -y los doctores me dijeron que estaba muy enfermo y que no duraría vivo por más de cuatro días pero... Tom estas... vivo.
Los ojos de Tom se nublaron un poco-Si, mi ma-la señora que me cuida me dijo que ella trabajaba allí y que los doctores pudieron salvarme, pero tú ya te habías ido a Alemania y ya no pudieron encontrarte...
-Entonces-Bill sonaba más preocupado que contento por encontrar a su hermano.-¡¿yo tenía un hermano y jamás me lo dijiste?!
-Billy, espera- Bill se levantó del sillón y, golpeando sus botas contra el suelo lo más fuerte que podía, se subió al cuarto de Simonne, el ya no tenía una habitación en esa casa-Ah, lo siento Tom, el es un poco... difícil.
-Claro Simonne, yo estaría igual.
-Dime, tu nombre, ¿quién te lo puso?
-Pues Brenda, la señora que me adoptó. Me puso Thomas y yo siempre me he dicho Thomas Meier, ese es su apellido.
-Pues si ahora quieres re-unirte a esta familia, eres más que bienvenido y, no, te pido que por favor te unas a esta familia.
-Simonne yo-
-Mamá, dime mamá
-Ma-mamá, yo estaría más que feliz al unirme a esta familia, ¿para eso vino no? Jaja
-Pero no tendría donde puedas quedarte Tom... creo que te tendrías que quedar con Bill
-Pues eso estará difícil, he notado algo de presión entre nosotros dos.
-Que te parece si vamos a preguntarle, ¿eh?
Tom asintió con la cabeza y ambos subieron a la habitación de Simonne, pero ella no entró, solo entró Tom
-No, déjame mamá- Bill estaba recostado en la cama de Simonne en posición de feto.
-No-no soy tu mamá...
Al escuchar esta voz, las mejillas de Bill enrojecieron y su cara se puso caliente. Quién sabe qué es lo que sentirá Bill hacia Tom, pero no es algo que se podría llamar "normal" entre hermanos.
-Tomi, cielo ¿ya te vas? -la dulce, pero fuerte voz de Brenda llegó hasta sus oídos desde la puerta de entrada.
-Mamá... Brenda. Si, ya me voy, me llevo la camioneta y me voy al aeropuerto.
Los ojos de Brenda comenzaron a nublarse, las lágrimas no aguantarían más -Mi Tomi, mi bebé- las manos de Brenda pasaron dulcemente por las mejillas de Tom.
-Mami, yo jamás dejare de amarte como a mi madre, pero esto es algo que debo hacer... te quiero mucho. -Los brazos de Tom rodearon fuertemente a Brenda, que a su vez abrazó a Tom por la cintura.
-Cuídate mucho mi bebe... espero que encuentres también a tu hermano- Estas últimas palabras no se entendieron muy bien porque su boca estaba pegada al hombro de Tom.
-Hum?
-No, nada.-Brenda dejó de abrazar a Tom y sin más, se dio la vuelta y regresó a la casa. Los ojos de Tom se nublaron ligeramente, pero se pudo controlar y se dirigió de una vez por todas hacia su camioneta.
--En algún punto de Alemania...--
El concierto transcurrió como si nada, pero esa sensación en su estomago no dejaba de hacerse notar, esas maripositas, pero no de las que sientes cuando estas enamorado, si no de las que sientes antes de un examen final.
Bill cantaba algo raro, la presión en su abdomen cortaba su respiración y Gustav se dio cuenta de ello. Al finalizar el concierto, Gustav se decidió a hablar con Bill.
-Bill, ¿podemos hablar un segundo?
-Claro Gustav-Gustav llevó a Bill a un pasillo lejos del paso de la demás gente.
-Mira Bill, amm te noto algo nervioso, dime, ¿te pasa algo?
-No-no sé a qué te refieres.
-Bill, no te hagas, te he visto muy preocupado, no podías ni cantar allá arriba, dime que tienes.
-Es que no sé cómo explicarlo, siento algo en mi estómago, estoy preocupado Gustav, se que algo va a pasar... pero no se que.
-Leí en una revista que sientes eso antes de encontrar a alguien especial, ya sabes, a la indicada.
-¿Enserio? Espera, ¿Dónde leíste eso eh? Me suena a revista de mujer-estas últimas 3 palabras le salieron a Bill con un tono cantadito.
-¿Qué? ¡N-no! ¿Yo? ¿Leer revistas de mujer? Qu-que loco. N-nah.
-Jajaja tranquilo hermano, ya, vamos con Georg
Los dos amigos se dirigieron hacia donde su tercer amigo se encontraba, pero el vocalista no dejó de pensar en lo que su amigo le acababa de decir "antes de encontrar a alguien especial..."
--En algún punto de Suiza...--
El avión estaba apunto de despegar y Tom encendió su iPod "Do you know what's worth fighting for? When it's not worth dying for? Does it take your breath away And you feel yourself suffocating" Esa canción le causaba a Tom una sensación hermosa en el estómago, una sensación de felicidad. Algo comenzó a sonar en su bolsillo, un mensaje le acaba de llegar "Bebé, te deseo mucha suerte en tu viaje, se que te vas por la mejor razón del mundo y que regresarás con migo cuando lo logres y sé que lo harás. Te amo mucho. Amy" Una sonrisa ligeramente forzada se pintó en el rostro de Tom al leer el mensaje.
El avión despegó y unas revistas atrajeron la atención del de rastas, estaban pulcramente acomodadas en una bolsa situada en el respaldo del asiento de adelante. Al hojear la primera revista, notó que había mucho sobre esa banda que lo tenía harto. Devilish. ¿Pero por qué el cantante le llamaba tanto la atención? La revista dice que se encuentran en Hamburgo... justo a donde se dirigía. No. Ya basta, basta de pensar en la banda. Y así, luchando consigo mismo en su cabeza, transcurrió todo el vuelo.
El aeropuerto de Hamburgo no se veía muy diferente al de Suiza, blanco y frío. Pero la ciudad que lo rodeaba no era igual. Edificios altos, nuevos y viejos y varias casas iguales a los alrededores. Encontrar a una persona no se ve tan fácil. Pero conocía la forma perfecta. Hamburgo no era tan grande y con un par de llamadas y visitas, dar con la dirección de la casa de su madre no fue problema.
Una casa pequeña, blanca, pero muy acogedora. La puerta de entrada se parecía a esas casas de las películas gringas donde las familias son perfectas con sus vidas perfectas. El número de la casa resaltaba por estar escrito en color negro. 145.
--En esa misma ciudad, en la misma casa...--
-Bill, ven cielo
Era raro que el hijo de Simonne estuviera en casa, pero por ser el día del cumpleaños de Gordon, su presencia era indiscutible.
-Voy mamá- Bill hizo ademán de levantarse del sillón pero algo lo interrumpió. Una ráfaga de "mariposas" atacó su estómago, era esa sensación otra vez, pero mucho más fuerte, el dolor y sus latidos se hacían más y mas intensos, como unos pasos que se acercaban a él hasta que se tuvo que curvar por el dolor, y justo en el climax de su dolor, sonó el timbre.
Simonne apareció por la puerta del vestíbulo, con un vaso en sus manos y se dirigió a la puerta, sin notar la posición de su hijo. El vaso cayó al suelo al abrir la puerta. No puede ser. Esos ojos. Los ojos de su hijo.
-¿Si-Simonne Kaulitz?
-...- las palabras simplemente no le salían de la garganta.
-Bu-buenas tardes mi nombre es Tom y...
Tom fue interrumpido al ver a Simonne caerse al suelo, un desmayo.
-¡Simonne!
Bill seguía sintiendo ese dolor en su estómago y al escuchar a aquel muchacho gritar el nombre de su mamá, se levantó y fue corriendo hacia ella.
-¡Mamá!
-¿Mamá? -Tom aún no podía ver el rostro del Bill, estaba agachado viendo hacia Simonne, pero al escuchar esta voz, se dio la vuelta y pudo ver el rostro del muchacho que estaba parado frente a su casa. Un fuerte latido de su corazón acompañó a su falta de aliento.
Lo mismo le pasó a Tom pero multiplicado por 10 y por 20 eternos segundos se vieron a los ojos encontrando en ellos, varias respuestas, pero una infinidad de preguntas.
Gordon se asomó por la puerta del vestíbulo y al ver a Simonne tirada en el suelo, fue corriendo a su lado.
Algo pasaba, ese hombre se estaba llevando a su mamá a la sala pero Tom simplemente no reaccionaba, estaba perdido en los ojos de aquel cantante alemán. Estaba seguro de sentir algo, algo en su estomago le dolía, así como las mariposas antes de un examen*.
Bill sentía lo mismo en su estómago, pero ninguno de los dos pronunciaba palabra alguna.
Después de la canción, el conductor de la estación de radio comenzó a hablar.
-Acabas de escuchar Naive de Lilly Allen, bueno felicito a la gente que cumpla años hoy, feliz cumpleaños a Andrea de la Fuente, Mariano Ortega y muchas felicidades a este cantante Alemán Bill Kaulitz, que cumple hoy 17 años! Un poco de la vida de Bill, Bill nació en Suiza aunque es de padres alemanes. Al nacer, se fue inmediatamente a Alemania. A los 7 años descubrió un gran interés por la música y a los 15 formó la banda, que hoy en día sigue deleitándonos con su música, Devilish bueno en otras noticias...- Amy le bajó volumen a la radio y se dirigió a Tom.
-Wow, yo amo Devilish, ¿puestyle="font-size: medium;">-Billy, hay algo que no te conté... a-al nacer, tenias un hermano, un hermano gemelo y-las lágrimas comenzaron a caer por las mejillas de Simonne. -y los doctores me dijeron que estaba muy enfermo y que no duraría vivo por más de cuatro días pero... Tom estas... vivo.
Los ojos de Tom se nublaron un poco-Si, mi ma-la señora que me cuida me dijo que ella trabajaba allí y que los doctores pudieron salvarme, pero tú ya te habías ido a Alemania y ya no pudieron encontrarte...
-Entonces-Bill sonaba más preocupado que contento por encontrar a su hermano.-¡¿yo tenía un hermano y jamás me lo dijiste?!
-Billy, espera- Bill se levantó del sillón y, golpeando sus botas contra el suelo lo más fuerte que podía, se subió al cuarto de Simonne, el ya no tenía una habitación en esa casa-Ah, lo siento Tom, el es un poco... difícil.
-Claro Simonne, yo estaría igual.
-Dime, tu nombre, ¿quién te lo puso?
-Pues Brenda, la señora que me adoptó. Me puso Thomas y yo siempre me he dicho Thomas Meier, ese es su apellido.
-Pues si ahora quieres re-unirte a esta familia, eres más que bienvenido y, no, te pido que por favor te unas a esta familia.
-Simonne yo-
-Mamá, dime mamá
-Ma-mamá, yo estaría más que feliz al unirme a esta familia, ¿para eso vino no? Jaja
-Pero no tendría donde puedas quedarte Tom... creo que te tendrías que quedar con Bill
-Pues eso estará difícil, he notado algo de presión entre nosotros dos.
-Que te parece si vamos a preguntarle, ¿eh?
Tom asintió con la cabeza y ambos subieron a la habitación de Simonne, pero ella no entró, solo entró Tom
-No, déjame mamá- Bill estaba recostado en la cama de Simonne en posición de feto.
-No-no soy tu mamá...
Al escuchar esta voz, las mejillas de Bill enrojecieron y su cara se puso caliente. Quién sabe qué es lo que sentirá Bill hacia Tom, pero no es algo que se podría llamar "normal" entre hermanos.
