Furioso por sentirse engañado, Peter tomó a Bill del brazo y lo arrastró fuera de la casa, donde por precaución lo abrazó por encima del hombro mostrándose amoroso por si alguien les veía.
A unos metros de la casa...
-No contesta ninguno de los dos, talvez están ocupado- dice Georg.
-¿Intentaste con el número de su casa?-
-Si, pero la línea está muerta-
-Bueno, no importa, ya estamos llegando... ¿ese no es Bill?- pregunta con los ojos entrecerrados.
-¿Dónde?- pregunta el castaño.
-Allí, y el que está con él no es Tom...me parece que Bill está forcejeando-
-¡Dios mío Gustav ese tipo se esta llevando a Bill a la fuerza!-
Gustav detiene el auto y se baja para socorrer a su amigo, mientras Georg llama de inmediato a Tom , quien aun no contesta, Gustav corre a detener lo que estaba pasando gritando y pidiendo ayuda a todo el mundo pero solo unos cuantos vecinos se asomaron a las ventanas saliendo en ayuda del pelinegro y luego regresando a sus casas para llamar a la policía , pero Peter logra meter a Bill dentro y arranca a toda velocidad, lo único que alcanza a hacer Gustav es a mirar la matricula del auto mientras le ve huir.
-¡Llama a la policía y diles el número de matricula! - exclama subiendo a su auto y arranca a la mayor velocidad que puede, pues no podía arriesgar la vida de Ambar, de Georg y de su hijo no nato, por lo cual pierde de vista al secuestrador -debí dejarlos a ustedes en la casa de Bill...así podría haber aumentado la velocidad -se riñe con las manos en la cabeza, pues la desesperación le hizo actuar sin pensar, solo tratar de ayudar a su amigo.
-Gusti -le trata de calmar Georg -ya avisé a la policía, no podemos hacer más-
-pero yo pude...- rompe a llorar al recordar la expresión de miedo que tenía Bill.
Una hora más tarde...
-Siéntate ahí y no te muevas -le ordena Peter al pelinegro, indicándole un sofá -creo que alguien nos vio, por lo tanto tendremos que irnos de aquí lo más pronto posible -
-Peter por favor...- intentó el pelinegro llorando a mares.
-Shhh...no hables- le cortó sin mirarlo -voy a empacar algunas cosas, saldremos al anochecer...tu quédate ahí y no te muevas-
Peter entró a su habitación y comenzó a llenar una maleta con su ropa, luego salió y encontró que Bill aun seguía llorando, lo miró unos instantes y luego se acerco a él, puso su brazo alrededor de su cuello y lo besó en la cabeza -todo estará mejor cuando estemos lejos de aquí, ya verás que seremos felices...y cuando nazca nuestro bebé...-
-¡¡¡Cállate!!!...¡este bebé no es tuyo!..¡es mío y de Tom! ¡y tu estás loco! grita levantándose del sofá.
Peter lo mira seriamente, respira profundo y niega con la cabeza, su mirada fría y penetrante irradiaba miedo, y se lo traspasaba rápidamente a Bill, quien al ver que su secuestrador se ponía de pie, retrocedió súbitamente, pues sabía que algo malo pasaría.
Peter camina hacia él y lo empuja hacia una pared, en donde se acerca a su rostro con la intención de besarlo, pero solo aspira su aroma baja un poco y lame su cuello, luego lo vuelve a mirar a los ojos y le agarra del cabello fuertemente, jalándolo y causándole mucho dolor, Bill solo cierra sus ojos y deja caer las lágrimas que el miedo le producían.
-No quiero oír ese nombre nunca más...ahora yo soy tu hombre y el padre de ese bebe, tampoco me levantarás la voz, si no me das problemas te tarare como una princesa, pero si me presionas...-
El rubio le suelta y le abraza llevándolo al sofá, lo sienta y camina a la cocina por algo de comer, coge unas frutas y se las da, en silencio se voltea y camina de nuevo a su habitación.
.....................................................................
-¿Dónde dejé ese maldito celular?- se preguntaba Tom, mientras lo buscaba, había buscado en todas partes y aun ni rastros de el, eran las nueve de la noche y le urgía llamar a Bill, pues se le había olvidado a que hora era la cita con el doctor, sin más remedio tendría que salir a buscar algún teléfono a la calle, pues el motel en el que se quedaba no era de muy buena calidad. Cogió su chaqueta y salió rápidamente a buscar un teléfono, con suerte encontró uno a menos de dos cuadras, echó la moneda y marcó,
pero Bill no contestaba -Contesta ...contesta...- pensando que el pelinegro ya estaba dormido no insistió más.
Camino de vuelta al motel y se echó en la cama dejando salir un largo suspiro -duerme bien mi cielo - susurró con los ojos cerrados mientras lentamente se quedaba dormido.
........................................................................
-Bill despierta, es hora de irnos -le sacude Peter.
El pelinegro abre los ojos de a poco, cuando la vista se aclara y ve esos ojos azules penetrarles los suyos, se congela en un segundo, siente que el cuerpo no le responde.
-Vamos muévete que el tiempo es oro- exclama jalándolo del brazo -tu desayuno está listo, come y aséate para que nos larguemos de aquí-
Bill obedece enseguida, pues le daba miedo el nerviosismo que tenia Peter, caminó y se sentó en la pequeña mesa, tomó su desayuno y luego entró al baño para asearse, pero una vez dentro lo único que hizo fue llorar. Luego de unos diez minutos logró calmarse, lavó su cara e intentó pasar inadvertido, pero que Peter era muy observador y no tardó en darse cuenta, al verlo caminar con la miraba baja le tomó del mentón y le hizo mirarlo a los ojos -¿por qué lloras?, ¿acaso no estás feliz?- le pregunta al tiempo que le besa sorpresivamente en los labios.
Al sentir de nuevo y después de tanto tiempo los labios de Peter sobre los suyos, la primera imagen que llegó a su fue la de su mejor amiga y su novio en ese entonces haciendo el amor en su propia cama. Inmediatamente lo aleja y lo empuja lejos de él.
-¡Pero que demonios pasa contigo!... ¡te estaba besando!- le grita.
-No quiero que lo vuelvas a hacer...me das asco -le escupe en la cara, muy a pesar de su miedo, consiguiendo que Peter se pusiera furioso.
Una cachetada extremadamente dolorosa lo lanzó al suelo, gimiendo por el dolor y viendo que el rubio camina hacia él, se arrastra como puede hasta toparse con la pared, se agacha y queda frente a él- solo esa barriga me impide patearte...ahora levántate que nos vamos de aquí-.
Dentro del auto, Bill se pregunta ¿en donde diablos está todo el mundo, que pasa que nadie ha ido a buscarlo, en donde demonios se ha metido Tom?- pensaba mirando hacia atrás mientras el auto partía, con las lagrimas derramándose sin cesar.
...........................................................
Tom se levantó temprano como de costumbre, pues tenía que ir a trabajar, pero durante el camino al trabajo decidió desviarse para ir a ver a Bill, algo en su interior le decía que algo no andaba bien, y su corazonada era correcta, al llegar a casa vio unos autos de policía estacionados en la calle, y de su casa vio entrar y salir personas desconocidas.
Mas el miedo se profundizó cuando vio salir a Gustav de la casa y muchos vecinos mirando con expresión preocupada. Estacionó su camioneta y bajó para ir corriendo a ver que pasaba en su casa -¡¿qué está pasando aquí?! -grita mirando hacia todos lados.
Un policía lo detiene por el brazo -¿quién es usted?-.
-El dueño de la casa ¿qué demonios está pasando?... ¿donde está Bill?- pregunta desesperado.
-Usted es su...-
-Soy su pareja y el padre del bebé que está esperando, ¿le pasó algo?- pregunta con miedo.
En ese momento Gustav le llama y Tom corre hacia él -Gustav... ¿qué haces aquí?,
¿qué mierda está pasando?-
-Bill ha sido secuestrado...- le confiesa sin más.
-¿Qué estás diciendo Gustav?...-pregunta sin comprender.
-Ayer un tipo se lo llevó, yo no alcancé a llegar a tiempo...lo siento- dijo Gustav bajando la mirada.
Tom se quedó callado, solo corrió hacia su casa, empujando a todo el que se lo impedía, cuando por fin pudo entrar vio una cantidad de personas que le hicieron pensar que no solamente se trataba de un secuestro, pero un detective se acercó para hablar con él.
-Así que tu eres la pareja de la victima -
-Si...-
-¿Tienes alguna idea de quien se lo ha podido llevar?... - le dice el detective.
-No...pero hace algún tiempo un imbécil le estuvo mandando obsequios, según Bill nunca dijo su nombre...también llamaba por teléfono... ¡oh Dios como pude ser tan idiota!- grita derrumbándose en sus rodillas poniendo desesperadamente sus manos en su cabeza-
-Tranquilízate...- le calma el detective - ¿aun tienes esos obsequios?-
-No lo se, la última vez que los vi estaban sobre la cama-
- Me imagino que son estos -le dice mostrándole unas bolsas con los obsequios-
-Si, esos son- asiente Tom.
-¿Y éste es tu celular?-
-Si, ¿dónde estaba?-
-El en patio trasero... ¿entonces no sabes nada más? -
-No... ¡y no se que demonios estoy haciendo aquí!, ¡voy a buscar a mi Bill!, ¡y ustedes deberían hacer lo mismo!- grita mientras corre a la salida.
-¡Espera!...necesitarás esto, para avisarte cuando le encontremos - Tom se detiene y recibe el celular que él detective le devuelve, le agradece y sigue su camino.
Una vez afuera Gustav se le acerca para preguntarle hacia donde va, y Tom le responde que en busca de su Bill, entonces Gustav le pide que le deje ir con él, que quiere ayudarlo, por que él sabe la matricula del auto, Tom le sonríe y acepta enseguida.
Sin importarle la presencia de la policía arranca el motor y sale disparado en busca de Bill.
.......................................................................
-Bill...ya llegamos- susurra Peter al oído del pelinegro, quien abre lentamente los ojos, quejándose al mismo tiempo pues la incomodidad en la que durmió toda la noche le había dejado muy adolorido. Mientras se incorpora mira a su alrededor, y solo se encuentra con un frío y casi oscuro estacionamiento, el rubio le tiende una mano y lo ayuda a salir del auto, caminan hasta un ascensor y suben hasta el séptimo piso de un hermoso departamento, algo que extrañó mucho al pelinegro, ya que ese lugar no se asemejaba en lo más mínimo a un escondite, en donde él había pensado lo llevaría Peter. El pasillo por el cual caminaron tenía unos ventanales gigantescos, los cuales le permitían ver casi todo lo que rodeaba al edificio, y quedó impactado al ver unos parques con niños jugando libremente, más al frente el mar lo que sin evitar le hizo decir en voz alta -esto es hermoso -.
-¿Te gusta?- le pregunta el rubio sacándolo de su asombro - espera a ver nuestro departamento-.
Tomándolo nuevamente del brazo lo lleva al nuevo departamento, que según él será su nuevo hogar, mete la llave en la cerradura y abre la puerta de par en par, dejando ver todo el hermoso espacio que había dentro, totalmente amoblado el lugar lucía espectacular, alfombrado de pared a pared, unos sofás preciosos, cocina americana a la vista y a pesar de que el lugar era un poco reducido, se veía realmente acogedor.
-Todo esto es para ti- le dijo Peter -para los dos...más bien dicho para los tres, no es muy grande pero tiene una hermosa vista y está totalmente equipado...y...te tengo una gran sorpresa- tomándolo de la mano lo lleva hasta una puerta, la cual al abrirse, deja a la vista un hermoso cuarto de bebé, es entonces que Bill se siente morir, no podía imaginarse la vida sin Tom y criando a su bebé con un loco desquiciado, eso no estaba bien, nada de lo que hacía Peter estaba bien y no podía callarlo.
-¿Crees que con todo esto me harás olvidar a Tom?...¿que con todo esto lograrás ser el padre mi hijo?...¿que lograrás que te ame?...¡pues nunca lo lograrás!, ¡¡yo amo a Tom y se que él me encontrará!!, ¡¡lo hará, y cuando lo haga...!!-.
Peter pierde de nuevo la poca paciencia que tanto le cuesta contener, se acerca rápidamente a Bill y le da un fuerte golpe en el rostro, haciéndolo caer al piso- te advertí que no quería oír ese nombre nunca más -le dice con la respiración agitada -esa barriga no impedirá que te de lo que mereces...-
-¿Qué vas a hacer? -pregunta horrorizado por la amenaza.
El rubio rojo de furia lo arrastra a la habitación en donde lo empuja a la cama, camina tras él y lo voltea para que quede boca arriba -ahora será mío, y olvidarás para siempre ese nombre -.
-¡Nooo!...¡ no lo hagas! -gritaba Bill mientras Peter le quitaba el pantalón junto con su ropa interior y le separaba las piernas para lograr su horrible cometido -¡por favor no lo hagas!- suplicaba el pelinegro en medio de intentos desesperados por quitarse a Peter de encima - ¡le harás daño a mi bebé!- gritó llorando desesperado.
En su extraña y enferma forma de ser, Peter deja de forcejear , se levanta con lentitud y se echa al lado de Bill, levantándole la camiseta para acariciar la barriguita del pelinegro, posando luego su oído en ella- no te preocupes bebé...yo no te haré daño, soy tu padre -dijo soltando una risita desquiciada, dejó un beso en ella y luego volvió su mirada a Bill, que aun sollozaba y se acercó a su oído- la próxima vez que me hagas perder la paciencia, no te voy a hacer sufrir...- se levantó de la cama y caminó hacia la puerta, pero antes de salir miró a su victima- la próxima vez...te mataré- le amenazó cerrando la puerta tras de si.
A unos metros de la casa...
-No contesta ninguno de los dos, talvez están ocupado- dice Georg.
-¿Intentaste con el número de su casa?-
-Si, pero la línea está muerta-
-Bueno, no importa, ya estamos llegando... ¿ese no es Bill?- pregunta con los ojos entrecerrados.
-¿Dónde?- pregunta el castaño.
-Allí, y el que está con él no es Tom...me parece que Bill está forcejeando-
-¡Dios mío Gustav ese tipo se esta llevando a Bill a la fuerza!-
Gustav detiene el auto y se baja para socorrer a su amigo, mientras Georg llama de inmediato a Tom , quien aun no contesta, Gustav corre a detener lo que estaba pasando gritando y pidiendo ayuda a todo el mundo pero solo unos cuantos vecinos se asomaron a las ventanas saliendo en ayuda del pelinegro y luego regresando a sus casas para llamar a la policía , pero Peter logra meter a Bill dentro y arranca a toda velocidad, lo único que alcanza a hacer Gustav es a mirar la matricula del auto mientras le ve huir.
-¡Llama a la policía y diles el número de matricula! - exclama subiendo a su auto y arranca a la mayor velocidad que puede, pues no podía arriesgar la vida de Ambar, de Georg y de su hijo no nato, por lo cual pierde de vista al secuestrador -debí dejarlos a ustedes en la casa de Bill...así podría haber aumentado la velocidad -se riñe con las manos en la cabeza, pues la desesperación le hizo actuar sin pensar, solo tratar de ayudar a su amigo.
-Gusti -le trata de calmar Georg -ya avisé a la policía, no podemos hacer más-
-pero yo pude...- rompe a llorar al recordar la expresión de miedo que tenía Bill.
Una hora más tarde...
-Siéntate ahí y no te muevas -le ordena Peter al pelinegro, indicándole un sofá -creo que alguien nos vio, por lo tanto tendremos que irnos de aquí lo más pronto posible -
-Peter por favor...- intentó el pelinegro llorando a mares.
-Shhh...no hables- le cortó sin mirarlo -voy a empacar algunas cosas, saldremos al anochecer...tu quédate ahí y no te muevas-
Peter entró a su habitación y comenzó a llenar una maleta con su ropa, luego salió y encontró que Bill aun seguía llorando, lo miró unos instantes y luego se acerco a él, puso su brazo alrededor de su cuello y lo besó en la cabeza -todo estará mejor cuando estemos lejos de aquí, ya verás que seremos felices...y cuando nazca nuestro bebé...-
-¡¡¡Cállate!!!...¡este bebé no es tuyo!..¡es mío y de Tom! ¡y tu estás loco! grita levantándose del sofá.
Peter lo mira seriamente, respira profundo y niega con la cabeza, su mirada fría y penetrante irradiaba miedo, y se lo traspasaba rápidamente a Bill, quien al ver que su secuestrador se ponía de pie, retrocedió súbitamente, pues sabía que algo malo pasaría.
Peter camina hacia él y lo empuja hacia una pared, en donde se acerca a su rostro con la intención de besarlo, pero solo aspira su aroma baja un poco y lame su cuello, luego lo vuelve a mirar a los ojos y le agarra del cabello fuertemente, jalándolo y causándole mucho dolor, Bill solo cierra sus ojos y deja caer las lágrimas que el miedo le producían.
-No quiero oír ese nombre nunca más...ahora yo soy tu hombre y el padre de ese bebe, tampoco me levantarás la voz, si no me das problemas te tarare como una princesa, pero si me presionas...-
El rubio le suelta y le abraza llevándolo al sofá, lo sienta y camina a la cocina por algo de comer, coge unas frutas y se las da, en silencio se voltea y camina de nuevo a su habitación.
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-¿Dónde dejé ese maldito celular?- se preguntaba Tom, mientras lo buscaba, había buscado en todas partes y aun ni rastros de el, eran las nueve de la noche y le urgía llamar a Bill, pues se le había olvidado a que hora era la cita con el doctor, sin más remedio tendría que salir a buscar algún teléfono a la calle, pues el motel en el que se quedaba no era de muy buena calidad. Cogió su chaqueta y salió rápidamente a buscar un teléfono, con suerte encontró uno a menos de dos cuadras, echó la moneda y marcó,
pero Bill no contestaba -Contesta ...contesta...- pensando que el pelinegro ya estaba dormido no insistió más.
Camino de vuelta al motel y se echó en la cama dejando salir un largo suspiro -duerme bien mi cielo - susurró con los ojos cerrados mientras lentamente se quedaba dormido.
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-Bill despierta, es hora de irnos -le sacude Peter.
El pelinegro abre los ojos de a poco, cuando la vista se aclara y ve esos ojos azules penetrarles los suyos, se congela en un segundo, siente que el cuerpo no le responde.
-Vamos muévete que el tiempo es oro- exclama jalándolo del brazo -tu desayuno está listo, come y aséate para que nos larguemos de aquí-
Bill obedece enseguida, pues le daba miedo el nerviosismo que tenia Peter, caminó y se sentó en la pequeña mesa, tomó su desayuno y luego entró al baño para asearse, pero una vez dentro lo único que hizo fue llorar. Luego de unos diez minutos logró calmarse, lavó su cara e intentó pasar inadvertido, pero que Peter era muy observador y no tardó en darse cuenta, al verlo caminar con la miraba baja le tomó del mentón y le hizo mirarlo a los ojos -¿por qué lloras?, ¿acaso no estás feliz?- le pregunta al tiempo que le besa sorpresivamente en los labios.
Al sentir de nuevo y después de tanto tiempo los labios de Peter sobre los suyos, la primera imagen que llegó a su fue la de su mejor amiga y su novio en ese entonces haciendo el amor en su propia cama. Inmediatamente lo aleja y lo empuja lejos de él.
-¡Pero que demonios pasa contigo!... ¡te estaba besando!- le grita.
-No quiero que lo vuelvas a hacer...me das asco -le escupe en la cara, muy a pesar de su miedo, consiguiendo que Peter se pusiera furioso.
Una cachetada extremadamente dolorosa lo lanzó al suelo, gimiendo por el dolor y viendo que el rubio camina hacia él, se arrastra como puede hasta toparse con la pared, se agacha y queda frente a él- solo esa barriga me impide patearte...ahora levántate que nos vamos de aquí-.
Dentro del auto, Bill se pregunta ¿en donde diablos está todo el mundo, que pasa que nadie ha ido a buscarlo, en donde demonios se ha metido Tom?- pensaba mirando hacia atrás mientras el auto partía, con las lagrimas derramándose sin cesar.
...........................................................
Tom se levantó temprano como de costumbre, pues tenía que ir a trabajar, pero durante el camino al trabajo decidió desviarse para ir a ver a Bill, algo en su interior le decía que algo no andaba bien, y su corazonada era correcta, al llegar a casa vio unos autos de policía estacionados en la calle, y de su casa vio entrar y salir personas desconocidas.
Mas el miedo se profundizó cuando vio salir a Gustav de la casa y muchos vecinos mirando con expresión preocupada. Estacionó su camioneta y bajó para ir corriendo a ver que pasaba en su casa -¡¿qué está pasando aquí?! -grita mirando hacia todos lados.
Un policía lo detiene por el brazo -¿quién es usted?-.
-El dueño de la casa ¿qué demonios está pasando?... ¿donde está Bill?- pregunta desesperado.
-Usted es su...-
-Soy su pareja y el padre del bebé que está esperando, ¿le pasó algo?- pregunta con miedo.
En ese momento Gustav le llama y Tom corre hacia él -Gustav... ¿qué haces aquí?,
¿qué mierda está pasando?-
-Bill ha sido secuestrado...- le confiesa sin más.
-¿Qué estás diciendo Gustav?...-pregunta sin comprender.
-Ayer un tipo se lo llevó, yo no alcancé a llegar a tiempo...lo siento- dijo Gustav bajando la mirada.
Tom se quedó callado, solo corrió hacia su casa, empujando a todo el que se lo impedía, cuando por fin pudo entrar vio una cantidad de personas que le hicieron pensar que no solamente se trataba de un secuestro, pero un detective se acercó para hablar con él.
-Así que tu eres la pareja de la victima -
-Si...-
-¿Tienes alguna idea de quien se lo ha podido llevar?... - le dice el detective.
-No...pero hace algún tiempo un imbécil le estuvo mandando obsequios, según Bill nunca dijo su nombre...también llamaba por teléfono... ¡oh Dios como pude ser tan idiota!- grita derrumbándose en sus rodillas poniendo desesperadamente sus manos en su cabeza-
-Tranquilízate...- le calma el detective - ¿aun tienes esos obsequios?-
-No lo se, la última vez que los vi estaban sobre la cama-
- Me imagino que son estos -le dice mostrándole unas bolsas con los obsequios-
-Si, esos son- asiente Tom.
-¿Y éste es tu celular?-
-Si, ¿dónde estaba?-
-El en patio trasero... ¿entonces no sabes nada más? -
-No... ¡y no se que demonios estoy haciendo aquí!, ¡voy a buscar a mi Bill!, ¡y ustedes deberían hacer lo mismo!- grita mientras corre a la salida.
-¡Espera!...necesitarás esto, para avisarte cuando le encontremos - Tom se detiene y recibe el celular que él detective le devuelve, le agradece y sigue su camino.
Una vez afuera Gustav se le acerca para preguntarle hacia donde va, y Tom le responde que en busca de su Bill, entonces Gustav le pide que le deje ir con él, que quiere ayudarlo, por que él sabe la matricula del auto, Tom le sonríe y acepta enseguida.
Sin importarle la presencia de la policía arranca el motor y sale disparado en busca de Bill.
.......................................................................
-Bill...ya llegamos- susurra Peter al oído del pelinegro, quien abre lentamente los ojos, quejándose al mismo tiempo pues la incomodidad en la que durmió toda la noche le había dejado muy adolorido. Mientras se incorpora mira a su alrededor, y solo se encuentra con un frío y casi oscuro estacionamiento, el rubio le tiende una mano y lo ayuda a salir del auto, caminan hasta un ascensor y suben hasta el séptimo piso de un hermoso departamento, algo que extrañó mucho al pelinegro, ya que ese lugar no se asemejaba en lo más mínimo a un escondite, en donde él había pensado lo llevaría Peter. El pasillo por el cual caminaron tenía unos ventanales gigantescos, los cuales le permitían ver casi todo lo que rodeaba al edificio, y quedó impactado al ver unos parques con niños jugando libremente, más al frente el mar lo que sin evitar le hizo decir en voz alta -esto es hermoso -.
-¿Te gusta?- le pregunta el rubio sacándolo de su asombro - espera a ver nuestro departamento-.
Tomándolo nuevamente del brazo lo lleva al nuevo departamento, que según él será su nuevo hogar, mete la llave en la cerradura y abre la puerta de par en par, dejando ver todo el hermoso espacio que había dentro, totalmente amoblado el lugar lucía espectacular, alfombrado de pared a pared, unos sofás preciosos, cocina americana a la vista y a pesar de que el lugar era un poco reducido, se veía realmente acogedor.
-Todo esto es para ti- le dijo Peter -para los dos...más bien dicho para los tres, no es muy grande pero tiene una hermosa vista y está totalmente equipado...y...te tengo una gran sorpresa- tomándolo de la mano lo lleva hasta una puerta, la cual al abrirse, deja a la vista un hermoso cuarto de bebé, es entonces que Bill se siente morir, no podía imaginarse la vida sin Tom y criando a su bebé con un loco desquiciado, eso no estaba bien, nada de lo que hacía Peter estaba bien y no podía callarlo.
-¿Crees que con todo esto me harás olvidar a Tom?...¿que con todo esto lograrás ser el padre mi hijo?...¿que lograrás que te ame?...¡pues nunca lo lograrás!, ¡¡yo amo a Tom y se que él me encontrará!!, ¡¡lo hará, y cuando lo haga...!!-.
Peter pierde de nuevo la poca paciencia que tanto le cuesta contener, se acerca rápidamente a Bill y le da un fuerte golpe en el rostro, haciéndolo caer al piso- te advertí que no quería oír ese nombre nunca más -le dice con la respiración agitada -esa barriga no impedirá que te de lo que mereces...-
-¿Qué vas a hacer? -pregunta horrorizado por la amenaza.
El rubio rojo de furia lo arrastra a la habitación en donde lo empuja a la cama, camina tras él y lo voltea para que quede boca arriba -ahora será mío, y olvidarás para siempre ese nombre -.
-¡Nooo!...¡ no lo hagas! -gritaba Bill mientras Peter le quitaba el pantalón junto con su ropa interior y le separaba las piernas para lograr su horrible cometido -¡por favor no lo hagas!- suplicaba el pelinegro en medio de intentos desesperados por quitarse a Peter de encima - ¡le harás daño a mi bebé!- gritó llorando desesperado.
En su extraña y enferma forma de ser, Peter deja de forcejear , se levanta con lentitud y se echa al lado de Bill, levantándole la camiseta para acariciar la barriguita del pelinegro, posando luego su oído en ella- no te preocupes bebé...yo no te haré daño, soy tu padre -dijo soltando una risita desquiciada, dejó un beso en ella y luego volvió su mirada a Bill, que aun sollozaba y se acercó a su oído- la próxima vez que me hagas perder la paciencia, no te voy a hacer sufrir...- se levantó de la cama y caminó hacia la puerta, pero antes de salir miró a su victima- la próxima vez...te mataré- le amenazó cerrando la puerta tras de si.