Capitulo 8: Vida De Familia

Bill se había levantado temprano, dejó que Tom durmiera un poco más, mientras se daba una ducha, al volver a la habitación vio que Tom aun estaba en sueños, lo observó un momento -oooh, se ve tan lindo mientras duerme- susurró lanzándole un beso -le prepararé el desayuno, se puso la bata y se fue a la cocina a preparar un rico desayuno y luego se lo llevó a la habitación -despierta dormilón -le susurró al oído mientras depositaba un suave beso en sus labios -te traje el desayuno, mi amor-

-Mmmmaaaah- se estiró despertando de su sueño -aahh...dormí como nunca -

-Buenos días Tomy-

-Aaah...buenos días Bill, te levantaste temprano... ¿por qué no me despertaste?-

-No quise, te veías precioso durmiendo, siéntate para que tomes tu desayuno-

-Ooh, para que te molestaste, no era necesario, cielo -le dijo dándole un dulce beso.

-De ahora en adelante me preocuparé de todas tus necesidades, ¿entendido?-le dijo el pelinegro acomodando la bandeja sobre las piernas de Tom.

-Gracias, ángel-

Bill se sentó junto a Tom y comenzó a alimentarlo con unas fresas -¿te gustan?-

-Si, saben más ricas cuando tú me las das -

-Ohh Tomy- le dijo Bill mientras el de rastas lamía sus finos dedos.

-¿Sabes, hacía tiempo que no desayunaba en la cama, se siente muy bien y este desayuno está exquisito- dijo Tom devorando las tostadas con mantequilla y su café.

El pelinegro miraba a su novio mientras se llevaba un dedo a la boca en señal de estar por preguntarle algo que le ponía nervioso-Tomy, quisiera que conozcas a mi familia, creo que como nuestra relación es seria, seria bueno que los dos conociéramos a nuestras familias ¿qué dices?-

Tom dejó su tostada en la bandeja y miró a Bill -me hubiera en cantado que conocieras a mi familia, Bill, pero eso es imposible...-dijo mientras una expresión de pena se colaba en sus ojos.

-¿Tomy, pasa algo malo?-

-Es que ellos están muertos, murieron en un accidente, junto con mi hermana... en un choque de autos-

-¡Por Dios Tom!..¡lo siento tanto, yo no sabía...!- se alarmó Bill.

-No te alteres amor, esto pasó hace tiempo, exactamente hace nueve años, cuando yo tenia dieciséis y ya lo he superado, es solo que esa fue una pregunta muy sorpresiva-

-Tomy, ¿por qué no me lo habías dicho?-

-No se, es que cuando estoy contigo no existe nadie más a mi alrededor, ¿estás enfadado Billy?-

-No, mi amor, no podría, es que me tomó de sorpresa a mi también saber eso- le dijo abrazándolo y besándolo en la cabeza -vamos termina tu desayuno, para que después te des un baño-

-¿Me bañarás tú?- preguntó Tom haciendo un gracioso puchero.

-Está bien... ¿entonces, conocerás a mi familia?-

-Si, Bill, cuando tú quieras-

-¡Oh, Tomy gracias, llamaré en seguida a mi mamá para decirle que hoy iremos a visitarla!-

-Pero primero debo ir a mi casa para cambiarme de ropa-

-Si mi amor, yo te acompañaré-

Terminado el desayuno, Tom se levantó y se fue al baño, en donde Bill lo esperaba con la bañera llena de agua tibia -está listo, metete, te lavaré el cabello -dijo el pelinegro cuando vio entrar a Tom.

-Mmm, está exquisita el agua - suspiró el de rastas hundiéndose hasta la cabeza, para luego salir para recobrar el aliento.

Bill le echó el shampoo y masajeó su cabello, haciendo crecer de apoco un montón de espuma.

-Voy por un jarro a la cocina -dijo Bill.

-¿Para qué?-

-Para enjuagarte el cabello-

-No es necesario, cielo...mira-dijo Tom volviéndose a hundir en el agua y saliendo sin espuma en su cabello -magia-

-Entonces voy por una toalla-

-¡No!, ven metete conmigo, el agua está deliciosa- pidió Tom.

-Pero yo ya me bañé, Tomy -

-Ven...quiero darte un beso-

-A eso no me puedo negar- el pelinegro caminó hacia Tom con la intención de recibir un beso, pero Tom le agarró el brazo con suma suavidad y lo metió de un tirón al agua

- ¡Tom!...nooo- gritó el pelinegro -¡mírame estoy todo mojado!- alegó un poco disgustado.

-Y te ves realmente sexy... ¡ven aquí!- Tom lo jaló hacia él y le quitó la bata mojada, luego lo atrajo lentamente y lo besó con lujuria- te haré el amor-

-¿Aquí?-

-Aquí, y en cualquier lugar donde tenga oportunidad- le dijo subiéndolo en sus piernas, para luego lamer sus suaves pezones.

-Mmmm, Tomy-

-Tom, sin perder el tiempo, comenzó a rozar la entrada de Bill, aprovechando la humedad del agua, lentamente deslizó un dedo dentro de el, arrancándole un gran gemido -¿dolió?- preguntó preocupado.

-Tú solo sigue-

Más dedos en su interior le permitieron estar listo para el miembro erecto de su amante, y con la ayuda de este fue sentándose lentamente hasta introducirlo por completo, los excitantes movimientos de Bill, hacían a Tom gemir y jadear de placer -aah, Billy...no te detengas-

-No lo haré Tomy...umm-

El de rastas le ayudaba al pelinegro poniendo las manos en sus caderas para alivianarle un poco el trabajo, lamiendo y mordiendo esos rosados y suaves pezones.

-Aah...ummm, Tomy ya viene...umm-

-Si... yo también lo siento...aah-

Bill aceleró el ritmo sintiendo como el espasmo del éxtasis le recorría por completo.

-Aaahh, Tomy...ummm-

-Oooh...Bill...aaah, eso fue jodidamente maravilloso, oh cielos...te amo- jadeaba Tom sintiendo que se quedaba sin fuerzas.

-Si...fue estupendo...aprendes rápido Tomy -le dijo besándolo suavemente.

Después de terminar, salieron del agua y se secaron mutuamente, en la habitación ambos se vestían y se preparaban para salir a la casa de Tom.

-Voy al baño - dijo Bill.

-Si, no te demores, nos vamos en cinco minutos-

Cuando Bill terminó de orinar, y lavó sus manos, no supo por que miró al papelero, en donde solo estaba el preservativo usado y el envoltorio de este, fue entonces cuando sintió un terrible mareo, llevó sus manos a su cara y tapó su boca para no gritar-"acabamos de hacer el amor y no usamos preservativo"- pensó aterrorizado -cálmate Bill, solo ha sido una vez, para próxima debemos tener más cuidado -se decía en voz baja.

-¡Bill, nos vamos!-gritó Tom desde afuera.

La puerta se abrió y Bill salió como si nada.

-Vamos, cielo...se nos hace tarde- dijo Tom pasándole su bolso y tomando su mano.

En el camino a casa de Tom, el pelinegro le contaba que su madre estaría feliz cuado le conociera, le dijo que ella era una madre maravillosa y que siempre le había dado su apoyo -ya verás cuando la conozcas, la amarás -

-¿Y tu padre?, aun no me hablas de él-

-Bueno, mis padres son divorciados, mi padre se llama Jörg y vive lejos de aquí, y muy pocas veces nos visitamos, es un buen hombre, mi madre se casó con un hombre que la ha hecho muy feliz, se llama Gordon y es muy simpático-

-Ya llegamos, ésta es mi casa- le dijo Tom mostrándole una hermosa casa blanca con enormes ventanas y un bello jardín con el césped muy verde y unos cuantos árboles.

-Es hermosa, Tomy - le dijo mientras se bajaba de la camioneta.

Cuando estuvieron dentro de la casa, al primer lugar a donde fueron fue a la habitación de Tom - ellos deben ser tus padres ¿verdad?- pregunta el pelinegro tomando una foto que había en una mesita-

-Si ellos son, también esta mi hermanita, esa fue la ultima fotografía que nos tomamos, dos semanas después murieron-

-¿Y donde fuiste después de eso?-

-Viví con una tía, cuando cumplí los dieciocho, heredé esta casa, en la cual viví con mis padres hasta el accidente, pero por ser menor, no pude quedarme, tuve que esperar a la mayoría de edad... esta es mi habitación de toda la vida, hace poco le di unos retoques,

¿qué te parece?- preguntó el de rastas para cambiar el triste tema.

Bill le miró con ternura y vio un pequeño brillo en sus ojos-es muy linda, pero falta algo...no se...oh, ¡la cama, falta la cama!- exclamó Bill -¿Tom en donde duermes?-

-En el sofá- le contestó cambiándose de ropa.

-¿Y por qué no tienes cama?-

-Se rompió y se quemó- respondió cortadamente.

Bill sintió la pesadez de la respuesta, así que no preguntó nada más, ya habría tiempo para hablar de eso más adelante.

-Me gustaría invitarte a cenar aquí una noche, Bill, afuera en el patio trasero, junto a la piscina... ¿qué te parece?- preguntó Tom, arrepentido por haber respondido de esa manera-

El pelinegro se acercó a la ventana y vio con asombro la gran piscina, en el patio trasero

-¡Waaao!, es muy grande-

-Si cielo lo se, pero ahora está encogida- bromeó Tom.

-¡Tom...yo estoy hablando de la piscina!- gruñó Bill.

El de rastas corrió a su lado y le tomo en sus brazos -lo sé Bill, solo fue una broma -

le sonrió depositando un besito en su nariz.

-Vámonos de una vez...no quiero perder tiempo, hoy tengo turno de noche-dijo Bill devolviéndole la sonrisa.

Salieron de nuevo y se fueron a la casa de Simone.

-¿No crees que deberías dejar ese trabajo?-

-No puedo, lo necesito Tom-

-Pero, yo puedo ayudarte...-

-Te lo agradezco mi amor, pero me gusta ser independiente-

-Pero es que no me gusta que trabajes de noche, en vez de estar acurrucadito conmigo en la cama-

-Lo se Tomy, a mi tampoco me gusta, pero debo pagar el alquiler y...-

-Pero Bill...-

-Tomy, por favor-

-Esta bien, pero te extrañaré esta noche- le dijo tiernamente Tom.

Bill se acercó y apoyó su cabeza en el hombro de Tom, así se fueron todo el resto del camino.

Llegaron a una casa grande, de color azul, se bajaron y Bill sacó sus llaves para abrir la puerta, entraron y se quedaron en la sala de estar- espérame aquí, deben estar arriba- el pelinegro subió y se topó con su padrastro que acababa de salir del baño.

-¡Bill, que sorpresa!... ¡Simone cariño, mira quien está aquí!- gritaba Gordon, feliz de que Bill los fuera a visitar.

-¡Mi niño!, has venido a visitarnos...estoy tan feliz- gritó Simone abrazando a su amado hijo -¿por qué no me avisaste que venias?, te hubiera preparado un pastel-

-Se me olvidó- dijo recordando la razón de su olvido -no vine solo, mamá-

-¿Con quién viniste? -preguntó su madre curiosa.

-Con mi novio- respondió orgulloso -está esperando abajo-

-¡Con tu novio, y yo en estas fachas!...bajen ustedes primero, yo iré a darme un arreglito y bajo con ustedes enseguida-

-Mamá - alegó el pelinegro.

-Vamos Bill, tú no puedes hablar, saliste igual a ella- le dijo Gordon abrazándolo por el cuello, para bajar juntos.

-Tomy, él mi padrastro, Gordon -

-Ël es mi novio Tom-

-Mucho gusto- se dijeron ambos estrechando sus manos.

-Mi esposa bajará en un momento, ¿te sirvo algo?-

-Eeeh, una gaseosa, por favor-

-¿Una gaseosa?... ¿qué hay de una cerveza?- preguntó Gordon en tono amistoso.

-Una gaseosa, Gordon- repitió Bill serio.

-¡Hola!- saludó Simone toda sonriente.

Bill se levantó y le presentó a su novio -ella es mi madre Simone, él es mi novio Tom-

-Es un gusto conocerte Tom- le dijo ella besándole la mejilla.

-Igualmente -dijo Tom.

-Me hubieran avisado chicos le habría preparado algo especial-

-No te molestes Simone, solo venimos un rato, Bill tiene que ir a trabajar-

-Hijo ¿no crees que es tiempo de dejar ese trabajo? ahora tienes novio...-

-Ja, ¡por fin alguien que me apoya!- gritó Tom contentísimo - yo le dije lo mismo-

-¿Ves hijo?, yo no soy la única que quiere que dejes ese trabajo-

-Pues para la mala suerte de los dos, no lo dejaré nunca-dijo tajantemente Bill.

-Ya, creo que es hora de cenar, cariño -interrumpió Gordon para enfriar la conversación.

-¿Bill me ayudas?-preguntó Simone.

El pelinegro se levantó y le siguió a la cocina dejando a Tom y a Gordon solos para conversar.

-¿Cómo van las cosas con Bill?-pregunta Gordon para amenizar la conversación.

-Muy bien él es realmente dulce, me trata como a un rey-

-Si, siempre ha sido un chico tierno, muy considerado y muy amable, su madre y yo lo amamos mucho, es como si fuera mi propio hijo-

-Me imagino-

-Cuéntame de tu familia -

Tom suspiró y se acomodó mejor en el sofá- no tengo mucho que contar de ellos solo que tuve unos padres maravillosos y una hermana muy buena, pero lamentablemente murieron en un accidente de transito-

-Lo siento mucho, te pido disculpas-

-No, me gusta hablar de ellos, me gusta recordarlos-

En la cocina Simone aprovechó para interrogar a Bill acerca de su novio- ¿desde cuando están juntos?-

-Hace casi un mes-

-¿Y no me lo habías contado?-

-Es que primero quería asegurarme de que nuestra relación fuera en serio-

-¿Y dónde lo conociste?-

-Mamá, él es el chico del que te hablé... ¿recuerdas?-

-¿El que te hizo llorar?- preguntó Simone muy seria.

-Si mamá, por favor no te enfades, él es muy bueno, se arrepintió y me pidió disculpas, él fue el que me buscó-

-¿Y son felices juntos?- preguntó ella con los ojos llorosos.

-Si mamá, muy felices- respondió el pelinegro dejando escapar unos sollozos.

-¿Y sus padres, que piensan de su relación?-

-Ellos murieron junto con su hermana, fue hace tiempo, así que te pido que no se te ocurra hacerle preguntas acerca de ellos-

-Es una pena, me hubiera gustado conocerlos-

-A mi también, pero me tranquiliza saber que lo ha superado-

-Bueno, a mi también me tranquiliza...oye, es muy guapo- dijo repentinamente para cambiar la conversación que ya se estaba tornando triste.

-Si, me vuele loco- con testó con una nueva sonrisa.

-¿Ya lo hicieron? -preguntó ella dejando a Bill totalmente sorprendido.

-¡Mamá!, eso no se pregunta-

-Vamos, somos adultos, cuéntame-

Bill la miró y le sonrió -si anoche fue nuestra primera vez juntos, y hoy en la mañana-

-¡Vaya debe ser un semental!-

¡Calla mamá!...nos oirán-

Media hora después los cuatro se encontraban cenando, riendo por las ocurrencias de Simone, quien no perdía oportunidad para hacer sus extrañas preguntas-¿eres celoso Tom?, por que mi hijo si lo es-

-Mamá- alegaba Bill.

-Cuando la ocasión lo amerita, si, lo soy...pero no ando por ahí sermoneando a mi pareja por cualquier cosa-

-Pues piensas muy bien - le felicitó Gordon chocando su copa de vino con la de Tom.

-¿Matrimonio, hijos?- de nuevo salió Simone con sus ocurrencias.

La joven pareja se miró desconcertados, Tom se apresuró a responder antes de que Bill explotara -creo que estamos en una relación muy fresca como para pensar en matrimonio o en hijos, pienso que aun debemos terminar de conocernos, y tal vez después pensaremos en casarnos o tener una familia, pero yo estoy hablando de muchos años mas a futuro-

-¿No te gustan los niños?...por que a Bill le encantan-

-Si me encantan los niños, de hecho yo trabajo con niños, soy profesor de música...-

-¿De música?- le interrumpió Gordon impresionado.

-Si, además les enseño a tocar guitarra-

-¡Vaya eso es magnifico...yo también toco la guitarra, un día podrías traer la tuya para hacer un dúo!-

-Eso seria genial-

-Entonces ni hablar de nietos- volvió a molestar Simone.

-Mamá por favor, termina con eso, además yo tampoco quiero hijos, aun soy muy joven-

-Bueno, disculpen...voy a traer el postre-

Después del postre Bill y Tom se despidieron, la hora de irse a trabajar ya se acercaba, se subieron a la camioneta y pusieron marcha al departamento de Bill.

Cuando llegaron el pelinegro se dio unos retoques en su maquillaje y se cambió de ropa, mientras Tom lo esperaba para dejarlo en su trabajo.

-Me encantó conocer a tu familia Bill, Gordon y yo tenemos mucho en común, y tu madre, ella es fantástica- le decía mientras lo veía maquillarse.

-¿En serio te cayó bien, ella fue un poco confianzuda contigo...-

-Oh, eso es lo que más me gustó de ella, es sincera igual que yo, eso es algo que admiro mucho, la sinceridad-

-Estoy listo, ¿vamos?-

De nuevo salieron del departamento, pero con dirección al trabajo de Bill.

-Bueno cielo, nos vemos mañana...cuídate mucho por favor, te amo -se despidió Tom besándole profundamente.

-Yo también te amo Tomy- le dijo cuando soltaron ese delicioso beso -hasta mañana-

Antes de entrar al bar, Bill le llamó y le lanzó un beso - ¡te amo Tom Kaulitz!-

-¡Te amo Bill Trünper!- ambos sonrieron, mientras Tom veía a Bill desaparecer en el interior del bar -te echaré de menos Billy-susurró, al dejar de verle.