Cinco días ya pasaron desde que están juntos, salen a dar paseos tomados de la mano, toman helados en la playa y esperan a ver el ocaso, se pasan el día entregándose deliciosos y dulces besos, pareciera que sus manos estuvieran pegadas pues en ningún momentos las separaban, todo era perfecto, solo hablaban de ellos, de sus planes a futuro y de su amor, pero aun no hablaban de su pasado, habían cosas que necesitaban saber el uno del otro y este atardecer en la playa era ideal para un conversación profunda y sincera.
-Tom, quiero preguntarte algo, si te molesta me lo dices ¿si?-
-Dudo que algo que venga de ti me moleste- le dijo dándole un beso en los labios.
-Quería saber que te había pasado para que terminaras en ese estado-
-¿Qué estado?-
-Ay, Tom, tú sabes...borracho, más que borracho, inconsciente-
-Ah si, ya lo recuerdo, ese día me pasó algo horrible, tú sabes que soy profesor de música, bueno, ese día tomé mis vacaciones, pues hacía tiempo que estaba muy cansado, tu sabes que los niños te pueden estresar mucho...ese día salí temprano y me fui directo a casa, recuerdo que tomé un taxi para que mi novia no se diera cuenta y así darle un sorpresa... y no sabes lo que sentí cuando al entrar a mi casa escuché unos ruidos, más bien gemidos que provenían desde el segundo piso, subí pausadamente sin hacer ruido y lo que vi te juro me partió el ama...vi a mi novia de hace cuatro años, es decir ex novia...revolcándose con otro hombre en mi propia cama, ¿que te parece?- se notó en la cara de Tom que ese recuerdo aun le hacia daño - después de eso eché al tipo a patadas y a ella también, después me fui a buscar un lugar en donde desahogar mi pena, y ahí fue como terminé en el bar en donde tú me encontraste- concluyó su relato dándole otro beso a Bill, quien lo miraba con ternura y le arrimaba más a él.
-Mi amor eso debió ser terrible, me imagino tu dolor, a mi me pasó algo similar, pero hace un año-
-Cuéntamelo- le dijo Tom acariciando su mejilla.
-Bueno, yo también tuve una relación seria de dos años, nos llevábamos muy bien, pero un día recibí una llamada en donde me decían que mi abuela estaba mal y que debía ir a verla, estuve cerca de tres meses en casa de mi abuela, ella me necesitaba, gracias a Dios se fue recuperando, hasta salir del peligro de muerte, empaqué mis cosas y también sin avisar me fui de vuelta a casa, cuando llegué él no estaba, subí a nuestra habitación para guardar mi ropa en el armario, encontré una cartas de amor dirigidas a él, unos momentos después llegó y me encontró llorando con las cartas en mis manos, ahí me contó que estaba con otra persona, que se había enamorado de ella y que ya no me amaba, luego supe que esa persona era mi mejor amiga y bueno, después de eso me fui a vivir con mi madre y mi padrastro, hasta que conseguí mi trabajo y arrendé el departamento...y esa es mi historia -concluyó el pelinegro.
Ambos se abrazaron fuerte y vieron como se ponía el sol.
-No puedo creer que nuestras historias se parezcan tanto, es increíble ¿no te parece, cielo?- preguntó Tom poniéndose frente a Bill.
-Si, pero eso ya es parte de nuestro pasado, tenemos que vivir el presente- respondió el pelinegro viendo como Tom se le acercaba poco a poco, hasta terminar sobre él.
-Tom no, aquí no- le dijo separándolo de él.
-Creo que es hora de irnos -dijo Tom poniéndose de pies, con una expresión seria.
Caminaron a la camioneta y se fueron al departamento de Bill, allí estuvieron unos momentos en un incomodo silencio, pero el pelinegro no lo soportó más.
-¿Estás enfadado? -preguntó preocupado por el cambio de actitud de Tom.
-No, ¿porqué habría de estarlo?-
-Es que te pusiste serio, no me hablas desde la playa- respondió Bill.
-No cielito, es que... bueno, seré sincero contigo, al principio tenia miedo de sentir esto, pero ahora me siento seguro, y creo que es tiempo de que te lo diga...-
-Tom, me pones nervioso-
-Te deseo- dijo finalmente Tom - quiero que hagamos el amor-
El pelinegro sonrió y se arrojó a lo brazos de su novio - yo también deseo hacerlo Tomy-
-¿Tomy?-
-Es un diminutivo muy tierno ¿te gusta?-
-Pues...si está muy tierno y yo, ¿puedo ponerte uno también?-
-Claro, amor-
- ¿Te puedo llamar Billy?-
-¡Siiiii!, me encanta- gritó el pelinegro al tiempo que se colgaba del cuello de Tom -te amo Tomy-
-Y yo a ti Billy-
Se besaron dejándose caer en el sofá, lentamente las manos de ambos recorrían los cuerpos contrarios, suspirando ante la idea de que pronto se entregarían a una increíble noche de pasión.
-Bill, tengo que pedirte que seas paciente, por que no tengo ni idea de cómo hacerlo- dijo Tom interrumpiendo el delicioso beso que se estaban dando.
-Tomy, no hay mucha diferencia, pero te guiaré para que los dos tengamos un noche satisfactoria-
-Gracias- le dijo Tom volviendo a retomar el beso.
Poco a poco las ropas de ambos volaban por todas partes, quedando únicamente en sus boxers, Bill podía sentir el nerviosismo de Tom -no te pongas nervioso, ya verás que todo esto se pasará de apoco, ahora bésame un poco más, y a acaríciame, hazme sentir que realmente me deseas- le dijo sentándose sobre él.
La sesión de besos y tocasiones que Tom le hizo a Bill, le dejaron con ganas de más
-umm...tócame ahí- gimió Bill al sentir que los dedos de su amante bajaban por su espalda y terminaban muy cerca de su entrada -ooh...si ahí...ummm-
-A Tom le volvían loco los gemidos y suspiros que hacia Bill, era tan sexy, y tenía razón, no había mucha diferencia, poco a poco el nerviosismo se transformó en pasión, en deseo, en lujuria, quería poseerlo de una buena vez - Billy...c, creo que...déjame hacerlo ya...-
-Espera mi amor, aun queda mucho tiempo...además tengo un regalito para ti- el pelinegro se bajó de las piernas de Tom, y sin dejar de mirarle se inclinó frente a él y comenzó a bajarle lentamente lo boxers, dejando a la vista su apetecible y duro miembro, le separó un poco las piernas y se acomodó entre ellas, luego lo tomó entre sus suaves manos y comenzó a masajearlo, arrancándole unos cuantos gemidos a Tom.
-Aaah, Bill...ummm- eso se siente bien-
-¿Te gusta?- le preguntó Bill con una sonrisa pícara.
-Si...me encanta-
-Pues esto te gustará más- el pelinegro besó la punta del duro miembro, dándole lamidas por todo su contorno -mientras no dejaba de mirar a Tom-¿te gusta Tomy?-
-Oh...si, si...-
Sin previo aviso, Bill se metió todo el duro miembro de su amante en la boca, chupándolo como si de un dulce se tratara- ooh Tomy...lo tienes delicioso...umm-
Sentía como se ponía cada vez más duro dentro de su boca, suponía que si seguía con esas fabulosas lamidas y chupadas, Tom acabaría pronto, así que lo sacó lentamente de su boca.
- Ahh... ¿Bill...te sucede algo?- preguntó Tom jadeando por el placer que Bill le dejaba de dar.
-Si, si no paro, terminarás antes y eso no es lo que queremos ¿verdad?-
-Verdad- respondió el de rastas observando a Bill quitarse el boxer, poniéndose nervioso al verlo totalmente desnudo- nunca en la vida pensé que iba a decir esto a otro hombre pero...eres realmente hermoso...ven aquí- le dijo mientras se levantaba del sofá y lo tomaba en sus brazos para volver a besarlo profundamente, dándole espacio a sus lenguas que se debatían en una apasionada batalla de besos.
Bill rodeó sus piernas en las caderas de Tom, aferrándose más a él, logrando así que sus miembros se frotaran suavemente -llévame a la cama- jadeó el pelinegro cuando logró soltar ese increíble beso que los estaba dejando sin aliento .
Sin soltarlo Tom lo llevó hacia la habitación y lo dejó con suavidad sobre la cama, posicionándose sobre él, besándole cada parte de su fino cuerpo- umm, ...eres tan suave- le decía mientras iba dejando sutiles besos sobre su cuerpo.
-Tomy...escúchame- dijo Bill haciendo que Tom se detuviera y le mirara extrañado -ahí en ese cajón hay un frasco ¿puedes traerlo?-
-¿Qué es esto? -preguntó Tom mirando un frasco con un liquido transparente en su interior.
-¿No sabes lo que es? preguntó Bill sin contestar a la pregunta de Tom.
-M, m- negó con la cabeza.
-Es un lubricante, para hacer más fácil la penetración -respondió finalmente Bill todo sonrojado.
-Wao...yo nunca necesité de esto para...-
-Créeme que en esta ocasión lo necesitaremos -le dijo Bill interrumpiéndolo antes de que dijera algo que no le gustara oír- dámelo-
-¿Por qué?... ¿para que lo necesitaremos?- curioseó Tom intrigado.
-¡Ay, Tomy, no puedes ser tan ingenuo!- exclamó el pelinegro sorprendido -es para dilatar mi...entrada- dijo Bill bajando la voz en la última palabra.
-¡Oh!...lo siento Billy, ya capté...es que yo nunca...tu sabes que es mi primera vez con un...-
-Si Tomy, lo sé...ahora dame tus dedos- Bill metió un dedo en el frío líquido -ahora quiero que me estimules ahí -le pidió mientras se volvía a recostar y separaba las piernas para que Tom se posicionara.
-¿Está bien así?- preguntó Tom rozando suavemente su entraba mojándole con el ahora tibio lubricante.
-Si, así está bien Tomy...pero nenecito que lo introduzcas de a poco, muy despacito...ahhj, así...muévelo de afuera hacia adentro...ahora otro...ummm-
-¿No te hago daño?- preguntó Tom metiendo más dedos en su interior.
-Oh, no cielo...esto se siente riquísimo...pronto estaré listo para ti, sigue por favor-
Tom le introdujo finalmente cuatro dedos, mientras no dejaba de besarle y morder suavemente los pezones duros de Bill.
-Umm...creo que ya es hora...estoy listo Tomy...hazme el amor-
-Espera...se me olvidó el preservativo...iré por mi cartera -Tom salió a buscar el preservativo que llevaba dentro de su cartera, lo encontró y volvió en menos de un minuto.
-¡Aquí está!- exclamó victorioso- mostrando el preservativo como si fuera un trofeo, mientras Bill le miraba divertido, abrió el envoltorio y se lo puso, luego caminó hacia Bill y le separó nuevamente las piernas, para, con la ayuda de su mano poner su miembro duro a más no poder en la entrada de su expectante amante- ahí voy- dijo el de rastas introduciéndolo con cuidado de no hacerle daño.
-Ahhhj...despacito, Tomy...llevo mucho tiempo sin hacerlo...aah- gimió el pelinegro al sentirse invadido por ese duro y grande miembro.
-No quiero lastimarte...si te duele yo...-
-No- le calló con sus finos dedos -esto siempre es así al principio...ya me estoy acostumbrando...ahora hazme el amor Tomy-
Unos momentos después el caliente ambiente estaba lleno de gemidos de placer, de respiraciones entrecortadas y de peticiones de más, ambos sudaban, ambos jadeaban, la pasión era inigualable, Tom jamás había sentido un placer de esa magnitud en toda su vida, se sentía en el cielo.
-Ummm...no te detengas...más Tomy...aahh- gemía el pelinegro.
-Ahh...si, te daré más...todo lo que quieras...ummm-
Las envestidas ya empezaban a ser fuertes y profundas, pero no carentes de amor y de pasión, uno pedía y el otro le daba, era un círculo vicioso del que no querían escapar.
-Bill...aahh, creo que ya no resisto...-
-Espera Tomy...umm...los dos juntos... ayúdame-
Tom tomó el miembro de Bill y lo masajeó, para ayudarle a conseguir el orgasmo que tanto deseaba, segundos después ambos amantes derramaron toda su esencia dejando escapar un gran gemido al sentir los espasmos del éxtasis en su interior.
Bill mojó con su esencia su abdomen y el de su amante, quien sin ningún escrúpulo se deslizó por el hacia la caliente y roja boca de su amado Bill.
-Te ves hermoso, pareces irreal...- le susurró acercándose a su cuello.
- Tu también eres hermoso y eres lo más real que puede existir, pues me hiciste ver las estrellas incluso alcanzar una...te amo Tom Kaulitz-
-Y yo a ti...Bill Trümper...-
Ambos se miraron a lo ojos y soltando una repentina carcajada -¡que cursis somos!- gritó Bill -¡cursis y guapos!- agregó Tom-
Después de reír, se limpiaron y se metieron a la cama, Bill se acomodó poniendo su cabeza en la curva del cuello de Tom y este le rodeó con su brazo -te amo Tomy- dijo el pelinegro depositando un tierno beso en su cuello - yo también te amo Billy -le respondió dejando un calido beso en su frente.
Ambos amantes vencidos por el cansancio de su noche de pasión, se quedaron dormidos en la misma posición toda la noche.
-Tom, quiero preguntarte algo, si te molesta me lo dices ¿si?-
-Dudo que algo que venga de ti me moleste- le dijo dándole un beso en los labios.
-Quería saber que te había pasado para que terminaras en ese estado-
-¿Qué estado?-
-Ay, Tom, tú sabes...borracho, más que borracho, inconsciente-
-Ah si, ya lo recuerdo, ese día me pasó algo horrible, tú sabes que soy profesor de música, bueno, ese día tomé mis vacaciones, pues hacía tiempo que estaba muy cansado, tu sabes que los niños te pueden estresar mucho...ese día salí temprano y me fui directo a casa, recuerdo que tomé un taxi para que mi novia no se diera cuenta y así darle un sorpresa... y no sabes lo que sentí cuando al entrar a mi casa escuché unos ruidos, más bien gemidos que provenían desde el segundo piso, subí pausadamente sin hacer ruido y lo que vi te juro me partió el ama...vi a mi novia de hace cuatro años, es decir ex novia...revolcándose con otro hombre en mi propia cama, ¿que te parece?- se notó en la cara de Tom que ese recuerdo aun le hacia daño - después de eso eché al tipo a patadas y a ella también, después me fui a buscar un lugar en donde desahogar mi pena, y ahí fue como terminé en el bar en donde tú me encontraste- concluyó su relato dándole otro beso a Bill, quien lo miraba con ternura y le arrimaba más a él.
-Mi amor eso debió ser terrible, me imagino tu dolor, a mi me pasó algo similar, pero hace un año-
-Cuéntamelo- le dijo Tom acariciando su mejilla.
-Bueno, yo también tuve una relación seria de dos años, nos llevábamos muy bien, pero un día recibí una llamada en donde me decían que mi abuela estaba mal y que debía ir a verla, estuve cerca de tres meses en casa de mi abuela, ella me necesitaba, gracias a Dios se fue recuperando, hasta salir del peligro de muerte, empaqué mis cosas y también sin avisar me fui de vuelta a casa, cuando llegué él no estaba, subí a nuestra habitación para guardar mi ropa en el armario, encontré una cartas de amor dirigidas a él, unos momentos después llegó y me encontró llorando con las cartas en mis manos, ahí me contó que estaba con otra persona, que se había enamorado de ella y que ya no me amaba, luego supe que esa persona era mi mejor amiga y bueno, después de eso me fui a vivir con mi madre y mi padrastro, hasta que conseguí mi trabajo y arrendé el departamento...y esa es mi historia -concluyó el pelinegro.
Ambos se abrazaron fuerte y vieron como se ponía el sol.
-No puedo creer que nuestras historias se parezcan tanto, es increíble ¿no te parece, cielo?- preguntó Tom poniéndose frente a Bill.
-Si, pero eso ya es parte de nuestro pasado, tenemos que vivir el presente- respondió el pelinegro viendo como Tom se le acercaba poco a poco, hasta terminar sobre él.
-Tom no, aquí no- le dijo separándolo de él.
-Creo que es hora de irnos -dijo Tom poniéndose de pies, con una expresión seria.
Caminaron a la camioneta y se fueron al departamento de Bill, allí estuvieron unos momentos en un incomodo silencio, pero el pelinegro no lo soportó más.
-¿Estás enfadado? -preguntó preocupado por el cambio de actitud de Tom.
-No, ¿porqué habría de estarlo?-
-Es que te pusiste serio, no me hablas desde la playa- respondió Bill.
-No cielito, es que... bueno, seré sincero contigo, al principio tenia miedo de sentir esto, pero ahora me siento seguro, y creo que es tiempo de que te lo diga...-
-Tom, me pones nervioso-
-Te deseo- dijo finalmente Tom - quiero que hagamos el amor-
El pelinegro sonrió y se arrojó a lo brazos de su novio - yo también deseo hacerlo Tomy-
-¿Tomy?-
-Es un diminutivo muy tierno ¿te gusta?-
-Pues...si está muy tierno y yo, ¿puedo ponerte uno también?-
-Claro, amor-
- ¿Te puedo llamar Billy?-
-¡Siiiii!, me encanta- gritó el pelinegro al tiempo que se colgaba del cuello de Tom -te amo Tomy-
-Y yo a ti Billy-
Se besaron dejándose caer en el sofá, lentamente las manos de ambos recorrían los cuerpos contrarios, suspirando ante la idea de que pronto se entregarían a una increíble noche de pasión.
-Bill, tengo que pedirte que seas paciente, por que no tengo ni idea de cómo hacerlo- dijo Tom interrumpiendo el delicioso beso que se estaban dando.
-Tomy, no hay mucha diferencia, pero te guiaré para que los dos tengamos un noche satisfactoria-
-Gracias- le dijo Tom volviendo a retomar el beso.
Poco a poco las ropas de ambos volaban por todas partes, quedando únicamente en sus boxers, Bill podía sentir el nerviosismo de Tom -no te pongas nervioso, ya verás que todo esto se pasará de apoco, ahora bésame un poco más, y a acaríciame, hazme sentir que realmente me deseas- le dijo sentándose sobre él.
La sesión de besos y tocasiones que Tom le hizo a Bill, le dejaron con ganas de más
-umm...tócame ahí- gimió Bill al sentir que los dedos de su amante bajaban por su espalda y terminaban muy cerca de su entrada -ooh...si ahí...ummm-
-A Tom le volvían loco los gemidos y suspiros que hacia Bill, era tan sexy, y tenía razón, no había mucha diferencia, poco a poco el nerviosismo se transformó en pasión, en deseo, en lujuria, quería poseerlo de una buena vez - Billy...c, creo que...déjame hacerlo ya...-
-Espera mi amor, aun queda mucho tiempo...además tengo un regalito para ti- el pelinegro se bajó de las piernas de Tom, y sin dejar de mirarle se inclinó frente a él y comenzó a bajarle lentamente lo boxers, dejando a la vista su apetecible y duro miembro, le separó un poco las piernas y se acomodó entre ellas, luego lo tomó entre sus suaves manos y comenzó a masajearlo, arrancándole unos cuantos gemidos a Tom.
-Aaah, Bill...ummm- eso se siente bien-
-¿Te gusta?- le preguntó Bill con una sonrisa pícara.
-Si...me encanta-
-Pues esto te gustará más- el pelinegro besó la punta del duro miembro, dándole lamidas por todo su contorno -mientras no dejaba de mirar a Tom-¿te gusta Tomy?-
-Oh...si, si...-
Sin previo aviso, Bill se metió todo el duro miembro de su amante en la boca, chupándolo como si de un dulce se tratara- ooh Tomy...lo tienes delicioso...umm-
Sentía como se ponía cada vez más duro dentro de su boca, suponía que si seguía con esas fabulosas lamidas y chupadas, Tom acabaría pronto, así que lo sacó lentamente de su boca.
- Ahh... ¿Bill...te sucede algo?- preguntó Tom jadeando por el placer que Bill le dejaba de dar.
-Si, si no paro, terminarás antes y eso no es lo que queremos ¿verdad?-
-Verdad- respondió el de rastas observando a Bill quitarse el boxer, poniéndose nervioso al verlo totalmente desnudo- nunca en la vida pensé que iba a decir esto a otro hombre pero...eres realmente hermoso...ven aquí- le dijo mientras se levantaba del sofá y lo tomaba en sus brazos para volver a besarlo profundamente, dándole espacio a sus lenguas que se debatían en una apasionada batalla de besos.
Bill rodeó sus piernas en las caderas de Tom, aferrándose más a él, logrando así que sus miembros se frotaran suavemente -llévame a la cama- jadeó el pelinegro cuando logró soltar ese increíble beso que los estaba dejando sin aliento .
Sin soltarlo Tom lo llevó hacia la habitación y lo dejó con suavidad sobre la cama, posicionándose sobre él, besándole cada parte de su fino cuerpo- umm, ...eres tan suave- le decía mientras iba dejando sutiles besos sobre su cuerpo.
-Tomy...escúchame- dijo Bill haciendo que Tom se detuviera y le mirara extrañado -ahí en ese cajón hay un frasco ¿puedes traerlo?-
-¿Qué es esto? -preguntó Tom mirando un frasco con un liquido transparente en su interior.
-¿No sabes lo que es? preguntó Bill sin contestar a la pregunta de Tom.
-M, m- negó con la cabeza.
-Es un lubricante, para hacer más fácil la penetración -respondió finalmente Bill todo sonrojado.
-Wao...yo nunca necesité de esto para...-
-Créeme que en esta ocasión lo necesitaremos -le dijo Bill interrumpiéndolo antes de que dijera algo que no le gustara oír- dámelo-
-¿Por qué?... ¿para que lo necesitaremos?- curioseó Tom intrigado.
-¡Ay, Tomy, no puedes ser tan ingenuo!- exclamó el pelinegro sorprendido -es para dilatar mi...entrada- dijo Bill bajando la voz en la última palabra.
-¡Oh!...lo siento Billy, ya capté...es que yo nunca...tu sabes que es mi primera vez con un...-
-Si Tomy, lo sé...ahora dame tus dedos- Bill metió un dedo en el frío líquido -ahora quiero que me estimules ahí -le pidió mientras se volvía a recostar y separaba las piernas para que Tom se posicionara.
-¿Está bien así?- preguntó Tom rozando suavemente su entraba mojándole con el ahora tibio lubricante.
-Si, así está bien Tomy...pero nenecito que lo introduzcas de a poco, muy despacito...ahhj, así...muévelo de afuera hacia adentro...ahora otro...ummm-
-¿No te hago daño?- preguntó Tom metiendo más dedos en su interior.
-Oh, no cielo...esto se siente riquísimo...pronto estaré listo para ti, sigue por favor-
Tom le introdujo finalmente cuatro dedos, mientras no dejaba de besarle y morder suavemente los pezones duros de Bill.
-Umm...creo que ya es hora...estoy listo Tomy...hazme el amor-
-Espera...se me olvidó el preservativo...iré por mi cartera -Tom salió a buscar el preservativo que llevaba dentro de su cartera, lo encontró y volvió en menos de un minuto.
-¡Aquí está!- exclamó victorioso- mostrando el preservativo como si fuera un trofeo, mientras Bill le miraba divertido, abrió el envoltorio y se lo puso, luego caminó hacia Bill y le separó nuevamente las piernas, para, con la ayuda de su mano poner su miembro duro a más no poder en la entrada de su expectante amante- ahí voy- dijo el de rastas introduciéndolo con cuidado de no hacerle daño.
-Ahhhj...despacito, Tomy...llevo mucho tiempo sin hacerlo...aah- gimió el pelinegro al sentirse invadido por ese duro y grande miembro.
-No quiero lastimarte...si te duele yo...-
-No- le calló con sus finos dedos -esto siempre es así al principio...ya me estoy acostumbrando...ahora hazme el amor Tomy-
Unos momentos después el caliente ambiente estaba lleno de gemidos de placer, de respiraciones entrecortadas y de peticiones de más, ambos sudaban, ambos jadeaban, la pasión era inigualable, Tom jamás había sentido un placer de esa magnitud en toda su vida, se sentía en el cielo.
-Ummm...no te detengas...más Tomy...aahh- gemía el pelinegro.
-Ahh...si, te daré más...todo lo que quieras...ummm-
Las envestidas ya empezaban a ser fuertes y profundas, pero no carentes de amor y de pasión, uno pedía y el otro le daba, era un círculo vicioso del que no querían escapar.
-Bill...aahh, creo que ya no resisto...-
-Espera Tomy...umm...los dos juntos... ayúdame-
Tom tomó el miembro de Bill y lo masajeó, para ayudarle a conseguir el orgasmo que tanto deseaba, segundos después ambos amantes derramaron toda su esencia dejando escapar un gran gemido al sentir los espasmos del éxtasis en su interior.
Bill mojó con su esencia su abdomen y el de su amante, quien sin ningún escrúpulo se deslizó por el hacia la caliente y roja boca de su amado Bill.
-Te ves hermoso, pareces irreal...- le susurró acercándose a su cuello.
- Tu también eres hermoso y eres lo más real que puede existir, pues me hiciste ver las estrellas incluso alcanzar una...te amo Tom Kaulitz-
-Y yo a ti...Bill Trümper...-
Ambos se miraron a lo ojos y soltando una repentina carcajada -¡que cursis somos!- gritó Bill -¡cursis y guapos!- agregó Tom-
Después de reír, se limpiaron y se metieron a la cama, Bill se acomodó poniendo su cabeza en la curva del cuello de Tom y este le rodeó con su brazo -te amo Tomy- dijo el pelinegro depositando un tierno beso en su cuello - yo también te amo Billy -le respondió dejando un calido beso en su frente.
Ambos amantes vencidos por el cansancio de su noche de pasión, se quedaron dormidos en la misma posición toda la noche.