Tokio Hotel World

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^-^Dediado a todos los Aliens ^-^


    Capitulo 6

    Thomas Kaulitz
    Thomas Kaulitz
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    Fecha de inscripción : 11/07/2011
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    Mensaje  Thomas Kaulitz Vie Jul 15, 2011 5:37 pm

    Se quedó sin saber que hacer. Sentía como las lágrimas de Tom le quemaban la piel, humedeciendo sus mejillas de paso. No fue consciente de que le estaba besando hasta que sintió su legua frotarse contra la suya con insistencia. Su primera reacción hubiera sido expulsarla de su boca, pero su subconsciente tomó control de la situación y le hizo separar más los labios, permitiéndole un mejor paso.

    Tom sonrió contra sus labios y estrechándole con fuerza en sus brazos le besó más profundamente, haciendo fuerza con su lengua hasta acariciar esa plateada perla que Bill escondía en su dulce boca. Le sintió gemir de placer, como sus manos se aferraron a su cuello y tiraron de él, hambriento de deseo.

    Siguieron besándose hasta que pasados unos minutos necesitaron tomar aliento. Solo entonces sus labios se separaron y se quedaron mirando, con sus pechos agitados y un leve rubor en sus mejillas.

    -¿Por qué me has besado?-logró susurrar >Bill.

    -Porque me apetecía-contestó Tom con naturalidad.

    -Pues no vuelvas a hacerlo, estoy con Georg-murmuró Bill pasando a su lado.

    -Vamos, no me digas que no lo deseabas-dijo Tom cogiéndole del brazo-Que todas las veces que veníamos aquí a estudiar, soñabas con que una tarde diéramos este gran paso...

    -No sé de que me hablas-le cortó Bill avergonzado.

    ¡Claro que lo había soñado! Pero nunca tuvo el valor de confesárselo. Luego pasó lo de Gustav y le trató de olvidar, pero en vano. Todas las noches soñaba con el día en que recuperara la libertad, y si regresaba al pueblo tal y como había hecho, no perdería la oportunidad de soñar una vez más.....de hacer su sueño realidad...

    Vio que Tom daba un paso en su dirección y retrocedió asustado, no de que le forzara a hacer algo que él no deseaba, si no de hacer algo que llevaba toda la vida soñando...en ese descampado. Su primera vez tenía que ser muy especial, más si era con Tom.

    -Tengo que irme a casa-musitó sin dejar de retroceder.

    -Bill, quiero volverte a ver-dijo Tom con firmeza.

    Esperó una respuesta, pero solo obtuvo su silencio. Eso...y algo más que le llevó el viento. Un suspiro que se escapó de sus labios entre abiertos. Sonrió satisfecho y emprendió el regreso a su apartamento. Todo lo mal que se sintió cuando volvió a ver a su padre, se esfumó en el momento en que le estrechó en sus brazos...cuando sus labios se juntaron...

    Antes de subir al apartamento pasó por la tienda para agradecerle a David la tarde libre y echarle una mano si necesitaba algo.

    -Hoy no hay mucha gente, sigue descansando Tom-negó David sonriendo.

    -Gracias de nuevo-contestó Tom volviéndose al escuchar el sonido de la puerta.

    Sonrío a medias, era Andreas. Se despidió de David con la mano y salio en compañía de su amigo. Rodearon la tienda y entraron en el apartamento en el que vivía.

    -He traído whisky-anuncio Andreas con una sonrisa.

    -Estupendo, déjalo ahí mismo-dijo Tom señalando la mesa de la cocina.

    Andreas lo hizo mientras estudiaba a su amigo de arriba a abajo. Le notaba cambiado, raro....

    -¿Ha pasado algo?-pregunto con miedo.

    -Fui a ver a mi padre-contestó Tom suspirando.

    -Ya-murmuró Andreas.

    Sabía el efecto que hacía la mera presencia de Jörg Kaulitz, hacía que a uno se le revolviera el estómago.

    -¿Estás bien? ¿Necesitas algo?-preguntó alzando una ceja.

    Vio como Tom negaba con la cabeza sin decir nada.

    -Mensaje captado. Yo...tengo cosas que hacer, nos vemos más tarde-se despidió Andreas.

    Salio del apartamento y bajó las escaleras resoplando resignado. Estaba más que claro, había perdido a Tom, y Bill le había ganado. Solo le quedaba aceptarlo, poder olvidarlo con el tiempo....si es que eso era posible. ¿Quien podía olvidar a alguien como Tom Kaulitz?






    Regresó a casa y suspiró una vez más, esa vez aliviado. No había nadie, necesitaba estar a solas para poder pensar. Entró en la cocina y abriendo un armario cogió un paquete de galletas que devoró de una sentada. Estaba nervioso, y cuando estaba en ese estado comía compulsivamente a espaldas de su madre. No quería que le riñera esa vez por comer demasiado, siempre había algo, nunca hacía nada que estuviera bien a sus ojos. Y ya se estaba cansando.

    Maldijo por lo alto al escuchar el timbre de la puerta. Se levantó con cansancio, preguntándose donde podría haberse metido su padre. Era raro que no estuviera en casa por la tarde.

    Maldijo de nuevo al ver quien era....

    -Georg-murmuró abriendo la puerta.

    -Bill, tu padre me mandó buscarte-explicó Georg sin aliento.

    -¿Ha pasado algo?-pregunto Bill asustado.

    -¿Has visto a Tom?-preguntó Georg a su vez.

    -Eso no...no es asunto tuyo-murmuró Bill poniéndose en alerta.

    -Bill, esto es grave. Me da igual si te has enrollado con él tras dejarme, le ha pasado algo a su padre y...

    -¿Que le ha pasado?-preguntó Bill medio gritando. Si Georg no le daba una respuesta clara...

    -Ha tenido un infarto...ha muerto-contestó Georg en voz baja.

    La noticia le golpeó con violencia como si le hubieran dado un puñetazo en el estómago. Se llevó la mano a el pensando que lo que tenía que hacer era correr al lado de Tom, consolarle de alguna manera si podía…hacerle ver que no estaba tan solo como creía…



    Insistió en acompañarlo. Su padre estaba en la casa del de Tom viendo si había algo más que él pudiera hacer y dese allí aviso a dos personas. A David para que le diera a Tom la noticia, y a Georg por si David no le encontraba, para que fuera a su casa y preguntara a su hijo, consciente de que el sabría donde hallarle, si es que no estaban los dos juntos.

    Tras dar la mala noticia, Georg se dirigía a la casa de Tom cuando Bill insistió en ir con él, haciendo una parada en la tienda de su padre por si David sabía algo del paradero de Tom.

    Pero no obtuvieron una respuesta clara. David les explicó que había dado la mala noticia a Tom tal como le pido el padre de Bill, pero que no pudo hacer nada por retenerle. Le vio coger su moto y salir a toda velocidad sin decir nada, ni derramar si quiera una lágrima.

    Regresaron al coche de Georg, y se dirigieron a las afueras del pueblo a la casa del padre de Tom. Aparcaron junto a la valla, observando como había una ambulancia en mitad de la calle y dos coches de policial.

    Mordiéndose los labios, Bill echó un vistazo a su alrededor, había mucha gente congregada, curiosos en su mayoría pero ni rastro de Tom. Se volvió cuando escuchó que le llamaban, maldiciendo por lo bajo al ver acercarse a su padre.

    -Bill, ¿que haces aquí?-preguntó Gordon cogiéndole del brazo.

    -Quería ver si estaba Tom, pero...-empezó a decir.

    -No tenias porque venir a ver esto-le cortó Gordon mirando hacia atrás.

    En esos momentos dos paramédicos sacaba el cuerpo sin vida de Jörg Kaulitz en una camilla cubierto con una sabana blanca. Quiso llevarse a su hijo de allí cuanto antes, pero no pudo evitar que echara un vistazo por detrás suyo. Maldijo por lo bajo y tirando más de él se lo llevó hasta donde había dejado el coche y le metió en el.

    -No te muevas de aquí-le ordenó.

    Le vio asentir con la cabeza y echó a andar hacia donde se había quedado un avergonzado Georg.

    -Lo siento, no lo pude impedir-se disculpó Georg.

    -Lo sé, no te preocupes. No sabemos nada de Tom, me llevo a Bill a casa, si pudieras buscarle...

    -Preguntare en el pueblo, creo que podría estar con Andreas-dijo Georg suspirando.

    A pesar de que ya no salía con Bill y por lo visto su padre aun no lo sabia, no le quedaba mas remedio que buscar a su contrincante, aunque estaba claro que como le encontrara no pensaba ofrecerle un hombro sobre el que llorar...



    Esperó hasta que su padre entró en el coche y lo puso en marcha. Llegaron a casa suspirando aliviad porque su madre aún no había regresado, conscientes de que al saber la noticia y ver que su hijo venía de la casa donde ese hombre había muerto, pondría el grito en el cielo.

    -¿Estás bien?-preguntó Gordon tras cerrar la puerta.

    Desde que salieran de la casa de Jörg Kaulitz, su hijo estaba muy pálido y tenía la mirada perdida. Tenía miedo de que hubiera quedado algo trastornado al ver como se llevaban el cuerpo. Su hijo era tan frágil…

    Le vio asentir con la cabeza y poner un pie en las escaleras con intención de subir y encerrarse en su habitación, pero Gordon se lo impidió. Le cogió de nuevo por el brazo y se lo llevó a la cocina, donde le hizo sentar mientras preparaba dos tazas de té.

    Dejó una delante de su hijo y se sentó a su lado bebiendo de la suya despacio.

    -Tom fue a verle-murmuró Bill sin apartar la vista de su taza-Puede que discutieran y su padre se alterara…

    -Jörg Kaulitz estaba muy delicado del corazón y no quería ir a ningún hospital. No es culpa de Tom-le aseguró Gordon.

    -Pero él lo cree-susurró Bill con firmeza.

    -No pienses en es ahora, bebe el té y esperemos que Georg le haya localizado en el pueblo…

    -Lo hemos dejado-dijo Bill de repente.

    Escuchó como su padre suspiraba y solo entonces alzó la mirada.

    -¿Es por Tom?-preguntó Gordon, viéndole asentir con la cabeza-¿Sabes lo que haces? No quiero que te hagan daño….

    -Tom es inocente, y me enamoré de él desde el primer día que le vi y decidí ayudarle-le confesó Bill a su padre-Cuando quedábamos para estudiar, solo esperaba tener una oportunidad de confesarle mis sentimientos, pero me pudo el miedo y luego fue demasiado tarde.

    -¿Y siente Tom lo mismo por ti? ¿Qué se trae con Andreas?-inquirió Gordon.

    Viviendo tantos años en el pueblo, no pasaba por altos los chismorreos. Se decía que el tal Andreas y Tom mantenían una estrecha relación desde hacía tiempo, no quería que su hijo de hiciera ilusiones en vano…

    -Es solo sexo, Andreas me lo dijo-murmuró Bill-Sé que Tom siente algo por mi…si no, no me hubiera besado esta misma tarde…

    Dejó de hablar al escuchar que se abría la puerta de la calle. Se puso en pie imitando a su padre, al escuchar la agitada voz de su madre.

    -¿Estás en casa Gordon? ¿Dónde está Bill?-preguntó una Simone muy asustada.

    -Estoy aquí, mamá-se apresuró a contestar Bill.

    Vio como su madre corría en su dirección y se dejó abrazar.

    -Me acabo de enterar, tenía miedo de que estuvieras con Tom cuando sucedió, en casa de ese hombre-…-empezó a decir Simone.

    -Cariño, Bill estaba conmigo cuando nos enteramos-mintió Gordon a su mujer-Me acerqué un momento para ver si podía hacer algo, y buscar a Tom.

    -¿Por qué?-preguntó Simone.

    -Está bajo mi responsabilidad, y era su padre-contestó Gordon suspirando.

    Bill cerró los ojos mientras sus padres hablaban, sin soltarse de los brazos de su madre. En esos momentos necesitaba un fuerte abrazo, y solo se podía preguntar donde se había metido Tom, si se encontraba bien y quería que él le abrazase y consolase…

    “Tom…”-suspiró con los ojos cerrados.

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