Tokio Hotel World

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^-^Dediado a todos los Aliens ^-^


    Capitulo 13

    Thomas Kaulitz
    Thomas Kaulitz
    Viceprecidente
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    Fecha de inscripción : 11/07/2011
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    Mensaje  Thomas Kaulitz Mar Jul 12, 2011 8:43 pm

    POV DAMIEN


    Me encontraba en casa de Tom.. sí mi Tom, aún no me lo podía creer que al fin después de tanto tiempo… Tom me hizo caso. Jamás creí que le fueran los tíos. Pero con eso de que ahora la suerte está de mi lado no la desaprovecharé. Tom me encanta, siempre lo hizo. Pero el nunca supo de mi existencia hasta ese día que me aparecí en su clase. Es tan perfecto, tan …tan él. Su forma de ser, tan agresiva, tan prepotente, tan dulce y tierno cuando quiere… jamás creí que esto se iba a cumplir. Recuerdo la primera vez que lo ví, pero claro, el no recuerda nada….




    -¡Damien ! –Gritó Mark.-¡Corre a por la escoba!

    -¡Si, espera!-respondí recojiendome un mechón de cabello tras la oreja. A pesar de tener 12 años Ya trabajaba, ¿En qué? Bueno, en realidad era un negocio poco habitual.

    Un local de tatuajes y piercings.

    -¡Corre cabrón que tenemos gente!-Me gritó Lucas, el chico de pelo verde que siempre iba maquillado y con zapatos de plataforma, cadenas y al menos un total de 20 piercings en todas las partes del cuerpo. -¡Corre maricón necesito que limpies la tinta que se acaba de regar!- Me gritó el muy mamón, o mejor dicho debí decir, mi jefe.

    -Ya voy, ya voy.

    -¡Eres un puto flojo, no haces bien tu trabajo!

    ¿Se habían preguntado cuál era mi trabajo?

    -Ven y limpia este desastre mocoso.-Se burló con una risotada desagradable, dejando ver su perforación en la lengua y tres en los labios.

    Bueno ahí lo tienen, nada más y nada menos que un mocoso que solo barría y limpiaba en el local.

    La puerta de entrada se abrió dando paso a un sonido de una pequeña campanita.

    -Pase… -Dijo Lucas.

    -¡Hey! ¿Qué hay? –Alguien habló en el mostrador, al parecer con Lucas. Yo seguía limpiando el desastre que había causado la salpicadura de tinta en el piso. Sin alzar la cabeza concentrándome en lo mío.

    -¡Tom hermano! ¿Vienes a hacerte la perforación que me dijiste?

    -Si justamente venía a eso.

    Oía como el cliente platicaba con Lucas. No se oía muy grande, al menos tendría mi edad.

    Curioso volteé para encontrarme con un gran manojo de rastas rubias. Aún no le veía el rostro. Pero traía ropas al menos 4 tallas más grandes que la suya.

    Entraron a la sala de perforación cerrando la puerta.

    No sabía exactamente el porqué, peroese chico me había llamado demasiado la atención, y eso que no había visto su rostro. Pero parecía alguien interesante, alguien que simplemente no pasa desapercibido.

    Esperé un buen tiempo afuera de la sala de perforación. Jugando al game boy, Mientras esperaba…

    ¿Qué esperaba?

    Se oyeron unos sonidos cerca de la puerta. y yo salté de mi lugar ansioso. Parecía como si detrás de esa puerta estuviera una gran sorpresa.

    Pegué mi oído a la puerta como un obseso y sólo oí como alguien gritaba ligeramente de dolor. Al parecer ya lo estaban perforando.

    -¡Ouch!, eso dolió- Dijo a parecer el chico de rastas .

    -No seas quejica Tom, ya pasará el dolor.

    Tom…

    La puerta se abrió de golpe sacándome de mi ensimismamiento y aventándome de culo al suelo.

    -¡Ups lo siento!- Al fin vi quien me había golpeado, Tom por su puesto.

    Ahí fue cuando lo vi por primera vez, sus ojos, su cara perfecta… y ahora con el nuevo piercing que adornaba esos labios.

    Me quedé viéndolo no se por cuanto tiempo. Hasta que se oyó una risotada en todo el local.

    -Enano idiota haber si ya dejas de espiar a los clientes mientras se hacen perforaciones.-Se burló Lucas y yo lo fulminé con la mirada desde mi posición. Escondiéndome bajo mi flequillo que me tapaba ahora la mitad de mi cara que probablemente estaba roja como un tomate.

    -Perdona amigo no quise tirarte.-Me sostuvo de un brazo ayudándome a pararme y ahí pude verlo fijamete. Me quedé embelesado. No pude pronunciar palabra alguna.

    -Y-yo…

    Se volteó dejándome como idiota y se despidió de Lucas.

    -¡Hasta luego!-Se despidió sin siquiera volver a mirarme. Pero no me importaba porque en ese momento yo ya me había flechado.

    Desde ese día, me fijé que por casualidad el local estaba justamente enfrente de su escuela.
    La mía quedaba unas cuadras más atrás. Lo observaba en silencio cada mañana cuando iba de camino a mi escuela. Nunca me atreví a volver a hablarle y al parecer él nunca se acordó de mí. Le estuve rogando a mis padres que me cambiaran de escuela. Pero dijeron que no hasta que terminara mis estudios para irme a la preparatoria.

    Fue así como esperé tantos años Observándole.

    Apuesto a que yo era insignificante para él, y por lo que me habían contado varios amigos de su escuela, no es que me llevara mucho con ellos pero al menos podría sacar información
    acerca de Tom.

    Mi chico de rastas era todo un rompecorazones, a kilómetros se veía que todas o la mayoría de niñas se morían por él, pero después de un tiempo pareció como si todos y todas se olvidaran de él por su hermano, Bill.

    Ya que al parecer, dicen que tenía una belleza enigmática además de ser muy listo y aplicado. Al instante se convirtió en “La imagen escolar” . Por lo que me contaron a Tom no pareció afectarle en lo más mínimo pues de hecho estaba orgulloso del logro de su hermano.

    Unos dicen que se empezó a dejar de interesarse en las chicas, que ya a ni una la pelaba.Otros decían que el amor le había llegado a Tom. ¿Pero de quien estaba enamorado? Yo nunca lo veía con nadie.

    En ese momento mis esperanzas dieron un grito en el cielo viendo que había una posibilidad de que Tom fuera gay.

    Pasaron Los días e incluso meses. Cada día que lo veía entrar a la escuela lo notaba más distraído, más ido, como melancólico. Pero en su rostro se veía la tristeza reflejada, tristeza y resignación. Llegaba siempre con su hermano en su coche.

    Bill siempre parecía radiante y feliz, toda una diva, Hermoso y popular el nuevo galán de la escuela después del título que le dieron. Pero Tom, parecía triste…no, parecía como si ahora toda esa chulería, todas las chicas y las miradas de un momento a otro las hubiera acaparado
    Bill y a Tom lo hubieran dejado en segundo plano.

    Pero a él parecía no importarle eso, más bien estaba triste por algo más, algo más importante que simplemente ser el popular de la escuela.

    El salía siempre con una mueca falsa de felicidad ante todos, y cuando Miraba a Bill, parecía triste.

    Pero eso Bill no lo notaba.

    ¿Acaso estaba ciego? ¿No veía que Tom estaba triste?

    Pues claro que no, Porque siempre que Bill volteaba a verle o hablarle o lo que fuera .Tom parecía ilusionarse, incuso se le veía más animado…podría decir que hasta feliz.

    Por lo que yo veía, Lo quería y lo procuraba mucho. Pero a Bill, parecía no importarle.
    Después pasaron los meses y el 1 de Septiembre, Día de su cumpleaños, me acuerdo perfectamente que ese día llegó con un ramo de rosas, su guitarra y unos dulces a la escuela. Hablaba animadamente con su amigo Andreas, el rubio que tiene un estilo de vestir parecido al mío.

    Parecía feliz. Y yo sentí como en ese momento se me rompía mi corazón. Al parecer a Tom le gustaba una chica. Jamás vi que le regalara algo a alguien. Porque e era de los que si quería follar con alguna chica iba y lo hacía, no necesitaba de regalitos. Y yo ya había aprendido a vivir así, con las andadas de Tom, sus polvos, sus conquistas. De todos modos ¿qué posibilidades tenía yo con él? Y a juzgar por las flores y por la sonrisa estúpida que puso al verlas, seguramente pensando en aquella afortunada persona que le había robado el corazón
    a mi amor platónico.

    A mi chico de rastas…

    A mi Tom.



    POV TOM


    Bill estaba parado en el umbral de la puerta. Nos había visto besarnos a Damien y a mí, quién sabe por cuanto tiempo había estado ahí, observándonos. Su expresión no me decía nada en concreto, parecía estar en shock. Sólo eso. Después me miró con furia arrugando el entrecejo y crispando los dedos en un puño. Y cuando vi mejor su cara, apuesto a que se me fuñe el color de la cara. Tenía marcas de golpes, su labio sangraba, estaba llorando y tenía un moretón cerca del ojo derecho. Oh no…

    Deje a Damien en el sillón y me paré de golpe yendo hasta mi hermano.

    -No…-Dijo Bill dando pasos hacia atrás. Salieron más lagrimas de sus ojos y mojaron su rostro cruelmente golpeado.

    -Bill …-Hable seriamente fulminándole con la mirada.-¿Quién coño te a pegado?

    -N-no…- Negó fuertemente con la cabeza volteando a ver a la persona a mis espaldas a Damien.Me miró con ojos acuosos después se volteó con claras intensiones de echarse a correr escaleras arriba.

    -¡De aquí no te mueves hasta que me digas quien carajos te pego Bill!-Grite furioso agarrándolo del brazo para evitar que se fuera.

    Bill bajó la cabeza sin decir nada más. Sacudió su brazo intentando soltarse. Pero yo no lo dejé, al contrario, apretaba más el agarre.

    -Suéltame Tom…-susurró con voz neutra

    -No- Lo agarré más fuerte y lo jalé.- De aquí no te mueves ¿Me oíste?

    -Dejame…

    -No

    -¡Vete a la mierda Tom!-Me empujó pero no me moví un centímetro. Bill era muy débil.-
    ¡Dejame en paz coño!

    -¡Que no niñato consentido y malcriado de aquí no te vas hasta que hablemos!

    -¡Yo no quiero interrumpir tu cita romántica con….

    -Hola Bill soy Damien-Se presentó Damien extendiendo la mano, con una clara ironía en la voz y tono de burla que no me la creí. Se situó atrás de mí abrazándome con fuerza a él y yo me tensé. Volteé a ver a Bill quien observaba todo con cara de poker, y después más lágrimas salieron de esos hermosos ojos.

    -Bill Kaulitz, y No tengo el placer de conocerte.-Bill se sacudió el brazo hasta lograr que lo soltara.-Buenas noches, y si pensáis en follar hagan el favor de que no sea en la sala porque mamá podría enojarse.- Se soltó y se dispuso a ir a la escaleras.

    Ah no… no se iba a ir sin antes haber hablado conmigo.

    -¡Bill!

    -¡que te vayas muy a la mierda!

    Volteé a ver a Damien quien seguía pegado como lapa a mi espalda. M quite sus brazos de mi cintura y lo miré seriamente.

    -Damien , lárgate…-Se separó de mi sorprendido y después sonrió falsamente. No conocía esa faceta de Damien, o tal vez se debía a que no lo conocía nada bien.

    -Nos vemos después Tom…-Giró la vista hasta donde estaba mi hermano en las escaleras y para mi sorpresa y la de Bill. Me agarró del cuello y me besó efusivamente juntando nuestros labios y metiéndome la lengua hasta la campanilla de una manera totalmente desconocida a la que nos habíamos besado en el cine. Lo separé bruscamente de mí mirándolo furioso. -
    Adiós Bill…-Dijo por último mientras caminaba hasta la salida

    Me quedé estático mientras veía como Damien se iba y daba un sonoro portazo al salir.

    ¿Qué carajo había sido eso?

    Volteé pero Bill ya no estaba en las escaleras.

    -Bill…- Me limpié la boca del beso que me había dado Damien, después de todo me había parecido de lo mas falso.-¡Bill!-Grité esperando una respuesta que obviamente no me daría.

    Subí las escaleras de dos en dos hasta llegar a la habitación de Bill.

    Ni siquiera se había molestado en cerrarla. Pero cuando entré me quedé estático al ver como
    Bill guardaba sus cosas en una maleta apresuradamente. ¿Qué carajos?

    ¿Empacaba para irse a donde o qué?

    -¿Bill?

    -Lárgate estoy ocupado.-Cortó mientras revolvía sus cajones de forma desesperada.

    -¿Qué haces?...¿A donde vas con eso?-Me quede viendo como corría de un extremo del cuarto a otro, abriendo cajones de forma desesperada y diría que hasta nerviosa.-¿ Quién te pegó? –Volví a preguntar.

    -Ya vienen…ya vienen…ya vienen-Siseaba y entendí que no estaba si quiera prestándome la más mínima atención.

    -¡Bill!-grité furioso, harto de que me ignorara.
    -Ya vienen…- Salió disparado al baño mientras oía como revolvía sus cosas, unos frascos.

    Caminé hasta situarme al marco de la puerta viendo como revolvía todo el gabinete del baño y agarraba algodón y se quitaba casi con saña todo el maquillaje de su rostro, sin importarle que su cara estuviera magullada con golpes y rasguños además de muestras de costras de sangre. Hundió su cara en el lavabo y abrió la llave dejando que se mojara todo su cabello.

    ¿Qué mierdas hacía acaso había enloquecido?

    -Bill…-Lo llamé de nuevo pero él parecía en un trance. –Bill ¿Quién te pego?

    Hizo caso omizo de mis palabras mientras se secaba la cara y los restos de maquillaje quedando ésta limpia- Se secó el cabelo con una toalla Mientras agarraba la secadora y la prendía para secárselo.

    Su pulso temblaba y sus labios resecos tiritaban nerviosos.

    -¿Bill que ocurre?- Esta vez sabiendo que posiblemente no me respondería Observé fijamente como con desesperación corría de nuevo hasta el cuarto hasta encontrar unas tijeras.
    ¿¡Que pensaba hacer con eso!? ¿Acaso iba a a…?

    No…

    Se dirigió de nuevo hasta el baño y yo lo seguí desesperado para evitar que hiciera cualquier tontería. Pero cuando vi , agarró las tijeras con el pulso temblando y se miró al espejo.
    Viéndome reflejado yo en él, Vi como Bill centraba su mirada a través del espejo hacia la mía. Un par de lágrimas salieron de sus ojos y vi como dirigía las tijeras a su cabello.

    -¡No!-Grite histérico mientras me acercaba hasta él, pero antes de poder hacer nada vi cómo
    Empezó a cortar trozos irregulares de... de su preciosa cabellera negra. Mechones largos. Y yo absorto y totalmente en shock vi como mientras se iba cortando el cabello lloraba amargamente.

    Con los ojos como platos observé como todo ese cabello que tenia, ya no estaba, y ahora estaba corto , sumamente corto. Apenas le llegaba a la frente.

    -Bill… ¿Qué pasa? ¿Por qué hiciste eso? ¿Quién te golpeó? –las preguntas se me atragantaron en la boca mientras veía como Bill se dirigía de nuevo al cuarto para cerrar la maleta. Yo seguía cada uno de sus movimientos como un obseso.

    Y para mi sorpresa al fin me respondió.

    -Haces demasiadas preguntas Tom.-Bill se sentó en su cama y ante mi mirada atenta como la de un gato empezó a desnudarse, aunque no por completo. Se quitó la playera y se quedó desnudo de cintura para arriba.

    Cansado ya de tanto misterio decidí acercarme hasta él y agarrarlo de la cara. Bill no se movió un ápice, escrutándome seriamente con la mirada. Exigí una respuesta con mis ojos.-
    Bill dime que pasa.-Apreté un poco brusco sus mejillas, mientras veía como se estremecía de un ligero dolor.

    -¿Me lo pides o me lo exiges?-Preguntó y yo no sé de qué iba.

    -¡¿Qué te pasa coño!?¿Cual es tu problema?
    -¡Tú eres mi problema!

    Apreté más el agarre y Bill subió sus manos hasta mis brazos, pidiéndome con ese gesto que aflojara un poco o que de plano lo soltara. Podía ver su cara de dolor. Pero yo pregunté algo, y aun no obtenía respuesta.

    Sentí n fuerte dolor del estómago al sentir como un puño de Bill impactaba contra mi abdomen provocándome que lo soltara. –Tom, no tienes ningún derecho a venir y exigirme nada. Yo no te pido explicaciones de con quién te revuelcas y quien no, lárgate.

    - ¿y acaso yo te digo algo con todos los que te prostituyes?-Lo reté furioso. Y como si fuera costumbre. Otro guantazo acabó dándome de lleno en la cara.

    -¡No sabes una mierda!

    -¡Pues eso precisamente es lo que estoy preguntando!¡quiero saber que pasa, porque coños te pones en esa actitud!

    -¡No tienes derecho a reclamarme nada cuando estas prácticamente follando con ese… ese estúpido de cómo se llame!-Gritó mientras unas lágrimas salían de sus ojos. Me tranquilicé y entonces entendí todo…

    Me acerqué hasta él y agarré su cara esta vez con delicadeza y lo miré fijamente a los ojos.

    -Estas celoso-No era una pregunta, pero quería que me lo confirmara.

    - Y una mierda.-Bajó su mirada y pude notar un leve rubor en sus mejillas.

    - Deja atrás el maldito orgullo y admítelo ¿si?-Me puse nervioso y sentí como mi corazón golpeaba con fuerza sobre mi pecho. Me puse más ansioso mientras pasaba más segundos pudieron haber sido incluso minutos y Bill no contestaba.

    -¿Bill?-Agarré su cuello acerqué nuestros labios suavemente. Bill no se apartó. Antes de juntar nuestros labios Observé como Bill cerraba sus ojos y mas lagrimas seguían saliendo.
    ¿Algo estaba haciendo mal?

    -Bill…-Abrió los ojos y me miró esperando a…¿ que esperaba que lo besara? ¿Acaso estaba soñando? Esto no podía estar pasando.

    Sin previo aviso me abrazó por el cuello y me besó. No era un beso ansioso, no, era tranquilo y dulce. Lo besé de la misma manera notando como al saborear su labio con mi lengua , sabía a oxido, a sangre, Yo no lo había mordido, apenas si había tocado sus labios.

    -Bill…estas sangrando.

    El no dijo nada, bajó la cabeza ruborizada mientras me abrazaba por el cuello y yo correspondí.

    -¿Quién te ha pegado? ¿Fue Max?- Tan solo mencionar el nombre de ese imbécil me puso verde de celos. ¿Para que negarlo?

    -No…-Me abrazo más fuerte y me empezó a dar besos por sobre mi cuello. Sentí un escalofrío recorrerme la espina dorsal. Bill se pegó más a mí y yo hice lo mismo. –No fue Max, fue Roy.
    Me separé de golpe de él con la furia impregnada en todo mí ser.

    -¿¡Qué!?

    -Tom, calla…nos van a escuchar los vecinos.

    -¡Ese maldito pederasta! ¡Lo mataré Bill, te lo juro!

    -No Tom, no puedes… El tiene personas que trabajan con él, pueden hacernos daño…más a ti y a mamá.

    -¿Qué?

    -Tom no me estas poniendo atención.-Bill hizo un puchero adorable y después me abrazó y suspiró en mi cuello, estremeciéndome por completo .Su aliento era muy cálido.- Roy nos tiene acorralados. El no me va a dejar en paz.

    -Puedes denunciarlo

    - E intentado, pero si se entera de que la policía viene a por él, el los matará, a ti y a mamá. –Bill empezó a hipar contra mi cuerpo y supe que de nuevo se había puesto a llorar.

    Acaricié su cabello y lo abrasé besando su frente.-Bill hay que denunciarlo.

    -Tom… no entiendes… ellos están aquí…

    -¿Ellos?-Pregunté incrédulo no entendiendo una mierda.

    -Zacky y Clarck.

    -¿Ah?

    -Son las guaruras de Roy, ellos me vigilan Tom, apuesto a que lo hacen día y noche.

    -¿Por qué lo dices? ¿Los has visto?

    -Una vez , cuando tú te fuiste con mamá a comprar no se qué yo me quedé solo y me asomé por la ventana y en eso los ví. Estaban en una camioneta negra. Sólo estaban ahí afuera, enfrente observando la casa, observándome, para ver si no hacía un movimiento en falso.

    -¿Fue la única vez que los viste?

    -No, esa solo fue una de tantas, después de esa primera vez que los vi a fuera, siguió una cadena de acoso hacia mi Tom. Nunca dije nada porque no le tomaba la mayor importancia.

    -¿Desde cuándo ocurre esto?

    -Desde hace como 2 semanas masomenos, desde que le dije a Roy que quería renunciar y me…- De pronto Bill calló de golpe. Sin soltar una sola palabra, enmudeciendo completamente y quedando absorto en sus pensamientos , como se hubiera pensando que había metido la pata..

    -¿Te qué?-Pregunté incitándolo a seguir.

    -No…

    -Por favor Bill puedes decírmelo. Confía en mi somos hermanos…

    -No digas esa palabra. No después de habernos besado, eso no hacen los hermanos.

    -Tienes razón…a mí tampoco me gusta emplearla mucho, pero quiero que sepas que puedes confiar en mi mas que en nadie.
    -Lo sé- Alzó su cabeza y acercó sus labios de nuevo los míos, besándonos, saboreando nuestros labios. Trate de ser cuidadoso, pues Bill estaba herido, su labio estaba hinchado y tenía una cortada a un lado.

    -¿Qué te hizo ese desgraciado Bill?

    -Y-yo…

    Esperé a que continuara pero en vista a que no decía ninguna palabra y no pensaba hablar, decidí ayudarle un poco.

    -¿Te violó?

    -Bill agachó la cabeza, supe que se había avergonzado. Tomé eso como un sí. Una razón más para descuartizar a aquel sujeto y deformarle la cara si es que no de por sí ya estaba deforme.

    -¿Te obligó a que le hicieras algo Bill?

    De nuevo calló y me abrazó con fuerza sollozando una vez más.

    -Si Tom…él, me obligó a que le diera una m… y … me golpeaba, yo era solo un niño joder…se aprovechó de mí, y ahora tengo miedo. Pero no temo por mí, temo por ti, Y por mamá.

    -No nos va a pasar nada Bill… aún así. Aun tengo una duda. Bill me miró limpiándose las lágrimas con el brazo.

    -¿cuál es tu duda?

    -¿Para que la maleta?¿Pensabas huir?

    Bill asintió pesadamente. Se removió el ahora escaso cabello y me miró …¿Cómo me miró?

    -Tom, perdóname por todo lo que te hice pasar, no era mi intención que sufrieras por mí,
    ahora sé lo que se siente.

    -Tranquilo, ya pasó….

    -No Tom, es verdad. Yo no puedo sentir cosas hacia ti, es decir…

    No sabía a lo que se refería. ¿Cosas? ¿Acaso también sentía cosas por mí? Pero… no. Él me había llamado enfermo. Que lo que yo sentía no era amor, sino otra cosa. Pero claro, yo no creía una mierda. Yo sabía lo que sentía, y no me avergonzaba de ello.

    -¿Cosas dices?-Pregunté incrédulo. Bill se mordió el labio y asintió.

    -Si Tom… Te amo.-Mis oídos retumbaron en ese momento como si hubiera oído el sonido de unas campanas, unas simples palabras que me dejaron atontado un momento.

    -¿Q-qué?-No pude reaccionar. Bill se me lanzó encima, atrapando mis labios con los suyos. No fue un beso forzado, para nada. Bill se relajó y me abrazó efusivamente.

    -Tom, lo siento…

    -No tienes por qué disculparte.

    -¿Quién era…?-Supe a quien se refería y me empecé a reír .Me hizo tanta gracia los incontrolables celos de Bill.

    -¡Jajaja! ¿Estás celoso Bill?

    -¿Y que pasa si te digo que sí?

    Jamás me había esperado una respuesta tan directa por parte de Bill, ya que sé que el es muy orgulloso y no le gusta dar a conocer sus sentimientos.

    -Se llama Damien.

    -Ah…

    -¿Y bién? ¿No me vas a reclamar algo…?

    -¿Debería?

    -No lo sé, sinceramente no se cuales sean tus sentimientos hacia mí, me estas confundiendo demasiado Bill. En serio.

    -Pues no creo que sirva de mucho que te los diga ahora.

    -¿Lo amas?-preguntó de repente y yo no entendí muy bien a que iba eso.

    -¿Ah?-Solo pude contestar.

    -Que si lo amas…

    -No Bill, ya sabes muy bien de quien estoy enamorado no digas gilipolleces.

    -¿porqué lo besaste?-preguntó en tono neutro, aunque un poco menos tenso.

    ¿Qué le decía? Esa pregunta me había dejado descolocado pero por un momento mi orgullo salió a flote y mi chulería salió por sí sola.

    -Porque me apeteció. –Sonreí burlonamente mientras veía como se le descomponía la cara de celos a Bill.

    Bajó la cabeza y se quedó callado. No habló durante varios minutos. O fueron segundos? No se pero el tiempo se me hizo eterno y Bill no pronunció palabra.

    Decidí decirle la verdad.

    -Lo besé porque…

    De nuevo obtuve su atención y me miró serio. Esperando a que continuara.

    -Lo besé porque se parece a ti Bill.

    -¿A mí?-Preguntó indignado y hasta molesto.-¿Qué ese idiota de mierda se parece a mí? ¡Por favor! ¡Más quisiera! ¡Marica con complejo de emo! -Y de nuevo, su actitud de Diva salió a flote y su orgullo sobre todo.

    -¿Qué acaso no entendiste?-¡Pareciera que le estaba explicando a un niño de parvulario joder!- Lo besé porque se paree a Ti, ya sé que no se compara contigo. Pero lo hice porque sólo me imaginaba que a quien besaba era a ti. El no me importa una mierda Bill ¿acaso no lo entiendes? Ese tipo fue el segundo plato, mi consuelo para poder olvidarme de ti. Porque sabía que no te iba a poder tener. Tú me habías rechazado y yo no podía dejar de amate tan fácil. De hecho aún no lo consigo y no creo que pueda hacerlo. Además de que no quiero.
    Después de haber soltado todo eso, por alguna extraña razón me sentí tranquilo, en paz conmigo mismo.

    Bill se acercó a mí y me dio un pico. Fue suave y supe que me lo había dado por toda la sarta de cursilerías que acababa de soltar.

    -Tom…no creo que sirva mucho lo que pensaba decirte ahora.

    -¿Porqué lo dices? ¿Piensas irte? ¿Es eso? –Observé de nuevo la maleta hecha y fruncí el ceño. –¿Porque te vas? ¿Es por Roy? ¿Qué tanto te dijo ese cabrón, Bill? Y ahora sí dime la verdad.-Bill se intentó levantar evadiendo mi pregunta pero yo lo sostuve de la muñeca, obligándolo a que se sentara de nuevo y me mirara a los ojos.

    -Tom, entiende Roy me vigila, el no va a parar hasta que yo siga sus ordenes, hasta que obedezca como un perrito sumiso.
    -¿Y por eso estas huyendo?

    -¡no estoy..! ¡Agh! ¿Y qué si estoy huyendo? ¡Es para proteger tu pellejo!

    -¡Yo no necesito que me cuides!

    -Pues perdóname por preocuparme de ti ¡Maldito desagradecido!-Bill me gritó en la cara y me empujó con lo que supuse eran todas sus fuerzas de la cama.-¡Eres un idiota Tom!

    -¡Y tu un crío tonto!

    -¿No ves que si me voy es para que tu estés a salvo? ¿Eh, acaso no ves que todo lo que hago lo hago por ti? ¡Deberías agradecérmelo!

    -¡No te puedo agradecer que te vayas!¡Entiéndelo!
    No me di cuenta que estábamos hablando a los gritos y probablemente ya nos hayan escuchado los vecinos, pero después recordé que eso no tenía porque importarme una mierda.

    Bill me miró furioso y se levantó de la cama yendo hasta donde yo estaba.

    -Tú…-Me apuntó con el dedo furioso y después…me besó. Sin más me agarró de la playera y me plantó un beso. –Tom, tu eres idiota.

    -Y tu hermoso…-Respondí como un imbécil enamorado. Bill se separó de mí arqueando una ceja interrogante.

    Empezó a reírse bajito y yo no entendí a que iba la risa

    ¿Qué es lo gracioso joder?

    Ah ya lo recuerdo, mi cara de idiota y las palabras tan cursis que salieron de mi boca.

    -¿Qué?-Intenté aparentar indiferencia pero Bill lo notó y empezó a reírse más fuerte, pero no era una risa burlona sino una de alegría. Realmente se le veía feliz.

    -¿En serio crees que soy hermoso?

    -Pues claro que si no…Sólo hay que mirarme al espejo. Soy hermoso, por lo tanto tu también lo eres.

    -Tom eres un chulo de mierda.

    -¿Y qué?

    Esta vez los dos nos empezamos a reír como un par de idiotas. Bill se acostó de nuevo en su cama y me miró con un brillo especial en los ojos. Creo que era la primera vez en mucho tiempo que lo veía reír así. Tan puro y real. No era fingida.

    -Bill, ¿Porqué te cortaste el cabello? ¿Es que acaso creías que si cambiabas tu look Roy no te reconocería?

    -Se supone que esa es la idea, por eso también me quité el maquillaje…

    -Todo mundo te reconocería aún sin maquillaje.

    Bill bajó la mirada y después me miró interrogante.

    -Mírate, tu cara no ha cambiado en nada, sigues estando precioso con o sin maquillaje.

    -Sin maquillaje me veo igual que tú.

    -Precisamente-Me cruce de brazos mirándolo con una sonrisa irónica. Y Bill me dio un leve golpe en el hombro riéndose.

    -¡Tom eres un ególatra de lo peor!

    -¡hey hey, que eso es de familia!-Lo mire riéndome aún más.

    El ambiente se había suavizado demasiado, se notó como la tención paso de estar en un caos a una tremenda quietud.

    -Bill, me gustaba tu pelo largo…- Me acerqué más a él acariciando su cabeza ahora sin la característica melena negra que siempre llevaba.

    -Lo sé a mi también pero…creí que si me cortaba el cabello y me quitaba el maquillaje pasaría desapercibido.

    -No lo creo.

    -Tom…No sé qué hacer. Tengo miedo.

    -No estás solo Bill, eso lo sabes.

    -No quiero que te hagan daño.

    -No lo harán, hay que denunciarlos.

    -Probablemente ahorita estén afuera de la casa, acechándome.

    -Tranquilo…-Me acerqué aún más y junté nuestros cuerpos en un abrazo. Bill me correspondió y yo le besé la frente.

    Jamás me había sentido tan a gusto como en este momento. No quería que Bill se fuera, y para demostrarle que no tenía por qué tener miedo. Yo iba a defenderme solo. Yo lo protegería.

    No importaba el costo, antes estaba su vida que la mía.

    Quería que confiara en mí, quería que viera que yo podía cuidar de él y no al revés, pues sólo parecía un cervatillo asustado, desorientado que no sabía hacia donde ir o qué hacer.
    Y yo era un león, que lo protegería con garras y dientes.

    Pero aún siendo un león, tenía miedo… y sinceramente me sentía más como un cervatillo asustado que como un León. Esperando la venida de los Gigantes que querían aplastar a mi precioso ángel.

    Y aún así, estaba dispuesto a dar mi vida por él.

    Nadie lo iba a tocar, no se atreverían. Antes pasaban por mi cadáver.

    No sabía cómo describir mis momentos ahorita. Me siento revuelto.
    No sé si tengo más miedo que la misma felicidad que me embarga mis venas. Es curioso , puesto que al fin, de una u otra manera, se que Bill me corresponde, sé que le importo.
    Como él dice. Sé que me ama. Y debería estar feliz, debería….

    Pero no puedo. Ahora ese sentimiento fue sustituido por otro, Uno más importante por el momento.

    El miedo.

    El miedo de perder al amor de mi vida. De perderlo por culpa de esos Gigantes que lo vigilaban día y noche, como gato a un ratón. Tenía miedo de perderlo, de perder a mi Bill.


    Y esta vez para siempre.







    POV BILL



    Me sentía atrapado, Y por si fuera poco estaba enjaulado en mi propia casa. Con Tom, con mi Tom.

    Y Probablemente me estuvieran vigilando, como ayer, y como antier. Y como la semana pasada y la antepasada.

    Esos tipos, sólo esperan que haga un movimiento en falso para atacarme, pero no directamente, atacarían primero a mis seres queridos. A Tom… que no sólo lo considero mi hermano.

    Ya no.
    Ahora lo considero como lo que siempre fue, mi alma gemela, mi otra mitad. La persona que amo.

    Ya no me importaba lo que dijera la gente.

    Antes me preocupaba por eso, ahora ya no. No pienso en eso, ni lo que diga la gente de mí, sólo importa lo que piense de mi mismo.

    ¿Y saben qué?

    Me siento una verdadera mierda.

    Tom se acostó a mi lado de la cama y en ese momento se rompió el hilo de mis divagaciones.

    -¿En qué piensas?-Preguntó mirándome fijamente a los ojos. Escrutándolos Buscando una sincera respuesta que probablemente no le daría.

    -Pienso que necesito protegerte.-Eso era verdad. Aunque realmente no hubiera estado precisamente en eso, sino más bien en que me sentía una mierda de persona. Todos estos años viviendo con Tom y yo, buscando amor con gente equivocada y mala. Gente que sólo busca placer y es perversa. Y Tom, Tom me lo brindó todo en bandeja de plata

    ¿Y yo que hice?

    Bueno al principio, se que lo eché todo al caño. Pero después supe que había metido la pata.
    Y yo la metí en grande. Jamás me había dado cuenta que el amor lo iba a encontrar precisamente en mi otra mitad. Mi gemelo.

    -Sabes que no necesitas hacerlo, De hecho el que debe proteger a alguien soy yo y no tu.-Dijo él abrazándome.

    Lo besé.
    Me correspondió. Nuestras lenguas se empezaron a mover al compás una de la otra. Tom me mordió el -labio inferior.

    Sentí como sus manos se empezaron a pasar en mi abdomen plano.

    Empezó mordisqueándome el lóbulo de la oreja, jadeé y me dejé hacer. Después de todo esto era lo que ambos queríamos.

    -Bill…¿Puedo?-Preguntó inseguro de lo que iba a hacer, pero yo asentí.
    Empezó a quitarme la playera lentamente, rozando con sus dedos fríos mi piel. Me estremecí y cuando posó su vista en mi cuero se l distorsionó el rostro en una mueca de disgusto.

    -¿y eso?-preguntó con la mirada al ver mi cuerpo.-¿Te ha pegado?

    -Si…-Probablemente Tom, había visto las marcas de los moretones que tenía debido a los golpes que había recibido de Roy.

    Maldito bastardo como lo odiaba. Ahora de seguro Tom sentía asco por mi cuerpo.

    -Tom…olvídalo.

    -No…Lo voy a matar.

    -Tom…Por favor, solo quiero estar contigo, ahora, no me importa lo que pase después. Pero quiero que estés conmigo. Quiero ser tuyo, ya no quiero pertenecer a nadie que no seas tú.
    Sólo te quiero a ti…No me importa lo que digan, ya no…

    -¿Estás preocupado por lo que pueda pensar la gente?

    -Si… ¿Tu no?

    -un poco, pero más si nos llega a descubrir mamá, lo que hacemos no está precisamente bien. Aunque realmente yo me siento bien y cómodo a tu lado.

    Suspiré con frustración y supe a lo que se refería mamá no sabía nada, y no pensábamos decirle obviamente nada.

    -Tom… no podemos decirle a nadie de esto.

    -Lo sé no pretendía decirle a nadie aunque es una verdadera putada.

    Asentí dándole la razón. Era cierto, si pensábamos amarnos como se suponía que lo hacíamos no podíamos mostrar nuestro amor al mundo entero como si fuera lo más normal del mundo.

    Había que tener cuidado.

    Nos sumergimos en un momento de silencio. Supuse que él estaba pensando en lo mismo que yo… No podíamos amarnos libremente, pero sólo bastaba con que nosotros lo supiéramos.

    Cada uno se sumergió en sus propios pensamientos. Sabía que esto era no precisamente bueno. Pero si yo y Tom nos sentíamos bien, que se jodiera el mundo.

    Así éramos felices, al menos por mi parte yo me sentía tan a gusto con él. Siempre fue así desde que no tengo memoria.

    -Bill-rompió el silencio sacándome de mis pensamientos.

    -¿Mmmh?-Pregunte volteando a verlo.

    -Eh…-Se puso rojo y jamás lo había visto así. –Empezó a mover las manos ansioso y volteaba a ver a todos lados.-yo eh…

    -¿Qué ocurre?

    -Vale sólo no quiero que te asustes o algo por el estilo ¿eh?

    -¿Qué pasa Tom?-pregunté un poco más ansioso.

    -Sólo quiero que sepas que si dices que no, no quiero que te preocupes por mi , ni nada, al fin de cuentas es tu decisión y no quiero que te sientas mal por mi y …

    -¡Tom!

    -Vale , vale ya…¿Quieres ser mi novio?-Preguntó yendo directo al grano. Y yo me quedé en shock. ¿En serio lo había pedido?

    -Eh…-Esa pregunta me pilló por completo. Al momento no supe como reaccionar.

    -Mira si no quieres yo lo comprendo porque pues bueno…tú eres mi hermano y seguro piensas que estoy loco, pero mira, sabes que tú no eres un simple rollo como mis novias anteriores…y…

    -¡Tom si quiero!-Contesté antes de que siguiera hablando cosas sin sentido. Me acerqué a él y le di un pico. Él me observó con los ojos abiertos de par en par. Apuesto a que no se esperaba esa respuesta de mi parte.

    Se acercó lentamente de nuevo hasta mí. Parece ser que esa simple afirmación lo hiciera convencerse de todo. Pues de nuevo empezó a besarme casi con desesperación, como si la vida se le fuera en ello. Sentí su lengua húmeda recorriendo toda mi cavidad bucal.

    Me mordió el labio inferior mientras nuestras lenguas se peleaban por ver quién ganaba partido.

    Lo abracé alrededor del cuello juntando aún más nuestras bocas. Recorrí todo su labio inferior hasta encontrarme con esa pequeña pieza metálica que tanto me llamaba la atención.
    Y a Tom se le veía demasiado bien.

    Mordí su labio y succioné el lugar donde se encontraba su piercing. Jalándolo un poco provocando que Tom sonriera.

    -Ahmmm-Jadeé cuando pasó de besarme a bajar hasta mi cuello. Succionándolo con fuerza. Apuesto a que estaba dejando marcas, reclamando lo que por derecho le pertenecía, mi cuerpo y mi corazón. Todo yo.

    Pasó sus manos por mi pecho deteniéndose en mis pezones. Los cuales se pusieron duros al contacto con su piel. Estaba empezando a excitarme. Dejó de besar mi cuello y bajó lentamente por mi pecho dejando lamidas y besos esparcidos por toda mi piel. Se detuvo en mis pezones duros. Y los besó y mordió con delicadeza, besándolos y succionándolos. Yo
    Jadeaba extasiado.

    -Tom…aaahhh… -Lentamente bajó su mano hasta ponerla en mi bajo vientre, acariciando en aquella zona tan sensible. Mi cuerpo recibía espasmos de placer. –T-tom te amo….

    -Yo también Bill…siempre lo hice.

    Sus manos empezaron a desabrochar mi pantalón y pude notar su risita en mi pecho cuando tiró de ellos.

    -¿Qué es…tan gracioso?-Jadeé mientras sentía como acariciaba mi miembro por sobre el bóxer.

    -Estas muy excitado…

    -¿Tu no?

    -Jeje, tengo el empalme de un caballo.

    -Tom que guarro eres.-Me reí ante su tonta respuesta.

    -Sólo soy honesto…eres demasiado sexy Bill-Meme puse nervioso cuando noté como Tom sacaba mi ya más que notable erección por afuera del bóxer.-Estas muy bien dotado hermanito…

    Me ruboricé a un más y apuesto a que ya parecía un farolillo.

    Empezó a masajear mi miembro suavemente. Mientras é se apretaba el pantalón para controlar su propia erección. Seguía besándome mis pezones ya más que erectos. Y Noté como fue bajando por todo mi pecho hasta mi ombligo. Donde paró lamiéndome aquella zona.

    -Ahhh-Jadeé de puro gusto mientras Tom se concentraba en dejarme besos húmedos en mi pecho. Después bajó lentamente hasta la altura de mi entrepierna . ¿Acaso iba a …?

    No…

    Se metió toda mi erección a su boca y yo abrí los ojos desmesuradamente mientras veía como poco a poco le daba pequeños lametones y recorría toda la punta con su lengua.

    -¿T-tom? …¿Qué haces?-Pregunte incrédulo mientras veía como seguía con lo mismo, Se ayudo de una mano acariciándomela toda. Volviéndosela meter toda a la boca.

    -Shhh…¿te gusta?-Preguntó y yo sentía que me iba a morir ¿en serio me preguntó que si me gustaba? No solo me gustaba ,¡ me encantaba!.Siguió en lo suyo mientras yo seguía gimiendo.

    -Ahhh Tom…-Sentía que iba a explotar cuando empezó a acelerar el ritmo de su boca entrando y saliendo de mi miembro. Inconscientemente agarré una de sus rastas y lo presioné más a mí para tener más profundidad. Tom no se quejó.

    Al instante vi como se empezaba a desabrochar el pantalón y con una sola mano se la sacó y empezó a sobársela.

    Yo me moría con lo que estaba haciendo. Pues seguía dándome placer en mi entrepierna que
    yo sentía estaba a punto de explotar.

    Luego pasó a dejar de hacer eso y bajó aún más. Empezó a lamer aquella zona tan sensible,
    la cual iba a ser penetrada por él.

    Metió uno de sus dedos y puesto a que yo no era virgen no me dolió tanto.

    -¿Te duele?-Preguntó mientras metía y sacaba su dedo de mi agujero.

    -No…sigue-Pedí mientras jadeaba y Tom no dejaba de masajearse su propia erección. -Ahhh…

    Coló un segundo dedo metiendo y sacándolo suavemente. –Tom…aghh…c-creo que…ya… ya estoy listo.

    Metió un tercer dedo y empezó a imitar el movimiento de unas tijeras para dilatar un poco más.

    Lamió por última vez aquella zona y se posicionó enfrente, con su erección en mi ya más que dilatado agujero.

    Se acerco hasta mí, y me dio un beso en la boca. Volviendo a juntar nuestras lenguas en una danza con un compás perfecto. Se separó de mis labios yendo hasta mi oreja.

    -No te voy a follar Bill…-Susurró y yo me quedé de a cuadros.

    ¿¡Qué!?¿Y y… todo el numerito qué? ¿Entonces que pretendía…?

    -Voy a hacerte el amor Bill.-Confirmó y se alejó un poco para mirarme directamente a los ojos.

    Mis piernas flaquearon y dejé mi nerviosismo a un lado Dejando paso al único sonido que podía emitir y que sólo yo era capaz de escucharlo.

    Mi corazón

    ¡Bum, bum!... ¡Bum, bum!...¡Bum, bum!...

    Lo abracé y lo besé una vez más. Quería demostrarle que si, yo también lo amaba y lo que el había hecho, o en su caso, estaba a punto de hacer. Nadie jamás lo había hecho. Sí, ya no era virgen, pero jamás me habían hecho el amor como tal. Con todo lo que conlleva, con todos los actos, todas las caricias y besos que simbolizan un amor incondicional. No sólo sexo, No… sino un acto que se considera sexual, pero yo lo considero plenamente como una entrega de amor.

    -Oh.. Tom-Sollozé mientras besaba esos labios suyos que tanto me gustaban.-Nadie jamás me había hecho el amor.

    -Pues ahora me tienes a mí, así va ser de ahora en adelante. A menos que tu no quieras. Yo respetaré tu decisión siempre. Pero por mi parte puedes apostar que yo no te voy a dejar…Te amo Bill.

    Empezó a entrar lentamente en mí. Y Mi cuerpo como si hubiera hecho específicamente para amoldarse al de Tom, encajó a la perfección con el suyo. Como si hubiéramos estado hechos para el otro. Como dos piezas de un puzle que encajan al colocarlas una con otra.

    Empezó un vaivén lento. Sin prisa. Ya que, como él había dicho no estábamos follando, sino haciendo el amor.

    Mi miembro hacía fricción en su abdomen mientras el entraba y salía despacio.

    -Mmgh-Ahora el que dio un gemido fue Tom, empezaba a acercarse de nuevo a mí. Juntando nuestras bocas en un profundo beso. –Bill te amo…

    Se acerco hasta mi oído y siguió moviéndose al mismo ritmo.
    Empecé a besarle su cuello, dejando leves mordiscos que dejarían paso a marcas rojas sobre de él. Mientras él seguía jadeando cerca de mi oreja.

    -Te amo Tom…-Jadeé mientras él seguía con el lento vaivén.

    -Bill…Ya mero…

    -YO…igual…

    Aceleró solo un poco el ritmo de sus embestidas y yo empecé a convulsionarme del puro placer que me producía, estaba a punto lo podía sentir.

    -Ahhh-Jadeé mientras eyaculaba en el abdomen de ambos. Terminando en un suspiro que me dejó tendido en la cama. Tom aún no terminaba, pero al ver su cara, pude adivinar que ya estaba a punto.

    Dio un par de embestidas más y se corrió en mi interior.

    -Mmmgh-Gimió mientras caía en mi pecho rendido.-Bill…eres grandioso.

    -Tú también…-Alzó su cara y de nuevo nos volvimos a besar. El beso era suave y nada apresurado.

    Nos quedamos así un buen rato, desnudos abrazándonos y con nuestros cuerpos sudados y
    respirando de manera pesada.


    -Tom…

    -¿mmm?-Volteó a verme y yo lo miré seriamente.

    -Tengo que escapar. Sólo me buscan a mí

    -No vas a ir a ningún lado Bill-parecía molesto, aún así su tono de voz era suave. Como un padre dándole lecciones a su hijo de lo que debe y no hacer.-Ya te dije que yo no te dejaré que te hagan nada… además...-Volteó su vista hasta mí y me agarró lo poco que me quedaba de cabello.-Extraño esa larga cabellera negra que tenías…y cuando te maquillabas te veías precioso. Y aunque te hayas quitado la mata y te hayas quitado el maquillaje sigues siendo único e inconfundible, basta ver a una persona tan fina y bella con complejo de ángel para saber que estamos hablando de ti.

    Sonreí y me ruboricé ante el cumplido y le di un pico en los labios. ¡Rayos! jamás había conocido esa faceta tan romántica y cursi de Tom, pero aún así me gustaba ya que sabía que con ninguna de las otras tías anteriores hacía lo mismo. Me sentía realmente especial…

    -Bueno, ya que la acabo de cagar enormemente con mi cabello no creo que pueda hacer nada más. ¿Qué voy a hacer con lo de este problema?

    -Lo que debiste hacer desde un principio pero no lo hiciste por miedo, hablar a la policía.

    -Tom se paró de la cama prácticamente desnudo pero ninguno de los dos parecía sentirse incómodo. –Agarró su celular y marcó un número.

    -¿Si bueno?-Se oyeron voces del otro lado de la línea pero no pude distinguir quién era o qué decían.

    -¿Tom que haces?-pregunté mientras me paraba y me acercaba hasta donde estaba él.

    -Señorita quiero hacer una denuncia anónima, en nuestra casa nos están acosando desde hace 2 semanas ….-Oh no, Tom realmente le había hablado a la policía, si Roy se enteraba que la policía iba a por él, me degollaría , a mí y a toda mi familia.

    Empecé a negar fuertemente con la cabeza mirando a Tom suplicante.

    -No Tom…-Susurré y el puso un dedo en mi boca indicándome que guardara silencio.

    -Si señorita es un…-Se asomó a la ventana importándole una mierda que estuviera desnudo y se volvió a girar.-Es una camioneta negra. Si todos los días está aquí a fuera, aparte mi hermano y toda mi familia ya recibió una amenaza de muerte.

    -Si…-Siguió hablando por teléfono y creo que a mí se me fue el color de la cara, sentí que me iba a desmayar.

    ¿¡Pero qué carajos estaba haciendo Tom!?¿Qué acaso no se daba cuenta de que nos podían matar?

    ¡Maldito capullo desconsiderado!

    -Si señorita ah y por cierto y también quiero denunciar a …-Me miró expectante mientras yo juraba que las piernas no podían estar temblándome más y mi labio inferior hacía lo mismo.-El dueño del Pub…

    -¿Bill como se llama el Pub?-Preguntó susurrando y tapando el auricular con su mano.

    -Jo-JOkA-Tartamudeé como pude mientras lágrimas de pánico se empezaron a asomar de mi ojos.

    -Joka señorita, sip. –La señorita le dijo algo y Tom se quedó pensativo. -Pues lo acuso de violación a un menor, y contrabando de niños para prostitución.

    -Si señorita. Gracias.-Al otro lado de la línea se escuchaba como seguía hablando.-Eh…yo marcaré más al rato para saber si la detención fue llevada acabo. No podemos dejar que criminales así sigan en nuestra sociedad.

    La señorita le dijo algo más y Tom asintió.

    -¿Qué va a pasar si lo encuentran culpable?

    Tom me miró y contestó.

    -Si, la persona afectada iría al tribunal para un juicio-Confirmó mientras me veía.

    ¡¿Queeee!?

    ¿Perdón que había dicho Tom?

    -Valee. de nuevo gracias.

    Colgó y me miró con una medio sonrisa en su cara. Y creo que yo parecía un muerto de tan pálido que estaba.

    -¿Bill?-preguntó yendo hasta mí, acariciándome las mejillas y me abrazó.-No te preocupes ese imbécil no te va a hacer nada.

    -¡Tom tu estás loco!

    -No, solo estoy haciendo lo correcto.-Repuso cruzándose de brazos con toda la chulería pintada en su cuerpo, que aún seguía desnudo por cierto.

    -¡Tu eres gilipollas!

    -¡Bill entiéndelo!¿Pensabas seguir así toda tu vida? ¿Temiendo como un cobarde que huye de un maldito cabrón pedófilo y además violador y golpeador? ¡Yo solo quiero que dejes de huir! ¡que dejes de esconderte!-Se acercó hasta mí y me agarró mi cara con las dos manos mirándome fijamente a los ojos.-Quiero que tu y yo podamos estar juntos sin tener que cuidarnos cada rato a ver quién nos pisa los talones.

    Asentí frenéticamente con más lágrimas impregnadas en todo mi rostro.

    Besó mi rostro dejando repartido por todo mi rostro, suaves besos hasta llegar a mi boca.-Bill tranquilo todo va a salir bien.

    Volví a asentir.

    Me abracé a Tom aún no muy convencido de sus palabras, puesto que no conocía a Roy y yo sí. Tenía un mal presentimiento de todo esto. Pero tenía mucho más miedo que otra cosa…

    Algo, una vocecita dentro de mi cabeza me decía “¡Corre!”


    Y probablemente lo mejor era escuchar a esa voz que tenía la razón de todo el mundo…

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      Fecha y hora actual: Lun Sep 16, 2024 3:26 pm