By Bill
Ha pasado un mes desde nuestras pequeñas “vacaciones” en Los Ángeles. Ahora estamos en Alemania. Tom y yo estamos genial, y todo sería perfecto sino fuera por “cierta” chica llamada Vanessa. No para de lanzarle miradas a Tom y coquetearle descaradamente, y Georg no se entera de nada o eso quiere aparentar.
Además parece como si solo la quisiera para el sexo. No veo amor por ningún lado, ese del que decía tener por ella.
Yo estoy empezando a hartarme, Tom se da cuenta de cómo reacciono a cuando Vanessa me habla. Pero me da igual, es una mosquita muerta y a las moscas hay que aplastarlas.
Narrador
Tom y Bill se encuentran en el estudio mientras Georg y Gustav están abajo viendo la tele.
Bill: Tommy hace dos semanas que no podemos… ya sabes…-dice Bill con una sonrisa tímida y las mejillas sonrojadas.
Tom: lo sé amor -contesta agarrándolo de la cintura y besando su cuello.
Bill: mmm… Tom te echo de menos -le coge del cuello y coloca la pierna derecha en medio de las de Tom, empezando a frotarla contra su entrepierna.
Tom: ah…Bill sabes que no podemos aquí…es muy peligroso -jadea Tom, pero no impide que Bill siga el movimiento.
Tom mete sus manos en los estrechos pantalones de Bill y comienza a acariciarle el trasero desesperadamente. Bill gime alto, mientras quita la camiseta de Tom rápidamente.
Bill: ahora mismo me daría igual que entrara alguien por la puerta -dice Bill con la voz agitada- no me separaría de ti ni un milímetro.
Se lanza a sus labios besándole con ansia, con deseo. Son muchos días sin estar juntos y ambos necesitan el contacto del otro. Tom introduce su lengua en la boca de Bill, recorriendo cada hueco, lamiendo ese piercing, por el cual pierde la cabeza. Bill hace lo mismo, le chupa el labio inferior, tirando de él suavemente.
Oyen ruidos afuera, Tom se dirige a la puerta y cierra con llave, llevando a Bill consigo. Le sonríe, bajándole los pantalones y los bóxers de golpe, Bill suelta un gritito de sorpresa porque no se lo esperaba. Le da la vuelta, haciendo que Bill apoye sus manos en el escritorio.
Tom: voy a follarte Bill…no aguanto más -dice Tom jadeando, quitando sus pantalones rápidamente.
Bill: mmm…sí…hazlo de una vez -contesta poniendo el culo en pompa- fóllame Tom.
Tom se quita los bóxers y se mueve el pene unos segundos, después lo mete de golpe, haciendo que Bill gima de dolor.
Tom: ¿te gusta? ¿Te gusta que te lo haga muy fuerte? ¿Eh? -dice metiendo y sacando su pene con movimientos bruscos.
Bill: ahhh sí…me gusta así -gime Bill metiendo sus dedos en la boca, chupando uno a uno.
Tom: eres un niño malo Bill…por eso tengo que castigarte -dice con la voz entrecortada, luciendo una sonrisa morbosa.
Da un azote a Bill, mientras coge su pene y comienza a masturbarle. Se acerca más a él, pegando su torso a la espalda de Bill.
Tom: Bill…Bill…necesitaba esto -le dice mordiendo un poco su oreja.
Bill: mmm…yo también -inclina su cabeza hacia atrás, apoyándola en el hombro de Tom.
Este le besa el cuello, llegando a sus labios donde se los besa con hambre. Las embestidas son más fuertes y rápidas, Bill nota como su orgasmo se acerca, entonces Tom lo saca de su interior, dejando a Bill desconcertado.
Bill: pero…Tom aún no has acabad…-no termina de decir su frase, porque Tom le da la vuelta y lo sienta en el escritorio, bajando él hasta quedar frente a su pene, metiéndoselo en la boca.
Bill: ah…Tom…dios -dice cogiendo la cabeza de Tom, guiando el movimiento.
Tom: mmm sabes tan bien Bill -balbucea mientras nota el semen salir poco a poco.
Cuando termina, se lo saca de la boca y sube quedando cara a cara.
Tom: tienes razón…aún no he acabado -dice riéndose, y volviendo a meter su pene en el interior de Bill.
Bill se agarra de su cuello acercándolo a su cara, besándolo, frotando su lengua con la de Tom.
Un par de embestidas más y acaba corriéndose, gimiendo en la boca de Bill.
Tom: ahhh…cada vez se nos da mejor -dice esto haciendo reír a Bill.
Bill: sí. Podríamos dedicarnos al porno si el grupo se fuera a la mierda -bromea acariciando la espalda de Tom.
Tom: bueno…si los protagonistas fuéramos nosotros. Porque no soportaría que alguien más te tocase -dice poniéndose un poco serio- solo yo puedo tocarte de esa manera. A no ser…que quieras que otra persona lo haga -termina diciendo, separándose de él.
Bill: no Tommy -dice subiéndose encima de Tom, rodeándole la espalda con sus piernas- No quiero que nadie más me toque. Solo tú -beso- solo tú.
Mientras abajo, Georg se preguntaba qué estaban haciendo los gemelos tanto tiempo arriba.
Georg: en serio, no sé por qué coño tardan tanto -bufó Georg mientras pasaba los canales de la televisión.
Gustav: ¿quieres parar de hablar de los twins? -estalló Gustav. Al rubio le dolía la cabeza de escuchar a Georg parlotear todo el rato.
Además ¿tú no deberías estar con tu novia? -pregunta molesto.
Georg: ¡oh no por dios! ¡Qué tía más pesada! Se la pasa aquí todo el día.
Gustav: y si crees que es una pesada ¿por qué no cortas con ella? La verdad no te entiendo.
Georg: pues porque me da lástima, se ve que me quiere mucho.
Esto último hace que Gustav estalle en carcajadas.
Georg: ¿y a ti que mosca te picó? -pregunta con enojo.
Gustav: por favor Georg no me digas que todavía no te has dado cuenta. Mira no me gusta ser yo quien te lo diga pero, tu novia le coquetea a Tom siempre que le ve.
Georg: ¡¿qué?!
Gustav: Ey cálmate. Tú ni siquiera la quieres, y ahora no la vayas a tomar con Tom, que el pobre hace lo que puede por quitársela de encima.
Georg: ¡menuda zorra! -exclama fuera de sí- yo aquí preocupándome por no hacerle daño y la muy…tirándole los tejos a Tom -se levanta del sofá enfurecido y empieza a dar vueltas por el salón.
Los gemelos están bajando las escaleras, cuando se detienen al ver a Georg.
Tom: ehm…Georg -dice carraspeando- ¿qué cojones estás haciendo?
Bill: ¿estás entrenando para correr una maratón? -pregunta Bill bromeando.
Georg: ¡a vosotros qué os importa!
Bill: tienes razón no nos interesa nada que tenga que ver contigo.
Gustav: dejadlo, está pasando por una crisis emocional -dice Gustav teatralmente.
Georg: oye lo siento chicos. Es que Gustav me ha dicho algo…
Bill: ¿te ha dicho lo zorra que es tu novia? -pregunta con toda la naturalidad.
Tom: ¡Bill! -le riñe a su hermano.
Georg: no, déjalo Tom. Ya sé lo que ha estado haciendo todo este tiempo contigo, lo siento de verdad.
Tom: no tienes que disculparte Georg, tú no has hecho nada -le consuela dándole palmadas en la espalda.
Georg sonríe un poco y le dice:
Georg: esta tarde quedaré con ella y la dejaré. Así que ya sabes…si te gusta aunque sea para un polvo…
Bill: a Tom no le gusta -dice Bill celoso.
Georg: ¿y tú que sabes? ¿Desde cuándo decides por tu hermano?
Tom: eso eso. Además puede que me guste -dice sonriendo para picar a Bill. Le encanta verlo celoso.
Bill: ah muy bien. Pues cuando Georg corte con ella, vas y te la tiras -dice Bill dirigiéndose hacia la puerta- y procura pasarlo bien, ya que es el único sexo que vas a tener en un tiempo -termina de decir, saliendo de casa dando un portazo.
Tom se queda con los ojos muy abiertos y totalmente arrepentido de haberse metido con Bill.
By Tom
¿Por qué seré tan bocazas? En serio ni yo mismo me entiendo. Sabiendo como reacciona Bill cuando hablo de chicas, voy y meto la pata…otra vez.
Joder ha pasado dos horas desde que se fue. ¿Dónde se habrá metido? Antes cuando se enfadaba se iba de compras, pero ahora no sé. Le he llamado al móvil y lo tiene apagado. ¿Y si le ha pasado algo? Decidido voy a salir a buscarle.
Me dirijo hacia la puerta, voy a abrir cuando entra Bill. Tiene signos de haber llorado, aunque ahora su gesto es de enfado y con razón.
Tom: ¿Bill podemos hablar? -pregunto con cautela.
Bill: tu y yo no tenemos nada de que hablar -contesta pasando por mi lado sin ni siquiera mirarme. Vale, esta vez sí que la he hecho buena.
Tom: por favor Bill…perdóname. Lo siento mucho de verdad, solo dije aquello para picarte un poco. Sabes que no me gusta esa tipa -le digo, siguiéndole y cogiendo su brazo con suavidad, pero él se suelta.
Bill: suéltame Tom.
Tom: no Bill, no pienso soltarte -continúo, abrazándole fuerte. Sé que quiere llorar… lo sé.
Bill: ¡que me sueltes te digo! -me grita pegándome en el pecho, hasta que sus fuerzas desisten y comienza a llorar.
No soporto verlo así, y menos saber que yo soy el causante de sus lágrimas.
Bill: ¿por qué me haces esto? -pregunta sollozando- ¿Por qué? Aún sabiendo que esos comentarios me duelen tú los haces.
Noto mi hombro mojado y eso me hace sentir tan mal, que empiezo a preguntarme si de verdad Bill será feliz conmigo.
Tom: solo los hice porque Georg estaba delante. Ya sé que soy un imbécil que no te merece. No llores más, no puedo verte así -digo mientras le acuno entre mis brazos para que se calme un poco.
Se separa, quedando su cara pegada a la mía. Entonces con mis dedos, le seco el resto de las lágrimas y le beso con ternura. …l me corresponde, poniendo sus brazos alrededor de mi cuello y acariciándolo, solo como él sabe hacer.
Bill: Tom te quiero tanto que hasta me duele -dice en mi boca. Yo aspiro su aroma y él aspira el mío.
Tom: no quiero que te duela amarme. Porque si es así no puedo seguir. No quiero hacerte daño, eres lo más importante para mí. Sé que esto lo empezamos hace muy poco, pero desde que éramos pequeños tú eras mío y yo era tuyo -le digo acariciando su pelo azabache.
Bill: lo sé, nos pertenecíamos entonces y nos pertenecemos ahora. Y aunque tengamos que pasar toda la vida escondiéndonos, yo quiero seguir a tu lado -dice besándome, delineando mis labios con su lengua. La mía sale a su encuentro y se frota con la suya, no como algo sexual, sino como algo más fuerte más íntimo.
Oímos carraspear al alguien y ambos nos damos la vuelta, sin separarnos aún. Y nos quedamos de piedra cuando vemos a los G’s: Georg con la boca abierta y Gustav está… ¿tranquilo?
Ha pasado un mes desde nuestras pequeñas “vacaciones” en Los Ángeles. Ahora estamos en Alemania. Tom y yo estamos genial, y todo sería perfecto sino fuera por “cierta” chica llamada Vanessa. No para de lanzarle miradas a Tom y coquetearle descaradamente, y Georg no se entera de nada o eso quiere aparentar.
Además parece como si solo la quisiera para el sexo. No veo amor por ningún lado, ese del que decía tener por ella.
Yo estoy empezando a hartarme, Tom se da cuenta de cómo reacciono a cuando Vanessa me habla. Pero me da igual, es una mosquita muerta y a las moscas hay que aplastarlas.
Narrador
Tom y Bill se encuentran en el estudio mientras Georg y Gustav están abajo viendo la tele.
Bill: Tommy hace dos semanas que no podemos… ya sabes…-dice Bill con una sonrisa tímida y las mejillas sonrojadas.
Tom: lo sé amor -contesta agarrándolo de la cintura y besando su cuello.
Bill: mmm… Tom te echo de menos -le coge del cuello y coloca la pierna derecha en medio de las de Tom, empezando a frotarla contra su entrepierna.
Tom: ah…Bill sabes que no podemos aquí…es muy peligroso -jadea Tom, pero no impide que Bill siga el movimiento.
Tom mete sus manos en los estrechos pantalones de Bill y comienza a acariciarle el trasero desesperadamente. Bill gime alto, mientras quita la camiseta de Tom rápidamente.
Bill: ahora mismo me daría igual que entrara alguien por la puerta -dice Bill con la voz agitada- no me separaría de ti ni un milímetro.
Se lanza a sus labios besándole con ansia, con deseo. Son muchos días sin estar juntos y ambos necesitan el contacto del otro. Tom introduce su lengua en la boca de Bill, recorriendo cada hueco, lamiendo ese piercing, por el cual pierde la cabeza. Bill hace lo mismo, le chupa el labio inferior, tirando de él suavemente.
Oyen ruidos afuera, Tom se dirige a la puerta y cierra con llave, llevando a Bill consigo. Le sonríe, bajándole los pantalones y los bóxers de golpe, Bill suelta un gritito de sorpresa porque no se lo esperaba. Le da la vuelta, haciendo que Bill apoye sus manos en el escritorio.
Tom: voy a follarte Bill…no aguanto más -dice Tom jadeando, quitando sus pantalones rápidamente.
Bill: mmm…sí…hazlo de una vez -contesta poniendo el culo en pompa- fóllame Tom.
Tom se quita los bóxers y se mueve el pene unos segundos, después lo mete de golpe, haciendo que Bill gima de dolor.
Tom: ¿te gusta? ¿Te gusta que te lo haga muy fuerte? ¿Eh? -dice metiendo y sacando su pene con movimientos bruscos.
Bill: ahhh sí…me gusta así -gime Bill metiendo sus dedos en la boca, chupando uno a uno.
Tom: eres un niño malo Bill…por eso tengo que castigarte -dice con la voz entrecortada, luciendo una sonrisa morbosa.
Da un azote a Bill, mientras coge su pene y comienza a masturbarle. Se acerca más a él, pegando su torso a la espalda de Bill.
Tom: Bill…Bill…necesitaba esto -le dice mordiendo un poco su oreja.
Bill: mmm…yo también -inclina su cabeza hacia atrás, apoyándola en el hombro de Tom.
Este le besa el cuello, llegando a sus labios donde se los besa con hambre. Las embestidas son más fuertes y rápidas, Bill nota como su orgasmo se acerca, entonces Tom lo saca de su interior, dejando a Bill desconcertado.
Bill: pero…Tom aún no has acabad…-no termina de decir su frase, porque Tom le da la vuelta y lo sienta en el escritorio, bajando él hasta quedar frente a su pene, metiéndoselo en la boca.
Bill: ah…Tom…dios -dice cogiendo la cabeza de Tom, guiando el movimiento.
Tom: mmm sabes tan bien Bill -balbucea mientras nota el semen salir poco a poco.
Cuando termina, se lo saca de la boca y sube quedando cara a cara.
Tom: tienes razón…aún no he acabado -dice riéndose, y volviendo a meter su pene en el interior de Bill.
Bill se agarra de su cuello acercándolo a su cara, besándolo, frotando su lengua con la de Tom.
Un par de embestidas más y acaba corriéndose, gimiendo en la boca de Bill.
Tom: ahhh…cada vez se nos da mejor -dice esto haciendo reír a Bill.
Bill: sí. Podríamos dedicarnos al porno si el grupo se fuera a la mierda -bromea acariciando la espalda de Tom.
Tom: bueno…si los protagonistas fuéramos nosotros. Porque no soportaría que alguien más te tocase -dice poniéndose un poco serio- solo yo puedo tocarte de esa manera. A no ser…que quieras que otra persona lo haga -termina diciendo, separándose de él.
Bill: no Tommy -dice subiéndose encima de Tom, rodeándole la espalda con sus piernas- No quiero que nadie más me toque. Solo tú -beso- solo tú.
Mientras abajo, Georg se preguntaba qué estaban haciendo los gemelos tanto tiempo arriba.
Georg: en serio, no sé por qué coño tardan tanto -bufó Georg mientras pasaba los canales de la televisión.
Gustav: ¿quieres parar de hablar de los twins? -estalló Gustav. Al rubio le dolía la cabeza de escuchar a Georg parlotear todo el rato.
Además ¿tú no deberías estar con tu novia? -pregunta molesto.
Georg: ¡oh no por dios! ¡Qué tía más pesada! Se la pasa aquí todo el día.
Gustav: y si crees que es una pesada ¿por qué no cortas con ella? La verdad no te entiendo.
Georg: pues porque me da lástima, se ve que me quiere mucho.
Esto último hace que Gustav estalle en carcajadas.
Georg: ¿y a ti que mosca te picó? -pregunta con enojo.
Gustav: por favor Georg no me digas que todavía no te has dado cuenta. Mira no me gusta ser yo quien te lo diga pero, tu novia le coquetea a Tom siempre que le ve.
Georg: ¡¿qué?!
Gustav: Ey cálmate. Tú ni siquiera la quieres, y ahora no la vayas a tomar con Tom, que el pobre hace lo que puede por quitársela de encima.
Georg: ¡menuda zorra! -exclama fuera de sí- yo aquí preocupándome por no hacerle daño y la muy…tirándole los tejos a Tom -se levanta del sofá enfurecido y empieza a dar vueltas por el salón.
Los gemelos están bajando las escaleras, cuando se detienen al ver a Georg.
Tom: ehm…Georg -dice carraspeando- ¿qué cojones estás haciendo?
Bill: ¿estás entrenando para correr una maratón? -pregunta Bill bromeando.
Georg: ¡a vosotros qué os importa!
Bill: tienes razón no nos interesa nada que tenga que ver contigo.
Gustav: dejadlo, está pasando por una crisis emocional -dice Gustav teatralmente.
Georg: oye lo siento chicos. Es que Gustav me ha dicho algo…
Bill: ¿te ha dicho lo zorra que es tu novia? -pregunta con toda la naturalidad.
Tom: ¡Bill! -le riñe a su hermano.
Georg: no, déjalo Tom. Ya sé lo que ha estado haciendo todo este tiempo contigo, lo siento de verdad.
Tom: no tienes que disculparte Georg, tú no has hecho nada -le consuela dándole palmadas en la espalda.
Georg sonríe un poco y le dice:
Georg: esta tarde quedaré con ella y la dejaré. Así que ya sabes…si te gusta aunque sea para un polvo…
Bill: a Tom no le gusta -dice Bill celoso.
Georg: ¿y tú que sabes? ¿Desde cuándo decides por tu hermano?
Tom: eso eso. Además puede que me guste -dice sonriendo para picar a Bill. Le encanta verlo celoso.
Bill: ah muy bien. Pues cuando Georg corte con ella, vas y te la tiras -dice Bill dirigiéndose hacia la puerta- y procura pasarlo bien, ya que es el único sexo que vas a tener en un tiempo -termina de decir, saliendo de casa dando un portazo.
Tom se queda con los ojos muy abiertos y totalmente arrepentido de haberse metido con Bill.
By Tom
¿Por qué seré tan bocazas? En serio ni yo mismo me entiendo. Sabiendo como reacciona Bill cuando hablo de chicas, voy y meto la pata…otra vez.
Joder ha pasado dos horas desde que se fue. ¿Dónde se habrá metido? Antes cuando se enfadaba se iba de compras, pero ahora no sé. Le he llamado al móvil y lo tiene apagado. ¿Y si le ha pasado algo? Decidido voy a salir a buscarle.
Me dirijo hacia la puerta, voy a abrir cuando entra Bill. Tiene signos de haber llorado, aunque ahora su gesto es de enfado y con razón.
Tom: ¿Bill podemos hablar? -pregunto con cautela.
Bill: tu y yo no tenemos nada de que hablar -contesta pasando por mi lado sin ni siquiera mirarme. Vale, esta vez sí que la he hecho buena.
Tom: por favor Bill…perdóname. Lo siento mucho de verdad, solo dije aquello para picarte un poco. Sabes que no me gusta esa tipa -le digo, siguiéndole y cogiendo su brazo con suavidad, pero él se suelta.
Bill: suéltame Tom.
Tom: no Bill, no pienso soltarte -continúo, abrazándole fuerte. Sé que quiere llorar… lo sé.
Bill: ¡que me sueltes te digo! -me grita pegándome en el pecho, hasta que sus fuerzas desisten y comienza a llorar.
No soporto verlo así, y menos saber que yo soy el causante de sus lágrimas.
Bill: ¿por qué me haces esto? -pregunta sollozando- ¿Por qué? Aún sabiendo que esos comentarios me duelen tú los haces.
Noto mi hombro mojado y eso me hace sentir tan mal, que empiezo a preguntarme si de verdad Bill será feliz conmigo.
Tom: solo los hice porque Georg estaba delante. Ya sé que soy un imbécil que no te merece. No llores más, no puedo verte así -digo mientras le acuno entre mis brazos para que se calme un poco.
Se separa, quedando su cara pegada a la mía. Entonces con mis dedos, le seco el resto de las lágrimas y le beso con ternura. …l me corresponde, poniendo sus brazos alrededor de mi cuello y acariciándolo, solo como él sabe hacer.
Bill: Tom te quiero tanto que hasta me duele -dice en mi boca. Yo aspiro su aroma y él aspira el mío.
Tom: no quiero que te duela amarme. Porque si es así no puedo seguir. No quiero hacerte daño, eres lo más importante para mí. Sé que esto lo empezamos hace muy poco, pero desde que éramos pequeños tú eras mío y yo era tuyo -le digo acariciando su pelo azabache.
Bill: lo sé, nos pertenecíamos entonces y nos pertenecemos ahora. Y aunque tengamos que pasar toda la vida escondiéndonos, yo quiero seguir a tu lado -dice besándome, delineando mis labios con su lengua. La mía sale a su encuentro y se frota con la suya, no como algo sexual, sino como algo más fuerte más íntimo.
Oímos carraspear al alguien y ambos nos damos la vuelta, sin separarnos aún. Y nos quedamos de piedra cuando vemos a los G’s: Georg con la boca abierta y Gustav está… ¿tranquilo?