Ahogando un grito de sorpresa, el cantante cerró los ojos por instinto, dejándose llevar por el beso aunque en su interior una vocecilla le decía que lo que estaban haciendo no era lo correcto.
Abrió los ojos de golpe cuando sintió la lengua de su hermano frotarse contra la suya, arrancándole un profundo gemido. Trató de separarse, de hacer que el beso se terminase.
Pero su hermano no tenía la misma idea en mente. Le cogió con más fuerza las mejillas para que no se alejara de sus labios, le sintió tratar de soltarse, tirando hacia atrás mientras negaba con la cabeza.
Se incorporó con esfuerzo en la cama, siguiéndole en su “huída”, pero al cantante no se le ocurrió otra cosa que apoyarse en su pecho para que le soltase.
Maldiciendo por lo bajo, gimiendo con esfuerzo, Tom separó los labios y dio por finalizado el beso.
-¡Hum!-se quejó llevándose una mano al costado.
Viéndose libre al fin, el cantante se alejó dos pasos de su hermano, andando sin darle la espalda por miedo a que se levantara y le cogiera por ella. Imitó a su hermano y soltó un gemido por lo bajo cuando se chocó con la pared, en donde se apoyó cruzándose de brazos y tratando de tapar su desnudez.
-Esto no está bien-murmuró negando con la cabeza.
-¿Cómo?-preguntó Tom sin entender.
Le costaba respirar, su hermano se había apoyado en una de sus costillas fracturadas y le había hecho mucho daño, más en esos momentos con sus palabras.
-No debemos besarnos, somos hermanos-le explicó sin necesidad.
Tom le miró sin poder creerse lo que le estaba diciendo.
-Pero…si tú me besaste primero…-le dijo sonriendo.
Viendo como su amigo se alejaba corriendo tras el coche, el cantante se levantó con cuidado sin dejar de acariciarse los labios con la mano. Como si fuera sonámbulo, abrió la puerta del almacén y entró con paso decidido.
A pesar de lo oscuro que estaba, no titubeó y guiándose por su corazón llegó hasta el raído colchón en el que descansaba su hermano tumbado de espalda. Se arrodilló a su lado y le miró con la frente fruncida. En su cabeza solo se repetía una frase con insistencia…
“Solo una vez…solo una vez…”
-Solo una vez-murmuró inclinándose.
Cogió a su hermano por las mejillas, acercándose todo lo que podía, rozándole con el pelo su suave cara que ni padecía ni sentía, inconsciente como estaba. Era una tontería, solo quería probar sus labios, besarle una única vez para no volver a pensar en ello nunca más.
Su hermano jamás se enteraría, había sufrido mucho y se había desmayado por el intenso dolor.
Se inclinó hasta que fue su aliento el que le rozó. Cerró los ojos y cogiendo aire se acercó y se apoderó de los labios de su hermano. Eran muy cálidos, y suaves. Eran tan dulces como se había imaginado…
Sabía que actuaba mal, si su hermano se llegara a enterar le reñiría por haberlo hecho, pero no se podía controlar. Lo había pasado muy mal pensando que nunca mas le iba a volver a ver, sintiendo lo que le estaban haciendo…escuchando sus pensamientos…
Por que ¿eran los suyos, verdad? ¿O una mala jugada de su imaginación? Tal vez en el fondo deseaba que su hermano le viniera un día y le dijera que le amaba, que se acercara a sus labios y se los besara…
Era de locos, él estaba loco….muy loco por su hermano, al que tanto amaba y necesitaba…
Perdido en sus pensamientos, concentrado en ese dulce beso, no sintió que su hermano se iba despertando poco a poco, como separó los labios y le llamó en voz baja..
-Bill…-murmuró contra esos labios.
Siguió como si nada, pasándola las manos por la cara mientras le decía lo que por él sentía.
-Estoy loco por ti…te necesito…te amo…
-Y yo a ti-murmuró Tom.
Se separó con brusquedad abriendo los ojos de golpe, miró a su hermano con firmeza. ¿De verdad el había hablado? ¿O fue otra vez su imaginación?
Esperó con paciencia, pero los labios de su hermano permanecían sellados, ligeramente separados tras ese beso deseado. Se le quedó mirando hasta que las voces de sus amigos le hicieron ponerse de pie de inmediato, llevándose una mano a los labios sn poder evitar sonreír contra ella.
-Está bien-les informó con voz temblorosa.
-Lo recuerdas-murmuró con un hilo de voz.
-¡Claro que lo recuerdo! ¿Cómo iba a poder olvidar ese gran beso que me diste con todo tu corazón?-preguntó dando un paso.
Sin modo alguno de escabullirse a su contacto, Bill solo pudo morderse los labios al verle caminar en su dirección, jadeando por lo nervioso que se estaba sintiendo en esos momentos.
-¿Por qué nunca me dijiste nada? ¿Qué sentías lo mismo que yo?-preguntó Tom rozándole el pecho con su aliento.
-Tenía miedo, de mis sentimientos-contestó con un hilo de voz-Amar a mi propio hermano….¡es de locos!
-Estoy loco por ti-dijo Tom sin evitar reír.
-Esto es serio-le reprochó golpeándole en las costillas con un dedo.
Gimiendo de nuevo, Tom se separó un paso mientras miraba a su hermano.
-¿Es que no te gustó?-inquirió.
-¡Claro que me gustó!-se le escapó con mucho entusiasmo,
-Entonces, ¿qué te pasa?
-Nada, solo ha sido un beso, no hay que hacer un mundo de ello-contestó quitándole importancia.
-Mi vida sin ti no tiene sentido. Eres mi mundo, te amo, y no me da miedo decirlo-le confesó.
Bill solo pudo separar los labios y suspirar. Se daba por vencido, el amor era un sentimiento muy fuerte al que no había que dejar de lado. Si tu corazón palpitaba por la persona que tenías en frente en esos momentos, ¿por qué negarse a lo inevitable?
Asintió con la cabeza para deleite de su hermano, que se apresuró a volver a acercarse y cogerle de las mejillas con ambas manos.
-Te sentí cogerme de la misma manera-le explicó en voz baja-Desperté a tiempo para ser testigo de tu amor secreto, disfruté con el beso y mi intención es repetirlo.
-¿En estos momentos?-inquirió levantando una ceja.
-Siempre en alerta, buscando la oportunidad adecuada para tratar de explicarte lo que sentía en mi interior….para cogerte como te estoy cogiendo ahora y besarte hasta dejarte sin aliento…
-Pues date prisa, antes de recobre la cordura-le invitó sonriendo.
Tom le imitó y separando los labios se apoderó de los de su hermano, besándole con suavidad hasta que le arrancó un suspiro que le hizo ahondar más, entrar en su boca...ocupar su corazón para el resto de sus largas vidas…
“Te amo…te necesito...eres mío…”
Abrió los ojos de golpe cuando sintió la lengua de su hermano frotarse contra la suya, arrancándole un profundo gemido. Trató de separarse, de hacer que el beso se terminase.
Pero su hermano no tenía la misma idea en mente. Le cogió con más fuerza las mejillas para que no se alejara de sus labios, le sintió tratar de soltarse, tirando hacia atrás mientras negaba con la cabeza.
Se incorporó con esfuerzo en la cama, siguiéndole en su “huída”, pero al cantante no se le ocurrió otra cosa que apoyarse en su pecho para que le soltase.
Maldiciendo por lo bajo, gimiendo con esfuerzo, Tom separó los labios y dio por finalizado el beso.
-¡Hum!-se quejó llevándose una mano al costado.
Viéndose libre al fin, el cantante se alejó dos pasos de su hermano, andando sin darle la espalda por miedo a que se levantara y le cogiera por ella. Imitó a su hermano y soltó un gemido por lo bajo cuando se chocó con la pared, en donde se apoyó cruzándose de brazos y tratando de tapar su desnudez.
-Esto no está bien-murmuró negando con la cabeza.
-¿Cómo?-preguntó Tom sin entender.
Le costaba respirar, su hermano se había apoyado en una de sus costillas fracturadas y le había hecho mucho daño, más en esos momentos con sus palabras.
-No debemos besarnos, somos hermanos-le explicó sin necesidad.
Tom le miró sin poder creerse lo que le estaba diciendo.
-Pero…si tú me besaste primero…-le dijo sonriendo.
Viendo como su amigo se alejaba corriendo tras el coche, el cantante se levantó con cuidado sin dejar de acariciarse los labios con la mano. Como si fuera sonámbulo, abrió la puerta del almacén y entró con paso decidido.
A pesar de lo oscuro que estaba, no titubeó y guiándose por su corazón llegó hasta el raído colchón en el que descansaba su hermano tumbado de espalda. Se arrodilló a su lado y le miró con la frente fruncida. En su cabeza solo se repetía una frase con insistencia…
“Solo una vez…solo una vez…”
-Solo una vez-murmuró inclinándose.
Cogió a su hermano por las mejillas, acercándose todo lo que podía, rozándole con el pelo su suave cara que ni padecía ni sentía, inconsciente como estaba. Era una tontería, solo quería probar sus labios, besarle una única vez para no volver a pensar en ello nunca más.
Su hermano jamás se enteraría, había sufrido mucho y se había desmayado por el intenso dolor.
Se inclinó hasta que fue su aliento el que le rozó. Cerró los ojos y cogiendo aire se acercó y se apoderó de los labios de su hermano. Eran muy cálidos, y suaves. Eran tan dulces como se había imaginado…
Sabía que actuaba mal, si su hermano se llegara a enterar le reñiría por haberlo hecho, pero no se podía controlar. Lo había pasado muy mal pensando que nunca mas le iba a volver a ver, sintiendo lo que le estaban haciendo…escuchando sus pensamientos…
Por que ¿eran los suyos, verdad? ¿O una mala jugada de su imaginación? Tal vez en el fondo deseaba que su hermano le viniera un día y le dijera que le amaba, que se acercara a sus labios y se los besara…
Era de locos, él estaba loco….muy loco por su hermano, al que tanto amaba y necesitaba…
Perdido en sus pensamientos, concentrado en ese dulce beso, no sintió que su hermano se iba despertando poco a poco, como separó los labios y le llamó en voz baja..
-Bill…-murmuró contra esos labios.
Siguió como si nada, pasándola las manos por la cara mientras le decía lo que por él sentía.
-Estoy loco por ti…te necesito…te amo…
-Y yo a ti-murmuró Tom.
Se separó con brusquedad abriendo los ojos de golpe, miró a su hermano con firmeza. ¿De verdad el había hablado? ¿O fue otra vez su imaginación?
Esperó con paciencia, pero los labios de su hermano permanecían sellados, ligeramente separados tras ese beso deseado. Se le quedó mirando hasta que las voces de sus amigos le hicieron ponerse de pie de inmediato, llevándose una mano a los labios sn poder evitar sonreír contra ella.
-Está bien-les informó con voz temblorosa.
-Lo recuerdas-murmuró con un hilo de voz.
-¡Claro que lo recuerdo! ¿Cómo iba a poder olvidar ese gran beso que me diste con todo tu corazón?-preguntó dando un paso.
Sin modo alguno de escabullirse a su contacto, Bill solo pudo morderse los labios al verle caminar en su dirección, jadeando por lo nervioso que se estaba sintiendo en esos momentos.
-¿Por qué nunca me dijiste nada? ¿Qué sentías lo mismo que yo?-preguntó Tom rozándole el pecho con su aliento.
-Tenía miedo, de mis sentimientos-contestó con un hilo de voz-Amar a mi propio hermano….¡es de locos!
-Estoy loco por ti-dijo Tom sin evitar reír.
-Esto es serio-le reprochó golpeándole en las costillas con un dedo.
Gimiendo de nuevo, Tom se separó un paso mientras miraba a su hermano.
-¿Es que no te gustó?-inquirió.
-¡Claro que me gustó!-se le escapó con mucho entusiasmo,
-Entonces, ¿qué te pasa?
-Nada, solo ha sido un beso, no hay que hacer un mundo de ello-contestó quitándole importancia.
-Mi vida sin ti no tiene sentido. Eres mi mundo, te amo, y no me da miedo decirlo-le confesó.
Bill solo pudo separar los labios y suspirar. Se daba por vencido, el amor era un sentimiento muy fuerte al que no había que dejar de lado. Si tu corazón palpitaba por la persona que tenías en frente en esos momentos, ¿por qué negarse a lo inevitable?
Asintió con la cabeza para deleite de su hermano, que se apresuró a volver a acercarse y cogerle de las mejillas con ambas manos.
-Te sentí cogerme de la misma manera-le explicó en voz baja-Desperté a tiempo para ser testigo de tu amor secreto, disfruté con el beso y mi intención es repetirlo.
-¿En estos momentos?-inquirió levantando una ceja.
-Siempre en alerta, buscando la oportunidad adecuada para tratar de explicarte lo que sentía en mi interior….para cogerte como te estoy cogiendo ahora y besarte hasta dejarte sin aliento…
-Pues date prisa, antes de recobre la cordura-le invitó sonriendo.
Tom le imitó y separando los labios se apoderó de los de su hermano, besándole con suavidad hasta que le arrancó un suspiro que le hizo ahondar más, entrar en su boca...ocupar su corazón para el resto de sus largas vidas…
“Te amo…te necesito...eres mío…”