El amor, si ese sentimiento que nos eleva y nos hunde a lo más profundo de las tristezas, ese mar de emociones que nos invaden cuando vemos al ser amado, a ese ser que conjuga al ángel y al demonio que todos llevamos dentro, al ente perfecto que nos marca la vida para bien o para mal, pero que ante nuestros ojos enamorados siempre hace bien aunque sea lo contrario.
Muchas son las almas enamoradas en este mundo de locos, almas rebeldes hundidas en la agonía de la felicidad compartida con un ser que con sus actos nos alegra la vida o nos la desbarata en mil pedazos. Pero Bill ha encontrado a esa persona idónea, a esa que buscamos sin cesar y que difícilmente se encuentra, la fortuna a tocado a la puerta de Bill Trümper al verse camino al altar, el camino le parece largo y extenuante, siente que sus pasos se acortan y no llega nunca a su fin. Tom su perfecta alma gemela le espera sonriente y perfectamente arreglado para la ocasión en lo alto del pulpito.
- Que guapo se ve mi Tommy, se ve tan hermoso sonriendo con tanta alegría y ese traje tan elegante le sienta muy bien – Piensa Bill mientras se dirige hasta donde su amado le espera.
- Pequeño hermoso, que dichoso me siento hoy que por fin serás mío por siempre, jamás me separare de ti y haré que cada día sea el mas feliz de tu vida – Piensa Tom al ver a su amado acercarse cada vez mas a él.
Sus miradas chocan como olas rompiéndose en las rocas al llegar a la orilla, amor y dulzura se desborda en sus ojos al contemplarse el uno al otro, el hermoso ramo de rosas blancas que Bill lleva entre sus manos sale volando cuando sin darse cuenta el pelinegrito se tropieza, Tom al temer que su amado se lastimara al ver eso corre de inmediato hacia él y lo sujeta entre sus fuertes brazos evitándole la caída.
- Gracias por salvarme de un buen golpe cariño.
- No fue nada mi amor, no podía permitir que fueras a lastimarte.
- Oh Tommy eres tan galante.
- Y tu tan hermoso mi vida.
Todos los presentes no pudieron evitar emitir un aaaw… al escuchar y ver emocionados tan tierna escena. El padre destinado para realizar dicha unión dio inicio a la ceremonia.
- Estamos aquí reunidos para unir en matrimonio al joven Bill Trümper con Tom Kaulitz, es una ceremonia muy singular pero al fin y al cabo se trata de una pareja que se ama, si se ama y han tenido que pasar muchas pruebas para lograr estar aquí ante todos nosotros, el camino no ha sido fácil pero unidos por un gran amor han logrado derribar los obstáculos que hasta el momento han tratado de entorpecer su camino a la felicidad sin rendir frutos pues los tenemos aquí felices y dispuestos a unir sus vidas para siempre. El mundo del matrimonio les diré mis amados hermanos no es tarea fácil, requiere de mucha paciencia, de comprensión pero sobre todo de amor para con la pareja, amor que Bill y Tom derraman con sólo mirarse el uno al otro...
El padre continuó la ceremonia hasta unir en matrimonio a las dos almas enamoradas que habían llegado ante él llenos de ilusiones pero sobre todo amor. La fiesta de celebración la disfrutaron los amigos y familiares presentes en tan memorable día, ¿los novios? No, los novios no, porque se escaparon al concluir la ceremonia.
- Tommy eres un loco, como se te ocurre secuestrarme el día de nuestra boda.
- Moría por tenerte así cerquita de mí.
- Mi vida, pero siento feo haber dejado a nuestros invitados solos en la fiesta.
- Ellos comprenderán. (Lo besa dulcemente en la frente, mientras esta sobre Bill en la cama de la habitación de un lujoso hotel).
- Tommy pero es que no me siento bien por haber hecho eso.
- Tranquilo mi amor, yo haré que te sientas muy bien (comienza a besarlo poco a poco recorriendo despacio todo su cuerpo).
- Tommy mi vida, ¿cómo hiciste para pagar este hotel tan bonito?
- Mmm… fue un regalo de Astrid y Tania.
- Oh las chicas tan lindas como siempre.
- Si estaban muy felices de que por fin pudiéramos casarnos.
- Tania se veía muy linda con el vestido que andaba.
- Más bello te miras tú en ese elegante traje blanco mi Bill.
- Tommy tu siempre tan galante conmigo. Aaaw… - Gimió Bill al sentir como su amado le tocaba suavemente su pene.
La ropa era un estorbo para sus tan ardientes cuerpos, Tom se despojo rápidamente de ella y con sumo cuidado desnudo por completo a Bill.
- Aaaw… Tommy que bien me haces sentir.
Es su primera vez, Tom ha respetado a Bill todo el tiempo en que sufrió por el trauma dejado por la violación del Monster. Libres de todo mal recuerdo y de todo el daño sufrido se encuentran solos con su amor quemándoles por dentro.
- Bill mi amor, por fin serás mío.
- Ahora y siempre Tommy, tuyo por siempre.
Tom comenzó a realizar sexo oral a su amado mientras lo escuchaba gemir hasta las lágrimas, pero no son lágrimas de tristeza las que ruedan por sus blancas mejillas sino de felicidad. Lo hizo delirar hasta llegar al orgasmo.
- Aaaw… Tommy – Expresa Bill con su respiración entrecortada mientras Tom toma entre sus manos el blanco liquido expulsado en tan erótico momento.
Con cuidado y llenando de besos el cuello de su amado pelinegrito, Tom le dio vuelta y comenzó a besarle de arriba abajo la espalda mientras aplica el semen en el ano de su amor como lubricante. Teniendo el pene en total erección lo toma entre sus manos y lo coloca en la entrada de Bill, suavemente lo topa tratando de introducirlo, no quiere lastimarlo lo hace con tanta delicadeza que mata a Bill quien muere por sentirlo dentro.
- Tommy mi amor, me matas, por favor mételo ya, no temas a lastimarme yo estaré bien.
Las palabras de Bill quitaron el temor a lastimarlo del corazón de Tom quien suavemente lo penetro. Habiendo introducido su pene comenzó un lento movimiento de vaivén, sintiendo gran excitación.
- Aaaw… más Tommy, quiero más – Pide Bill al sentir el delicioso deleite que su amado le esta haciendo conocer.
- Billy mi amor, te amo – Expreso Tom en un respiro ahogado al penetrar una y otra vez con mayor velocidad el blanco trasero de su amado.
Gotas de sudor recorren el bien formado cuerpo de Tom, mientras se satisface del amor que sólo su amado le da, acelera la velocidad más y más, la sensación que está experimentando ante tan delicioso momento lo hace llegar a la cumbre del éxtasis.
- Aaaaw… Bill – Grita, mientras culmina en un gran orgasmo.
Con amor vuelve a dar vuelta a Bill y se sube encima de él para besarle con suma pasión sus cautivantes labios, mientras deja que sus manos se pierdan acariciando su blanco y delicado cuerpo siente el roce de su pene con el de su amado provocándoles a ambos una agradable sensación, Bill se menea eróticamente haciendo que Tom copie su movimiento, su saliva recorriendo sus bocas ante tan apasionante unión de labios y sus penes presa de un sensual roce les hace explotar nuevamente en éxtasis. Cansado de tanto amor Tom se acuesta al lado de su amado, Bill apoya su cabeza en el brazo de Tom y dejan salir un suspiro casi sincronizado de plena satisfacción.
- Soy inmensamente feliz Tommy.
- Yo también Bill, quiero pasar junto a ti toda mi vida.
- Yo quiero estar así siempre entre tus brazos mi amor. Te amo.
Todo esta mejor que nunca en la vida de los Kaulitz, Tom por fin ha encontrado un trabajo digno como cajero en un Banco, el cual le permite darle todo lo necesario a su amado Bill que lo mantiene descansando en casa pues no quiere que su pequeño sufra más de lo que ha sufrido en el pasado. Su amor crece cada día mas acrecentando su enorme felicidad. Pero tanto amor y tanto dulce beso traería consecuencias para los esposos Kaulitz.
- Tommy estos meses que han pasado han sido los más felices de mi vida.
- Si mi amor, lo mismo digo, han sido tres meses de dicha plena. Nuestros primeros tres meses como esposos de una vida que compartiremos juntos.
- Así es Tommy – Dice Bill débilmente tambaleándose un poco.
Tom lo sostiene de inmediato y preocupado pregunta:
- ¿Mi amor, te sientes mal?
- No Tommy, estoy bien.
Lo carga en sus brazos y lo lleva hasta la habitación donde lo recuesta con gran amor.
- Debes descansar mi vida, de seguro los quehaceres de la casa te tienen agotado.
- Cuales quehaceres Tommy si no me dejas hacer nada, todo lo haces tú.
- Bueno eso es cierto, entonces debes estar enfermito mi cielo.
- No Tommy, estoy bien.
- Pero estás muy pálido Billy.
- Es normal.
- ¿Normal? ¿A que te refieres?
- Tommy ayer fui al medico por la mañana mientras tu estabas en el trabajo.
- ¿Qué tienes Bill estas enfermo?
- No amor, nada de eso, estoy mas sano que nunca.
- Entonces que te ocurre.
- Tommy el doctor me dijo algo que sé te hará muy feliz, discúlpame porque no te lo había dicho pero anoche me quede dormido y no sentí cuando viniste de trabajar.
- Esta bien cariño, pero ya dime por favor. ¿Qué ocurre contigo?
- Tommy creo que tendrás que pedir un aumento de salario.
- ¿Y eso por qué?
- Nuestra familia crecerá Tommy, ya no seremos dos, en ocho meses seremos tres.
- Billy mi amor tu estas…
- Si Tommy tendremos un hijito.
Tom orgulloso y más feliz que nunca abrazo a Bill fuertemente y le beso dulcemente mientras lágrimas de dicha rodaban por sus mejillas.
- ¿Por qué lloras Tommy? – Pregunta preocupado el dulce pelinegrito.
- Porque soy inmensamente feliz Bill – Responde Tom a la vez que besa con gran ternura los calidos labios de su amado.
"No existen fuerzas en el mundo que destruyan el poder del amor"