- (Carcajadas malévolas), si Bill eso quiero que llores. Me regocija verte así, sufriendo por mi causa. Creo que ha llegado el momento de hacerte saber que Tom esta mal por mi culpa. Tengo algo mejor que hacer contigo que simplemente estarte haciendo llorar y hacerte sentir desdichado, mi estrategia de venganza ha llegado a su mas alto nivel y hoy sabrás de que se trata.
Bill permanece triste y sumamente preocupado en espera de noticias que le hagan saber el estado de su amado, los minutos pasan y su incertidumbre crece cada vez más, aunado al enorme temor que le da el poder perderlo para siempre. Llora y llora impotente al no poder hacer nada por cambiar el sufrimiento de su adorado Tom. Estando cabizbajo viendo como lágrima por lágrima caen en su desteñido jeans siente como una mano se acopla en su hombro, asustado vuelve a ver de inmediato a la recién llegada persona.
- ¡Cala! – Expresa asustado.
- Hola Bill, vengo a darte una visita de cortesía pues me entere que tu amorcito esta un poco inestable de salud – Dice con cierta ironía y burla en sus palabras.
- Tom y yo no necesitamos de tus hipócritas visitas Cala, ¡vete!
- Bill pero que mal educado me resultaste, yo que deje de hacer mis cosas por venir a brindarte algo de apoyo.
- No me creas idiota Cala, bien sabemos que no estas aquí por eso, vienes a burlarte de nuestra desgracia. Vete no quiero seguirte viendo – Grita Bill con lágrimas en los ojos.
- Eres un llorón muy inteligente. En efecto no he venido a nada bueno.
- Tu sola presencia no me hace sentir nada bueno así que mejor vete de una vez horrible bruja.
- Bájale a tu tono Bill, yo no me voy de aquí sin antes decirte algo.
- Si viene de ti no ha de ser nada importante.
- Pues te equivocas mugroso porque si lo es. O es que prefieres que me vaya y que tu amorcito se muera.
- Que te vayas no me importa pero que Tom muera eso… eso me mataría.
- Pues si me voy sin decirte lo que debo haré que tu amado se muera.
- No Cala por favor, dime te escucho que quieres decirme.
- Ay Bill, ni se te cruza en tu hueca cabeza todo lo que ha estado pasando.
- ¿Pasando?
- Si pasando, todas las cosas malas que han estado ocurriendo en sus vidas han sido causadas por mi, yo los he tenido embrujados.
- Maldita bruja asquerosa como te atreves – Grita Bill jalando de los cabellos a Cala con gran furia.
- ¡Déjame maldito!
- No quiero, te jalare el cabello hasta dejarte pelona bruja cochina.
- ¡Que me dejes de digo! Si no me sueltas infartare de nuevo a Tom.
Bill al escuchar eso suelta de inmediato a Cala y con la voz un poco entrecortada dice:
- Infartaras de nuevo a Tom, Cala tú le provocaste el infarto.
- Si fui yo. Y si quiero ahora mismo lo mato.
- No por favor, no lo hagas. Mátame a mí si quieres pero a él no lo hagas sufrir más.
- Así me gusta Bill que me supliques. Pero debo decirte que no es necesario que te mate en este momento, porque quiero proponerte algo a cambio de dejar en paz a tu Tommy.
- Que Cala, dime.
- Quiero tu alma Bill, si me entregas tu alma yo dejare en paz para siempre a Tom.
Bill empieza a llorar con gran tristeza.
- Pero Cala (dice suavemente entre sollozos), entregarte mi alma significaría que yo…
- Que tú te condenarías al castigo eterno del infierno (carcajadas maquiavélicas).
- Eso me da mucho miedo Cala.
- Pero es que acaso prefieres ver a Tom sufrir otro infarto o cosas peores que puedo provocarle.
- No Cala, eso no. Prefiero morir y condenarme a saber que Tom sufre por cobardía mía.
- Vaya si que resultaste muy valiente, quien lo diría. Estoy segura que Tom se sentiría muy orgulloso de ti en estos momentos, bueno hasta a mi me estas conmoviendo un poco el corazón.
- ¿De verdad? – Pregunto con cierta alegría el pelinegrito.
- (Risa burlona) por supuesto que no, tu me vales y lo que le pase a Tom mucho más, bueno a Tom no tanto porque está bastante guapo y si tu te desapareces puedo conquistarlo.
- Eso si que nunca lo lograrías bruja horrorosa, Tom jamás se fijaría en ti, estas muy fea.
- Ya cállate Bill, dime aceptas o no darme tu alma.
- Si Cala lo haré.
- Bien Bill, así se habla. Te espero esta noche a las 12:00 en la entrada principal del cementerio para hacer el ritual correspondiente.
- ¿En el cementerio?
- Si de ese modo me evito cargar tu cuerpo inerte al basurero, lo dejo tirado en el cementerio de una vez para que se lo coman los buitres.
- Eso suena muy mal.
- Ni que te afecte eso, ya muerto no sentirás ninguno de los picotazos que los buitres te den.
Bill comienza a llorar desconsoladamente y con gran sonrisa en su rostro Cala se despide:
- Me voy, no tengo más nada que hacer aquí. Nos vemos en la media noche Bill, sé puntual.
- Si. Ahí estaré.
Bill tiene mucho miedo pero esta dispuesto a todo por salvar a su amado y las pocas horas que le quedan de vida antes de dejarse asesinar por Cala quiere pasarlas al lado de su gran amor. El doctor sale de la habitación y Bill corre hacia el para preguntarle sobre el estado de Tom.
- Doctor como esta Tommy.
- Esta bien chico, no te preocupes.
- ¿Puedo verlo?
- Tom necesita reposo, creo que es mejor que lo dejes descansar.
- Por favor doctor, necesito estar a su lado. No me lo niegue.
- No llores chico, cálmate.
- Es que tengo que estar junto a él, estas últimas horas.
- De que hablas chico, Tom no se va a morir.
- Él no pero yo si – Piensa Bill mientras una gran lágrima baja por su mejilla derecha.
- Te dejare que pases a verlo, pero debes estar calladito y sin hacer ruido.
- Así estaré doctor. Muchas gracias.
El pelinegrito entra sin hacer nada de ruido, cierra la puerta con sumo cuidado y se sienta en la silla que esta al lado de su amado. Lo contempla en silencio mientras duerme y llora su desdicha en total silencio. Los recuerdos empiezan a invadir la mente de Bill, recuerda todos los momentos lindos vividos al lado de Tom, las sonrisas compartidas y esos tiernos abrazos que no volverá a sentir jamás. Sus hermosas palabras llenas de entusiasmo y ternura.
- Tommy como me duele dejarte.
Dice suavemente entre sollozos Bill, toma la mano de Tom y siente su calidez, esa calidez que siente le perfora hasta lo más profundo del corazón.
- Te amo Tommy y desde donde quiera que me encuentre siempre te amare – Le dice a la vez que se levanta de la silla y se acerca a él, acaricia levemente su rostro y tiernamente le da un beso en los labios, su último beso. Un beso que representa todo su inmenso amor y que penetra en el interior a Tom como manantial de miel que se escurre entre sus labios haciéndole despertar de su sueño.
- Bill mi amor.
- Tommy te desperté cielo, discúlpame.
- Esta bien amor, necesitaba verte.
- ¿Cómo te sientes cariño?
- Estoy mejor, ya no me duele nada.
- Me alegra escucharte decir eso.
- Has estado llorando mucho mi amor, tienes tus bellos ojitos todos hinchados.
- Me has tenido muy preocupado baby.
- Ven mi amor, ven a mis brazos necesito estrecharte y sentir tu calor sobre mi.
Bill se acerca a Tom y se deja abrazar por él, siempre se ha sentido tan protegido entre sus brazos y ahora no es la excepción, siente como una inmensa paz le recorre por todo su ser al sentir como Tom lo estrecha con fuerza. El temor que siente se evapora y se convierte en felicidad al sentir las caricias de su amado recorrer su rostro.
- Billy mi amor, estaremos juntos por siempre. Nada ni nadie nos separaran. Estoy contigo mi amor.
- Si Tommy, no me sueltes cariño quiero guardar dentro de mi esta dulce sensación – Dice Bill sintiendo como su corazón se despedaza por dentro.
- Mi Billy, pequeño mío. Te amo tanto, tanto.
- Y yo a ti Tommy, todo mi amor es tuyo. Todo mi ser te pertenecerá siempre.
Sus labios se unen en un apasionado beso en el que se trasmiten ese gran amor que arde en sus corazones y les quema por dentro. El doctor entra de improvisto y les interrumpe.
- Oh lo siento, no sabia que estaban tan ocupados – Dice el doctor asustado y totalmente asombrado pues jamás había visto a dos hombres besarse.
- Esta bien doctor, no se preocupe usted. Tom y yo solamente nos estábamos dando un poco de cariñito.
- Si ya lo note. Pero creo que esos cariñitos tendrán que dárselos después. Ya debe salir Bill.
- No doctor por favor, deje que me quede aquí con Tommy.
- Lo siento Bill, pero ya no es posible, su novio necesita reposar fue un intenso infarto el que sufrió y debe descansar para ponerse muy bien y darle todos los cariñitos que usted quiera.
- Doctor yo no tengo sueño, quiero que Billy se quede.
- Lo siento Tom pero usted debe descansar. Así que Bill por favor (le muestra la puerta).
- Ya voy doctor. Adiós Tommy de mi vida, te amo y siempre te amare cariño.
Lo abraza con tal sentimiento mientras sus ojos se desbordan en lágrimas.
- Que ocurre Billy, cálmate pequeño, pronto saldré de aquí no nos estamos despidiendo para ya jamás vernos, es solo por unas horas.
- Si claro Tommy, te amo mi amor, jamás lo olvides por favor.
- Como olvidar eso mi vida, te amo mucho mi pequeño adorado.
Se abrazan y dan un tierno beso de despedida, Bill sale de inmediato de la habitación y corre hasta el baño donde llora desconsolado toda su desdicha. Varios minutos pasan cuando un hombre entra y al verle tirado sobre el piso llorando tan amargamente le dice:
- ¿Chico te sientes mal? ¿Puedo ayudarte?
- No señor gracias, pero a mi nadie puede ayudarme.
Bill se levanta y sale del baño, se dirige de nuevo a la banca de espera donde esta vez no esperara por ver a Tom sino a que se llegue la hora para ir a su encuentro con la muerte.