Narrador
Gustav: ehm perdón no queríamos molestar -dice Gustav como si nada cogiendo un libro de la mesa.
Georg: “¡¿perdón no queríamos molestar?!” ¿ESO ES LO ÚNICO QUE SE TE OCURRE DECIR? -le sigue Georg, gritando y totalmente espantado.
Los Kaulitz se separan y Bill agacha su cabeza avergonzado.
Tom: a ver Georg tranquilo, cálmate un poco -intenta calmar Tom la situación.
Georg: ¡cómo que tranquilo! Tom, acabamos de veros besándoos. ¡Sois hermanos por el amor de dios! ¿Estáis enfermos o qué? -dice con cara de asco.
Bill rompe a llorar, cubriéndose la cara con las manos.
Tom: eh no te consiento que nos hables así -dice enfadado, abrazando a Bill- tranquilo bebé, no somos enfermos, nos queremos y punto.
Tom le besa el pelo, y habla dirigiéndose a Georg:
Tom: y si piensas de ese modo no sé que estamos haciendo todavía aquí. Nos vamos Bill -le coge de la mano y ambos salen por la puerta, se suben en el coche y se marchan de allí.
Gustav: ¿pero cómo se te ocurre decirles eso? ¿Eso es lo que piensas en verdad? -pregunta con miedo a su respuesta.
Georg: si y no. Joder se me ha ido la cabeza…
Gustav: ¡a buenas horas te das cuenta!
Georg: vale vale, la he cagado. Y ¿tú? ¿A ti te da igual que tengan ese tipo de relación? Porque se te ve bastante tranquilo…
Gustav: pues sí me da igual, incluso me alegro por ellos. Cosa que deberías hacer tú -dice apuntándole con el dedo- no hacen daño a nadie…bueno excepto a su madre, que como se entere…
Georg: ¿solo a su madre? ¿Y las fans? ¿Y la prensa? Como se entere la prensa se los comen vivos, y a nosotros también porque somos una banda, aunque ya… no sé -termina de decir Georg subiendo las escaleras y encerrándose en su cuarto.
En el coche…
Tom: Bill -llama a su hermano que no ha abierto la boca desde que salieron de allí- Bill cariño, ¿estás bien?
Viendo que no le contesta estaciona el coche en un lado de la carretera.
Tom levanta su mano del volante y le retira el pelo de la cara. Bill gira su cabeza y lo ve directamente a los ojos.
Bill: estoy bien Tommy, no te preocupes -dice Bill tratando de sonar convincente.
Tom: Bill a mí no me engañas. Dime lo que estás pensando.
Bill: Tom es que no sé…todo se está complicando de una manera que me asusta. Estamos solos en esto, porque mira cómo se ha puesto Georg…nos ha llamado enfermos Tommy, y si él que se supone es nuestro amigo ha reaccionado así, imagínate los demás.
Tom: ey ey Bill, no necesitamos el apoyo de nadie, nos tenemos el uno al otro. Los demás se pueden ir al infierno -dice esto último sonriendo un poco contagiando a Bill.
Bill: siempre logras que sonría -dice acercándose a él y dándole un beso en los labios.
Tom: y tú siempre logras volverme loco -coloca sus manos en la espalda de Bill y lo sienta encima de sus piernas.
Bill: ¿te vuelvo loco? -pregunta con una pícara sonrisa y comenzando un vaivén de adelante y atrás.
Tom: ah…sí -gime- oh… joder Bill.
Bill se quita la camiseta y empieza a recorrer su cuerpo con sus manos.
Bill: Tommy voy a hacerte un “numerito” pero mientras lo hago, no puedes tocarte.
Tom: ¿qué? Bill no seas malo, no podré soportarlo -dice con cara de angustia.
Bill: te recompensaré -se acerca y le muerde el cuello- te lo prometo.
Tom asiente resignado, y Bill continúa lo que estaba haciendo.
Se quita los jeans como puede y se vuelve a sentar encima de Tom. Mete la mano derecha en sus boxers e introduce un dedo en su trasero.
Bill: mmm… sí -gime alto y Tom le mira embobado, totalmente excitado.
Tom: mierda -gruñe mientras intenta tocarse pero Bill le retira la mano.
Bill: To…Tom n…no te toques -dice soltando gemidos descontrolados- eres tan sexy cariño… déjame ver tu cuerpo -le quita la camiseta- dios est… estás tan bueno, mmm… las veces que me masturbé pensando en ti.
Tom se queda con la boca abierta y le pregunta.
Tom: ¿qué? ¿Antes de que estuviéramos juntos?
Bill: sí… -le desabrocha el botón del pantalón y se lo acaricia, dándose cuenta de que está a punto de venirse- lo quiero dentro de mí.
Tom le besa y le arranca el boxer.
Tom: ¿lo quieres? Pues es tuyo -dice quitando la mano de Bill y metiéndolo de golpe.
Bill: ah Tom -grita agarrándose de sus hombros.
Tom: ¿sabes? Yo tam…también pensaba en ti de…de una manera no muy “filial” -dice con la voz entrecortada.
Bill: ge…genial creía que era el único ah… que estaba mal de la cabeza.
Tom: Dios Bill no aguanto más -dice agarrándolo fuerte de las nalgas y metiendo su lengua en la boca de Bill. Ambas se buscan, se frotan…
Bill se siente morir cuando Tom le acaricia el paladar, y se viene en su estómago.
Bill: ¡¡ahhhh Tommiiii!! -suelta dando un gemido que se oye en todo el lugar.
Tom con una última embestida se derrama dentro de Bill.
Tom: te quiero -dice mientras se calman sus respiraciones.
Bill: yo también.
Muy cerca de allí…
Vanessa: ¡oh dios mío! Estas imágenes valen oro -dice riendo maléficamente- Ay Tom Kaulitz ahora sí que te tengo en mis manos.
Coge la cámara, la guarda en su bolso y se marcha.
Tom: te voy a llevar a ese hotel que tanto te gusta -dice sonriendo mientras conduce.
Bill: aww Tommy eres tan dulce -dice mirándolo con ternura.
Tom: todo es poco para ti.
Bill: Tom si sigues diciéndome esas cosas tan bonitas me voy a derretir -dice con las mejillas encendidas.
Tom: me encanta cuando te pones así, dan ganas de comerte.
Le lanza una mirada seductora y Bill se pone rojo del todo.
Bill: Ay Tom vale ya -se ríe contagiando a su hermano.
Después de una media hora llegan al hotel, estacionan el coche y se dirigen a recepción.
X: buenas noches, bienvenidos al hotel *******
Tom: buenas noches queríamos una habitación, si es posible la 483.
La señorita se queda un poco confundida, ya que ha pedido solo una habitación.
X: ya…ehm disculpe ¿ha pedido solo una habitación? ¿O es que he oído mal?
Tom: no, no ha oído mal, he pedido solo una habitación ¿pasa algo o qué? -pregunta a punto de enfadarse.
X: no, no pasa nada. Aquí tiene la tarjeta.
Tom y Bill: gracias.
Se meten en el ascensor y esperan a que se cierren las puertas. Cuando lo hacen, Bill se lanza a los brazos de Tom, besándole como si se le fuera la vida en ello, éste le corresponde poniendo las manos en su trasero, estrujándolo casi con desesperación.
Bill: ummm… Tom -gime mientras Tom lleva su mano al miembro de éste- ah… ¿has visto la cara de la recepcionista?
Tom: je sí. Se ha quedado flipada -besa su cuello, dejándole una marca roja, como símbolo de “propiedad”.
Ambos gimen alto, sin darse cuenta de que el ascensor ha abierto sus puertas y una pareja mayor les observa con cara de asombro.
Tom: eres mío Bill -le dice mirándolo a los ojos.
Bill gira la cara y por el espejo los ve.
Bill: Tom…Tommy -le llama, dándole en el hombro.
Tom voltea a ver y les mira con cara de: “qué pasa”.
Señor: ejem…buenas noches -dice con cara de disgusto.
Bill: buenas noches -se pone todo rojo y agacha la mirada.
Tom ríe por lo bajo y para molestar le agarra la mano a Bill antes de darle un beso en los labios.
Salen del ascensor y Bill lo único que quiere es matar a Tom por la vergüenza que ha pasado.
Bill: Tom te voy a matar.
Tom: ¿por qué? -pregunta con una sonrisa burlona.
Bill: eres muy malo Tom, te mereces quedarte sin sexo durante una temporada -dice esto todo lo serio que puede, aunque por dentro se muera de la risa.
Tom: por dios Bill no bromees con eso -ahora Tom quiere devolvérsela, pero quien juega con fuego acaba quemándose.
Bill: ¿es que el sexo es lo más importante para ti? eh Tom -su buen humor se ha esfumado y el ambiente se ha puesto tenso.
Tom: ey cariño era una broma -dice suavemente. No quiere volver a discutir con Bill.
Bill: no has respondido a mi pregunta.
Tom: Bill, debería de sentirme insultado. ¿De veras piensas que el sexo es lo más importante para mí? -pregunta con tristeza, haciendo que Bill se sienta culpable por siquiera pensar en ello.
Bill: no, no lo creo. Perdóname Tommy. No te pongas triste ¿vale?
Quiere acariciarle pero Tom se aparta.
Tom: ¿sabes Bill? Ahora soy yo el que se enfada. Me he dado cuenta que cada cosa que digo te sienta mal. Tú si puedes gastarme una broma pero yo tengo que andar siempre con pies de plomo para que no te enfades.
Bill: lo sé Tom y lo siento de verdad -dice a punto de llorar.
Tom: esta noche quería que fuese especial. Incluso he hecho teatro allí abajo, con la recepcionista.
Bill: ¿qué? –pregunta sin entender.
Tom: alquilé esta habitación hace unos días. Porque ya sabes que hacemos un mes y…quería celebrarlo.
Bill se lleva las manos a la boca sorprendido. No esperaba que Tom hiciera algo así, más que nada porque nunca le han ido las cosas que tienen que ver con el romanticismo.
Bill: dios mío Tommy -se lanza a sus brazos llorando de la emoción, y esta vez Tom no le aparta- sé que ya me he disculpado pero lo siento mucho.
Tom: bueno tampoco pasa nada ¿vale? -dice con una pequeña sonrisa.
Bill: no, sí pasa. Me has traído a mi hotel favorito y has alquilado esta habitación para mí…. No sé como he podido dudar de ti ni un instante -le dice mirándolo a los ojos- yo solo…te he comprado un regalo, igual no te gusta.
Tom: cómo no me va a gustar, si lo has comprado tu seguro que me encanta.
Bill le besa lentamente en los labios, sin prisa. Su sabor se lo conoce a la perfección pero se ha vuelto adicto a él.
Bill: bueno en realidad el regalo es para ti y para mí -explica cogiendo a Tom de las manos y llevándolo al pequeño sofá.
Bill saca de su bolso una cajita y se la entrega a Tom. …ste la abre con manos temblorosas, se siente nervioso por todo: por las emociones vividas y porque Bill le mira con ojitos destellantes esperando su reacción.
Tom: oh dios mío Bill es precioso -saca dos gargantillas de oro blanco: una con la letra ‘T’ colgando y otra con la ‘B’.
Bill: ¿te gusta?
Tom: claro que sí… me encanta -Bill sonríe y Tom también.
Bill: trae que te la ponga -Tom se gira y Bill se pone de rodillas a su espalda. Después de colocársela deja un beso ahí.
Tom: ahora yo -hace a un lado el pelo de Bill y se la abrocha.
Tom empieza a besarle el cuello, haciendo que Bill se le acelere la respiración. Le gira haciendo que quede enfrente de él…
Gustav: ehm perdón no queríamos molestar -dice Gustav como si nada cogiendo un libro de la mesa.
Georg: “¡¿perdón no queríamos molestar?!” ¿ESO ES LO ÚNICO QUE SE TE OCURRE DECIR? -le sigue Georg, gritando y totalmente espantado.
Los Kaulitz se separan y Bill agacha su cabeza avergonzado.
Tom: a ver Georg tranquilo, cálmate un poco -intenta calmar Tom la situación.
Georg: ¡cómo que tranquilo! Tom, acabamos de veros besándoos. ¡Sois hermanos por el amor de dios! ¿Estáis enfermos o qué? -dice con cara de asco.
Bill rompe a llorar, cubriéndose la cara con las manos.
Tom: eh no te consiento que nos hables así -dice enfadado, abrazando a Bill- tranquilo bebé, no somos enfermos, nos queremos y punto.
Tom le besa el pelo, y habla dirigiéndose a Georg:
Tom: y si piensas de ese modo no sé que estamos haciendo todavía aquí. Nos vamos Bill -le coge de la mano y ambos salen por la puerta, se suben en el coche y se marchan de allí.
Gustav: ¿pero cómo se te ocurre decirles eso? ¿Eso es lo que piensas en verdad? -pregunta con miedo a su respuesta.
Georg: si y no. Joder se me ha ido la cabeza…
Gustav: ¡a buenas horas te das cuenta!
Georg: vale vale, la he cagado. Y ¿tú? ¿A ti te da igual que tengan ese tipo de relación? Porque se te ve bastante tranquilo…
Gustav: pues sí me da igual, incluso me alegro por ellos. Cosa que deberías hacer tú -dice apuntándole con el dedo- no hacen daño a nadie…bueno excepto a su madre, que como se entere…
Georg: ¿solo a su madre? ¿Y las fans? ¿Y la prensa? Como se entere la prensa se los comen vivos, y a nosotros también porque somos una banda, aunque ya… no sé -termina de decir Georg subiendo las escaleras y encerrándose en su cuarto.
En el coche…
Tom: Bill -llama a su hermano que no ha abierto la boca desde que salieron de allí- Bill cariño, ¿estás bien?
Viendo que no le contesta estaciona el coche en un lado de la carretera.
Tom levanta su mano del volante y le retira el pelo de la cara. Bill gira su cabeza y lo ve directamente a los ojos.
Bill: estoy bien Tommy, no te preocupes -dice Bill tratando de sonar convincente.
Tom: Bill a mí no me engañas. Dime lo que estás pensando.
Bill: Tom es que no sé…todo se está complicando de una manera que me asusta. Estamos solos en esto, porque mira cómo se ha puesto Georg…nos ha llamado enfermos Tommy, y si él que se supone es nuestro amigo ha reaccionado así, imagínate los demás.
Tom: ey ey Bill, no necesitamos el apoyo de nadie, nos tenemos el uno al otro. Los demás se pueden ir al infierno -dice esto último sonriendo un poco contagiando a Bill.
Bill: siempre logras que sonría -dice acercándose a él y dándole un beso en los labios.
Tom: y tú siempre logras volverme loco -coloca sus manos en la espalda de Bill y lo sienta encima de sus piernas.
Bill: ¿te vuelvo loco? -pregunta con una pícara sonrisa y comenzando un vaivén de adelante y atrás.
Tom: ah…sí -gime- oh… joder Bill.
Bill se quita la camiseta y empieza a recorrer su cuerpo con sus manos.
Bill: Tommy voy a hacerte un “numerito” pero mientras lo hago, no puedes tocarte.
Tom: ¿qué? Bill no seas malo, no podré soportarlo -dice con cara de angustia.
Bill: te recompensaré -se acerca y le muerde el cuello- te lo prometo.
Tom asiente resignado, y Bill continúa lo que estaba haciendo.
Se quita los jeans como puede y se vuelve a sentar encima de Tom. Mete la mano derecha en sus boxers e introduce un dedo en su trasero.
Bill: mmm… sí -gime alto y Tom le mira embobado, totalmente excitado.
Tom: mierda -gruñe mientras intenta tocarse pero Bill le retira la mano.
Bill: To…Tom n…no te toques -dice soltando gemidos descontrolados- eres tan sexy cariño… déjame ver tu cuerpo -le quita la camiseta- dios est… estás tan bueno, mmm… las veces que me masturbé pensando en ti.
Tom se queda con la boca abierta y le pregunta.
Tom: ¿qué? ¿Antes de que estuviéramos juntos?
Bill: sí… -le desabrocha el botón del pantalón y se lo acaricia, dándose cuenta de que está a punto de venirse- lo quiero dentro de mí.
Tom le besa y le arranca el boxer.
Tom: ¿lo quieres? Pues es tuyo -dice quitando la mano de Bill y metiéndolo de golpe.
Bill: ah Tom -grita agarrándose de sus hombros.
Tom: ¿sabes? Yo tam…también pensaba en ti de…de una manera no muy “filial” -dice con la voz entrecortada.
Bill: ge…genial creía que era el único ah… que estaba mal de la cabeza.
Tom: Dios Bill no aguanto más -dice agarrándolo fuerte de las nalgas y metiendo su lengua en la boca de Bill. Ambas se buscan, se frotan…
Bill se siente morir cuando Tom le acaricia el paladar, y se viene en su estómago.
Bill: ¡¡ahhhh Tommiiii!! -suelta dando un gemido que se oye en todo el lugar.
Tom con una última embestida se derrama dentro de Bill.
Tom: te quiero -dice mientras se calman sus respiraciones.
Bill: yo también.
Muy cerca de allí…
Vanessa: ¡oh dios mío! Estas imágenes valen oro -dice riendo maléficamente- Ay Tom Kaulitz ahora sí que te tengo en mis manos.
Coge la cámara, la guarda en su bolso y se marcha.
Tom: te voy a llevar a ese hotel que tanto te gusta -dice sonriendo mientras conduce.
Bill: aww Tommy eres tan dulce -dice mirándolo con ternura.
Tom: todo es poco para ti.
Bill: Tom si sigues diciéndome esas cosas tan bonitas me voy a derretir -dice con las mejillas encendidas.
Tom: me encanta cuando te pones así, dan ganas de comerte.
Le lanza una mirada seductora y Bill se pone rojo del todo.
Bill: Ay Tom vale ya -se ríe contagiando a su hermano.
Después de una media hora llegan al hotel, estacionan el coche y se dirigen a recepción.
X: buenas noches, bienvenidos al hotel *******
Tom: buenas noches queríamos una habitación, si es posible la 483.
La señorita se queda un poco confundida, ya que ha pedido solo una habitación.
X: ya…ehm disculpe ¿ha pedido solo una habitación? ¿O es que he oído mal?
Tom: no, no ha oído mal, he pedido solo una habitación ¿pasa algo o qué? -pregunta a punto de enfadarse.
X: no, no pasa nada. Aquí tiene la tarjeta.
Tom y Bill: gracias.
Se meten en el ascensor y esperan a que se cierren las puertas. Cuando lo hacen, Bill se lanza a los brazos de Tom, besándole como si se le fuera la vida en ello, éste le corresponde poniendo las manos en su trasero, estrujándolo casi con desesperación.
Bill: ummm… Tom -gime mientras Tom lleva su mano al miembro de éste- ah… ¿has visto la cara de la recepcionista?
Tom: je sí. Se ha quedado flipada -besa su cuello, dejándole una marca roja, como símbolo de “propiedad”.
Ambos gimen alto, sin darse cuenta de que el ascensor ha abierto sus puertas y una pareja mayor les observa con cara de asombro.
Tom: eres mío Bill -le dice mirándolo a los ojos.
Bill gira la cara y por el espejo los ve.
Bill: Tom…Tommy -le llama, dándole en el hombro.
Tom voltea a ver y les mira con cara de: “qué pasa”.
Señor: ejem…buenas noches -dice con cara de disgusto.
Bill: buenas noches -se pone todo rojo y agacha la mirada.
Tom ríe por lo bajo y para molestar le agarra la mano a Bill antes de darle un beso en los labios.
Salen del ascensor y Bill lo único que quiere es matar a Tom por la vergüenza que ha pasado.
Bill: Tom te voy a matar.
Tom: ¿por qué? -pregunta con una sonrisa burlona.
Bill: eres muy malo Tom, te mereces quedarte sin sexo durante una temporada -dice esto todo lo serio que puede, aunque por dentro se muera de la risa.
Tom: por dios Bill no bromees con eso -ahora Tom quiere devolvérsela, pero quien juega con fuego acaba quemándose.
Bill: ¿es que el sexo es lo más importante para ti? eh Tom -su buen humor se ha esfumado y el ambiente se ha puesto tenso.
Tom: ey cariño era una broma -dice suavemente. No quiere volver a discutir con Bill.
Bill: no has respondido a mi pregunta.
Tom: Bill, debería de sentirme insultado. ¿De veras piensas que el sexo es lo más importante para mí? -pregunta con tristeza, haciendo que Bill se sienta culpable por siquiera pensar en ello.
Bill: no, no lo creo. Perdóname Tommy. No te pongas triste ¿vale?
Quiere acariciarle pero Tom se aparta.
Tom: ¿sabes Bill? Ahora soy yo el que se enfada. Me he dado cuenta que cada cosa que digo te sienta mal. Tú si puedes gastarme una broma pero yo tengo que andar siempre con pies de plomo para que no te enfades.
Bill: lo sé Tom y lo siento de verdad -dice a punto de llorar.
Tom: esta noche quería que fuese especial. Incluso he hecho teatro allí abajo, con la recepcionista.
Bill: ¿qué? –pregunta sin entender.
Tom: alquilé esta habitación hace unos días. Porque ya sabes que hacemos un mes y…quería celebrarlo.
Bill se lleva las manos a la boca sorprendido. No esperaba que Tom hiciera algo así, más que nada porque nunca le han ido las cosas que tienen que ver con el romanticismo.
Bill: dios mío Tommy -se lanza a sus brazos llorando de la emoción, y esta vez Tom no le aparta- sé que ya me he disculpado pero lo siento mucho.
Tom: bueno tampoco pasa nada ¿vale? -dice con una pequeña sonrisa.
Bill: no, sí pasa. Me has traído a mi hotel favorito y has alquilado esta habitación para mí…. No sé como he podido dudar de ti ni un instante -le dice mirándolo a los ojos- yo solo…te he comprado un regalo, igual no te gusta.
Tom: cómo no me va a gustar, si lo has comprado tu seguro que me encanta.
Bill le besa lentamente en los labios, sin prisa. Su sabor se lo conoce a la perfección pero se ha vuelto adicto a él.
Bill: bueno en realidad el regalo es para ti y para mí -explica cogiendo a Tom de las manos y llevándolo al pequeño sofá.
Bill saca de su bolso una cajita y se la entrega a Tom. …ste la abre con manos temblorosas, se siente nervioso por todo: por las emociones vividas y porque Bill le mira con ojitos destellantes esperando su reacción.
Tom: oh dios mío Bill es precioso -saca dos gargantillas de oro blanco: una con la letra ‘T’ colgando y otra con la ‘B’.
Bill: ¿te gusta?
Tom: claro que sí… me encanta -Bill sonríe y Tom también.
Bill: trae que te la ponga -Tom se gira y Bill se pone de rodillas a su espalda. Después de colocársela deja un beso ahí.
Tom: ahora yo -hace a un lado el pelo de Bill y se la abrocha.
Tom empieza a besarle el cuello, haciendo que Bill se le acelere la respiración. Le gira haciendo que quede enfrente de él…