*w* Chapter 8

Casi una hora más tarde Tom pensaba que había sido una mala idea. Al principio trató de relajarse y concentrarse en el juego, ignorando las miradas que su hermano le dirigía a Logan cada vez que golpeaba el balón. Pero…el primer pelotazo que recibió en pleno estómago le hizo odiar a Logan más de lo que ya lo hacía.

De rodillas en la arena trataba de recuperar el aliento con la ayuda de Bill, quien pasándole una mano con suavidad por la espalda le preguntaba si estaba bien y en caso de no estarlo suspenderían el partido.

Pero no lo hicieron, recuperó el aliento y jurándosela a Logan volvió a ocupar su puesto. Iban perdiendo, hasta que Gustav marcó un par de puntos que los puso en cabeza…y en toda la cabeza recibió otro balonazo esa vez del tal Eric, quien se disculpó realmente “avergonzado”.

A su derecha resonaban las risitas tontas de las chicas, que llevándose las manos a la boca trataban de disimular lo patético que le parecía. ¿Qué estaba pasando? Era el único que recibía pelotazos y ya empezaba a pensar que todo había sido un plan para cebarse en él, aunque no entendía el porque. No les había hecho nada, y si se mostraba triste o de mal humor era debido a la preocupación que sentía hacia su hermano.

-¿Lo dejamos?-preguntó Steven tratando de aguantarse también la risa.

-Si, será lo mejor-contestó Bill arrugando la frente.

-Todavía nos podéis ganar-negó Tom cogiendo la pelota con firmeza.

Regresó a su puesto mientras pensaba que el próximo balonazo lo iba a recibir Logan en plena cara, así le borraba esa sonrisa de idiota que esbozaba. Se moría de sed y mientras que Georg se refrescaba con una botella de agua se dirigió hacia él y se la arrebató de las manos.

Con la pelota a sus pies levantó en alto la botella y dejó que el agua cayera por su cabeza y espalda. Cerró los ojos gimiendo por lo bajo, el calor que hacía era verdaderamente horroroso y sentía que se iba a derretir de un momento a otro...como Helen y Alice, que sin poder apartar de él los ojos le veían ducharse ante ellas, mostrar ese pecho musculoso y como le quedaba tan bien el bañador floreado que llevaba a juego de su hermano, ahí tan justo en las caderas...no dejaban de mirarlo con firmeza como si de esa manera se fuera a resbalar accidentalmente y dejar ante sus desorbitados ojos esa parte de su anatomía que de perfil tanto se marcaba...

-¿Terminas de exhibirte?-murmuró Georg carraspeando.

Tom abrió los ojos sin saber a que se refería. No hacía nada malo, simplemente se refrescaba. Pero al fijarse en las chicas, en esa sensual manera en que le miraban mientras se pasaba la lengua por los labios y se sonrojaban, supo de inmediato a que se refería si amigo.

Se sintió avergonzado, no era su intención levantarle las chicas a sus amigos a quienes se les veía dispuesto a lograr algo con ellas. Tiró la botella ya vacía a la arena y recuperando la pelota se colocó a la derecha de su hermano...otro que le miraba como si fuera un espejismo en ese día soleado.

Y no era el único, Logan le miraba con los nervios crispados. Había sido testigo de su exhibición, de como coqueteó con las chicas ante su "hermano", quien no pudo apartar los ojos y seguramente pensaba en como podía humillarle una vez más.

Cerró las manos en dos fuertes puños y esperó a que Tom se colocara y sacara. No hizo falta que se moviera mucho, la pelota fue derecho hacia él y tuvo el tiempo suficiente de apartarse para que no le diera en plena cara.

-¡Joder!-maldijo en voz baja.

Echó a correr tras la pelota y regresó a su puesto, sacando con todas sus fuerzas tratando de devolverle el casi golpe a Tom, pero solo consiguió que Bill se pusiera en medio y golpeara con todas sus fuerzas, consiguiendo otro tanto más para su victoria.

-Creo que es mejor dejarlo ya-dijo Georg al ver que las cosas se salían de quicio.

-¿Quién se viene a dar un baño?-preguntó Peter pasándose una mano por la sudada cara.

Todos asintieron menos Bill y Tom.

-Ve con ellos, yo regreso al bungalow-murmuró Tom mirando a su hermano.

-Me voy contigo-dijo Bill con firmeza.

No le dio tiempo a contestar, se agarró a su mano y tras despedirse con la cabeza de Georg y Gustav fueron a por sus cosas y regresaron al bungalow.

-Bill en serio, no hace falta que…

-Quiero hacerte compañía-insistió Bill sin soltarle-Y seguro que Georg y Gustav nos lo agradecerán.

Había visto la decepción en la cara de Logan, pero en esos momentos le daba igual. Su hermano había sufrido y podía ser por su culpa. No era tonto, le había parecido muy extraño que todos los balonazos los hubiera recibido su hermano y en esos momentos veía a Logan con otros ojos.

No se lo podía perdonar…pero…¡claro! Logan solo lo había hecho porque creía que era por su bien, para darle una razón al celoso de su “novio” y que dejara de portarse con él tan mal como lo hacia.

Sonrió sin poder evitarlo, y Tom al verlo solo pudo pensar que lo hacía porque caminaban cogidos de la mano….






Decidieron cambiar el rumbo de sus pasos. La noche anterior la fiesta se había celebrado en la piscina y hacia ella se dirigieron sin mediar palabra. Dejaron sobre una par de tumbona sus toallas y corrieron a meterse en el agua.

A esas horas de la mañana estaban casi todos en la playa y solo unos pocos tomaban el sol en sus tumbonas. Pero la piscina estaba vacía, a excepción de los hermanos que se metieron en el agua.

A pesar de que sabía que Bill quería hablar con él, Tom no podía estarse quieto en esos momentos. Tenía mucha adrenalina acumulada y sintió la necesidad de liberarla. Y anda mejor que hacer unos cuantos largos aprovechando que tenía la piscina para él.

Bill le observaba desde un rincón de la misma, en el jacuzzi que había en ella instalado. Una vez se hubo acomodado se le acercó un camarero y le pidió un zumo de frutas. No tuvo que esperar mucho, y mientras saboreaba su zumo no dejó de observar ir y venir a su hermano.

Hasta que minutos después Tom bajó el ritmo ya cansado. Se tumbó de espaldas con los ojos cerrados mientras recuperaba el aliento. Había merecido la pena el esfuerzo, todo el odio que sentía hacia Logan se había disipado en parte y ya solo quedaba reunirse con su hermano y dejar que le mimara.

Nadó en su dirección y apoyándose en la pared que separaba el jacuzzi de la piscina se aupó y pasó sobre el. Enseguida Bill le hizo hueco a su lado, donde se dejó caer de nuevo con los ojos cerrados.

-¿Quieres beber algo?-ofreció Bill levantando una mano.

Tom abrió los ojos y vio la copa que Bill sostenía. No se lo pensó dos veces y se la arrebató bebiendo de la pajita ese líquido anaranjado.

-Que rico-murmuró sonriendo.

-Creo que es de maracuyá y mango-explicó Bill.

-Pídeme uno igual-dijo Tom terminándose la copa.

Bill asintió y una vez tuvo cerca al camarero pidió dos copas iguales...y un cigarro. Se acomodó de nuevo al lado de su hermano, que con los ojos cerrados se pasaba una mano por el estómago frotándoselo con cuidado.

-¿Te duele?-preguntó Bill preocupado.

Tom asintió resoplando, había recibido un fuerte balonazo que le había robado el aliento por unos minutos....eso y unido al hecho que sentía a Bill inclinado sobre él mientras le pasaba una mano por la espalda tratando de aliviarle y le susurraba al oído si se sentía bien...

¿Cómo se iba a sentir? Pues demasiado bien, el dolor quedó en un segundo plano y solo podía pensar en el contacto de la mano de Bill sobre su desnuda espalda. Eso le dio las fuerzas necesarias para levantarse, coger la pelota y desear estamparla en la cara de Logan.

-Lo siento-escuchó como se disculpaba su hermano.

-Tú no tienes la culpa de nada-dijo Tom con firmeza abriendo los ojos.

-Créeme, la tengo-susurró Bill al tiempo que sentía que se le llenaban de lágrimas los ojos.

Había llevado el juego muy lejos, y sabía que era hora de decir la verdad. Por el bien de su hermano, no podía dejar que Logan le siguiera humillando al pensar de él algo que era totalmente falso.

-Tom, yo...-empezó a decir en voz baja.

-Mira, vienen Georg y Gustav-dijo Tom de repente.

Bill se volvió en su sitio y comprobó que era verdad. No venían solos, Logan y sus amigos les seguían y parecían que charlaban como si fueran ya buenos amigos.

-¿Dónde habéis dejado a las chicas?-preguntó Tom en voz alta una vez cerca de ellos.

-Mejor no preguntes-gruñó Georg resoplando.

Por la mirada que le dirigió Gustav Tom supo de inmediato que les habían dado calabazas. Y por su culpa, se temía. Pero él no lo hacía a posta, no iba por el mundo haciendo que cada una de las chicas con la que se cruzara cayera a sus pies desmayada.

Ya se hacía más o menos una idea de lo que había pasado. Helen y Alice no habrían parado de preguntar por él a sus amigos, que ya cansados de contestar y sabiendo que con ellas no tendrían nada habían tenido que darse por vencido.

-¿Os hace otra partidita en el agua?-preguntó Peter sonriendo con malicia.

-Bill y yo estamos cansados-contestó Tom de inmediato por los dos.

Bill le miró alzando una ceja, bien era verdad que no tenía más ganas de jugar sino de hablar con él de algo muy serio, pero podía contestar por él solito. Era algo de Tom que le sacaba de quicio, que siempre hablase por los dos como si él no tuviera ni voz ni voto.

-Venga, demos unos toques-intervino Georg echando a correr hacia la piscina.

Se tiró en bomba haciendo que los demás fueran tras él y le imitaran. Formaron un corrillo y se fueron pasando la pelota de unos a otros riendo por lo alto, ajenos a la conversación de los dos hermanos...o no tanto, pues en el tono en el que hablaban atraían la atención de Logan sin poder evitarlo.

-Tengo voz-casi gritó Bill fulminando a Tom con la mirada, olvidando ese deje de arrepentimiento momentáneo.

-¿Se puede saber qué demonios te pasa?-preguntó Tom en voz alta sin entender.

-Por favor, no me grites-pidió Bill ya en voz baja.

O casi, porque sabía que Logan le miraba. Decidió aprovecharse de nuevo y olvidando lo mal que lo había pasado su hermano se cruzó de brazos dándole la espalda.

Tom le iba a decir algo pero en ese momento llegó el camarero con sus zumos y el cigarro que Bill había pedido.

-¿Me das fuego, por favor?-preguntó Bill al camarero.

El chico asintió y cogiendo el mechero que había sobre la bandeja se inclinó y encendió el mechero que Bill tenía ya en sus labios.

-Gracias-susurró exhalando una bocanada de humo.

Sonrió ampliamente al camarero, quien le devolvió la sonrisa de inmediato al tiempo que se levantaba y regresaba dando traspiés a la barra.

-¿Otra vez fumando?-preguntó Tom como si no fuera obvio.

Pero Bill le ignoró. Cogió las gafas de sol que había dejado en el borde y se las puso de diadema mientras disfrutaba de su cigarro.

-Luego te quejarás que te duele la garganta y no te sale la voz-resopló Tom cogiendo su zumo.

-Lo que me duele es el corazón-se le escapó a Bill.

Tom se le quedó mirando con la copa a medio camino de sus labios, ¿tan colado estaba por Logan? Pensaba que solo sería un tonto amor de verano, pero no que estuviera tan pillado. Sintió que los ojos se le llenaban de lágrimas, de alguna manera había pensado que pasados esos días de vacaciones Logan quedaría olvidado en el pasado y él tendría una oportunidad.

Pero veía a su hermano realmente afectado. Normal, si había hecho por primera vez el amor con un chico que le atraía mucho... ¿y si pensaba "llevárselo"? ¿Hablaría con él, le contaría quien era en realidad y Logan caería rendido a sus pies?

Entonces él se querría morir...

-Tom, ¿estás bien?-preguntó Bill dejando el juego a un lado-Te has puesto muy pálido.

-Necesito tumbarme un rato-murmuró Tom carraspeando.

-Has tomado mucho el sol-comentó Bill apagando el cigarro en el cenicero que tenía a un lado.

Tom asintió en silencio y salió del jacuzzi seguido de Bill. Dejó que se encargara de sus cosas, cogiendo solo una toalla que se echó por los hombros al sentirse destemplado.

Su hermano se había enamorado, y él no podía hacer nada por impedirlo...




Desde la piscina, Logan y sus amigos veían marcharse a la pareja y se miraron extrañados entre ellos.

-¿Qué les pasa?-preguntó Eric dirigiéndose a Georg y Gustav.

-Oh, seguramente nada-murmuró Georg resoplando.

-Cosas de hermanos-añadió Gustav imitándolo.

-¿Hermanos?-repitió Logan alzando una ceja.

-Si, y gemelos para ir más lejos-apuntó Georg.

-¿Qué Bill y Tom son gemelos?-casi gritó Peter.

-Sé que no se parecen en nada, pero créeme. Lo son-dijo Gustav riendo.

Logan se les quedó mirando extrañado. Eran amigos, seguro que estaban al tanto de ese maldito secreto pero...hablaban como si de verdad fuera cierto. Vale que dijeran que eran hermanos para no levantar sospechas y que nadie descubriera que eran pareja, pero decir que también eran gemelos... ¿no se estaban pasando un poco?

-Será mejor que vayamos a ver que les pasa-murmuró Gustav, cansado de las miradas que Logan y sus amigos les dirigían.

Georg asintió y se despidieron de ellos.

-¿Nos vemos más tarde?-casi gritó Logan.

Georg y Gustav se miraron antes de contestar, no sabían que había pasado entre los hermanos, o si a ellos les molestaría que quedasen con esos nuevos amigos que había hecho. Se suponía que estaban de vacaciones y querían disfrutar del anonimato. Logan y sus amigos podían hacer alguna pregunta demasiado personal que ellos no quisieran responder, o tendrían que mentir y a Georg no se le daba muy bien.

-Esta noche hay otra fiesta, en la playa esta vez-intervino Peter-Tras la cena, encenderán hogueras y será una pasada.

-Podíamos quedar para tomar algo-añadió Eric-Venga, nos habéis ganado. Os lo debemos.

Estaban a punto de aceptar, les parecía muy grosero negarse por segunda vez y más si solo querían jugar un poco más luego. Se lo habían pasado muy bien esa mañana y pensaron que un poco más de diversión no les haría daño.

-Se lo diremos a Bill y Tom, seguro ir a tomar algo tras la cena les parecerá bien-dijo al fin Gustav.

Logan y sus amigos se conformaron con esa respuesta. Quedaron en verse a las 9 y regresaron a su bungalow. Era ya casi la hora de comer y querían ducharse antes de ir al restaurante del hotel. Les hablarían a los gemelos de los planes durante la misma y solo rezaban que para entonces hubieran hecho las paces, si es que hubieran discutido por alguna tontería como siempre pasaba...

¿Cuándo aprenderían y dejarían de comportarse como dos niños pequeños? Estaban ya algo cansados de su comportamiento, actuaban de lo más raro sobretodo cuando había extraños delante. ¿Qué se traían entre manos? ¿Era ese otro juego de hermanos donde al final solo ellos se reían de la broma gastada?