A toda velocidad la policía se dirige hasta el lugar que gentilmente un ciudadano y vecino del secuestrador les había indicado, el hombre que era muy mayor, había visto a la pareja el mismo día que llegaron, pues él había llegado justo después de ellos y les había visto hablar hasta que el hombre rubio lo tomó del brazo y ambos entraron en el departamento de al lado y eso fue todo, hasta unos días después cuando encendió la tele y lo primero que vio fue a su nuevo vecino acusado de secuestrar a la joven que estaba con él, inmediatamente llamó a la policía, sin ningún interés en la recompensa ya que había escuchado muchas veces el llanto y gritos del departamento contiguo.
Cada minuto que pasaba para Tom era una eternidad, estaba muy nervioso y los policías se daban cuenta de todo, así que le pidieron que tratara de mantenerse tranquilo en el momento del rescate, pues cualquier locura que cometiera podría significar una desgracia, a lo que Tom asiente de inmediato.
-En aproximadamente media hora estaremos allá- asegura uno de los policías -tú te quedarás cerca -dice dirigiéndose a Tom -pero es necesario que ninguno te vea -.
-¿Por qué? -pregunta el de rastas.
-Tu haz lo que te digo- le corta el policía seriamente.
-Está bien...pero me quedaré muy cerca -le advierte el de rastas.
Quince minutos les quedan de camino y las últimas decisiones de cómo proceder están tomadas, el resto del camino continúa en silencio.
................................................................
Bill abre lentamente los ojos al tiempo que siente un dolor intenso en su rostro y un sabor a sangre en su boca, se palpa el rostro y siente una leve hinchazón en su boca, mira la sábana y con horror ve que está manchada con sangre, mareado y agotado se levanta y camina tambaleándose hacia el espejo que estaba colgado en la pared, al verse el rostro morado y la boca notablemente hinchada y herida, no puede contener sus lagrimas y los sollozos se le vuelven escapar. Al ver pasar los días, ya no tiene esperanza de nada, lo único que quiere ahora es tener a su bebé a salvo, si es que llega a tener al bebé o si es que llega a sobrevivir. Ya sin nada que esperar toma una toalla y sale de la habitación para ir a tomar una ducha, aunque su estómago le pedía otra cosa
-lo siento bebé, aun no has nacido y ya estoy siendo un mal padre, te daré de comer enseguida -dice palpando su pancita, pospone su ducha para un rato más y se dirige a la cocina, se prepara unos emparedados y toma un vaso de leche, cuatro empardados de queso y dos vasos de leche le ayudaron a recobrar un poco las fuerzas, se sentó a reposar un rato para luego ir a tomar esa deseada ducha, cierra los ojos por un momento perdiéndose un rato en sus recuerdos y sonríe al recordar la vez que le dijo a Tom que serían padres, sonríe ante ese hermoso recuerdo, pero esa voz molesta le saca de su pensamiento.
-¿Por qué sonríes?... ¿acaso ya aceptaste que conmigo todo será mejor?- le dice Peter cerrando las puertas del balcón.
-No...solo pensaba en algo, voy a tomar una ducha -le dice pasando por su lado.
-Espera...yo primero, quiero lavarme las manos, he fumado un cigarrillo y se que el olor debe resultarte desagradable-
-Está bien, tu primero -acepta el pelinegro.
Después de que Peter lavara sus manos invita a Bill a ducharse con él, sugerencia que el pelinegro deniega inmediatamente, temeroso de la reacción del rubio, al verle acercándose solo cierra sus ojos y espera el golpe que sabe está a punto de venir, las negativas eran algo que desquiciaba a Peter, pero el golpe nunca llegó, abrió los ojos y se encontró con el puño en alto del rubio, y luego escuchó unos golpes suaves en la puerta, con el miedo no había escuchado nada y solo rogó para que esos golpes en la puerta significaran su libertad.
Peter caminó silenciosamente hasta la puerta y miró por el ojo de esta, viendo solo a un hombre mayor con un pastel en la mano, se extrañó al ver al hombre ahí, pero luego pensó que talvez se trataba de un buen vecino de esos que le dan la bienvenida a todo morador nuevo, sin sospechar más puso la llave y abrió la puerta con toda confianza, sonriéndole al hombre frente a él, pero de reojo ve como dos hombres armados se abalanzan sobre él, fallando en la captura, Peter es más rápido y entra al departamento tomando rehén a Bill, saca el arma que tenía en su cinturón y lo pone en la barriga del pelinegro, haciéndolo suplicar por su vida.
-No por favor...aleja eso de mi- llora suplicante Bill.
-¡Cállate!- le grita al pelinegro -¡cállate o te...!-.
Armados y consientes de que Peter estaba loco, entran despacio al departamento, intentando negociar con él, pero nada les da resultado, afuera y muriéndose de ganas por entrar y rescatar a Bill, está Tom, atento a cualquier cosa que suceda adentro.
-No tienes que hacer esto más difícil- le intenta convencer el policía -deja que Bill venga con nosotros y luego hablaremos de ti-.
-¿Ustedes creen que soy tonto?...ja, les entrego a Bill y luego me llevan a la cárcel, en donde estaré encerrado por muchos años...-
-Eso depende de ti...suelta Bill, te prometo que...-
-¡Yo no creo en sus malditas promesas!- grita perdiendo la paciencia-¡yo no he hecho nada malo!... ¡yo amo a Bill y a mi hijo!... y antes que perderlo a él y vivir el resto de mi vida en la cárcel, prefiero morir...junto a él-.
Esas palabras fueron las que cegaron a Tom por completo, el solo pensar que podían arrebatarle al amor de su vida, lo hizo olvidarse de lo que no debía hacer, pero su amor fue más fuerte que su razón, sabía que debía protegerlo y sin pensarlo dos veces corrió en su ayuda, al entrar de lleno de el departamento, corre haciendo a un lado a los policías que poco y nada pudieron hacer para ayudar a Bill, y se lanza sobre Peter pidiéndole a los policías que se lleven a Bill y lo mantengan a salvo, pero el pelinegro en medio de suplicas y llantos le pide a Tom que no lo abandone -¡ Tomy ¡...!alguien ayúdelo, por favor!- gritaba el pelinegro al ver forcejear a Tom y a Peter, quien aun seguía con el arma en la mano.
-¡Llévenselo de aquí! -gritaba Tom, tratando de no perder la pelea.
Entre los dos policías sacan a Bill del departamento y lo mantienen sujeto para que no vulva a entrar ahí, lo dejan con otros policías y vuelven a ayudar a Tom, pero ates de entrar oyen dos disparos ensordecedores, que dejan a todos en completo silencio, Bill siente que el mundo se derrumba en sus narices, está tan impactado que ni siquiera puede llorar, ni tampoco decir alguna palabra, los policías entran al departamento y ven a dos cuerpos inmóviles yaciendo en el piso, Tom sobre Peter y bajo ellos un río de sangre fluye hasta hacerse una posa, unos centímetros a la derecha está el arma, los policías revisan cautelosamente ambos cuerpos y se dan cuenta de que uno de ellos ya no respira, mientras que el otro respira levemente, pues una de las balas le hirió en una de sus costillas, de inmediato llaman a los paramédicos que ya estaban en camino por el ascensor y que llegan en menos de diez minutos al lugar, auxiliando enseguida al sobreviviente, lo suben a la camilla y lo sacan rápidamente del departamento, pero Bill comienza a gritar cuando ve que se llevan a alguien, sin estar muy seguro de quien era y sin alcanzar a recibir información, el pelinegro se desvanece en los brazos de un paramédico y se desmaya.
..........................................................
Una hora después, despierta en una sala de hospital un poco mareado, se levanta lentamente y trata de encontrar a alguien que le oriente, pues no sabe por que esta ahí, al salir de la sala se encuentra con un doctor que se acerca a él enseguida, lo toma del brazo y lo lleva de nuevo a la sala, le pide que se siente y le revisa las heridas de su rostro. Pero Bill necesita saber que pasó después de los disparos y sin esperar más pregunta.
-¿Por qué estoy aquí?- pregunta esquivando las curaciones que el medico le hacía.
-Por que te desmayaste, pero ya estás bien- responde el médico sin dejar de curarle.
-¿Qué paso después de los disparos?... ¿dónde está Tom? -empieza a ponerse nervioso y a llorar.
-Tranquilo...ya pasaste por muchas preocupaciones, Tom está bien, el disparo le penetró y le rompió una costilla, pero ya lo operamos y todo está muy bien...-le tranquiliza sonriéndole.
-Quiero verlo -dice como una exigencia.
-Lo verás, pero ahora está dormido, debes dejarlo descansar-
-Está bien- acepta Bill, sonriendo, por que ya no está preocupado.
Antes de hacer la siguiente pregunta, traga saliva y mira a los ojos del médico -¿y Peter?... ¿que pasó con él?-.
El médico lo mira, pero no sabe si sonreírle al contestarle la pregunta, al final opta por ponerse serio -él murió...uno de los disparos le perforó un pulmón y bueno...-.
El pelinegro no dijo nada, ninguna expresión en su rostro, solo respiró profundamente y sintió la calma apoderarse de su cuerpo.
......................................................................
Mientras espera a que Tom despierte, come la comida que le ha llevado una enfermera, cuando escucha las voces que le hacen dejar todo de lado, se baja de la cama y antes de salir, se encuentra frente a frente con Simone y Gordon, quienes apenas al verle lo abrazan como si la vida se le fuera en ello, lloran los tres y sonríen a la vez. Después de revisar a su hijo parte por parte y cerciorarse de que todo estaba bien, se sienta en la cama junto a él, hablando por mucho rato y enterándose de todo lo que había pasado en su relación con Tom, cuando comenzó a recibir los condenados obsequios y todo lo que pasó cuando estuvo secuestrado.
Simone no podía evitar llorar al enterarse de todo lo que había sufrido su hijo, más al estar esperando un bebé, pero Gordon a quien también se le habían escapado unas lagrimas, la calmaba abrazándole y diciéndole que ya no había de que preocuparse.
..........................................................................
Media hora después, entra una enfermera para avisarles que Tom ha despertado y que está esperándoles, sin esperar un segundo más, los tres se apresuran a verle, suben al tercer piso y entran en la sala en donde les esperaba mientras miraba la tele.
-Tomy- le llama Bill apenas entró en la sala, haciendo que Tom le mirara con una sonrisa que irradiaba felicidad.
-Bill...- dice con los ojos brillosos.
El pelinegro corre a su lado, y con cuidado le abraza y le besa, mientras lagrimas de felicidad caen por sus mejillas -Tomy...mi amor, estoy tan feliz de que todo haya terminado -.
-Cariño, ¿podrás perdonarme algún día?- pregunta sollozando.
Sabiendo a lo que se refiere, le acaricia suavemente la cabeza y le sonríe- yo no tengo nada que perdonarte, cielo...gracias a ti estoy con vida y tu casi perdiste la tuya, no tengo nada que perdonarte, solo agradecerte todo lo que hiciste por mi y por nuestro bebé...te amo, te amo...te amo -le dice besando su mejilla y abrazándole por el cuello.
-Yo te amo más...a ti y a nuestro bebé, los amo más que a nada -le dice besándole en los labios.
Observados por Simone y Gordon, quienes piden un momentito para poder agradecerle a Tom, lo que hizo por su hijo, cediéndoles un momento, los padres de Bill, le besan en la cabeza y le llenan de agradecimientos - eres un héroe Tom, lo que has hecho por nuestro hijo es realmente hermoso...cuando le contemos esta historia a nuestro nieto, estará muy orgulloso de ti, muchas gracias Tom -le dice Simone.
-Gracias Tom, estoy muy orgulloso de ti -le dice Gordon besándolo en la cabeza.
Cinco minutos después entra el médico en la sala y le dice a Tom que podrá salir de alta en tres días, todos ríen felices, no pueden esperar a estar todos juntos en casa, tranquilos y felices, para esperar la llegada del bebé.
Cada minuto que pasaba para Tom era una eternidad, estaba muy nervioso y los policías se daban cuenta de todo, así que le pidieron que tratara de mantenerse tranquilo en el momento del rescate, pues cualquier locura que cometiera podría significar una desgracia, a lo que Tom asiente de inmediato.
-En aproximadamente media hora estaremos allá- asegura uno de los policías -tú te quedarás cerca -dice dirigiéndose a Tom -pero es necesario que ninguno te vea -.
-¿Por qué? -pregunta el de rastas.
-Tu haz lo que te digo- le corta el policía seriamente.
-Está bien...pero me quedaré muy cerca -le advierte el de rastas.
Quince minutos les quedan de camino y las últimas decisiones de cómo proceder están tomadas, el resto del camino continúa en silencio.
................................................................
Bill abre lentamente los ojos al tiempo que siente un dolor intenso en su rostro y un sabor a sangre en su boca, se palpa el rostro y siente una leve hinchazón en su boca, mira la sábana y con horror ve que está manchada con sangre, mareado y agotado se levanta y camina tambaleándose hacia el espejo que estaba colgado en la pared, al verse el rostro morado y la boca notablemente hinchada y herida, no puede contener sus lagrimas y los sollozos se le vuelven escapar. Al ver pasar los días, ya no tiene esperanza de nada, lo único que quiere ahora es tener a su bebé a salvo, si es que llega a tener al bebé o si es que llega a sobrevivir. Ya sin nada que esperar toma una toalla y sale de la habitación para ir a tomar una ducha, aunque su estómago le pedía otra cosa
-lo siento bebé, aun no has nacido y ya estoy siendo un mal padre, te daré de comer enseguida -dice palpando su pancita, pospone su ducha para un rato más y se dirige a la cocina, se prepara unos emparedados y toma un vaso de leche, cuatro empardados de queso y dos vasos de leche le ayudaron a recobrar un poco las fuerzas, se sentó a reposar un rato para luego ir a tomar esa deseada ducha, cierra los ojos por un momento perdiéndose un rato en sus recuerdos y sonríe al recordar la vez que le dijo a Tom que serían padres, sonríe ante ese hermoso recuerdo, pero esa voz molesta le saca de su pensamiento.
-¿Por qué sonríes?... ¿acaso ya aceptaste que conmigo todo será mejor?- le dice Peter cerrando las puertas del balcón.
-No...solo pensaba en algo, voy a tomar una ducha -le dice pasando por su lado.
-Espera...yo primero, quiero lavarme las manos, he fumado un cigarrillo y se que el olor debe resultarte desagradable-
-Está bien, tu primero -acepta el pelinegro.
Después de que Peter lavara sus manos invita a Bill a ducharse con él, sugerencia que el pelinegro deniega inmediatamente, temeroso de la reacción del rubio, al verle acercándose solo cierra sus ojos y espera el golpe que sabe está a punto de venir, las negativas eran algo que desquiciaba a Peter, pero el golpe nunca llegó, abrió los ojos y se encontró con el puño en alto del rubio, y luego escuchó unos golpes suaves en la puerta, con el miedo no había escuchado nada y solo rogó para que esos golpes en la puerta significaran su libertad.
Peter caminó silenciosamente hasta la puerta y miró por el ojo de esta, viendo solo a un hombre mayor con un pastel en la mano, se extrañó al ver al hombre ahí, pero luego pensó que talvez se trataba de un buen vecino de esos que le dan la bienvenida a todo morador nuevo, sin sospechar más puso la llave y abrió la puerta con toda confianza, sonriéndole al hombre frente a él, pero de reojo ve como dos hombres armados se abalanzan sobre él, fallando en la captura, Peter es más rápido y entra al departamento tomando rehén a Bill, saca el arma que tenía en su cinturón y lo pone en la barriga del pelinegro, haciéndolo suplicar por su vida.
-No por favor...aleja eso de mi- llora suplicante Bill.
-¡Cállate!- le grita al pelinegro -¡cállate o te...!-.
Armados y consientes de que Peter estaba loco, entran despacio al departamento, intentando negociar con él, pero nada les da resultado, afuera y muriéndose de ganas por entrar y rescatar a Bill, está Tom, atento a cualquier cosa que suceda adentro.
-No tienes que hacer esto más difícil- le intenta convencer el policía -deja que Bill venga con nosotros y luego hablaremos de ti-.
-¿Ustedes creen que soy tonto?...ja, les entrego a Bill y luego me llevan a la cárcel, en donde estaré encerrado por muchos años...-
-Eso depende de ti...suelta Bill, te prometo que...-
-¡Yo no creo en sus malditas promesas!- grita perdiendo la paciencia-¡yo no he hecho nada malo!... ¡yo amo a Bill y a mi hijo!... y antes que perderlo a él y vivir el resto de mi vida en la cárcel, prefiero morir...junto a él-.
Esas palabras fueron las que cegaron a Tom por completo, el solo pensar que podían arrebatarle al amor de su vida, lo hizo olvidarse de lo que no debía hacer, pero su amor fue más fuerte que su razón, sabía que debía protegerlo y sin pensarlo dos veces corrió en su ayuda, al entrar de lleno de el departamento, corre haciendo a un lado a los policías que poco y nada pudieron hacer para ayudar a Bill, y se lanza sobre Peter pidiéndole a los policías que se lleven a Bill y lo mantengan a salvo, pero el pelinegro en medio de suplicas y llantos le pide a Tom que no lo abandone -¡ Tomy ¡...!alguien ayúdelo, por favor!- gritaba el pelinegro al ver forcejear a Tom y a Peter, quien aun seguía con el arma en la mano.
-¡Llévenselo de aquí! -gritaba Tom, tratando de no perder la pelea.
Entre los dos policías sacan a Bill del departamento y lo mantienen sujeto para que no vulva a entrar ahí, lo dejan con otros policías y vuelven a ayudar a Tom, pero ates de entrar oyen dos disparos ensordecedores, que dejan a todos en completo silencio, Bill siente que el mundo se derrumba en sus narices, está tan impactado que ni siquiera puede llorar, ni tampoco decir alguna palabra, los policías entran al departamento y ven a dos cuerpos inmóviles yaciendo en el piso, Tom sobre Peter y bajo ellos un río de sangre fluye hasta hacerse una posa, unos centímetros a la derecha está el arma, los policías revisan cautelosamente ambos cuerpos y se dan cuenta de que uno de ellos ya no respira, mientras que el otro respira levemente, pues una de las balas le hirió en una de sus costillas, de inmediato llaman a los paramédicos que ya estaban en camino por el ascensor y que llegan en menos de diez minutos al lugar, auxiliando enseguida al sobreviviente, lo suben a la camilla y lo sacan rápidamente del departamento, pero Bill comienza a gritar cuando ve que se llevan a alguien, sin estar muy seguro de quien era y sin alcanzar a recibir información, el pelinegro se desvanece en los brazos de un paramédico y se desmaya.
..........................................................
Una hora después, despierta en una sala de hospital un poco mareado, se levanta lentamente y trata de encontrar a alguien que le oriente, pues no sabe por que esta ahí, al salir de la sala se encuentra con un doctor que se acerca a él enseguida, lo toma del brazo y lo lleva de nuevo a la sala, le pide que se siente y le revisa las heridas de su rostro. Pero Bill necesita saber que pasó después de los disparos y sin esperar más pregunta.
-¿Por qué estoy aquí?- pregunta esquivando las curaciones que el medico le hacía.
-Por que te desmayaste, pero ya estás bien- responde el médico sin dejar de curarle.
-¿Qué paso después de los disparos?... ¿dónde está Tom? -empieza a ponerse nervioso y a llorar.
-Tranquilo...ya pasaste por muchas preocupaciones, Tom está bien, el disparo le penetró y le rompió una costilla, pero ya lo operamos y todo está muy bien...-le tranquiliza sonriéndole.
-Quiero verlo -dice como una exigencia.
-Lo verás, pero ahora está dormido, debes dejarlo descansar-
-Está bien- acepta Bill, sonriendo, por que ya no está preocupado.
Antes de hacer la siguiente pregunta, traga saliva y mira a los ojos del médico -¿y Peter?... ¿que pasó con él?-.
El médico lo mira, pero no sabe si sonreírle al contestarle la pregunta, al final opta por ponerse serio -él murió...uno de los disparos le perforó un pulmón y bueno...-.
El pelinegro no dijo nada, ninguna expresión en su rostro, solo respiró profundamente y sintió la calma apoderarse de su cuerpo.
......................................................................
Mientras espera a que Tom despierte, come la comida que le ha llevado una enfermera, cuando escucha las voces que le hacen dejar todo de lado, se baja de la cama y antes de salir, se encuentra frente a frente con Simone y Gordon, quienes apenas al verle lo abrazan como si la vida se le fuera en ello, lloran los tres y sonríen a la vez. Después de revisar a su hijo parte por parte y cerciorarse de que todo estaba bien, se sienta en la cama junto a él, hablando por mucho rato y enterándose de todo lo que había pasado en su relación con Tom, cuando comenzó a recibir los condenados obsequios y todo lo que pasó cuando estuvo secuestrado.
Simone no podía evitar llorar al enterarse de todo lo que había sufrido su hijo, más al estar esperando un bebé, pero Gordon a quien también se le habían escapado unas lagrimas, la calmaba abrazándole y diciéndole que ya no había de que preocuparse.
..........................................................................
Media hora después, entra una enfermera para avisarles que Tom ha despertado y que está esperándoles, sin esperar un segundo más, los tres se apresuran a verle, suben al tercer piso y entran en la sala en donde les esperaba mientras miraba la tele.
-Tomy- le llama Bill apenas entró en la sala, haciendo que Tom le mirara con una sonrisa que irradiaba felicidad.
-Bill...- dice con los ojos brillosos.
El pelinegro corre a su lado, y con cuidado le abraza y le besa, mientras lagrimas de felicidad caen por sus mejillas -Tomy...mi amor, estoy tan feliz de que todo haya terminado -.
-Cariño, ¿podrás perdonarme algún día?- pregunta sollozando.
Sabiendo a lo que se refiere, le acaricia suavemente la cabeza y le sonríe- yo no tengo nada que perdonarte, cielo...gracias a ti estoy con vida y tu casi perdiste la tuya, no tengo nada que perdonarte, solo agradecerte todo lo que hiciste por mi y por nuestro bebé...te amo, te amo...te amo -le dice besando su mejilla y abrazándole por el cuello.
-Yo te amo más...a ti y a nuestro bebé, los amo más que a nada -le dice besándole en los labios.
Observados por Simone y Gordon, quienes piden un momentito para poder agradecerle a Tom, lo que hizo por su hijo, cediéndoles un momento, los padres de Bill, le besan en la cabeza y le llenan de agradecimientos - eres un héroe Tom, lo que has hecho por nuestro hijo es realmente hermoso...cuando le contemos esta historia a nuestro nieto, estará muy orgulloso de ti, muchas gracias Tom -le dice Simone.
-Gracias Tom, estoy muy orgulloso de ti -le dice Gordon besándolo en la cabeza.
Cinco minutos después entra el médico en la sala y le dice a Tom que podrá salir de alta en tres días, todos ríen felices, no pueden esperar a estar todos juntos en casa, tranquilos y felices, para esperar la llegada del bebé.