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Gustav:
Y aquí me encontraba, aburrido, sentado en una de las tantas mesas de un pub en algún lugar desconocido para mí de Alemania, los demás chicos habían insistido en que después del gran concierto que tuvimos fuéramos a festejar, al principio claramente me negué rotundamente, pero los lindos ojos de Geo me convencieron en venir, pero ahora me arrepiento, los gemelos se encontraban en algún lugar de este gran local seguramente metiéndose mano y Georg… un momento, donde esta? Empecé a buscarle con la miraba, una rubia plástica, unas lesbianas, unos chicos bailando como todos, Georg con un rubio platinado, dos chicas, un borracho en el piso…Georg con un rubio y mas encima platinado?! No quise seguir viendo la escena y fui a la barra por un vaso de algo fuerte, la chica que atendía me miro de pies a cabeza, si no estuviera perdidamente enamorado de ese imbécil que estaba con el rubio platinado me le hubiera insinuado, pero por esa razón solo me dedique a ver a la gente bailar.
- Quieres bailar? – una chica pelirroja un poco más baja que yo se me acerco, yo rápidamente le rechace la oferta, al igual que a las que vinieron después de ella, ya iba por el 3 vaso de lo que sea que me este dando la chica de la barra, empecé a sentirme extraño y unas ganas enormes de hacer algo me llegaron. Me pare en uno de los sillones que había en ese sector y busque con la mirada a Georg pero no le vi, siento que alguien me coge de la cintura y al darme vuelta veo a un chico de pelo corto, moreno y con un buen físico.
- Hace rato te veo deambular solo, quieres bailar? – lo pensé por unos 5 segundos y le di la respuesta.
- Claro, porque no? – al minuto después me encontraba en medio de dos hombres bailando quien sabe que canción, los tragos se me habían subido a la cabeza y ya no estaba consciente de nada, veo al rubio platinado al lado mío, ya no estaba con Geo, sonreí como bobo y no deje de bailar esa canción pegajosa que sonaba, de un momento a otro la música paro y todo quedo en oscuridad, unas luces algo mareadoras empezaron a parpadear, me maree un poco pero la canción que empezó a sonar no dejo que me sentara, la conocía…
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Yo vengo con cosa buena para mi pueblo
traigo amor, traigo ese suero
que alegra los corazones del mundo entero
Empecé a moverme los chicos aun seguían pegados a mí, luego siento un empujón y solo logro ver la cara de Georg y siento a los chicos liberarme.
Pal dolor pal mal de amores
nada como el repique de mis tambores
que, qué mire hacia la calle dejando atrás los problemas
que como decía mi madre bailando todo se arregla
Georg me tomo de la cintura y empezó a mover mis caderas al compas de la música, al principio me miraba con el seño fruncido, pero luego dio paso a una cara totalmente distinta…como de…satisfacción y deseo, no, ha de ser el alcohol en mi cuerpo que me hace ver cosas.
Pégate un poco más
te llaman los tambores
olvida los temores,
que el tiempo se nos va, mujer
Sus labios se movían cantando parte de la canción.
-“pégate un poco más y mueve esas caderas, mamita cosa buena, que a mí me pone mal” – al ver como el cantaba esa parte de la canción me di vuelta y empecé a refregar mi trasero contra su miembro, el me tomo nuevamente de la cintura y empezó a respirar en mi cuello.
Mueve tus caderas muchacha morena
báilame ese ritmo con sabor a pena
y una pesetita pa esa bellotera para que te olvides de todas tus penas
- “y esta noche quiero más, esta noche quiero fiesta” - él seguía insinuándose, usando la canción como ayuda.
- Quieres más Georg? – bien, creo que estaba borracho, si hubiese estado sobrio por ningún motivo le hubiera preguntado eso.
- Si Gusti…-
Hoy no habrá mal q por bien no venga
unamos los corazones,
hoy todos somos multicolores
pégate un poco más
te llaman los tambores
olvida los temores,
que el tiempo se nos va, mujer
-“pégate un poco más y mueve esas caderas, mamita cosa buena, que a mí me pone mal” –mire hacia al lado y los gemelos estaban bailando, también muy pegados, en la parte más oscura, era obvio si alguien les veía la que se armaba.
- Ay dios! – como supuse en la parte de la canción de venia todos los que estaban ahí empezaron a corearla.
Y que venga el coro
- Que venga! – al parecer Ricky Martin es conocido hasta por estos lares, todos los “que venga” fueron coreados por todos, el ambiente estaba ideal.
Y que vengan ríos de bondad
a todos los pueblos de la Tierra
que no nos podemos olvidar
que el amor puro libera y la mentira envenena
que como decía mi madre, bailando todo se arregla
Ya todo estaba en descontrol, todos empezaron a saltar, riendo todos a carcajadas puras, la canción te daba felicidad.
- Eso es Gustav muévete! – Geo me incitaba a seguir bailando y claro que ya no pararía.
pégate un poco más
te llaman los tambores
olvida los temores,
q el tiempo se nos va, mujer!
pégate un poco más
y mueve esas caderas
mamita cosa buena,
que a mí me pone mal
traigo el suero
para mi pueblo
- “ay si! cosa buena para quien quiera la noche entera” – Georg me canto el final de la canción al oído, emitiendo un gemido al final.
Le tome de la muñeca, me tambalee un poco y le hice una seña a los kaulitz para que supieran que nos íbamos, al estar afuera mis pulmones se llenaron de un aire mas limpio, no sé como condenadas hice parar a un taxi y me metí con Georg, en cuanto nos sentamos Georg se abalanzo contra mí, no le di importancia al chofer y deje que el besara mis labios, el beso se volvió húmedo, mi cuerpo estaba por pedir más, llegamos rápidamente al edificio donde vivíamos los 4, al salir del taxi con Geo corrimos prácticamente al ascensor, en cuanto estuvimos adentro el me puso contra la pared del ascensor, yo di un pequeño salto y rodee su cintura con mis piernas, el puso sus fuertes manos en mi trasero, estrujándolo, y yo solté uno que otro gemido.
Sentí mi espalda chocar contra la puerta del apartamento, adivinen el numero…está bien no adivinen, 483, obvio no?, mis pensamientos divagaron un poco, ya no estaba tan ebrio como antes, y el aliento de Georg me indicaba que el tampoco, al parecer el no había tomado ni un poco de alcohol, mientras yo…bueno no fueron tantas, pero ya al menos podía estar de pies un rato sin tambalearme y caer al suelo como un idiota borracho, Georg me llevo hasta la pieza que compartíamos los dos, pero cuando él estaba por aventarme a la cama yo me separe bruscamente de el recordado algo.
- Quien era el rubio platinado del pub Hagen – mi cara aun mostraba lo excitado que estaba, pero no dejaría que mi novio me tocase sin una explicación antes, bueno ya me había tocado lo suficiente pero no pasaría a mas si no me daba una explicación convincente ya.
- Vamos Gusti, solo era un fans que quería un autógrafo, sabes que eres único mi osito – vi la sinceridad en sus ojos, deje que volviera a abrazarme, luego de unos minutos la ropa ya no estaba cubriendo nuestros cuerpos, estaba tirada por toda la habitación, incluso pude ver como uno de mis zapatos salía disparado por la ventana abierta de la habitación.
- Te quiero a ti, aquí, en cuatro, ya! –rápidamente le hice caso y Georg entro en mi rápidamente, la mezcla de dolor y amor me excitaban mas de lo que ya estaba, el besaba mi espalda, yo mordía la almohada, tratando de parar algunos gemidos, salió un momento de mi y él se recostó en la cama.
- Móntame Gus, solo como tú sabes hacerlo – rápidamente me senté encima del, penetrándome yo mismo, el tomo mi cintura ayudándome.
- “pégate un poco mas y mueve esas caderas” – canturreaba la misma canción del pub, en ese instante llegamos juntos al clímax, nuestros torsos quedaron manchados con mi esencia y el dejo la suya en mi interior.
- Te amo…-
- Y yo a ti Georg…-
- Gustav…-
- Qué pasa? –
- “Papito cosa buena, que a mí me pone mal” – estúpido, por culpa del ahora pasaría con esa canción en la mente todo el tiempo.
Fin Gustav.