Tom seguía con ella cerca de el baño, besándola, acariciándola, hubo un momento en el que su cerebro pudo reaccionar y se separo de ella de manera brusca, ella se el quedo mirando curiosa y con una mirada que expresaba claramente un ¿porque?
Observo la hora, las 12:00 pm, ¿tanto había tardado con esta zorra? recordó al instante que había dejado a Bill en la mesa, el necesitaba volver, debía ver si todavía seguía allí, aunque tal vez ya se haya ido por que se canso de esperar, pedía que no hubiera sido ninguna de las dos opciones anteriores por que de ser así, eso significaría que lo vio con ella, que vio todo y salió corriendo despechado, pero se borro al instante esa idea, ¿de donde se sacaba tantas estupideces juntas para un solo día?
- yo Avril…. – comenzó a idear una excusa que pudiera servirle
- ¿que sucede Tom?- le pregunto ella - ¿Por qué te separaste así de mi? ¿pasa algo? – finalizo curiosa
- pues mira… es que… - se rasco la cabeza mientras seguía pensando, esto no estaba saliendo bien ni como el quería que saliera – deje a un amigo en la mesa en la que estaba y necesito saber si no se ha ido porque tengo que darle sus medicinas
Ella se le quedo viendo raro, tal vez ni se tragara la estúpida palabrería que le había soltado ¿y que? el no tenia que darle explicaciones de nada a nadie, ni siquiera a ella.
-¿enserio? – dijo al parecer con ironía y con una sonrisa – creo que no te creo
El comenzaba a desesperarse, se froto la mano en el rostro y bufó frustrado
- Mira… me vale una jodida mierda lo que tu pienses, si no me quieres creer allá tu, hija de puta, lo que quiero hacer es largarme a la chingada de aquí y tu estas todavía deteniéndome con tus putas palabritas que me valen una mierda - comenzó el muy enojado por no poder irse
Ella lo miro sorprendida, nunca había conocido una persona tan grosera y no se lo esperaba de Tom
– sabes… en vez de esta aquí contigo y gastarme mi puto tiempo ya me hubiera largado… ¿sabes que? es mas me voy, soy muy libre de hacerlo y no tengo que darte jodidas explicaciones porque no estoy de puto humor – dicho esto termino por retirarse dejándola con la boca abierta
Camino por el pasillo rumbo a las mesas, encontrándose con varias personas que se le quedaban mirando, el solo los veía con cara de pocos amigos y una mirada totalmente amargada, busco con la mirada la mesa que compartía con el pelinegro, pero se dio la sorpresa de que el no se encontraba sentado donde lo había dejado, es mas, tal vez estaba en el baño, pero esa seria una estupidez, ya que el estaba allí y no le vio pasar ni nada, fue a la fuente y tampoco lo vio, ¿ donde se había metido? la única opción que le quedaba era preguntar, se acerco a donde estaba la caja
- disculpe – llamo a un joven que atendía algunos pedidos, este volteo
- que sucede joven, ¿puedo ayudarle en algo? – dijo con una sonrisa
- si mira… - trago grueso y habló – hace una hora estaba en aquella mesa con un joven de cabello largo y negro, ¿no sabes de casualidad si se fue o algo así?
- ah… ¿usted habla de uno que parecía tía? – dijo mientras trataba de recordar
No supo como pero ya tenia al tipo por el cuello de la camisa
- mira imbécil, no estoy de humor para esas putas cosas, ni para que digas eso joder – el tipo lo veía asustado – lo único que quiero saber y quiero que me respondas si no te las veras es si se fue o donde esta – le grito enojado
- pues…. el creo se fue… - dijo con temor de que el de trenzas pudiera hacerle algo
- ¿solo eso recuerdas? – le apretó mas el agarre y lo atrajo mas a el – ¿solo eso joder?
- yo…yo… yo… - decía el tipo nervioso
-¡QUE! ¡¡TU QUE!! ¡DIME DE UNA PUTA VEZ JODER NO ANDES CON PENDEJADAS! – ahora si se desespero y gritaba al sujeto
Le soltó lanzándole hacia el suelo fuertemente, volteo para irse dándose cuenta de que todos le miraban, sin decir nada se retiro de allí, salió de el lugar totalmente cabreado, no porque el pelinegro se hubiese ido sino que la escena que había vivido, se acerco al auto y se subió, lo encendió y condujo mientras con la vista comenzaba a buscar al pelinegro.
- porque Tom… - aun era la pregunta que rondaba por la cabeza de aquel joven pelinegro, había caminado por varias calles después de haber estado en aquel parque cerca de ese árbol, ahora se encontraba en un callejón, obscuro y solo, había encontrado una botella y la había roto, y con el vidrio comenzaba a rajarse la piel. – huir solo retrasa los problemas Bill… - decía mientras se hundía el cristal y comenzaba a brotar un liquido rojo de cerca de sus venas, volteo a verse reflejado en uno de varios cristales que componía la pared de un edificio de departamentos sonrió débil – mírate joder… empiezas a dar pena…
Tom seguía en la búsqueda de Bill… sabia que no podía ir muy lejos de donde estaban, ya que por lo que alcanzaba a denotar Bill no conocía por esos rumbos, iba atento, viendo por la ventanilla por si lograba visualizar alguna silueta o cualquier rastro que le diera alguna pista de donde se había metido el pelinegro.
Busco por varias horas y nada… se detuvo en una acera y golpeo fuertemente el volante haciendo sonar el claxon, estaba frustrado… puso la frente sobre este mismo y cerro los ojos pensativo, no encontrar al pelinegro le hacia enfurecerse.
Dentro de esa calleja obscura se encontraba Bill, sentado sobre el frio pavimento al lado de dos contenedores de basura, había visto el cadillac escalade negro que se había aparcado frente a la calleja, tenia miedo de que fuese Tom, así que lo tenia vigilado, miraba constantemente no fuera siendo y saliera aquella silueta que se le parecía sorprendentemente, se salió de su escondite con sigilo, se acerco un poco mas para poder ver bien, pero en su intento una lata de basura se volcó delatando su presencia, rápidamente se pego en el muro que estaba tras el mientras seguía observando.
Tom escucho atentamente ese sonido y le hizo voltear a ver aquel callejón, sorprendido, observó como una persona se encontraba allí pegada a la pared, se le quedo viendo fijamente, algo en el se le hacia familiar, pero… ¿Qué podrá ser? abrió la puerta de el auto y salió, comenzó a caminar hacia el callejón lentamente después de varios minutos en los que se veían tan fijo, cuando se acerco solo un poco pudo reconocerlo al instante.
- ¡¡Bill!! – lo llamó, el aludido lo vio y echo a correr rápidamente, el joven de trenzas comenzó a seguirlo también a través de ese callejón mas o menos a la misma velocidad, ya que el pelinegro era mas delgado y por instinto mas ágil
- ¡Bill! ¡Espera! ¿Por qué huyes así de mí? ¿He hecho algo malo? – dijo extrañado al verlo correr de esa manera cuando se acercaba
Pero Bill no se detuvo y ni siquiera volteo a verle, es mas aumento la velocidad de su carrera, Thomas trató de seguirlo pero lo hacia a tropezones y con dificultad ya que había varios obstáculos en el camino, unos ya estaban allí y otros los tiraba el pelinegro a su paso, le vio doblar una esquina y al final lo perdió de vista.
Sin perder el tiempo, corrió hacia su auto y se monto, comenzó a conducir buscando al pelinegro, su respiración era acelerada y un poco dificultosa, condujo rápidamente observando por la ventanilla, cada rincón, cada esquina, cada callejón por si había rastros del pelinegro no sabia de verdad en donde se había metido, al fin había logrado calmarse, calmar el ritmo de su respiración, ahora debía concentrarse en lo primero, encontrar al pelinegro y tratar de explicarle lo que realmente había sucedido.
Bill´s pov
Ahora ya nada me importaba… tenia que lograr escapar de Tom a como diera lugar, no quería verlo ya jamás, no puedo confiar en el de nuevo, no después de lo que vi lo odio demasiado…
Corriendo en contra del helado viento que quema mi piel, nadie se digna a verme y quizá nadie quiera hacerlo, nadie se percata de mi presencia, algunos si pero no me detienen, el único testigo de lo que en realidad me sucede es mi alma, esa estúpida y traicionera sensación de vacio que siempre me acompañó durante toda mi vida había vuelto de nuevo, estar sin Tom me hacia sentirme vacio, en realidad que lo necesitaba junto a mi, el es la única persona que de verdad se ha preocupado por un despojo humano como yo, al menos eso creo… tal vez no me necesita porque creo que esta muy bien acompañado, lo se… lo odio pero a la vez siento un gran afecto hacia su persona… algo que jamás había logrado sentir con alguien mas, y ese abrazo que me dio en su habitación hizo que me confundiera de nuevo.
Había intentado suicidarme otra vez en aquel callejón, con ese pedazo de cristal, lo se… que salida tan cobarde, me detuve un momento y subí la manga de mi suéter rayado observando esa cicatriz que me había creado al rajar mi piel, la tela estaba manchada de sangre todavía y la herida ya no sangraba como antes, ahora la sangre esta seca… ¿por que todo en esta jodida vida de mierda que tengo sale mal?, es solo una madeja de estupideces que si trato de enderezar, por mas que busco respuestas encuentro mas jodidas preguntas.
Comienzo a caminar lentamente mientras pienso en lo que había pasado momentos antes con Tom esta mañana… esta noche en el callejón, y con odio la escena que había presenciado en aquel lugar, camino pesado y con la vista baja quisiera solo pensar que nada ha pasado que no he conocido a Tom y poder dejarme caer al vacio, pero hay algo que no me deja hacerlo, algo que me tiene anclado al suelo, Dios mío ya no puedo con mi alma, me pesa, me duele, me quema y hasta me traiciona sin darme cuenta atravieso una carretera y termino siendo arrollado por un auto que iba a una exagerada velocidad, ni siquiera pude reaccionar porque, al darme cuenta ya giraba en los aires y caía pesado, sentí un peso sobre mi corazón y luego una tranquilidad que me invito a cerrar mis ojos, se sentía tan cálido por un momento… me sentí libre… libre y en paz
Un chico se bajo de el auto rápidamente al notar que había arrollado algo o a alguien, era un joven de trenzas que se quedo boquiabierto y totalmente sorprendido al ver de quien se trataba, se quedo sin palabras y en shock por unos instantes, hasta que logro reaccionar y rápidamente se apresuro a levantar al joven y llevarlo directamente a un hospital ya que tenia una herida en la frente que no dejaba de sangrar.
Lo levantó, lo puso en el asiento trasero y arranco su auto furiosamente conduciendo a una alta velocidad para llegar a tiempo y poder asegurarse de que Bill estaría bien.
Finalmente llego al hospital donde trabajaba su madre, se sintió aliviado de solo verlo, se bajo y con mucha prisa bajo el cuerpo del pelinegro y entro con el en brazos, todos los presentes allí lo miraban
- ¡ayuda! ¡Necesito ayuda urgentemente! – pedía a gritos el joven de trenzas
Afortunadamente se acercaron rápidamente a atenderle, le quitaron al joven de los brazos
- Que le ha pasado al chico – dijo uno de los doctores que se acerco a ver al muchacho inconsciente, afortunadamente la madre de Tom estaba allí.
- mama… - decía Tom con lagrimas en los ojos – por favor no dejes que le pase nada – seguía diciendo muy triste
- El estará bien hijo… te lo prometo – le dijo al sentir como la tomaba por la manga de su bata blanca
Tom solo pudo observar por última vez el dulce e inocente rostro de Bill antes de que se lo llevaran, con aquella mascarilla de oxigeno. No tuvo más remedio que esperar.
Pasaban las horas no había respuesta de Bill y Tom comenzaba a alterarse, desesperarse, no sabia que pensar, si Bill estaba bien o lo peor, suspiro frustrado y se llevo las manos a su rostro y se inclino hacia abajo poniendo las manos en las rodillas. Estaba esperando cualquier noticia de su Bill, debía estar bien, rezaba por que lo estuviera.
- Tom… - alguien toco su hombro y el levanto débilmente la mirada
- mama… dime que paso… dime si esta bien… - rogaba el de trenzas con los ojos llorosos
- ven hijo… ven conmigo – le llamo y el se levanto pesadamente siguiéndola con mucha lentitud, de verdad que se sentía tan triste e impotente al no poder hacer nada
Su madre lo llevo a la maquina de café, donde compro dos uno para ella y uno para su hijo, después se lo llevo hacia fuera donde pudieran hablar tranquilamente.
- amor… - comenzó ella – ¿que fue lo que paso?
- mama… no lo se… es que no se porque salió huyendo así de mi, no se si le he hecho algo malo – dijo el joven de trenzas dándole vueltas al forro de el vaso de café mientras su madre tomaba un sorbo.
- ¿te peleaste con el? – dijo intrigada mientras volvía a verle
- No mama… mira te voy a contar desde el inicio
La vio asentir y después comenzó
- esta mañana, Bill y yo salimos a desayunar, yo lo había invitado y podía notar que al menos una parte de el se había alegrado por eso, llegamos pasamos a una mesa, lo demás no tiene importancia después de varios minutos de esperar nuestro pedido, tuve que ir al baño, se lo dije – hizo una pausa para tomar aire – iba camino al baño y cuando estuve a punto de entrar una compañera de la escuela secundaria me sorprendió
- ¿Quién era ella hijo? – cuestiono al verlo tan preocupado
- Avril… ese era su nombre mama, pero eso no es todo, estuvimos besándonos en la puerta de el baño, la verdad no se cuanto tiempo estuvimos así – hizo otra pausa - pero recordé que había dejado a Bill solo en la mesa así que me excuse y trate de irme de allí pero ella no me dejaba, no se creía mis excusas, tuve que ser grosero con ella, me retire y al regresar a la mesa el ya no estaba allí…
Ella se quedo pensativa
- ¿No piensas que tal vez te haya visto con ella?
- No lo se – dijo con su vaso lleno aun – pero si es así, me gustaría arreglar las cosas con el mama, no quiero que viva con esto.
- pero… ¿Por qué la besaste hijo? ¿Qué te incito a hacerlo?
Tom se quedo callado ni el mismo sabía la respuesta a esa pregunta, Simone tiro el vaso en un contenedor cercano y de nuevo se dirigió a su hijo
- Podrás verlo mañana, ya que este fuera de peligro, sabes estaba en riesgo de un estado de coma, se nos fue por un momento
- ¡que! – Tom se sintió morir al oír esto
- espera hijo no me dejas terminar – dijo Simone – hicimos todo lo que pudimos, no respondió a los primeros minutos pero afortunadamente logre devolvértelo y estabilizarlo.
El rostro de Tom se ilumino de solo escucharla decir eso
-¿enserio podre verle mañana mama? – dijo aguardando esperanza e ilusión de poder arreglarlo todo de una vez
- así es – dijo ella mientras se levantaba – puedes quedarte aquí si quieres, yo mañana escribiré un justificante para que te dejen entrar al colegio.
Tom se quedo sentado donde mismo observando a la nada, aun con el vaso de café entre sus manos, solamente esperaba que se hiciera mañana para poder hablar con el y sacarle todas las dudas que tenia encima.
3:00 am
By Bill
Abro mis ojos encontrándome con una habitación obscura pero que se denotaba que era blanca, por unos minutos sentí que estaba muerto, al menos ya me dejaron solo… trato de sentarme pero al moverme me duele todo, pero es un pequeño precio que tengo que pagar por lo que hare a continuación.
Me veo conectado a varios aparatos y me los quito con asco, comienzo a arrancarlos de mi cuerpo sintiendo el dolor que me producen pero eso ya no me importa, luego de deshacerme de esas porquerías me levanto con pesadez sintiendo un leve vértigo y dolor de cabeza pero poco me importa sigo de pie y camino lento hasta las puertas del balcón, miro hacia abajo pero se me hace tan poca altura, salgo de mi habitación y me escabullo por los pasillos con cuidado de que nadie pueda verme, afortunadamente encuentro mis ropas en un pequeño cuarto y me las pongo dejando la bata de el hospital tirada en el suelo, para poder así pasar desapercibido, subo por el ascensor los 10 pisos que me faltan y al final salgo llegando a los escalones que conducen a la azotea, subo y finalmente abro la puerta, encontrándome con el amplio espacio que hay allí, me acerco a la orilla y veo hacia abajo una altura que causaría vértigo a cualquiera.
Me encamino ansioso pero temeroso y comienzo a subirme en el borde, recordando todo aquello que me hacia sentir así.
“Me siento roto…. mi corazón cada vez sufre mas, sin amor, sin amistad en el mundo, ¿que mas me queda? ahora ya no hay vuelta atrás. Pienso regresar por donde vine, por eso estoy aquí, en la cima de este edificio… aun esperando y tratando de decidir…”
Siempre como un marginado… la soledad no es otra cosa mas que el vacio de mi propio corazón que grita por ayuda que quizá jamás venga…
Miraba perdido el horizonte, esperando el momento para viajar sin regreso, ahora todo se volvía una comedia, una pequeña risilla escapo de sus rosados y temblorosos labios, no sabía si eran nervios o puro dolor… aun estaba confundido.
Cerro sus ojos dispuesto a todo y extendió sus brazos como dos alas que luchan por la libertad, respiro profundamente y comenzó a dar el paso hacia el vacio, ahora jamás seria lastimado… ya no…
- ¡¡No lo hagas!! – una voz a sus espaldas le hizo abrir los ojos y volverse a ver, un chico de trenzas que respiraba agitado y muy nervioso al parecer, sus ojos se iluminaron
- ¡¡¡Tom!!! – casi gritó el joven y sintió su corazón latir tan fuertemente que parecía querer salir de su pecho, pero algo le hizo volver a voltearse, aquella imagen que vio la mañana de ayer. – que quieres aquí Tom… a ti no debería importarte ya lo que me pase
- No… no digas eso – dio un paso hacia el frente asegurándose de que no le escuchara – ven déjame explicarte las cosas
El pelinegro no cedía ante las palabras del joven de trenzas y este comenzaba a preocuparse
- vete Tom… no tienes que explicarme nada… te di mi confianza y tu la traicionaste… me traicionaste junto con ella – dijo comenzando a sollozar al recordarlos tan juntos y pegados por la boca.
- vamos Bill… confía en mi… por favor… - le tendió una mano – las cosas se pueden arreglar… vamos toma mi mano
Bill volteo a ver la mano del joven de trenzas por unos minutos, después iba a darse la vuelta para poder tomarla pero dio un paso en falso y resbaló, Tom preocupado a toda prisa se asomo y se alivio al ver que se había quedado aferrado a una pequeña hasta donde había una bandera de su país, la cual estaba pegada horizontalmente al muro se apresuro a quitarse la cazadora y la bajo.
- ¡vamos Bill, tómala! – le grito el de trenzas
El pelinegro se esforzó por no caer en esos momentos, su mano dio un resbalón que preocupo más a Tom
-¡¡¡ Vamos!!!1 – volvió a insistir
Bill tomo de una manga la chaqueta de Tom y este comenzó a tirar de ella hasta tener al pelinegro de nuevo sobre el tejado, suspiro aliviado y lo abrazo fuertemente mientras dejaba varios besos en la cabeza del pelinegro, este podía escuchar como sus latidos eran fuertes y rápidos, ya estaba fuera de peligro de nuevo gracias a Tom
- ya estas bien – dijo el de trenzas
- gracias… - dijo bajito
se separo de el y se alejo de el un paso atrás, una gota de sangre cayo sobre su mano, Bill la vio frente a la mirada de el de trenzas, después sintió un fuerte mareo
-¡¡¡¡Bill!!!! – grito Tom al verlo caer lentamente hacia el frio suelo
El grito del joven de trenzas fue lo ultimo que escucho antes de caer desmayado en sus brazos.
Observo la hora, las 12:00 pm, ¿tanto había tardado con esta zorra? recordó al instante que había dejado a Bill en la mesa, el necesitaba volver, debía ver si todavía seguía allí, aunque tal vez ya se haya ido por que se canso de esperar, pedía que no hubiera sido ninguna de las dos opciones anteriores por que de ser así, eso significaría que lo vio con ella, que vio todo y salió corriendo despechado, pero se borro al instante esa idea, ¿de donde se sacaba tantas estupideces juntas para un solo día?
- yo Avril…. – comenzó a idear una excusa que pudiera servirle
- ¿que sucede Tom?- le pregunto ella - ¿Por qué te separaste así de mi? ¿pasa algo? – finalizo curiosa
- pues mira… es que… - se rasco la cabeza mientras seguía pensando, esto no estaba saliendo bien ni como el quería que saliera – deje a un amigo en la mesa en la que estaba y necesito saber si no se ha ido porque tengo que darle sus medicinas
Ella se le quedo viendo raro, tal vez ni se tragara la estúpida palabrería que le había soltado ¿y que? el no tenia que darle explicaciones de nada a nadie, ni siquiera a ella.
-¿enserio? – dijo al parecer con ironía y con una sonrisa – creo que no te creo
El comenzaba a desesperarse, se froto la mano en el rostro y bufó frustrado
- Mira… me vale una jodida mierda lo que tu pienses, si no me quieres creer allá tu, hija de puta, lo que quiero hacer es largarme a la chingada de aquí y tu estas todavía deteniéndome con tus putas palabritas que me valen una mierda - comenzó el muy enojado por no poder irse
Ella lo miro sorprendida, nunca había conocido una persona tan grosera y no se lo esperaba de Tom
– sabes… en vez de esta aquí contigo y gastarme mi puto tiempo ya me hubiera largado… ¿sabes que? es mas me voy, soy muy libre de hacerlo y no tengo que darte jodidas explicaciones porque no estoy de puto humor – dicho esto termino por retirarse dejándola con la boca abierta
Camino por el pasillo rumbo a las mesas, encontrándose con varias personas que se le quedaban mirando, el solo los veía con cara de pocos amigos y una mirada totalmente amargada, busco con la mirada la mesa que compartía con el pelinegro, pero se dio la sorpresa de que el no se encontraba sentado donde lo había dejado, es mas, tal vez estaba en el baño, pero esa seria una estupidez, ya que el estaba allí y no le vio pasar ni nada, fue a la fuente y tampoco lo vio, ¿ donde se había metido? la única opción que le quedaba era preguntar, se acerco a donde estaba la caja
- disculpe – llamo a un joven que atendía algunos pedidos, este volteo
- que sucede joven, ¿puedo ayudarle en algo? – dijo con una sonrisa
- si mira… - trago grueso y habló – hace una hora estaba en aquella mesa con un joven de cabello largo y negro, ¿no sabes de casualidad si se fue o algo así?
- ah… ¿usted habla de uno que parecía tía? – dijo mientras trataba de recordar
No supo como pero ya tenia al tipo por el cuello de la camisa
- mira imbécil, no estoy de humor para esas putas cosas, ni para que digas eso joder – el tipo lo veía asustado – lo único que quiero saber y quiero que me respondas si no te las veras es si se fue o donde esta – le grito enojado
- pues…. el creo se fue… - dijo con temor de que el de trenzas pudiera hacerle algo
- ¿solo eso recuerdas? – le apretó mas el agarre y lo atrajo mas a el – ¿solo eso joder?
- yo…yo… yo… - decía el tipo nervioso
-¡QUE! ¡¡TU QUE!! ¡DIME DE UNA PUTA VEZ JODER NO ANDES CON PENDEJADAS! – ahora si se desespero y gritaba al sujeto
Le soltó lanzándole hacia el suelo fuertemente, volteo para irse dándose cuenta de que todos le miraban, sin decir nada se retiro de allí, salió de el lugar totalmente cabreado, no porque el pelinegro se hubiese ido sino que la escena que había vivido, se acerco al auto y se subió, lo encendió y condujo mientras con la vista comenzaba a buscar al pelinegro.
- porque Tom… - aun era la pregunta que rondaba por la cabeza de aquel joven pelinegro, había caminado por varias calles después de haber estado en aquel parque cerca de ese árbol, ahora se encontraba en un callejón, obscuro y solo, había encontrado una botella y la había roto, y con el vidrio comenzaba a rajarse la piel. – huir solo retrasa los problemas Bill… - decía mientras se hundía el cristal y comenzaba a brotar un liquido rojo de cerca de sus venas, volteo a verse reflejado en uno de varios cristales que componía la pared de un edificio de departamentos sonrió débil – mírate joder… empiezas a dar pena…
Tom seguía en la búsqueda de Bill… sabia que no podía ir muy lejos de donde estaban, ya que por lo que alcanzaba a denotar Bill no conocía por esos rumbos, iba atento, viendo por la ventanilla por si lograba visualizar alguna silueta o cualquier rastro que le diera alguna pista de donde se había metido el pelinegro.
Busco por varias horas y nada… se detuvo en una acera y golpeo fuertemente el volante haciendo sonar el claxon, estaba frustrado… puso la frente sobre este mismo y cerro los ojos pensativo, no encontrar al pelinegro le hacia enfurecerse.
Dentro de esa calleja obscura se encontraba Bill, sentado sobre el frio pavimento al lado de dos contenedores de basura, había visto el cadillac escalade negro que se había aparcado frente a la calleja, tenia miedo de que fuese Tom, así que lo tenia vigilado, miraba constantemente no fuera siendo y saliera aquella silueta que se le parecía sorprendentemente, se salió de su escondite con sigilo, se acerco un poco mas para poder ver bien, pero en su intento una lata de basura se volcó delatando su presencia, rápidamente se pego en el muro que estaba tras el mientras seguía observando.
Tom escucho atentamente ese sonido y le hizo voltear a ver aquel callejón, sorprendido, observó como una persona se encontraba allí pegada a la pared, se le quedo viendo fijamente, algo en el se le hacia familiar, pero… ¿Qué podrá ser? abrió la puerta de el auto y salió, comenzó a caminar hacia el callejón lentamente después de varios minutos en los que se veían tan fijo, cuando se acerco solo un poco pudo reconocerlo al instante.
- ¡¡Bill!! – lo llamó, el aludido lo vio y echo a correr rápidamente, el joven de trenzas comenzó a seguirlo también a través de ese callejón mas o menos a la misma velocidad, ya que el pelinegro era mas delgado y por instinto mas ágil
- ¡Bill! ¡Espera! ¿Por qué huyes así de mí? ¿He hecho algo malo? – dijo extrañado al verlo correr de esa manera cuando se acercaba
Pero Bill no se detuvo y ni siquiera volteo a verle, es mas aumento la velocidad de su carrera, Thomas trató de seguirlo pero lo hacia a tropezones y con dificultad ya que había varios obstáculos en el camino, unos ya estaban allí y otros los tiraba el pelinegro a su paso, le vio doblar una esquina y al final lo perdió de vista.
Sin perder el tiempo, corrió hacia su auto y se monto, comenzó a conducir buscando al pelinegro, su respiración era acelerada y un poco dificultosa, condujo rápidamente observando por la ventanilla, cada rincón, cada esquina, cada callejón por si había rastros del pelinegro no sabia de verdad en donde se había metido, al fin había logrado calmarse, calmar el ritmo de su respiración, ahora debía concentrarse en lo primero, encontrar al pelinegro y tratar de explicarle lo que realmente había sucedido.
Bill´s pov
Ahora ya nada me importaba… tenia que lograr escapar de Tom a como diera lugar, no quería verlo ya jamás, no puedo confiar en el de nuevo, no después de lo que vi lo odio demasiado…
Corriendo en contra del helado viento que quema mi piel, nadie se digna a verme y quizá nadie quiera hacerlo, nadie se percata de mi presencia, algunos si pero no me detienen, el único testigo de lo que en realidad me sucede es mi alma, esa estúpida y traicionera sensación de vacio que siempre me acompañó durante toda mi vida había vuelto de nuevo, estar sin Tom me hacia sentirme vacio, en realidad que lo necesitaba junto a mi, el es la única persona que de verdad se ha preocupado por un despojo humano como yo, al menos eso creo… tal vez no me necesita porque creo que esta muy bien acompañado, lo se… lo odio pero a la vez siento un gran afecto hacia su persona… algo que jamás había logrado sentir con alguien mas, y ese abrazo que me dio en su habitación hizo que me confundiera de nuevo.
Había intentado suicidarme otra vez en aquel callejón, con ese pedazo de cristal, lo se… que salida tan cobarde, me detuve un momento y subí la manga de mi suéter rayado observando esa cicatriz que me había creado al rajar mi piel, la tela estaba manchada de sangre todavía y la herida ya no sangraba como antes, ahora la sangre esta seca… ¿por que todo en esta jodida vida de mierda que tengo sale mal?, es solo una madeja de estupideces que si trato de enderezar, por mas que busco respuestas encuentro mas jodidas preguntas.
Comienzo a caminar lentamente mientras pienso en lo que había pasado momentos antes con Tom esta mañana… esta noche en el callejón, y con odio la escena que había presenciado en aquel lugar, camino pesado y con la vista baja quisiera solo pensar que nada ha pasado que no he conocido a Tom y poder dejarme caer al vacio, pero hay algo que no me deja hacerlo, algo que me tiene anclado al suelo, Dios mío ya no puedo con mi alma, me pesa, me duele, me quema y hasta me traiciona sin darme cuenta atravieso una carretera y termino siendo arrollado por un auto que iba a una exagerada velocidad, ni siquiera pude reaccionar porque, al darme cuenta ya giraba en los aires y caía pesado, sentí un peso sobre mi corazón y luego una tranquilidad que me invito a cerrar mis ojos, se sentía tan cálido por un momento… me sentí libre… libre y en paz
Un chico se bajo de el auto rápidamente al notar que había arrollado algo o a alguien, era un joven de trenzas que se quedo boquiabierto y totalmente sorprendido al ver de quien se trataba, se quedo sin palabras y en shock por unos instantes, hasta que logro reaccionar y rápidamente se apresuro a levantar al joven y llevarlo directamente a un hospital ya que tenia una herida en la frente que no dejaba de sangrar.
Lo levantó, lo puso en el asiento trasero y arranco su auto furiosamente conduciendo a una alta velocidad para llegar a tiempo y poder asegurarse de que Bill estaría bien.
Finalmente llego al hospital donde trabajaba su madre, se sintió aliviado de solo verlo, se bajo y con mucha prisa bajo el cuerpo del pelinegro y entro con el en brazos, todos los presentes allí lo miraban
- ¡ayuda! ¡Necesito ayuda urgentemente! – pedía a gritos el joven de trenzas
Afortunadamente se acercaron rápidamente a atenderle, le quitaron al joven de los brazos
- Que le ha pasado al chico – dijo uno de los doctores que se acerco a ver al muchacho inconsciente, afortunadamente la madre de Tom estaba allí.
- mama… - decía Tom con lagrimas en los ojos – por favor no dejes que le pase nada – seguía diciendo muy triste
- El estará bien hijo… te lo prometo – le dijo al sentir como la tomaba por la manga de su bata blanca
Tom solo pudo observar por última vez el dulce e inocente rostro de Bill antes de que se lo llevaran, con aquella mascarilla de oxigeno. No tuvo más remedio que esperar.
Pasaban las horas no había respuesta de Bill y Tom comenzaba a alterarse, desesperarse, no sabia que pensar, si Bill estaba bien o lo peor, suspiro frustrado y se llevo las manos a su rostro y se inclino hacia abajo poniendo las manos en las rodillas. Estaba esperando cualquier noticia de su Bill, debía estar bien, rezaba por que lo estuviera.
- Tom… - alguien toco su hombro y el levanto débilmente la mirada
- mama… dime que paso… dime si esta bien… - rogaba el de trenzas con los ojos llorosos
- ven hijo… ven conmigo – le llamo y el se levanto pesadamente siguiéndola con mucha lentitud, de verdad que se sentía tan triste e impotente al no poder hacer nada
Su madre lo llevo a la maquina de café, donde compro dos uno para ella y uno para su hijo, después se lo llevo hacia fuera donde pudieran hablar tranquilamente.
- amor… - comenzó ella – ¿que fue lo que paso?
- mama… no lo se… es que no se porque salió huyendo así de mi, no se si le he hecho algo malo – dijo el joven de trenzas dándole vueltas al forro de el vaso de café mientras su madre tomaba un sorbo.
- ¿te peleaste con el? – dijo intrigada mientras volvía a verle
- No mama… mira te voy a contar desde el inicio
La vio asentir y después comenzó
- esta mañana, Bill y yo salimos a desayunar, yo lo había invitado y podía notar que al menos una parte de el se había alegrado por eso, llegamos pasamos a una mesa, lo demás no tiene importancia después de varios minutos de esperar nuestro pedido, tuve que ir al baño, se lo dije – hizo una pausa para tomar aire – iba camino al baño y cuando estuve a punto de entrar una compañera de la escuela secundaria me sorprendió
- ¿Quién era ella hijo? – cuestiono al verlo tan preocupado
- Avril… ese era su nombre mama, pero eso no es todo, estuvimos besándonos en la puerta de el baño, la verdad no se cuanto tiempo estuvimos así – hizo otra pausa - pero recordé que había dejado a Bill solo en la mesa así que me excuse y trate de irme de allí pero ella no me dejaba, no se creía mis excusas, tuve que ser grosero con ella, me retire y al regresar a la mesa el ya no estaba allí…
Ella se quedo pensativa
- ¿No piensas que tal vez te haya visto con ella?
- No lo se – dijo con su vaso lleno aun – pero si es así, me gustaría arreglar las cosas con el mama, no quiero que viva con esto.
- pero… ¿Por qué la besaste hijo? ¿Qué te incito a hacerlo?
Tom se quedo callado ni el mismo sabía la respuesta a esa pregunta, Simone tiro el vaso en un contenedor cercano y de nuevo se dirigió a su hijo
- Podrás verlo mañana, ya que este fuera de peligro, sabes estaba en riesgo de un estado de coma, se nos fue por un momento
- ¡que! – Tom se sintió morir al oír esto
- espera hijo no me dejas terminar – dijo Simone – hicimos todo lo que pudimos, no respondió a los primeros minutos pero afortunadamente logre devolvértelo y estabilizarlo.
El rostro de Tom se ilumino de solo escucharla decir eso
-¿enserio podre verle mañana mama? – dijo aguardando esperanza e ilusión de poder arreglarlo todo de una vez
- así es – dijo ella mientras se levantaba – puedes quedarte aquí si quieres, yo mañana escribiré un justificante para que te dejen entrar al colegio.
Tom se quedo sentado donde mismo observando a la nada, aun con el vaso de café entre sus manos, solamente esperaba que se hiciera mañana para poder hablar con el y sacarle todas las dudas que tenia encima.
3:00 am
By Bill
Abro mis ojos encontrándome con una habitación obscura pero que se denotaba que era blanca, por unos minutos sentí que estaba muerto, al menos ya me dejaron solo… trato de sentarme pero al moverme me duele todo, pero es un pequeño precio que tengo que pagar por lo que hare a continuación.
Me veo conectado a varios aparatos y me los quito con asco, comienzo a arrancarlos de mi cuerpo sintiendo el dolor que me producen pero eso ya no me importa, luego de deshacerme de esas porquerías me levanto con pesadez sintiendo un leve vértigo y dolor de cabeza pero poco me importa sigo de pie y camino lento hasta las puertas del balcón, miro hacia abajo pero se me hace tan poca altura, salgo de mi habitación y me escabullo por los pasillos con cuidado de que nadie pueda verme, afortunadamente encuentro mis ropas en un pequeño cuarto y me las pongo dejando la bata de el hospital tirada en el suelo, para poder así pasar desapercibido, subo por el ascensor los 10 pisos que me faltan y al final salgo llegando a los escalones que conducen a la azotea, subo y finalmente abro la puerta, encontrándome con el amplio espacio que hay allí, me acerco a la orilla y veo hacia abajo una altura que causaría vértigo a cualquiera.
Me encamino ansioso pero temeroso y comienzo a subirme en el borde, recordando todo aquello que me hacia sentir así.
“Me siento roto…. mi corazón cada vez sufre mas, sin amor, sin amistad en el mundo, ¿que mas me queda? ahora ya no hay vuelta atrás. Pienso regresar por donde vine, por eso estoy aquí, en la cima de este edificio… aun esperando y tratando de decidir…”
Siempre como un marginado… la soledad no es otra cosa mas que el vacio de mi propio corazón que grita por ayuda que quizá jamás venga…
Miraba perdido el horizonte, esperando el momento para viajar sin regreso, ahora todo se volvía una comedia, una pequeña risilla escapo de sus rosados y temblorosos labios, no sabía si eran nervios o puro dolor… aun estaba confundido.
Cerro sus ojos dispuesto a todo y extendió sus brazos como dos alas que luchan por la libertad, respiro profundamente y comenzó a dar el paso hacia el vacio, ahora jamás seria lastimado… ya no…
- ¡¡No lo hagas!! – una voz a sus espaldas le hizo abrir los ojos y volverse a ver, un chico de trenzas que respiraba agitado y muy nervioso al parecer, sus ojos se iluminaron
- ¡¡¡Tom!!! – casi gritó el joven y sintió su corazón latir tan fuertemente que parecía querer salir de su pecho, pero algo le hizo volver a voltearse, aquella imagen que vio la mañana de ayer. – que quieres aquí Tom… a ti no debería importarte ya lo que me pase
- No… no digas eso – dio un paso hacia el frente asegurándose de que no le escuchara – ven déjame explicarte las cosas
El pelinegro no cedía ante las palabras del joven de trenzas y este comenzaba a preocuparse
- vete Tom… no tienes que explicarme nada… te di mi confianza y tu la traicionaste… me traicionaste junto con ella – dijo comenzando a sollozar al recordarlos tan juntos y pegados por la boca.
- vamos Bill… confía en mi… por favor… - le tendió una mano – las cosas se pueden arreglar… vamos toma mi mano
Bill volteo a ver la mano del joven de trenzas por unos minutos, después iba a darse la vuelta para poder tomarla pero dio un paso en falso y resbaló, Tom preocupado a toda prisa se asomo y se alivio al ver que se había quedado aferrado a una pequeña hasta donde había una bandera de su país, la cual estaba pegada horizontalmente al muro se apresuro a quitarse la cazadora y la bajo.
- ¡vamos Bill, tómala! – le grito el de trenzas
El pelinegro se esforzó por no caer en esos momentos, su mano dio un resbalón que preocupo más a Tom
-¡¡¡ Vamos!!!1 – volvió a insistir
Bill tomo de una manga la chaqueta de Tom y este comenzó a tirar de ella hasta tener al pelinegro de nuevo sobre el tejado, suspiro aliviado y lo abrazo fuertemente mientras dejaba varios besos en la cabeza del pelinegro, este podía escuchar como sus latidos eran fuertes y rápidos, ya estaba fuera de peligro de nuevo gracias a Tom
- ya estas bien – dijo el de trenzas
- gracias… - dijo bajito
se separo de el y se alejo de el un paso atrás, una gota de sangre cayo sobre su mano, Bill la vio frente a la mirada de el de trenzas, después sintió un fuerte mareo
-¡¡¡¡Bill!!!! – grito Tom al verlo caer lentamente hacia el frio suelo
El grito del joven de trenzas fue lo ultimo que escucho antes de caer desmayado en sus brazos.