Tom había corrido por toda la habitación, llevaba dos veces que hacia eso, ¿la razón? buscaba algo apropiado para que Bill usara después del baño, ya que aun se encontraba allí dentro, cubierto por una de las toallas negras del joven de trenzas, con su pelo totalmente lacio y mojado, escurriéndole agua de las puntas y resbalando por todo su pecho y vientre hasta perderse en el borde de la toalla, fuera, Tom estaba husmeando en su armario, saco lo primero que encontró total, se pusiera lo que se pusiera le quedaría bien.
- creo que con esto estará bien – pilló una camisa negra grande y unos bóxer negros – solo espero que esto le sirva – dijo con un poco de preocupación antes de tocar la puerta del baño - ¿se puede? – dijo tranquilamente
- s…si…- dijo una débil y suave voz del otro lado
Tom sonrió y tomo el pomo de la puerta abriéndola, la empujó levemente y la empujo hacia dentro entrando a la habitación, y cerro después, luego se dirigió a Bill
- mmm… no encontré nada mas para darte- dijo mostrándole la ropa que llevaba doblada – espero que te guste.
- amm… gracias… - dijo con un tono de voz muy bajo, pero que Tom pudo escuchar
- bien… saldré de la habitación para que puedas cambiarte ¿si?- dijo mientras se dirigía a la puerta
- si gracias…
Tom le regalo una sonrisa antes de cerrar la puerta y dejarlo completamente solo dentro de esa habitación.
By Tom
Salgo de la habitación y me tiro en la cama boca arriba, no me importa quitarme o no los zapatos, tomo el control remoto y enciendo el tv, lo primero que veo es una novela, una escena donde una mujer es abusada por un tipo, escucharle gritar y pedir auxilio a la vez que lloraba me hizo recordar lo de esta tarde y me hierve la sangre, comienzo a enojarme y apago la televisión y lanzo el control contra la pantalla, la cual se cuartea y después cae al suelo por la rabia que traía dentro, lo que menos me importa es la maldita televisión, volteo a la puerta de el baño, parece que ya se esta tardando mucho, eso me preocupa.
- tranquilo… - inhalo suavemente – relájate Tom… - exhale de la misma forma – solo unos minutos mas y entras a ver – froto mi rostro con frustración y me quedo recostado con las manos sobre mi cara.
Dentro del baño Bill se encontraba cambiándose aún, cuando terminó se quedo parado frente a la puerta indeciso si Salir o no, luego de unos minutos dentro, respiro profundo y luego tomo el pomo.
Tom se encontraba allí todavía con sus ojos cerrados y con el brazo sobre la frente, aun esperando, cuando escucho que el pomo se movía, abrió rápidamente los ojos y se sentó sobre la cama volteando hacia la puerta, expectante a lo que pudiera suceder, cuando la puerta se abre, dejando ver a un tierno joven salir de el cuarto de baño, vistiendo una gran camiseta de color negro que le llegaba hasta las rodillas y la toalla negra sobre uno de sus hombros.
- listo… - dijo casi en un susurro – estoy listo
Tom se le queda viendo embobado, esa camiseta de el, le quedaba mucho mejor de lo que había imaginado.
- mmm… si ya veo… mira – dijo señalando hacia su cómoda – allá en mi cómoda hay un cepillo, no acostumbro usarlo mucho, puedes peinarte con el.
- Gracias… - dijo mientras iba a por el cepillo que Tom le había señalado, lo tomo y comenzó a cepillar su hermoso cabello largo y negro.
Tom se quedó pensativo mientras volvía a recostarse sobre el colchón mirando hacia el techo, había muchas cosas que hacer, aun no tenia la confianza de Bill y de verdad quería tenerla pero no sabía realmente como hacerlo.
- Bill… - le llamó y el aludido volteo a verlo solamente
- que pasa Tom – dijo mientras lo encaraba y seguía peinándose
- esto es muy importante, ven tengo que hablar contigo – dije palpando un lugar al lado de mi cama, el se acercó lenta e inseguramente y tomo asiento a mi lado
- que pasa…
- quiero saber Bill… - le hablare con tono serio, ya que esto es importante – quisiera saber… como cuando te pregunté en la escuela… ¿me dejaras ayudarte?
El se quedo en silencio unos minutos sin saber que contestar, lógico… no es fácil que un extraño venga de la nada y te pregunte si puede ayudarte con tu vida… eso es extraño, al menos creo que para mi lo seria, pero creo yo que si el me lo pidiera, si esta situación estuviera al revés aceptaría sin dudarlo… al menos que no tuviera un gran problema como el de el.
Seguía sin contestar nada, me estaba comenzando a desesperar pero se que con el necesitare paciencia, toda la del mundo para que pueda lograr abrirse hacia mi, esta muy dañado lo se, pero solo quiero una oportunidad, una señal, algo que me diga que puedo sanar sus heridas internas y físicas.
- yo… - le escuche decir en voz baja – yo… t…tengo miedo de confiar y que me lastimen… - dijo débil… ¿desde cuando comenzaba a tartamudear? se que tiene miedo lo siento…
Me apresure y tome una de sus suaves y frías manos entre las mías y el se quedo observando un poco curioso la escena y la situación.
- No Bill… - le dije en voz suave y casi como un susurro – conmigo no será así, te lo prometo – le dije con una dulce sonrisa, aunque el solo tenia la misma expresión de antes, sin emociones, o tal vez si las tenia pero las escondía.
By Bill
Lo mire tomarme la mano, sentir su tacto tibio y ver esa dulce sonrisa que era dedicada para mi me hizo sentir algo que nunca hubiera podido explicar… un calor agradable surgió en mi pecho, una leve sensación de emoción creció dentro de mi al ver que el se preocupaba y que no me lastimaba.
Tal vez… pudiera comenzar a confiar en el… confiar en ti…
Mi corazón comenzaba a gritar con desesperación, quería que Tom me ayudara, que por favor me sacara de esa vida de porquería que llevaba desde la escuela primaria pero mi cuerpo y mi cerebro no estaban de acuerdo, miles de veces me habían dicho que siempre estaba a la defensiva y es la verdad, del porque lo hacia no estaba seguro, por primera vez en tantos años… creo que le hare caso a mi corazón.
- si… si Tom… dejare que me ayudes…. – le dije no muy alto
Le vi sorprenderse y después atraparme en un abrazo muy suave, aquella extraña sensación invadió mi cuerpo mas fuertemente… no podía describirlo
- Gracias Bill… - fue lo ultimo que pude escuchar antes de cerrar mis ojos y comenzar a respirar esa agradable esencia que emanaba de el.
By Tom
Lo vi asentir débil e inseguramente… mientras me decía que si… me sentí tan feliz de que por fin pudiera comenzar a cambiar las cosas para bien de Bill, ayudarlo a que se muestre al mundo como la dulce y delicada creatura que es…
Espera un minuto… ¿yo dije eso?... no puedo creer que lo haya pensado… no puedo creerlo… Dios mío este niño me ha robado el corazón desde el primer momento que le vi en ese parque y en el café…
Sentí como su respiración era pausada y tranquila, su cabeza estaba apoyada contra mi pecho y sentía sus manos sobre el también, lo único que quiero hacer es que comience a sentirse seguro y que sienta que no todo el mundo quiera lastimarlo.
- Bill… - le llame suavemente mientras acariciaba sus cabellos
- que pasa- me respondió bajito pero pude escucharlo a la perfección
- ven, vamos… te invito a desayunar… - el aun seguía recargado en mi pecho, sensación que no me desagradaba en lo absoluto.
- ¿a donde? – me dijo mientras se separaba de mi levemente
- pues… ya lo veremos cuando te cambies – le dije con una sonrisa
- pero… pero no tengo nada que ponerme… todo esta en casa – me dijo con preocupación
Yo reí un poco
- No Bill… - le dije yo negando con la cabeza – te equivocas… he traído tus cosas
El se separo bruscamente de mi y muy asustado
- ¿re…regresaste a mi casa?- me dijo muy nervioso y un poco alterado
- si, si lo hice – le dije yo – pero no me pasó nada – le dije rápidamente para que no se preocupara
- ¡¿cuando?! – pero parecía que mis intentos por hacerlo no funcionaban, se levantó de la cama y comenzó a dirigirse por toda la habitación dando vueltas, parecía… desesperado
- hey… hey Bill escúchame… - le veía dar vueltas por mi habitación y nada que me hacia caso
- ¿¿y que tal si el te hacía algo??- dijo desesperado
Yo suspire frustrado, me levante de la cama, me dirigí hacia el y lo tome de las manos, haciendo que me mirara directo a los ojos
- Bill, estoy bien… ¿no me ves aquí? estoy en una sola pieza
Esta vez logre que se calmara un poco y le vi suspirar
- bueno… - sonrió levemente. Esperen ¿sonrió?
Le respondí la sonrisa
- Bueno… dejare que te cambies – le solté de las manos y me comencé a irme de la pieza hasta la puerta – ah! por cierto… tus cosas están al lado de mi cama
Terminando de decir esto me Salí completamente de la pieza.
Bill comenzó a revisar el lugar, se dirigió al lado de la cama y allí encontró una maleta negra, se dirigió curioso y la abrió encontrando allí todas sus cosas. Tomo una camiseta negra, unos pantalones negros ajustados y neceser de maquillaje, se fue directamente al baño y cerró la puerta.
Después de una hora salió listo, abrió la puerta y bajo los escalones encontrándose con Tom sentado en un sillón, levanto la mirada y le vio, comiéndoselo con la mirada.
- estoy listo – dijo con un intento de sonrisa
Tom se levanto del sillón y se acerco al pelinegro
- ya veo – rio un poco – ¿nos vamos?
Tom ya se encontraba arreglado completamente… unos pantalones anchos de mezclilla de color obscuro, una camisa blanca y encima una negra, un suéter de capucha y una gorra de color negro con blanco al igual que la bandana que llevaba, Bill se quedo observándolo por un rato, debía admitir que se miraba bien.
Ambos caminaron hacia la puerta y Tom la abrió dejando pasar primero a Bill y después el, salieron a la cochera y cuando el de trenzas la abrió se podían visualizar tres autos, un Ferrari color rojo con negro, un audi negro completamente y un cadillac escalade de color negro.
- Hoy iremos en… - se quedo pensando - ¿Qué tal si tu decides en que auto vamos? – le pregunto al joven pelinegro
- ummm… - se quedo pensando - ¿el Ferrari? parec… - Tom no lo dejo terminar
- ¡Que bien! – Dijo con emoción - esperaba que escogieras ese
Luego de haber dicho esto camino hasta el auto y abrió la puerta del copiloto dejando subir al pelinegro primero, luego el se subió al auto, lo encendió y emprendieron camino por las calles
- a donde vamos… - dijo Bill
- No lo se… a algún lugar que sirvan algo bueno – dijo mientras conducía atentamente
- no me gustan los lugares con mucha gente – aclaro el pelinegro
- pero donde sea hay personas… es mas, a estas horas siempre – dijo mientras veía la carretera y sin despegar su vista del frente- umm… ¡ya se!- dijo - iremos a desayunar a Mc donald´s ¿Qué te parece?
- pues… creo que esta bien
- ok, entonces allá vamos
Tom cambio el sentido del camino, doblo una esquina y comenzó a conducir tranquilamente, el pelinegro se entretenía viendo por la ventanilla, aquellos niños, hombres, mujeres y familias felices que jugaban en el parque por el cual habían quedado cuando se detuvieron por un semáforo… ¿porque nunca tuvo el así una familia? creyó tenerla a los 13 pero hasta allí.
De un momento a otro ya se encontraban allí y Tom abriendo su puerta, se bajo y juntos caminaron hasta el establecimiento y ambos entraron, se sentaron en una de las mesas.
Conversaban animadamente después de ordenar y esperar en una mesa a que su pedido estuviera listo
- ummm… tengo que ir al baño – dijo Tom – ahora vuelvo
- emm… Ok
El joven de trenzas se levanto de la mesa y se dirigió al baño, pero antes de entrar se encontró con una vieja amiga, esta lo saludo
- ¡¡Tom!!- se lanzo a sus brazos y el la recibió cariñoso
- Hola Avril – le dijo mientras la abrazaba – como has estado, hace mucho que no te veía
- pues muy bien… pienso que tu igual - dijo en tono coqueto.
Y sin darle tiempo a decir nada lo besó y este claro que correspondió.
Mientras en otra mesa aquel dulce pelinegro seguía esperando, la comida había recién llegado a la mesa y Tom que no llegaba, prefirió seguir esperando, después de casi una hora se decidió a que iria a buscar a Tom y decirle que la comida se enfriaba.
Camino por el pasillo y se dirigió al baño, tomo el camino mas cerca y lo siguió, pero se quedo parado al escuchar una especie de gemidos femeninos, inseguro avanzo un poco más y lo que vio lo dejo helado
- No… No Tom… tú no puedes hacerme esto…
Sentía que comenzaba a temblarle las piernas y su labio inferior temblaba debido a que se estaba aguantando las lagrimas, parecía que Tom se estaba divirtiendo mucho, estaba allí besándose con una tía pelirroja, la cual tenia una pierna elevada y este la sostenía mientras le metía mano dentro de la minifalda, besándose con lengua apasionadamente, parecía que se la quería follar allí mismo.
- Te odio Thomas Kaulitz – dijo para si mismo y después salió corriendo de el lugar y de el establecimiento - Porque… ¿Porque todas las personas terminan lastimándome?
Estaba parado en un parque, Lloraba mucho si lo hacia y lo peor es que no sabia porqué, ahora pensaba que Tom era un completo imbécil no sabia si volver a confiar, definitivamente no podría volver a hacerlo…
- creo que con esto estará bien – pilló una camisa negra grande y unos bóxer negros – solo espero que esto le sirva – dijo con un poco de preocupación antes de tocar la puerta del baño - ¿se puede? – dijo tranquilamente
- s…si…- dijo una débil y suave voz del otro lado
Tom sonrió y tomo el pomo de la puerta abriéndola, la empujó levemente y la empujo hacia dentro entrando a la habitación, y cerro después, luego se dirigió a Bill
- mmm… no encontré nada mas para darte- dijo mostrándole la ropa que llevaba doblada – espero que te guste.
- amm… gracias… - dijo con un tono de voz muy bajo, pero que Tom pudo escuchar
- bien… saldré de la habitación para que puedas cambiarte ¿si?- dijo mientras se dirigía a la puerta
- si gracias…
Tom le regalo una sonrisa antes de cerrar la puerta y dejarlo completamente solo dentro de esa habitación.
By Tom
Salgo de la habitación y me tiro en la cama boca arriba, no me importa quitarme o no los zapatos, tomo el control remoto y enciendo el tv, lo primero que veo es una novela, una escena donde una mujer es abusada por un tipo, escucharle gritar y pedir auxilio a la vez que lloraba me hizo recordar lo de esta tarde y me hierve la sangre, comienzo a enojarme y apago la televisión y lanzo el control contra la pantalla, la cual se cuartea y después cae al suelo por la rabia que traía dentro, lo que menos me importa es la maldita televisión, volteo a la puerta de el baño, parece que ya se esta tardando mucho, eso me preocupa.
- tranquilo… - inhalo suavemente – relájate Tom… - exhale de la misma forma – solo unos minutos mas y entras a ver – froto mi rostro con frustración y me quedo recostado con las manos sobre mi cara.
Dentro del baño Bill se encontraba cambiándose aún, cuando terminó se quedo parado frente a la puerta indeciso si Salir o no, luego de unos minutos dentro, respiro profundo y luego tomo el pomo.
Tom se encontraba allí todavía con sus ojos cerrados y con el brazo sobre la frente, aun esperando, cuando escucho que el pomo se movía, abrió rápidamente los ojos y se sentó sobre la cama volteando hacia la puerta, expectante a lo que pudiera suceder, cuando la puerta se abre, dejando ver a un tierno joven salir de el cuarto de baño, vistiendo una gran camiseta de color negro que le llegaba hasta las rodillas y la toalla negra sobre uno de sus hombros.
- listo… - dijo casi en un susurro – estoy listo
Tom se le queda viendo embobado, esa camiseta de el, le quedaba mucho mejor de lo que había imaginado.
- mmm… si ya veo… mira – dijo señalando hacia su cómoda – allá en mi cómoda hay un cepillo, no acostumbro usarlo mucho, puedes peinarte con el.
- Gracias… - dijo mientras iba a por el cepillo que Tom le había señalado, lo tomo y comenzó a cepillar su hermoso cabello largo y negro.
Tom se quedó pensativo mientras volvía a recostarse sobre el colchón mirando hacia el techo, había muchas cosas que hacer, aun no tenia la confianza de Bill y de verdad quería tenerla pero no sabía realmente como hacerlo.
- Bill… - le llamó y el aludido volteo a verlo solamente
- que pasa Tom – dijo mientras lo encaraba y seguía peinándose
- esto es muy importante, ven tengo que hablar contigo – dije palpando un lugar al lado de mi cama, el se acercó lenta e inseguramente y tomo asiento a mi lado
- que pasa…
- quiero saber Bill… - le hablare con tono serio, ya que esto es importante – quisiera saber… como cuando te pregunté en la escuela… ¿me dejaras ayudarte?
El se quedo en silencio unos minutos sin saber que contestar, lógico… no es fácil que un extraño venga de la nada y te pregunte si puede ayudarte con tu vida… eso es extraño, al menos creo que para mi lo seria, pero creo yo que si el me lo pidiera, si esta situación estuviera al revés aceptaría sin dudarlo… al menos que no tuviera un gran problema como el de el.
Seguía sin contestar nada, me estaba comenzando a desesperar pero se que con el necesitare paciencia, toda la del mundo para que pueda lograr abrirse hacia mi, esta muy dañado lo se, pero solo quiero una oportunidad, una señal, algo que me diga que puedo sanar sus heridas internas y físicas.
- yo… - le escuche decir en voz baja – yo… t…tengo miedo de confiar y que me lastimen… - dijo débil… ¿desde cuando comenzaba a tartamudear? se que tiene miedo lo siento…
Me apresure y tome una de sus suaves y frías manos entre las mías y el se quedo observando un poco curioso la escena y la situación.
- No Bill… - le dije en voz suave y casi como un susurro – conmigo no será así, te lo prometo – le dije con una dulce sonrisa, aunque el solo tenia la misma expresión de antes, sin emociones, o tal vez si las tenia pero las escondía.
By Bill
Lo mire tomarme la mano, sentir su tacto tibio y ver esa dulce sonrisa que era dedicada para mi me hizo sentir algo que nunca hubiera podido explicar… un calor agradable surgió en mi pecho, una leve sensación de emoción creció dentro de mi al ver que el se preocupaba y que no me lastimaba.
Tal vez… pudiera comenzar a confiar en el… confiar en ti…
Mi corazón comenzaba a gritar con desesperación, quería que Tom me ayudara, que por favor me sacara de esa vida de porquería que llevaba desde la escuela primaria pero mi cuerpo y mi cerebro no estaban de acuerdo, miles de veces me habían dicho que siempre estaba a la defensiva y es la verdad, del porque lo hacia no estaba seguro, por primera vez en tantos años… creo que le hare caso a mi corazón.
- si… si Tom… dejare que me ayudes…. – le dije no muy alto
Le vi sorprenderse y después atraparme en un abrazo muy suave, aquella extraña sensación invadió mi cuerpo mas fuertemente… no podía describirlo
- Gracias Bill… - fue lo ultimo que pude escuchar antes de cerrar mis ojos y comenzar a respirar esa agradable esencia que emanaba de el.
By Tom
Lo vi asentir débil e inseguramente… mientras me decía que si… me sentí tan feliz de que por fin pudiera comenzar a cambiar las cosas para bien de Bill, ayudarlo a que se muestre al mundo como la dulce y delicada creatura que es…
Espera un minuto… ¿yo dije eso?... no puedo creer que lo haya pensado… no puedo creerlo… Dios mío este niño me ha robado el corazón desde el primer momento que le vi en ese parque y en el café…
Sentí como su respiración era pausada y tranquila, su cabeza estaba apoyada contra mi pecho y sentía sus manos sobre el también, lo único que quiero hacer es que comience a sentirse seguro y que sienta que no todo el mundo quiera lastimarlo.
- Bill… - le llame suavemente mientras acariciaba sus cabellos
- que pasa- me respondió bajito pero pude escucharlo a la perfección
- ven, vamos… te invito a desayunar… - el aun seguía recargado en mi pecho, sensación que no me desagradaba en lo absoluto.
- ¿a donde? – me dijo mientras se separaba de mi levemente
- pues… ya lo veremos cuando te cambies – le dije con una sonrisa
- pero… pero no tengo nada que ponerme… todo esta en casa – me dijo con preocupación
Yo reí un poco
- No Bill… - le dije yo negando con la cabeza – te equivocas… he traído tus cosas
El se separo bruscamente de mi y muy asustado
- ¿re…regresaste a mi casa?- me dijo muy nervioso y un poco alterado
- si, si lo hice – le dije yo – pero no me pasó nada – le dije rápidamente para que no se preocupara
- ¡¿cuando?! – pero parecía que mis intentos por hacerlo no funcionaban, se levantó de la cama y comenzó a dirigirse por toda la habitación dando vueltas, parecía… desesperado
- hey… hey Bill escúchame… - le veía dar vueltas por mi habitación y nada que me hacia caso
- ¿¿y que tal si el te hacía algo??- dijo desesperado
Yo suspire frustrado, me levante de la cama, me dirigí hacia el y lo tome de las manos, haciendo que me mirara directo a los ojos
- Bill, estoy bien… ¿no me ves aquí? estoy en una sola pieza
Esta vez logre que se calmara un poco y le vi suspirar
- bueno… - sonrió levemente. Esperen ¿sonrió?
Le respondí la sonrisa
- Bueno… dejare que te cambies – le solté de las manos y me comencé a irme de la pieza hasta la puerta – ah! por cierto… tus cosas están al lado de mi cama
Terminando de decir esto me Salí completamente de la pieza.
Bill comenzó a revisar el lugar, se dirigió al lado de la cama y allí encontró una maleta negra, se dirigió curioso y la abrió encontrando allí todas sus cosas. Tomo una camiseta negra, unos pantalones negros ajustados y neceser de maquillaje, se fue directamente al baño y cerró la puerta.
Después de una hora salió listo, abrió la puerta y bajo los escalones encontrándose con Tom sentado en un sillón, levanto la mirada y le vio, comiéndoselo con la mirada.
- estoy listo – dijo con un intento de sonrisa
Tom se levanto del sillón y se acerco al pelinegro
- ya veo – rio un poco – ¿nos vamos?
Tom ya se encontraba arreglado completamente… unos pantalones anchos de mezclilla de color obscuro, una camisa blanca y encima una negra, un suéter de capucha y una gorra de color negro con blanco al igual que la bandana que llevaba, Bill se quedo observándolo por un rato, debía admitir que se miraba bien.
Ambos caminaron hacia la puerta y Tom la abrió dejando pasar primero a Bill y después el, salieron a la cochera y cuando el de trenzas la abrió se podían visualizar tres autos, un Ferrari color rojo con negro, un audi negro completamente y un cadillac escalade de color negro.
- Hoy iremos en… - se quedo pensando - ¿Qué tal si tu decides en que auto vamos? – le pregunto al joven pelinegro
- ummm… - se quedo pensando - ¿el Ferrari? parec… - Tom no lo dejo terminar
- ¡Que bien! – Dijo con emoción - esperaba que escogieras ese
Luego de haber dicho esto camino hasta el auto y abrió la puerta del copiloto dejando subir al pelinegro primero, luego el se subió al auto, lo encendió y emprendieron camino por las calles
- a donde vamos… - dijo Bill
- No lo se… a algún lugar que sirvan algo bueno – dijo mientras conducía atentamente
- no me gustan los lugares con mucha gente – aclaro el pelinegro
- pero donde sea hay personas… es mas, a estas horas siempre – dijo mientras veía la carretera y sin despegar su vista del frente- umm… ¡ya se!- dijo - iremos a desayunar a Mc donald´s ¿Qué te parece?
- pues… creo que esta bien
- ok, entonces allá vamos
Tom cambio el sentido del camino, doblo una esquina y comenzó a conducir tranquilamente, el pelinegro se entretenía viendo por la ventanilla, aquellos niños, hombres, mujeres y familias felices que jugaban en el parque por el cual habían quedado cuando se detuvieron por un semáforo… ¿porque nunca tuvo el así una familia? creyó tenerla a los 13 pero hasta allí.
De un momento a otro ya se encontraban allí y Tom abriendo su puerta, se bajo y juntos caminaron hasta el establecimiento y ambos entraron, se sentaron en una de las mesas.
Conversaban animadamente después de ordenar y esperar en una mesa a que su pedido estuviera listo
- ummm… tengo que ir al baño – dijo Tom – ahora vuelvo
- emm… Ok
El joven de trenzas se levanto de la mesa y se dirigió al baño, pero antes de entrar se encontró con una vieja amiga, esta lo saludo
- ¡¡Tom!!- se lanzo a sus brazos y el la recibió cariñoso
- Hola Avril – le dijo mientras la abrazaba – como has estado, hace mucho que no te veía
- pues muy bien… pienso que tu igual - dijo en tono coqueto.
Y sin darle tiempo a decir nada lo besó y este claro que correspondió.
Mientras en otra mesa aquel dulce pelinegro seguía esperando, la comida había recién llegado a la mesa y Tom que no llegaba, prefirió seguir esperando, después de casi una hora se decidió a que iria a buscar a Tom y decirle que la comida se enfriaba.
Camino por el pasillo y se dirigió al baño, tomo el camino mas cerca y lo siguió, pero se quedo parado al escuchar una especie de gemidos femeninos, inseguro avanzo un poco más y lo que vio lo dejo helado
- No… No Tom… tú no puedes hacerme esto…
Sentía que comenzaba a temblarle las piernas y su labio inferior temblaba debido a que se estaba aguantando las lagrimas, parecía que Tom se estaba divirtiendo mucho, estaba allí besándose con una tía pelirroja, la cual tenia una pierna elevada y este la sostenía mientras le metía mano dentro de la minifalda, besándose con lengua apasionadamente, parecía que se la quería follar allí mismo.
- Te odio Thomas Kaulitz – dijo para si mismo y después salió corriendo de el lugar y de el establecimiento - Porque… ¿Porque todas las personas terminan lastimándome?
Estaba parado en un parque, Lloraba mucho si lo hacia y lo peor es que no sabia porqué, ahora pensaba que Tom era un completo imbécil no sabia si volver a confiar, definitivamente no podría volver a hacerlo…
